𝟬𝟭.𝟱: él se llama SeokJin.

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capítulo uno. pt. 2

Entré en las instalaciones lleno de ira como de costumbre, y exigí ver a la persona a cargo de los voluntarios. Ella salió inmediatamente. Al parecer ya sabía todo sobre mí. La enana peligrosa ─también conocida como la señora TaeYeon, mi coordinadora de casos de servicios sociales─ había contado todos mis secretos. Vieja chismosa. Me enojé aún más. Esa señora realmente me estaba molestando. Necesitaba dejar de decirle a la gente sobre mi vida.

Entonces, Tofú me estaba diciendo cuáles serían mis deberes. Como si estuviera escuchando. También me estaba diciendo que su nombre era Dahyun y que era a ella a quién le pasaría mi informe todos los días. Tenía la piel más blanca que jamás hubiera visto.

Me llevó arriba a la unidad de quemados y me presentó a la Sra. Jihyo. No sabía si ese era realmente su apellido o si era su primer nombre y le habían puesto el nombre de cortesía al frente para que lo usaran los niños. Tal vez ni le gustara su apellido. Realmente no me importaba.

Planeé hacer lo menos posible durante las siguientes cuatro horas y media, porque conté la media hora completando el papeleo como parte de mi tiempo de servicio, y luego me iría de allí hasta el día siguiente.

La Sra. Jihyo ─todavía no había encontrado un apodo para ella─ me llevó a la sala de estar para pacientes, donde la mayoría de los niños estaban, actualmente. Esperaba verlos a todos sentados frente al televisor. Quiero decir, todos estaban quemados, ¿cuánto podían hacer realmente?

En su lugar, vi a una multitud de niños saltando de un lado a otro, o moviéndose emocionados mientras un payaso hacía trucos de magia.

Un payaso por el amor de Cristo. ¡Solo dispárenme ahora!*

La Sra. Jihyo debió haber visto que mi atención estaba principalmente en el payaso, aunque, afortunadamente, no pudo leer mis pensamientos al respecto.

─ Ese es Kim SeokJin ─dijo con orgullo─. Ha sido un regalo del cielo para los niños. Los distrae de todo por un momento. Dios sabe que los pobres pequeños merecen toda la felicidad que puedan conseguir.

El payaso estaba haciendo que una niña pequeña con los brazos vendados sacara pañuelos de su manga, y por supuesto, la cadena continuó para siempre. Obviamente, la niña tenía problemas para agarrar el delgado material y mover las manos y los codos para sacar esas cosas largas de la manga del payaso.

─ ¿Por qué no le pidió a otra persona que hiciera eso? ─Realmente no me importaba, pero la enfermera parecía pensar que el sol salía y se ponía con este payaso, ¿y no era eso increíble? Ni siquiera tuve que inventarme un apodo despectivo. Él ya lo había hecho por mí, pero parecía ser un desconsiderado en el mejor de los casos, o, en el peor, francamente cruel─. Obviamente esa niña tiene problemas en los brazos.

La Sra. Jihyo solo sonrió.

─ Es por eso que la eligió. ─Si ella no vio mi expresión de disgusto, no fue por falta de intentarlo de mi parte. Pero continuó hablando como si no la hubiera visto─. La pequeña es Yuna. Estuvo en un accidente automovilístico y tiene quemaduras en los brazos, las manos y el torso, y un poco en la cara. ─Todavía no había visto su cara, por lo que no me lo pudo demostrar, pero la Sra. Jihyo todavía siguió hablando─. Su fisioterapeuta está trabajando con ella para recuperar la movilidad en esas áreas, pero el TF* es aburrido, o doloroso, para los niños, y a ninguno de ellos le gusta hacer los ejercicios repetitivos incluso con el terapeuta, y mucho menos toda la práctica que se supone que tienen que hacer entre sesiones. ─Sonrió con orgullo otra vez─. Jin conoce las metas del TF de todos los niños y los incorpora a su show.

─ ¿Qué quiere decir? ─Aquello todavía me parecía cruel.

─ Las metas de Yuna son hacer un puño, flexionar y extender sus brazos, y girar el torso de un lado a otro. Duele un poco, ya que estira la piel con cicatrices, y no le gusta hacer los ejercicios, pero si no los hace, la piel en esas áreas sanará mal, y no podrá moverse de manera correcta después de un tiempo. ─La Sra. Jihyo hizo una pausa como si eso explicara todo, pero no fue así por lo que a mí concernía, y debió ver eso, por lo que continuó─. Jin les dice cómo se supone que deben realizar el "truco" con el que ayudan, para que estén trabajando en sus metas. A todos les encanta ser elegidos para ayudar a Jin, por lo que hacen exactamente lo que él dice. Ni siquiera se dan cuenta de que están haciendo ejercicios de terapia.

Vi cómo el payaso pasaba a las carreras de tres patas. Ató las piernas de dos niños, luego ató la suya a la de un niño castaño. No veía cómo algo de eso estaba trabajando en las metas del TF, y se lo dije a la Sra. Jihyo.

Ella río.

─ HongJoong ─dijo, señalando al niño más pequeño que estaba atado a un niño un poco más alto─, tiene metas de movilidad. Su pierna derecha está quemada, y no le gusta doblarla. Puede doblarla bien, pero no le gusta, y está desarrollando un andar rígido que no le hace ningún bien, en absoluto. Jin ató la pierna buena de HongJoong a la derecha de Mingi, por lo que HongJoong tiene que doblar la derecha para mantener el ritmo. Mingi tiene que aferrarse a HongJoong, para "ayudarlo", pero en realidad, Jin lo está obligando a estirar el músculo de su hombro.

─ ¿En qué está trabajando él? ─Señalé con el dedo hacia el niño atado a Jin.

─ Ese es TaeHyun. Está trabajando en una meta emocional, más que en una física, aunque lograr que se mueva también es bueno. No permite que nadie lo toque desde su accidente. Jin necesitó tres meses para hacer que él se sentara con el grupo. Otro mes antes de que tomara la mano de Jin, y fue una semana después de eso antes de que TaeHyun tomara parte en alguna de las actividades. Sin embargo, ha recorrido un largo camino y los médicos se lo atribuyen principalmente a Jin.

Muy bien, así que eso sonaba genial ─aunque nunca lo admitiera en voz alta─. Pero, aun así, ¿qué tipo de perdedor tienes que ser para no tener nada mejor que hacer, en un sábado, que vestirte con un traje de payaso y pasar el rato con niños pequeños?

─ ¿Él hace esto todos los sábados? ─Solo estaba comprobándolo.

Había una pequeña esperanza de que el despreciable tipo payaso tuviera algo de vida.

─ Oh, hace esto tan a menudo como puede. Viene todos los días, así que sí. Ya sea en esta unidad, en Oncología o en Neuro.

Bueno. Era oficial. Ese payaso no tenía vida. Puse los ojos en blanco. Para entonces, los corredores de tres patas habían llegado a nuestro extremo de la habitación. Puedo decir que en el momento en que Jin me vio por primera vez, sus ojos se iluminaron, y supe que no podía ser bueno.

Después de desatar todas las piernas, se acercó a donde la Sra. Jihyo y yo estábamos parados, apenas dentro del marco de la puerta.

─ Bueno, ¿a quién tenemos aquí? ─Su voz sonaba joven. Incluso así de cerca no podía ver su edad, pero supuse que era un viejo idiota, de unos veintisiete años o algo así, tratando de distraerme del hecho de que no tenía vida, ni trabajo, y aún vivía en la casa de su madre, en el sótano.

─ Min Yoongi ─respondí en un tono cortante y hostil─. ¿Quién eres tú?

En lugar de sentirse intimidado e inmediatamente encontrar otro lugar, cualquier otro lugar para esconderse ─como era mi intención─ sus ojos avellana centellaron mucho más.

─ Oigan, niños. ─Se volvió hacia el grupo─. ¡Tenemos carne fresca! ─Luego agitó las manos como un director de coro y comenzó a corear─: Carne fresca, carne fresca, carne fresca.

Todos los niños comenzaron a cantar, como obviamente había sido su intención, y con el canto de fondo, agregó directamente:

─ Vamos, carne fresca. Ayúdame. ─Agarró mi mano y comenzó a tirar.

─ No puedo. Tengo trabajo que hacer ─respondí, pero eso no impidió que tirara con una mano, y les indicara a los niños que cantaran aún más fuerte con la otra.

─ Pueden perdonarte por un minuto ─dijo con confianza y siguió tirando.

Miré hacia atrás, a la Sra. Jihyo en busca de ayuda.

─ Pero tengo una lista de cosas para ha-

Ella no fue de ninguna ayuda en absoluto.

─ Oh, podemos contar esto como tiempo de servicio. ─Sonrió y me agitó la mano.

Para entonces él había ganado algo de impulso con su tracción, y me encontré en medio de un bullicioso grupo de monos alborotados, que todavía cantaban "carne fresca, carne fresca".

Cuando me empujó suavemente a una silla vacía, todos aplaudieron y pensé que mis tímpanos iban a estallar.

─ Entonces, ¿qué debemos hacer con nuestra carne fresca, ahora que lo tenemos? ─les preguntó a los niños.

─ ¡Momia! ─gritó uno de ellos, y todos los demás tomaron el nuevo canto.

─ Momia, momia, momia.

A Jin le volvió a brillar la mirada, y si alguna vez había pensado que cualquier cosa llamada "momia" en referencia a "carne fresca" podía ser buena, fui expulsado de esa idea bastante rápido.

─ ¡Esa es una gran idea! ─Jin me miró positivamente con malicia, y supe que estaba condenado─. RyuJin, ve por los vendajes, ¿quieres?

RyuJin, me di cuenta, era una niña cuyas piernas habían sido gravemente quemadas. Usaba un andador y arrastraba los pies, pero no parecía tener quejas de que se le pidiera que fuera al mostrador en la parte posterior de la habitación para conseguir algo cuando había personas más cercanas y más aptas. Por el contrario, parecía feliz de haber sido elegida.

Demasiado rápido, para mí, RyuJin regresó al grupo con una gran bolsa negra, que tuve que asumir que contenía los vendajes. Jin sacó rollos de gasa y se los entregó a diferentes niños. Todos los niños aquí tenían algún tipo de problema de movilidad, pero presté atención a sus tareas.

Le pidió a la niña con vendajes en los brazos que se quedara quieta y envolviera mi torso, lo que requeriría que estirara los brazos y hombros y probablemente incluso algunos de los músculos de la parte superior de su cuerpo.

Al chico con zapatillas enormes sobre los pies, con vendas de presión, se le pidió que caminara alrededor de la silla una y otra vez envolviéndome a mí y a la silla al mismo tiempo.

Al niño de la bata larga, que estaba sentado en una silla cercana, se le pidió que sujetara las vendas adicionales y se las entregara a los demás cuando fuera necesario. Este niño era un misterio, y de lejos el más deformado físicamente, al punto que ni siquiera supe si era un niño o una niña hasta que Jin lo llamó Jisung. No podía ver gran parte de su cuerpo porque la bata de gran tamaño le ocultaba el tronco y las extremidades, pero tenía las manos quemadas severamente, aunque obviamente había sucedido hacía un tiempo, y su cara... Mi ingenio interior quiso hacer todo tipo de comentarios al respecto, pero ni siquiera yo era tan cruel. Toda su cabeza estaba quemada por lo que no tenía pelo en lo absoluto, y no había posibilidad de que volviera a crecer, por lo que pude ver. Y el lado derecho de su cara básicamente se había ido... derretido como la cera de una vela. Su nariz estaba desfigurada, pero todavía allí, apenas; y el párpado se había deslizado sobre el ojo, oscureciéndolo por completo. No tenía forma de saber si el ojo estaba intacto o no.

Pero aquí estaba este pequeño ─que obviamente había pasado por un infierno─ sentado allí, riendo, sonriendo y divirtiéndose, sosteniendo nada más que una gasa que, por el aspecto de sus manos, probablemente dolía como el infierno simplemente porque Jin lo había elegido para la actividad.

Tal vez este tipo no era tan payaso, después de todo.

(...)

Así que, en poco tiempo, mi cuerpo estuvo completamente envuelto en una gasa y atado a la silla. Había visto lo suficiente como para saber que Jin estaba haciendo que los niños se turnaran, sin duda apuntando a diferentes habilidades en cada asignación, pero ahora los niños habían empezado a envolver mi cara.

─ No quiero ─moví la cara de un lado a otro, justo cuando Jin se río.

─ Nah, vamos a dejar solo su cara, niños. Una cara así de bonita merece ser vista.

Ahora, si alguien más me hubiera llamado "bonito", lo habría golpeado hasta que no pudiera levantarse, con gasas o no. Pero podía decir que realmente él, no estaba siendo malo. No lo estaba usando como un insulto. Y en este punto, cualquier cosa que mantuviera a los monos lejos de mi cara estaba bien conmigo.

En ese momento, una enfermera llegó a la puerta y se paró junto a la Sra. Jihyo. Hablaron durante un rato, luego la Sra. Jihyo dijo:

─ Jin, están listos para ti, cariño.

Esto fue recibido de inmediato con protestas del grupo de monos.

─ No, no te puedes ir, Jin.

─ Quédate, hyung.

─ ¡No jugamos a la araña!

─ ¿Oppa, volverás mañana?

Pensé que seguramente se quedaría lo suficiente como para desenvolver las vendas, pero cuando se dio vuelta para irse, me uní a la refriega.

─ ¡Oye, oye, un momento! No vas a dejarme así, ¿verdad?

Él se río entre dientes.

─ No lo sé. Te ves genial así, carne fresca. ─Y comenzó a alejarse.

─ ¡Espera! ¡Espera! ─grité y comencé a moverme en la silla.

Los niños estallaron en carcajadas, pero aparentemente su partida fue puro teatro, porque regresó riendo.

─ Bueno, supongo que deberíamos dejarlo ir, ¿eh?

─ ¡No! ─Todos cantaron, de nuevo─. Guárdalo, quédate con él, quédate con él.

Pero, afortunadamente, no escuchó a los pequeños monstruos.

(...)

Cuando finalmente fui liberado, los niños se dispersaron para hacer otras cosas en la sala de juegos y Jin había desaparecido por el pasillo, caminé de regreso a dónde la Sra. Jihyo que aún estaba de pie, mientras sacaba pedazos de gasa de mi suéter.

─ Entonces, ¿qué pasó con eso? ─Gesticulé distraídamente por el pasillo─. ¿Quién estaba preparado para él?

─ Oncología ─respondió simplemente la Sra. Jihyo.

─ Oh. ¿Por qué no pudo planearlo un poco mejor? Tener una hora de finalización aquí y una hora de inicio para su show allá, o algo así.

─ Le gusta quedarse hasta el último minuto, por lo que el personal de oncología viene a buscarlo cuando se acerca el momento de su tratamiento.

─ ¿Tratamiento? ─Estaba confundido─. Pensé que iba a entretener a los niños con cáncer.

Ella sonrió tristemente.

─ Lo hace tan a menudo como puede, también. Pero tiene su tratamiento hoy.

─ ¿Su tratamiento?

Hubo esa triste sonrisa otra vez.

─ Tiene cáncer, cariño.

*¡Solo dispárenme ahora!: referencia a la canción "Shoot Out" de Monsta X.
* TF: tratamiento físico.

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