Capítulo 7

Por lo general, yo no tenía más ideas para descubrir más sobre el pasado de Paul. Él se había vuelto un grato compañero de casa –fantasmal- pero lo era, eso se debía agradecer más. No le pregunté más so bre su vida anterior, no hablamos de eso, ni siquiera de la mía. Pero nuestra amistad crecía y crecía, era como si pudiera conversar con una persona viva, como si fuera un viejo amigo de la universidad que residía en la casa y no tenía ganas de salir. Pero sabía que no me podía quedar así, que debía conocer más sobre él y sobre su respectiva vida, pero tenía miedo. No quería confrontarlo.

—Espera un momento—le dije cuando conversábamos acerca de nuestros platillos favoritos.

Había sonado el teléfono, y yo debía contestar.

—Hola—dije.

—Hola Jane, soy Cynthia.

—Hola Cyn, ¿Qué ocurre?

—He estado muy involucrada con el tema de Paul, ¿Puede oír conversaciones telefónicas?

Miré a verlo, él estaba mirando el frío ambiente detrás de la ventana de la cocina, se concentraba perfectamente y escuchaba como el viento azotaba la casa, así que deduje que no lo haría, y que no podía.

—No.

—Muy bien... estuve investigando más sobre la zona en donde está la casa. En los años 1800s, la zona por donde vives fue usada por antiguos militares como zona para buques, y eso concordó con lo que me aseguró Pattie—escuchaba como movía unos papeles.

—Wow Cyn... de verdad que te tomas en serio esto.

—Claro, soy una ferviente creyente de lo paranormal, se tiene que investigar cada mínimo detalle, ¿Comprendes?

—Claro sí... tienes razón—decía en tono bajo, no quería que Paul escuchara o tuviera ideas de lo que sucedía.

—Muy bien, entonces sé que hay un buque de guerra en el patio trasero, escondido con un montón de yerbas, ¿No?

—Sí... así es—aseveré.

—Tenemos que entrar.

— ¿Por qué?

—Debemos conocer la casa de pies a cabeza—era muy inteligente y examinaba todos los detalles y probabilidades—, Pattie dijo que Linda se llevó sus cosas, menos los muebles, pero... ¿Y las cosas de Paul?

—Probablemente se las llevó también.

—O están en el buque.

—. ¿Cómo estás tan segura?

—No estoy segura, pero digo... Jenny hace advertencias de que no debes de entrar a ese lugar, así que es muy probable que en ese lugar... estén las cosas de Paul.

—Así es, pero ella me dijo que podía asfixiarme, el buque lleva muchísimos años ahí.

—No creo que eso sea probable, pero de todos modos, tenemos que entrar las dos para ver que guarda ahí—dijo con seriedad.

— ¿Y si él se enoja?, ¿Por qué no le preguntamos directamente?

—No creo que se enoje, si miente o no sabe... es por eso que nosotras debemos examinar que hay, ¿Comprendes? Tal vez, ni siquiera él sepa que hay en ese buque.

—De acuerdo... ¿Cuándo?

— ¿Cuándo Paul no está contigo?

—Cuando le hago creer que voy a dormir.

—Te veo entonces a la media noche, Pattie irá conmigo, si no salgo en media hora, sabrá que nos pasó algo y nos salvará—definió decidida.

—Muy bien, hasta entonces—colgué cuando Paul volvió en sí.

Yo no sabía muy bien que hacía, a veces desaparecía, a veces no lo veía. Pero estaba segura de que él no podría saber exactamente mi dirección. Así que, a las 12 de la madrugada, salí sigilosamente de mi cuarto para abrirle a Cynthia. La casa era muy grande, así que no creo que Paul sepa detalles de donde está.

—Hola—dije susurrando.

—Hola—entró firme.

—Estaré aquí, por favor... usen el comunicador por si algo pasa—apoyó Pattie de buena manera y se quedó a fuera de la casa.

—Claro—cerré lentamente la puerta.

Nos dirigimos con mucha cautela hasta el jardín trasero, era de noche, y nuestra única compañía y luz era la luna que mostraba su brillo. Llegamos justamente al jardín, no sé si era jardín, solamente crecían un montón de yerbas que alcanzaron alturas inimaginables.

—Creo que aquí está—murmuró Cynthia después de dar un pequeño salto.

— ¿Ah, sí? —pregunté con el ceño fruncido.

—Sí, ábrela.

—No sé, me da miedo... tal vez haya hormigas—tenía unas botas y ropa que me cubría casi todo, Cynthia también, pero ella usaba un largo abrigo negro y unos guantes.

—Ay Jane...

Se agachó y quitó las yerbas para poder ver que sí, efectivamente, había una manija. La quitó con delicadeza, pero eso no fue sinónimo de silencio, pues pocos minutos después se escuchó un rechinido espantoso, creí que Paul se aparecería violentamente detrás de nosotras, pero no, seguimos acompañada de la luna y los grillos imponentes.

—Bien, entremos—dijo cuándo la abrió.

—Tú primero—dije temerosa.

—Ay... de acuerdo.

Cynthia pisó firmemente el primer escalón, y poco a poco fue descendiendo hasta lo más profundo de aquel túnel, el lugar era sumamente oscuro, hasta tuve un infinito miedo que no me dejaba pensar. Yo sostenía la puertilla, sintiendo la tierra entre mis dedos.

—Cuidado Jane—dijo Cynthia—, estás escaleras no resisten mucho.

—Ya voy...

Imité su acción con mucho miedo, y cuando estaba en el segundo escalón cerré la puertilla. Era una larga escalera, sabía que tenía muchos peldaños, y que el piso firme estaba muy, muy abajo.

—Encenderé una vela—dijo Cynthia y sacó una de su bolsillo.

No eran tantos pedazos de madera los que pisamos, yo calculé unos doce. Pero cuando Cynthia prendió la vela...fue suficiente para ver un montón de cosas en ese buque.

—Wow... no me he asfixiado ni nada, al parecer Jenny mintió—aseguré.

—Lo sabía, no podrías morir en un buque de guerra al entrar. Te digo que Jenny esconde algo, y acabamos de descubrirlo.

Bajamos lentamente hasta el piso firme de tierra, todo estaba polvoriento y se veían grandes montoncitos de diferentes cosas. ¡Exacto! ¡Era ropa de Paul!

—Tenías razón...—dije en cuanto empezamos a inspeccionar— ¡Aquí hay ropa de hombre!

—Y hay muchas cosas más, ¡A examinar!

Me gustaba la determinación de Cynthia, ella buscaba por todos lados y no le importaba el lugar sucio en donde nos encontrábamos. Encontramos un reproductor de vídeo bastante antiguo, casi de 30 años atrás, pero no importaba, pues podría reproducir casi todo. Había una cortina en la pared lateral, como si alguien hubiera puesto algún disco o algo por el estilo.

—Muy bien, mira esto—le dije, encontré una pequeña cinta de reproducción—, "Scotland 1970 Lovely Memories" —leí.

—Oh... ¡Ponlo!

—Cynthia, soy muy joven para saber cómo esto—confesé.

—A ver... dámelo.

Y pudimos ver lo siguiente:

https://youtu.be/ZxyHTAGgw5k

Para ser un vídeo que databa de 10 años atrás, se veía bien, pues contaba con colores e iluminación. Primeramente, tenía una melodía instrumental como si fuera hecha por una orquesta sinfónica, la canción era algo deprimente, y hasta un poco decaída. Pude ver como caminaba una mujer y la cámara la estaba apuntando, sino me equivoco, podría ser Linda McCartney.

Yo la había visto unas veces anteriores, juro que la mujer que vi era alguien muy diferente a la del vídeo, pues la que se veía en pantalla tenía el cabello corto, no tenía maquillaje sobre su rostro, y usaba una chamarra de peluche y en su pecho tenía a una bebé, así que sonreía, parecía muy feliz en esos instantes, no dudo que sea la primera hija de Paul.

Al principio, se enfocó en esto, en ver a su hija y a su esposa. Después, una niña empezó a correr directamente hacía la cámara, también había un perro ovejero. Todo se enfocaba en Linda, ella usaba unas botas negras y un pantalón descuidado. Así que... esto parecía muy normal.

Luego la escena cambió a Paul, pero lo grababan de diferente ángulo. Él tenía una chamarra café de cuero con peluche sobre el cuello y las mangas, se le veía una barba no muy grande, pero si tenía el cabello descuidado por el viento y semilargo. Cargaba al bebé y a la niña anteriormente mencionada, estaban junto a él. Usaba unas botas también.

La niña, el perro y Paul corrieron y estaban en lo que parecía ser una pequeña playa o muelle con tierra alrededor. El perro jugaba, Paul se veía bastante feliz, y había escenas de la playa así normal, en el atardecer, había una gran roca en medio. La niña, Linda, y el perro corrían emocionadamente por la orilla.

Al parecer, ambos se cambiaban la cámara en diferentes tiempos. Pues cuando salía Paul, y grababa Linda, y viceversa.

Y así era el vídeo, tenía un aspecto grisáceo por la tarde, se mostraba el pequeño mar presente. Y también había montoncitos de tierra, Paul parecía muy feliz, abrazaba a esa pequeña niña con amor y alegría, corrían por la playa. Cubría a su bebé con su torso y la cubría con su chamarra, así que fue muy hermoso, pero confuso.

—Vaya...—dijo Cynthia igual que yo.

—Parecían ser tan felices, ¿Qué pasó?

—No sé, pero yo no creo que Linda haya asesinado a Paul, ¿Qué motivos tendría?

—No lo sé... yo tampoco veo nada.

— ¿No te ha dicho Paul que hicieron con el buque mientras habitaban la casa?

—No... no hemos hablado su vida principal y pasada, me siento incómoda por tan sólo tocar el tema de conversación—confesé.

—Vaya... entiendo, mejor vámonos. Sólo comprobamos mi teoría, aquí están las cosas de Paul.

Cynthia subió primero y yo la seguí, pero vi en el pequeño buró un anillo de oro que estaba a punto de deshacerse. Lo tomé en seguida y le dije a Cyn:

— ¿De quién será el anillo?

—De la única persona viva que entró aquí, ¡Es obvio! —me respondió.

Salimos y ella se fue al instante, que bueno, no nos cruzamos con Paul para nada, y yo me pude ir a dormir con tranquilidad. Pero aquel vídeo que describí rondó por mi cabeza toda la noche.

(...)

Al día siguiente, Pattie y Maureen llegaron con buenas noticias.

—Tenemos algo encantador—nos dijeron a Cyn, Paul y a mí.

—. ¿Qué es? —pregunté sorprendida.

—Miren—Pattie enseñó el papelito—, es el teléfono personal de Linda.

Nosotros lo vimos y fue sorprendente, Paul parecía que no estaba muy confiado en este plan e idea, pero le demostramos lo contrario.

— ¿De verdad es de Linda?

—Así es. La encontramos ayer en la Galería Indica, dice que seguirá yendo por unas semanas más. Están acogiendo su exposición de fotografías con mucho augurio—dijo Maureen.

—Y... ¿Son sus amigas? —preguntó Cynthia.

—Así es, somos sus amigas. Fue fácil, pasamos diario en la galería, así que fue cuestión de suerte encontrárnosla, le invitamos un champagne y el resto fue historia—concluyó Pattie.

—Pero... ¿Les dijo algo respecto a Paul? —cuestioné.

—No, no... para nada. Absolutamente para nada—señaló Mo'.

—Bueno... al fin somos sus amigas, y no creo que nos tardemos tanto en descubrir la verdad—dijo Pattie con mucha seguridad.

—Chicas... tengan mucho cuidado si están con ella, o cerca de ella. Si hay algo más poderoso que Linda y los millones que le heredé, es su familia. —dijo Paul cabizbajo.

— ¿Familia? —interrogamos todas al mismo tiempo.

—Sí, los judíos multimillonarios abogados, los Eastman, ese ni siquiera es su verdadero apellido. Pero bueno, ¿Qué se le ve a hacer? —se alcé de hombros.

—Nada—susurré.

—No te preocupes, Paul—dijo Mo' más tranquila—, haremos los planes con mucha delicadeza. Y nada saldrá mal.

—Se hará justicia por tu muerte—lo miré con alegría—, ya verás.

Todas estábamos muy seguras de nuestros detalles e ideas para seguir, lucía fácil, y esperábamos que fuera a dar grandes resultados. 

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#PreguntaMcAsher

¿Por qué Cyn convenció a Jane de revisar el ático?

Ya saben, quién responda correctamente, se le dedicará el siguiente capítulo. ¡Gracias por leer!

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