En clase todo fue incómodo. Tsukishima no le dirigió la palabra a Kane, Yamaguchi sabía lo que pasaba, pero no quería intervenir en eso.

A la vuelta, La e se alejó de su grupo para volver por otro lugar diferente, ya que no quería incomodar a Tsukishima.

Pasó por un parque, caminando sola.
Un coche comenzó a seguirla, alarmando a la castaña.

- Kane- la voz inconfundible de Akiteru hizo que frenara- No es seguro que camines sola de vuelta a clase,¿Y mi hermano?

Tragó seco y agarró su bolsa, caminando más rápido. El rubio suspiró y arrancó de nuevo el coche.

- Sube, vamos a hablar - abrió una de las puertas del coche, ella entró, viendo que él no cambiaría de opinión.

Arrancó el coche, atravesando las calles.

- No voy a tocar nuestro tema mas- aclaró el rubio - ¿Que ha pasado con Tsukki?

- Nada... Soy idiota - habló está, sincerandose con el rubio
- No...

- Akiteru, soy una completa idiota - siguió hablando - No quise enamorarme más porque creía que no podría querer a alguien como te quise a tí... Apareció tu hermano... El apareció y todo dio vueltas.
>> No quería enamorarme de él, creía que si lo hacía, yo.... Yo caería muy bajo. Entonces, el capitán de mi club me besó de la nada y... Tsukki lo vio.

- Mierda- Akiteru frenó el coche- No es culpa tuya Kane, puedes aclarar las cosas con Kei... Créeme.

- Soy una idiota - repitió - si se lo hubiera dicho en un principio...

- tranquila- la chica abrió la puerta, ya que ya estaba en su casa.

Nada más entrar, todo estaba revuelto.

- Hija, rápido vístete bien - su madre la avisó - Hoy vamos a celebrar el cumpleaños de la madre de los Tsukishima...

El mundo volvía a estar contra ella.

El coche aparcó fuera de la casa de estos, Kane bajó y pudo escuchar unas voces provenientes de un cuarto del piso de arriba, probablemente el de los padres.

- ¡No voy a estar mamá!- Kei gritaba- Lo siento, pero no estoy bien hoy...
- Vale- los sollozos de la madre sonaron - Lo que quieras, hijo.

El padre les abrió la puerta y todos entraron. A Kane se le formó un nudo en la garganta al entrar. Akiteru la miró para luego señalar las escaleras.

- Mamá, ahora vuelvo - se excusó, la madre de ellos sonrió al ver que subía.

Sus pisadas resonaban en los escalones . Cada paso era doloroso para ella, ya que sabía a lo que se enfrentaría.

Llegó a uno de los cuartos de arriba, con la puerta cerrada, pero con una luz que se veía por debajo de la puerta.

Avanzó hasta esta y dió tres toques en el trozo de madera.

Unos pasos sonaron cerca de la puerta.

El rubio abrió la puerta, al verla hizo una mueca de enfado y fue a cerrar la puerta. Kane puso un libro entre medias de la puerta para que no la cerrara.

- ya lo he leído - habló - Está bastante bien...

- Claro, has tardado tanto - tomó el libro - como estabas besándose con tu novio el de tercero...

- Basta, por favor - Dijo ella, intentando que no cerrara la puerta- se lo que viste, pero no es lo que parece...

- ¿Esperas que te crea?- habló este- Ya me creí las mentiras de mi hermano...

- El lo hizo aposta - habló - No se por qué quiso besarme justo cuando pasabas, pero que sepas que me sentí realmente mal.

- ¿Mal?- Kei dejó de intentar cerrar la puerta - ¿Por mí?

- Si- habló - Soy una idiota, debí haber sido sincera desde el principio...

-¿A que te refieres?- no terminó la frase.

Kane se puso levemente de puntillas y besó sus labios. Tras eso abrazó al chico y le confesó todo.

- Me he vuelto a enamorar - Soltó- Del mismo apellido de la última vez.

No obtuvo respuesta de este, notó que unas lágrimas caían de la cara del chico. Miró su cara y se sintió culpable

- No... No llores
- Solo...- Kei abrazó fuerte a la chica - Cuando lo vi... Me sentí rechazado, no sé cómo explicarlo.

- Oh- pensó un momento - Ahora entiendo lo que dijo Yamaguchi...

- Te quiero, Kane Umemiya
- Y yo, Kei Tsukishima...