𝟮𝟮: él, lo mejor de mi.

💐
capítulo final.








" así que abre tus ojos, y mira,
la forma en que nuestros horizontes
se encuentran, y las luces se irán
conmigo en la noche
y sé que las cicatrices van a sangrar,
pero nuestros corazon creen,
las estrellas nos guiarán a casa... "









Al parecer, anduve como sonámbulo durante la siguiente semana. El Dr. Kang hizo los arreglos para el funeral. Recuerdo ir, pero no recuerdo mucho sobre nada de eso. Recuerdo que Yunho fue un idiota por algo, pero en realidad no registré acerca de qué.

También sé que JungKook y Jimin estuvierón justo ahí todo el tiempo. Jimin se llevó las llaves de mi auto y se negó a dármelas de vuelta durante toda la semana. Pienso que tenía miedo de que chocara mi auto en un árbol, fuera intencional o no, solo porque estaba tan fuera de todo, no estuve seguro. Pienso que probablemente había una posibilidad de cincuenta-cincuenta para cualquiera de las dos.

Recuerdo que la mayoría del grupo de JungKook estuvo allí. En el funeral. El pastor Joshua habló, y los voluntarios organizarón una recepción después.

Muchos de los padres de los niños e incluso algunos de los niños mayores estuvieron allí. Pero recuerdo claramente a uno de ellos: Hoseok. Estaba tomado de la mano de su papá cuando le tocó dejar sus flores en el ataúd, y recuerdo que me desgarré en llantos cuando habló: "Seokjinnie-hyung... has dejado a tu gatito, pero yo lo voy a cuidar, porque eso es lo que hubieras querido... Así que sé feliz con Dios, come bien y abrígate, pronto será otoño."

Fue el único al que abrace ese día en el funeral, y fue la tercera persona, en toda mi vida, a la que besé en la mejilla con cariño. Él no me soltó hasta que dejó de llorar, o tal vez fue hasta que yo deje de llorar.

Nunca había visto o escuchado hablar de un funeral tan lleno de gente en toda mi vida. Por mucho que Jin había tocado mi vida, a veces olvidaba de que también lo hizo con todos los que conocio.

Siempre había habido algo mágico sobre SeokJin. Era como si supiera que, ya que no iba a tener una vida muy larga, iba a compensar cada pedazo de su tiempo con momentos de tanta alegría y... vida... que hizo que todos a su alrededor también quisieran vivir la vida al máximo.

No todas las cualidades de Jin eran mágicas, y me sentí privilegiado de ser uno de los pocos con los que se sintió lo suficientemente cómodo como para mostrarle eso. Dentro de toda esa alegría de vivir, había, todavía, un niño pequeño a quien su familia había abandonado por ser quién era. En algunos aspectos, era inseguro y se preocupaba mucho por la reacción del mundo hacia los homosexuales... especialmente hacia mí. Pero, incluso con sus pequeñas imperfecciones, nunca dejó de pensar en los demás.

Fue imposible adivinar cuántos niños pasaron por el Hospital de Niños en el tiempo que SeokJin vivió allí. A cuántos animó o ayudó haciendo la terapia física un poco más divertida, pero era un hecho que él le había mostrado la felicidad, y el valor por luchar, a muchos de ellos.

Me quedé en mi habitación durante una semana, pensando en Jin, preguntándome qué iba a hacer sin él. Mamá incluso fue amable conmigo. Trajó la comida a mi puerta. No siempre la abría lo suficiente como para recoger la bandeja, pero sabía que lo estaba haciendo, y en cierto modo, estaba, de hecho, conmovido.

JungKook se cansó de mi acto de recluso en algún momento y forzó mi puerta con una palanca. Metió la bandeja de comida que no me había molestado en recoger, la dejó sobre la mesa junto a mi cama y luego me dio una patada.

─ ¿Qué mierda? ─le grité.

─ Es hora de que te levantes, maldita sea ─respondió severamente y cuando me di la vuelta, agregó─: No eres el único que lo amaba, ¿sabes? Todos lo hacíamos. Todos lo extrañamos.

Me di la vuelta y lo fulminé con la mirada. ¿Cómo se atrevía a comparar el dolor de alguien más con el mío? Yo estaba enamorado de Jin. Yo estaba con el corazón roto y tratando de salvarme del agujero negro que me arrastraba al dolor.

Pero JungKook no había terminado.

─ Jin te odiaría en este instante.

Eso atrajo mi atención, pero solo me lo quedé mirando.

Su voz se suavizó. ─Vamos, Yoon. Jin trabajó tan duro para asegurarse de que tuvieras un gran futuro. Y quería que le recordaras a los niños de él. Han pasado casi dos semanas, y todo lo que has hecho es yacer en la cama. Sabes que SeokJin te sacaría corriendo.

Volteé y lo ignoré, pero me hizo pensar.

A Jin no le gustaría cómo estaba reaccionando. Pero es que no podía levantarme. No podía seguir como si nada hubiera pasado. Él era el amor de mi vida, y ahora se había ido. Pero, una vez escuchada, no pude sacarme la idea de que Jin estaría decepcionado de mí.

(...)

Once días después del funeral, exactamente catorce días desde que SeokJin había muerto en mis brazos, estaba sentado en el borde de mi cama, que era más lejos de lo que solía llegar.

Afuera estaba oscuro, a pesar de que solo era mediodía. Había estado lloviendo todo el día, pero la lluvia finalmente se había detenido y el sol estaba saliendo. Un solo rayo de sol entraba por mi ventana. Las partículas de polvo bailaban en el rayo mientras iba desde mi ventana hacia el piso, y juro que pude oír la voz de Jin.

Hay tantas tormentas en la vida, Gi. Tantas nubes oscuras que depende de nosotros ser un rayo de sol.

Una idea apareció en mi cabeza y se negó a irse. Rápidamente se convirtió en una obsesión. Me levanté por primera vez en dos semanas, me duché y salí.

JungKook dijo algo cuando pasé por su puerta, pero realmente no entendí lo que había dicho. Mamá comentó algo. Yunho gritó.

Salí por la puerta y bajé la calle para coger mi coche. Tenía un juego extra de llaves, así que las tomé y no llamé a Jimin cuando saqué mi auto de su acera y fui al hospital, deteniéndome en la ferretería en el camino.

(...)

Estaba arriba en la escalera frente a la pared principal en el vestíbulo. No sabía cuánto tiempo había estado allí, pero casi había terminado, cuando Jihyo me llamó. Al parecer, alguien la había llamado y le había contado lo que estaba haciendo.

─ Yoon, cariño ─llamó─. Terminaste con el mural. La junta debe aprobar cualquier cambio. Tú lo sabes.

De alguna manera, eso fue lo primero que me hizo reaccionar desde la charla de JungKook, varios días antes.

─ Si no les gusta, simplemente pintaré toda la puta cosa de nuevo. Soy el artista, y yo digo cuando está terminado. ─Me volví para poner el último par de pinceladas en mi obra maestra. Bajé y moví la escalera, luego miré el producto terminado.

─ Oh, Yoon... ─exclamó Jihyo. ─Es Jin.

Lo era. En el tren, nunca había decidido dibujar al capitán, pensé que solo iba a llevar a los niños pero cuando la idea llegó supé que era por una razón. Era apropiado que Jin fuera la persona que llevara a esos niños a la primavera, porque realmente lo había hecho en persona. Fue el ángel para tantos mientras estuvo aquí, fue el único luchando por enseñarles la felicidad a esos niños, cuando nadie más los había notado en el mundo... Y ahora podría continuar siendo el ángel de todos esos niños por el tiempo que existiera el mural, y por el tiempo que no.

Jihyo me abrazó.

─ No creo que la junta tenga ningún problema con eso.

(...)

Me encontre dirigiéndome hacia la habitación de Jin.

La habían dejado tal y como estaba. Querían que revisara sus cosas y conservara todo lo que quisiera. Él había querido que tuviera la mesa de maquillaje y todas las cosas de payaso. Hasta ahora, no había podido ni venir a mirar las cosas, y mucho menos lidiar con nada de eso.

Cuando entré en la habitación, me llené de una sensación tan grande de "Jin" que casi no pude soportarlo. La habitación siempre había sido un reflejo de él... tan colorida y tan llena de vida.

Paseé por la habitación, tocando todos los posters y dibujos, pasando la mano por la cama, que había sido la acompañante de nuestra relación.

Me dirigí a la mesa de maquillaje y me senté. Había un sobre en el escritorio con GATITO MIN, escrito en él.

Lo abrí y saqué la carta, sacudí el papel y comencé a leer.
















" Hey, gatito, espero tener la oportunidad de decirte algo de esto, pero en caso de que no lo haga, le dí esta carta a Jihyo para que pueda dártela hasta después de que yo... bueno, ya sabes...

Yoongi... has estado allí para mí durante el período más difícil de mi vida, y no sé como empezar... solo espero que siempre sepas lo agradecido que estaba por todo... pero sobre todo por dejar que te amára y por amarme.

Sé que tuve complejos acerca de que le dijeras a tu familia o alguien en la escuela o iglesia acerca de nuestra relación, pero nunca tuvo que ver con mis sentimientos por ti, Gi, yo te amé más de lo que alguna vez pensé que podría amar a alguien... tan intensamente, tan profundamente y tan dolorosamente que sé que mi amor nunca morirá... aún cuando yo lo haga.

no lo tengo todo resulto, bebé, ni mucho menos lo sé todo pero creo... que este amor debe ir a algún lado, ¿verdad? No sé si creo en el cielo o la reencarnación o qué, pero sé, en mi corazón, que mi amor por ti continuará existiendo... de alguna forma.

Hazme un favor, gatito, ¿sí?

Vive la vida al máximo. Vierte cada onza de ese noble corazón que tienes, pero que pareces esconder de todos, en cada momento del día. Arriesgáte y no te arrepientas de tus decisiones si las has tomado con el corazón, porque eso será suficiente, Yoongichie.

Ve a la universidad, luego más allá, y deja tu huella en el mundo, una marca tan grande como la que hiciste en mí...
Si el mundo ve incluso una fracción del brillante, divertido y talentoso hombre que yo veía, no podrás fallar.

Te estaré observando, Gi. De alguna manera, estoy seguro de que podré hacerlo. Quiero verte feliz. No te quedes en mi muerte, Yoongi. Recuerda mi vida en su lugar, y vive la tuya. Sé que llorarás, pero quiero que superes eso y vuelvas a la vida. Cuida a mis niños. Haz de payaso para ellos. Recuérdales de mí. Pero pon tu propio sello en todo lo que hagas.

Tienes mucho que darle al mundo, Min Yoongi. Desearía poder estar allí en cuerpo mientras el mundo lo descubre; pero incluso si no puedes verme, yo te veré. Estaré allí en espíritu, a tu lado, no importa lo que hagas.

Ve y hazme sentir orgulloso, Yoongichie, como siempre lo has hecho en el pasado. Por favor, no dejes que mi muerte te impida agarrar el maravilloso futuro que sé que está frente a ti.

Te amo, Min Yoongi, y eso nunca se irá."


















Leí las últimas palabras, "Con amor, Jin".

Y sequé las lágrimas de mis ojos.

JungKook había tenido razón. SeokJin me habría estado odiando por estar acostado en esa cama por tanto tiempo. Eso era exactamente lo que esta carta me pedía que no hiciera. Y yo lo había sabido sin la carta, por supuesto. Solo que lo extrañaba tanto. Demasiado.

No sé cuánto tiempo estuve sentado ahí antes de que Jihyo entrara y me preguntara si estaba bien

─ ¿Podrías hacer una llamada por mí? ─Le pregunté y luego le expliqué mi plan.

Ella estuvo de acuerdo en que lo haría, y regresó para decirme el veredicto. Empecé a poner mi plan en acción.

Media hora más tarde me encontré afuera de la puerta de la sala de juegos en la unidad de quemados. Jihyo estaba allí, dándome apoyo. Y recordé el primer día de servicio comunitario... el primer día que conocí a Kim SeokJin.

─ Esto es por ti, cariño. ─dije en voz baja mientras miraba dentro de la habitación llena de niños.

Me enderecé en toda mi altura, agarré esa colorida bolsa que Jin siempre llevaba consigo e intenté no dejar que las lágrimas arruinaran mi maquillaje.

Cuando creí estar bastante controlado, crucé la puerta, abrí los brazos y anuncié:

─ ¡Es hora del espectáculo! ─Y los niños estallaron en vítores y risas.

fin.













estoy muy triste como
para decir algo más pero
le prometí a mi soulmate
publicar el final antes de
su cumpleaños así que...
gracias, gracias por darle una
oportunidad a "he" y hacer
que todo esto tuviera un
significado aún más grande;;

los quiero, nos vemos en el
epílogo<3

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