𝟬𝟰.𝟱: un talento escondido.
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capítulo cuatro. pt. 2
Cuando llegué a la puerta de su habitación, me sorprendió su aspecto.
Siempre se las arreglaba para parecer mucho más saludable con su atuendo de payaso, pero parecía incluso más enfermo de lo normal hoy, mientras yacía allí con los ojos cerrados. Justo cuando empezaba a entrar en su habitación, él se inclinó hacia adelante y vomitó en el balde en su regazo, que ya estaba peligrosamente lleno de vómito.
Una enfermera me empujó mientras permanecía clavado en el lugar a solo un par de pasos de la puerta.
─ Aquí tienes, cariño. ─Cambió el recipiente lleno por el que había traído, vacío─. Déjame limpiar eso para ti. ─Entró en el baño, y pude escuchar cómo arrojaba la... cosa... en el inodoro y jalaba la cadena, luego correr el agua, sin duda enjuagando el lavabo.
Volvió a salir y dejó el depósito limpio sobre la mesita de noche y luego me miró.
─ ¿Vas a visitarlo por un rato? ─La mayoría de las enfermeras allí me conocían, y las reconocía, pero nunca me molestaba en ponerle nombres a las caras.
Jin no pareció darse cuenta de mí hasta ese momento, y se dio vuelta.
─ No quiero que me veas así.
─ ¿Como qué? ¿Humano? ─pregunté, tratando de aligerar el ambiente-. Porque tengo que decirte, amigo, estaba empezando a preguntarme cuándo aterrizaste de Kriptón.
Él se río débilmente por eso.
─ Sí, bueno, creo que me inyectaron Kryptonita ayer.
─ Parece que sí ─ estuve de acuerdo, y mientras tanto, la enfermera estuvo esperando una respuesta, así que la miré─. Sí. Me quedaré.
SeokJin comenzó a interrumpir.
─ Yoongi, yo...
─ Me quedo ─repetí con más firmeza. Sabía que le había dicho a Jihyo que me iría si Jin no me quería allí, pero que se joda. No lo iba a dejar. Esto estaba tan fuera de lugar para mí. Nunca había estado voluntariamente al lado de alguien que estuviera vomitando.
En realidad, yo no era del tipo "cuidador". Pero quería estar aquí para él. No tenía idea de por qué era tan importante para mí quedarme, pero realmente lo era.
La enfermera miró a Jin por su permiso, y él solo asintió.
─ Chico inteligente ─dije─, sabes cuándo estás superado.
Él sonrió, pero no llegó a sus ojos. Tan enfermo como parecía, si hubiera llegado a sus ojos, realmente hubiera pensado que era Superman.
Después de que la enfermera se fue, acerqué una silla a su cama, sin tener la menor idea de lo que debería hacer. No es que hubiera estado cerca de una persona enferma, alguna vez. No así de enferma. JungKook había tenido fiebre alta un día el año pasado, y mamá me obligó a llevarle sopa, pero no fue como que me hubiera quedado ni nada.
Jin pareció darse cuenta de algo por primera vez.
─ Ven aquí. ─Hizo un gesto para que me inclinara hacia adelante, luego extendió la mano y suavemente tomó mi barbilla─. ¿Qué pasó?
Había olvidado que mi mandíbula estaba magullada de forma espectacular.
─ Oh, nada ─mentí. No estoy seguro de por qué no me lancé a confesar sobre lo malvados que eran mis padres y cómo mi propia madre me había golpeado en la cabeza con un bate de béisbol. Pero de alguna manera, viéndolo tirado allí, no pude reunir mi ira habitual.
Y tenía que admitir, aunque solo fuera para mí, que todo había sido realmente culpa mía. Pero repetí─: No es nada.
─ Eso, obviamente, es una mentira. ─SeokJin vio directamente a través de mí─. Pero tomaré tu respuesta como un "ocúpate de tus asuntos" y lo dejaré en paz.
─ No tanto como un "ocúpate de tus asuntos" sino como un "hice algo estúpido y no quiero hablar de eso".
Se río entre dientes.
-Eso también es genial.
Estuvimos conversando por un rato, y luego se durmió. No quería irme, pero probablemente debía hacer un poco de trabajo. Y nadie estuvo más sorprendido que yo mismo de que esas palabras incluso, se me pasaran por la cabeza, y mucho menos de que realmente fuera a actuar en consecuencia.
(...)
Al día siguiente, Jin todavía no estaba en la sala de juegos cuando llegué. Sabía que había planeado reprogramar la unidad de quemados para entonces, si se sentía mejor.
Pensé que aún se sentía mal y me dirigí a visitarlo, después de obtener el permiso de Jihyo... y ¿desde cuándo había empezado a preocuparme por tener permiso?
Pero cuando se abrieron las puertas del ascensor, me recibió una descarga de colores brillantes y una sonrisa pintada.
─ ¿Te sientes mejor? ─le pregunté. Sonó como una pregunta tonta, pero realmente no parecía que se sintiera mejor.
─ No voy a vomitar hoy ─respondió, como si eso fuera el visto bueno para presionarse tanto.
Debo haber dejado que mi desaprobación apareciera en mi cara, porque agregó:
─ Necesito esto tanto como los niños, Yoongi. Me distrae de todo.
─ Sigo pensando que te esfuerzas demasiado.
─ Y eso me hace feliz ─dijo mientras me empujaba para salir de las puertas antes de que se cerraran.
Lo seguí de vuelta a la sala de juegos y lo ayudé a instalarse en la silla grande y mullida cerca de la zona alfombrada. No fue a ayudar al personal a traer a los niños. Me di cuenta de que hoy no se realizaría casi mucho trabajo en sus metas más activas. SeokJin simplemente no estaba para eso. Pero no tenía dudas de que trabajaría en todos los objetivos que pudiera. Y conocía algunas de las metas, para ahora, así que me ofrecí a trabajar en algunas de las más físicas.
Dado que los niños entraron a hurtadillas en lugar de estar allí cuando él hizo su entrada, pensé que no llegaría a decir su presentación de marca registrada. Tonto de mí. Debería haberlo sabido mejor. Eso se había convertido en algo que los niños esperaban ansiosamente, y Jin nunca decepcionaría a los niños si podía evitarlo.
Entonces, una vez que todos estuvieron sentados frente a él, recogió su bolso de gran tamaño, hizo un gran asunto hurgando dentro de él, como si no pudiera encontrar lo que quería, luego sacó una bomba de confeti y un paquete de globos y anunció:
─ ¡Es hora del espectáculo!
Los niños vitorearon como se esperaba.
Había traído esos globos largos que los payasos siempre parecían tener en algún lado para hacer animales y sombreros para todos, haciendo que algunos niños hurgaran en la bolsa para encontrar un color determinado, otros que estiraran los globos y se los entregaran, e incluso que otros, los mayores del grupo, operaran la bomba de confeti para hacerlos explotar. Como de costumbre, nadie pareció darse cuenta de que estaban haciendo TF.
Cuando todos tuvieron un globo... o alguna cosa... repartió material de arte y les pidió a todos que dibujaran algo de la habitación. Tomó un papel de dibujo para sí mismo y me entregó una hoja. Me dio una mirada que me dijo que yo dibujaría una imagen junto con todos los demás.
No había dibujado en mucho tiempo. Solía dibujar todo el día cuando era pequeño, me encantaba y siempre me habían dicho que era muy bueno, pero una vez que papá se fue, mamá no pareció interesada en colgar mis obras de arte en la nevera o siquiera mirarlas en realidad.
Ese primer día de la madre ─después de que papá nos dejara─, le había dibujado una foto de nuestra familia... toda nuestra familia, incluido papá. Mirando hacia atrás, puedo ver por qué eso la había molestado, pero tenía diez años en ese momento. ¿Qué sabía yo?
De todos modos, había hecho un marco con palitos de helado y le puse un imán en la parte posterior para que pudiera exhibirlo. Cuando lo abrió y vio lo que era, lo rompió en pedazos y luego arrojó los pedazos al sofá y dijo que no había pedido esa mierda. Nunca le di otro dibujo.
Continué dibujando por un tiempo, hasta que JungKook encontró un dibujo de Sana Minatozaki, una niña extranjera de mi clase de octavo grado que me parecía linda. Lo llevó a la escuela y se lo mostró a todos. Yo era nuevo en esa escuela de todos modos y atraía mucho el tipo equivocado de atención. La gente constantemente me estaba acosando sobre una u otra cosa, y había una pandilla de chicos que parecía tener como misión de vida sacarme la mierda una vez al día, lo necesitara o no. La imagen, y el "enamoramiento" de Sana, fueron lo justo para más munición, al parecer.
Todos me molestaron tanto que dejé de dibujar por completo. Pasaron meses antes de que comenzara con garabatos y diseños en mis cuadernos ─en los pocos días que estaba despierto─ en lugar de notas que se suponía que debían estaban allí. Pero incluso entonces, esos eran mínimos, y nunca algo reconocible como alguna cosa, y mucho menos alguien.
Así que, torpemente recogí un paquete de lápices de colores y un libro para hacer presión, y comencé a dibujar lo primero que se me vino a la mente: Jin... con un disfraz de payaso completo. Se suponía que debía ser algo en la sala después de todo, y él, como siempre, dominaba bastante la habitación.
Me sorprendió lo rápido que todo me regresó. Dibujar siempre había sido tan fácil para mí, y podía perderme en ello, así que también era divertido. Había olvidado cuánto lo disfrutaba. Entonces, me dejé arrastrar por las líneas, las formas y los colores que, con un poco de suerte, se verían como SeokJin cuando terminara.
Él permitió que los niños tuvieran suficiente tiempo para terminar sus dibujos y dijo "ooh" sobre cada uno, y luego dejó que los niños eligieran en qué lugar de la sala querían que se mostraran sus dibujos, excepto por los pocos que querían dárselos a sus padres, y a un par que insistió en que querían que Jin los tuviera.
Para entonces, me había entusiasmado tanto en dar los últimos toques a mi trabajo que ni siquiera me di cuenta de que Jin se había acercado al sofá donde estaba sentado hasta que habló.
─ Yoongi ─exclamó─. ¡Eso es fantástico! Se parece a mí. ¡No sabía que eras un artista!
─ No lo soy ─admití─. No he dibujado durante años.
─ ¡Bueno, esto es... espectacular! ─Luego preguntó tímidamente─. ¿Puedo tenerlo?
─ Caramba, mamá ─bromeé─, ¿vas a colgarlo en la nevera?
Se río entre dientes.
─ Enserio me gustaría ponerlo en mi habitación.
En realidad, pareció sincero. Miré de vuelta el dibujo. Había salido bastante bien, mejor de lo que pensaba. Aunque no estaba seguro de que fuera digno del alboroto.
─ Claro, puedes tenerlo.
No pensé en todo esto hasta que llegué el próximo sábado, y me regaló un bloc de artista de buena calidad y un gran paquete de colores.
─ ¿Podrías dibujar a los niños en oncología por mí? ─me preguntó cuándo me los dio─. Tu dibujo de mí, me hace ver más saludable de lo que estoy. ¿Podrías hacer eso por los otros niños con cáncer? -Ni siquiera esperó mi respuesta-. Por supuesto, algunos todavía no tienen cabello, y no sabrías como se veían antes... -Juro que ni siquiera se detuvo para respirar-. ¡Oh, ya sé! Les estoy ayudando a pintarse las caras y disfrazarse para la fiesta de Halloween el viernes por la noche. ¿Por qué no los dibujas entonces? -Se volvió hacia mí con esa hermosa sonrisa que hizo brillar sus ojos y mis entrañas se derritieron-. ¿Puedes venir el viernes por la noche?
¿Renunciar a mi viernes también? No es que normalmente hiciera algo más que quedarme en casa y tratar de hacer que JungKook se sintiera miserable. Pero antes de que mi cerebro pudiera alcanzarla, mi boca dijo:
─ Claro, ¿a qué hora?
Me lo dijo, y acepté venir y esforzarme con los dibujos, aunque todavía no estaba seguro de por qué no podíamos tomar fotos de los niños en su lugar. Trató de explicarme por qué un retrato significaría mucho más para ellos. Había estado de acuerdo tan rápido que ni siquiera me di cuenta de que el autobús quizás no pasara por allí a esa hora.
Fui a averiguar, no pasaba. Le pedí a mis padres que me llevaran, explicándoles lo que iba a hacer, pero Yunho dijo que no. Me dijo que no me iba a ayudar a reducir mi tiempo de servicio comunitario dibujando retratos estúpidos, que probablemente un mono dibujaría mejor. Él ni siquiera me había visto dibujar, así que ¿cómo podría saber qué calidad podían tener? A Jin parecían gustarle.
Mamá pareció dividida. Dijo que estaba contenta de que pareciera interesado en alguna cosa y que quisiera hacer algo que no estaba obligado a hacer, pero tenía que trabajar, entonces Yunho tendría que llevarme, y si no quería, no había nada que ella pudiera hacer al respecto.
Para mi sorpresa, fue JungKook quien realmente dio con la solución.
─ Puedo llevarte ─se ofreció─. Me gustaría conocer a tus bichos crocantes de todos modos.
─ No los llames así ─espeté, sin siquiera mencionar que la fiesta estaba en la sala de oncología, no en la unidad de quemados.
Estúpido.
─ Tú los llamas así ─respondió.
─ No lo he hecho por un tiempo. ─Ni siquiera me había dado cuenta, pero era cierto. ¿Cuándo había dejado de ser un imbécil... al menos en cuanto a los niños se refería?
JungKook hizo una demostración de agarrar su pecho como si estuviera teniendo un ataque al corazón.
─ ¡No me digas que finalmente a lo mejor estás madurando un poco!
─ Jódete.
─ Olvida que pregunté. ─Se río entre dientes. No pensé que hubiera nada gracioso en algo de eso, pero se había ofrecido a llevarme a la fiesta, y yo iba a hacer que lo cumpliera.
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