Casa
Kane volvió a clase, disculpándose con la rubia llamada Yachi.
Por suerte el profesor no estaba aún y no obtuvo un retraso.
La clase siguiente pasó, Kane prestó toda la atención que pudo, pero el simple hecho de tener detrás a ese chico la ponía de los nervios, y no en buen sentido.
Cuando hubo acabado la última hora salió rápido de la clase.
- Tsukki, deberías disculparte- Yamaguchi le habló
- Me va a evitar - soltó - es mejor no hacer nada.
- En fin- Yamaguchi miró por la ventana y vio a alguien en la entrada - Ey, tú hermano está...
Tsukishima se tensó, pero siguió caminando.
Llegó a la entrada, donde vio a su hermano a lo lejos, esperándole en la puerta.
Se frenó ahí mismo, cosa que Yamaguchi notó.
- Tsukki...- giró la cabeza y vio a alguien - Oye, Kane está ahí escondida.
El alto giró si cabeza y vio a Kane tras una pared mirando fijamente la entrada, con una mezcla de miedo y vergüenza.
Tsukishima se acercó por el lado y tocó su hombro.
- ¡Joder!- exclamó - Tsukishima, ¿Que haces?
- ¿Que haces tú?- preguntó
- No quiero salir aún de la escuela.
Fue muy seca
- Pues mira tú por donde, yo tampoco - Se apoyó en la pared donde estaba la chica.
- Vete, me molestas- despreció
El ignoró eso por completo y siguió hablando.
- ¿Que hay en la puerta que te interesa tanto?- interrogó
- No te importa - habló mal de nuevo.
- Yo me voy yendo - Yamaguchi se despidió
Tsukishima asintió, este se fue y en la entrada habló con la persona que estaba.
Akiteru Tsukishima había ido a buscar a su hermano.
- ¿Que hace tu hermano aquí?- Kane al fin le dirigió la palabra de buena manera.
- Al fin hablas civilizadamente - bromeó - No tengo ni idea, pero me disgusta.
- Estamos igual - Kane confesó - digamos que no me apetece especialmente verlo.
- ¿Por?- volvió a preguntar
- No digo más - habló - ¿Que hacemos?
Tsukishima pensó y observó el lugar.
- Podemos meternos entre la multitud- propuso
Ella asintio y comenzó a caminar rápido hacia un grupo de gente.
Caminaron uno al lado del otro y lograron pasar desapercibidos.
Al haber salido caminaron hacia su barrio sin ser descubiertos por el, o eso creían.
Akiteru les había visto nada más salir.
- Tsukki- susurró, pero al ver con quién iba se frenó - Mejor... Le dejo en paz.
Se fue por otro camino.
Por otro lado Kane y Tsukishima.
- Se le ha tenido que quedar una cara de idiota - rio Kane
- ¿Tú por qué le odias exactamente?- volvió a preguntar
Kane piso una cara de disgusto pero habló.
- Me da vergüenza - hizo una mueca - A ver, yo me le declaré cuando el estaba terminando la escuela superior...
Tsukishima empezó a reírse.
- ¿A ese gilipollas?- carcajeó - Había gente de su curso mejor, no te entiendo.
- Pero a el le conocía desde hacía tiempo- Kane frunció el ceño - ¿¡Puedes dejar de reírte?!
- perdón - Tsukishima se acomodó las gafas- Pero es verdad.
- Ahora ya no me gusta - aclaró - Eso fue cosa de la pubertad...
Tsukishima soltó otra risa.
Kane le golpeó y siguieron conversando.
- Mis libros no son una mierda - se enfadó de nuevo - Tu no sabes de literatura.
- ¿Que no sé?- La miró atónito - ¿Has leído a Osamu Dazai o a Natsume Soseki alguna vez?
Kane negó.
- Entonces...- Tsukishima sacó un libro de la mochila - Este es Kokoro, está muy bien.
Kane lo tomó en sus manos y lo miró atentamente.
- Lo leeré - Habían llegado a la puerta de Kane- Hasta mañana... No me caes tan mal Tsukki.
Este se molestó por el mote, pero esta había entrado ya a su casa.
Nada más atravesar la puerta un montón de preguntas la llegaron.
- ¿Que tal?- Su hermano mayor la habló, este estudiaba en la escuela superior Aoba Jhosai.
Kane tenía una familia muy grande, con dos hermanos y dos hermanas.
- Bien, hasta que te he visto la cara- Saludó - ¿Y Amane?
- Arriba estudiando con Akane- habló - ¿A qué no sabes a quién he conocido?
- Oh, queridísimo hermano, dime- suspiró
- Tooru Oikawa- sonrió - Y estoy en su equipo.
Kane puso una cara de indiferencia y su hermano sonrió.
La mediana de los Umemiya entró a su cuarto, donde estaba su hermano menor, de quince años: Yuki.
- Deja espacio en mi mesa - indicó al ver que su hermano había ocupado más espacio del debido con sus tareas.
Este obedeció y ella puso el libro en la mesa.
- Conque ahora lees a Soseki- Miró a su hermana - Al fin has aprendido...
Ella suspiró y se sentó a hacer la tarea.
Su hermano la observó leyendo y sonrió.
Ella estaba disfrutando del libro.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top