Capítulo 3: PASAR INADVERTIDO

Jeon JungKook

-Ad-

No pude terminar de despedirme pues la chica ya había ido, solo me detuve a mirar tu cabello, era tan oscuro como la noche.

Como su mirada cuando vió mi mano.

Suspiré y coloqué mis manos en los bolsillos de los costados de mi pantalón, nunca la había visto, y si bien era cierto, era nuevo, pero me llevaba muy bien con varios alumnos de la universidad, ya había asistido a algunas fiestas de algunas fraternidades y me había integrado muy bien a un grupo de chicos, hasta los "populares" me hablan e invitan a sus fiestas.

Giré para poder volver al edificio, aún tenía que esperar a que los demás alumnos salgan del auditorio para las inscripciones en los talleres, cuando llegué de Busan me dieron a escoger un taller en el cual participar, había elegido de inmediato el de Fotografía pues en mi anterior universidad llevaba ese taller y si bien no iba para nada con mi carrera, era un hobbie del cual jamás me apartaría.

-¿Te hizo algo?-Preguntó YeRi una vez tomé asiento junto a ella.

-¿Mmh? ¿Porqué me haría algo?-

-¿No sabes quién es, verdad?- No, ni su nombre, pero solo negué y dejé que continue -La verdad no la conozco mucho, pero su presencia me causa miedo, todo la denominan "La perra de Seúl"- Levanté una ceja incrédulo ¿Porqué la denominaban así? -Es muy conocida por aquí, siempre ha donde va hay problemas, no se sabe con exactitud las cosas que hace, pero los rumores dicen que vende drogas hasta que se prostituye, no deberías juntarte con ella, JungKook.-

¿Qué?

¿Los rumores dicen?

¿Drogas y prostitución?

Oh.

-¿Y todos aquí creen en esos rumores?- Hice una seña con mi dedo señalando todo el lugar, debe de estar bromeando, enserio -¿Se ha demostrado que ella hace eso?- Pregunté, no me parecía bien que la gente hable así de alguien sin siquiera conocerla, Yeri decía estas cosas y decía temerle sin siquiera conocerla.

-Bueno ¿Son rumores por algo, verdad? No creo que lancen cosas sin tener alguna base.-

Tss.

Eso es lo más ridículo y estúpido que he oído en toda mi vida.

-Los rumores pueden salir sin necesidad de ser verdad ¿Sabes lo que es hablar por envidia o por cólera? Las personas cuando hablan siendo dominadas por esos sentimientos, suelen soltar cosas que no son ciertas, y listo, los rumores vuelan.- Miré al rededor, algunos miraban en mi dirección y otros simplemente seguían en lo suyo. -Así que no me parece bien que hablen así de alguien a quien no conocen de absolutamente nada.-

Me recosté en la silla y me puse la gorra que anteriormente había dejado a un lado, dormiría un rato en lo que la reunión terminaba, todo mi buen humor se fue al tacho.

No solo había salido de Busan por las buenas oportunidades que ofrecía Seúl.






_____







Horas después...

-Y este fue el último...- Mencionó YeRi cuando el último chico que quedaba en la fila se terminó de inscribir. Llevábamos aproximadamente cuatro horas anotando a los que serían los nuevos integrantes, respondiendo dudas y repartiendo los cronogramas de horario y las actividades que haríamos.

No recordaba lo tedioso que era ser parte de un taller, y más se supervisor.

-Bueno, me voy, tengo cosas que hacer, nos vemos luego.-

-Jung-

Pude sentir como YeRi jaló de la manga de mi sudadera, pero no le tomé importancia y seguí con mi camino, no me había gustado para nada su manera de pensar, creía que ella era una chica razonable, que antes de hablar pensaba y que jamás juzgaría sin saber, y así sepa de la situación, no somos quién pata juzgar la vida de los demás.

Pero... me equivoqué, no quería a más gente así en mi vida, así que trataría de hablar lo más mínimo con ella, ya me caía pésimo, pero igual trataría de ser cordial.

Aunque no por ahora.

Me dirigí al estacionamiento y busqué mi auto, una vez dentro salí de la universidad para irme a casa, tenía mucho que estudiar así que iría rápido a comer algo y luego a seguir, cuando estuve ya fuera de la universidad y habiendo manejado un par de minutos, mi teléfono empezó a sonar, metí la mano en mi bolsillo y contesté, ni siquiera vi quien era solo entendí y puse en altavoz.

-¡JungKook, hijo!-

Mierda.

-¡Padre, hola!- Sonreía con nerviosismo, desde que partí de Busan no he hablado con mi padre. Con nadie de mi familia en realidad.

-¿Qué pasó? ¿Porqué no has llamado? Ni siquiera para Navidad o Año Nuevo ¿Porqué no viniste para fin de año? ¿Si te llegó la invitación, verdad?-

Pasé saliva tan fuerte que creía que el lo había escuchado, sabía que tarde o temprano iba a tener que afrontarlo. -Si, padre, si la recibí, Yug se encargó de hacerme llegar la invitación...- Mire por el retrovisor y si, dos autos negros con lunas polarizadas me seguían, siempre estaban ahí ¿No se aburren? -Pero, debes saber que ahora estoy manejando, lo digo... por, ya sabes, por el auto con... dooos, si, dos, de tus guardaespaldas que me vienen vigilando desde que llegué a Seul, así que, como sabrás, no puedo hablar mucho.-

Escuché la risa de mi padre a través de la línea, rodé lo ojos ante eso ¿Acaso cree que es divertido ser vigilado tanto?

-Ay JungKookie, ellos no te molestan, solo has como si no estuvieran ahí, si tienes miedo de que me digan a donde vas o con quien, no te preocupes, les pedí que solo me hablen cuando estés en problemas, solo en eso, eres mi hijo y mi deber es cuidarte, así este lejos, y mientras siga respirando, serás mi responsabilidad.-

Awww que tierno, pero sabiendo quien era, me parecía lo más escalofriante de todo el mundo, era increíble como siempre quiere tener el control de todo.

-En fin ¿Cómo está mamá?-

-Oh tu madre ahora esta con sus amigas en la piscina, JungMin ahora debe andar en el despacho, ya sabes, desde que decidió hacerse cargo de todo, ahora el que para más tiempo ahí es él.-

JungMin, mi hermano mayor y al parecer ahora dueño de todo lo de mi padre, y bueno, era lo normal ¿No? era parte de su herencia y si bien es cierto la comparte conmigo, yo renuncié a ella desde hace mucho.

-Entiendo....- Seguí manejando siempre mirando al retrovisor, me inquietaba saber que ellos seguían ahí.

-Hijo, sabe que puedes volver cuando quieras...-

-No, ya hablamos de eso, no pienso volver.-

Oí su suspiro, lo lamentaba por el, había sido un buen padre a pesar de todos sus defectos, siempre estuvo con nosotros, parecía el típico papá león que mataba, literal, por su familia, siempre a nuestro lado, pero también dominando todo, sin embargo, cuando crecí empecé a percatarme de que no todo era bueno en él. Siempre había crecido teniendo la imagen de el como un héroe, alguien en quien me quería convertir cuando sea grande, pero ahora mirar atrás y ver a ese niño tan ingenuo que tenía aquellos pensamientos, hasta me daba vergüenza de haber sido yo.

-Hijo...Se que no he sido el mejor padre.- Ya comienza, sonreí forzadamente, me incomodaba mucho cuando empezaba a decir estas cosas. Nuestra relación se había roto por completo, no lo odiaba, pero prefería mantener mi distancia, mucho más que la de antes. -Sabes que a pesar de todo, yo siempre apoyaré lo que elijas, por más que eso me perjudique, porque se que tu nunca harás algo en mi contra. - Ay no puede ser que lo dijo -Así tengas que seguir lo que te apasiona, y eso, eso es lo que mas valoro de ti, que sigas teniendo lealtad a tu familia por más que eso traspase tus principios y tu reglas. No me meteré en tu vida, pero al menos no te olvides que a pesar de no ser una familia normal, lo seguimos siendo.-

-Tú fuiste el primero que olvidó que no debe meterse en mi vida, tu fuiste el que casi se perjudica.-

Y era cierto, muy cierto, y su imprudencia no solo casi trae a bajo todo lo que ha conseguido, sino que casi me arrastra junto con él, el sabía que no quería involucrarme en nada de lo que hace, le pedí que me dejara hacer mi vida y que anule todo vinculo que tenía con el, pero todo casi sale tan mal... Que me molestaba que me lo hiciera recordar.

Así que, simplemente colgué la llamada y seguí con mi mirada en la carretera, a estas horas no había muchas personas por la calle, pues todos deben andar en sus trabajos o estudios, era todo tan tranquilo que no parecía que estoy en las calles del centro de Seúl.

La llamada de mi padre terminó por arruinar más mi día.







_____










Antes de ir a casa, hice una parada en una tienda de comida rápida, cuando estuvo listo mi pedido fui por el, lo recogí, salí rápido y me acerqué al auto negro con lunas polarizadas, el que estaba como piloto, bajó su luna y me observó.

-¿Sucedió algo joven Jeon?-

-Solo venía a decirles que se pueden tomar el día libre, iré a casa y me quedaré toooodo el día, así que no pierdan su tiempo.-

-Lo siento joven Jeon, pero nuestro deber es cui-

Rodé los ojos, enserio que me daría jaqueca si seguía viéndolos.

-Si, si, lo sé, pero en serio, estaré todo el día en casa, si gustan, me siguen hasta ahí, pero luego pueden ser libres.- Ambos se miraron con duda, no conocía mucho a esta gente, pues eran parte del nuevo personal de papá -No le diré nada a mi padre, siquiera le llamo para darle los buenos días.-

Al final, ambos aceptaron, me siguieron a casa, que en realidad era mi departamento, y literal ambos se bajaron del auto al mismo tiempo que yo y, manteniendo una distancia considerable, me siguieron hasta mi departamento, ya luego cuando ingresé por fin los dejé de mirar.

Ser guardaespaldas ha de ser difícil.

Ingresé a la cocina y dejé mi comida en la loseta, fui a cambiarme por algo cómodo, quedando solo con un pantalón de algodón gris, tenía mucho que estudiar y quería empezar rápido.

Cuando estaba comiendo, pude escuchar como mi celular sonaba, pero no le tome importancia ya que seguía con mi vista en la tele viendo una película en lo que terminaba mi cena, por un rato las notificaciones se detuvieron, pero luego el tono de llamaba empezó a sonar, giré lo ojos molesto, quería ver mi película tranquilo.

-¿Diga?-

Creo que es una costumbre, no sé, pero nunca miro quien me llama antes de contestar, debo dejar esa mala costumbre.

-¿Diga? ¿JungKook que haces que no lees los mensajes?-

Fruncí el ceño, era la voz de JiMin, mi mejor amigo, el también se mudo Seúl junto conmigo.

-¿Qué pasó? Estoy ocupado.-

-¿Con qué? ¿Estudiando? Hombre se que quieres ser el mejor abogado, pero date un descanso.- Y colgó.

Miré el chat grupal que teníamos con JiMin y nuestro nuevo grupo de amigos, estaban quedando para ir a una fiesta en un par de horas, giré mis ojos y seguí con mi comida, si me gustaban las fiestas, si me gustaba divertirme, pero desde que me mudé a Seúl decidí simplemente pasar mas inadvertido que antes. Cualquiera me podría reconocer.

Terminé de comer, lavé los cubiertos que usé y deseché lo demás, y así pude tener un rato de estudio, pero, lamentablemente, cuando menos lo creí, la luz se había cortado, me pareció demasiado extraño, ya que nunca había ocurrido, aunque tampoco es como si haya estado mucho tiempo aquí, pero vamos, el lugar era tranquilo y tenía buena pinta, no pareciera ser de esos lugares en los cuales el agua y la luz se van a cada rato.

A medias, busqué alguna camiseta, mi celular lo había dejado tirado en la cocina más que todo para no distraerme, además de que lo puse en silencio. Salí de mi departamento en dirección al elevador, iría a preguntar que había pasado, así que esperé a que se abrieran las puertas y bajé al primer piso.

Se supone que no había luz, pero aún funcionaba el ascensor...

Una vez abajo, me dirigí a la recepción, ahí estaba el mismo chico que conocí cuando llegué al lugar.

-Hey, hola, amm, hubo un corte de luz en mi departamento ¿Hubo algún problema?- El muchacho frunció el ceño y me indicó que espere un momento.

En lo que el chico iba a ver que había pasado, decidí mirar un poco el lugar, si bien es cierto, podía pagarme un lugar mucho mejor, no lo hacía por mi nueva regla "Pasar inadvertido la mayor parte de tiempo" Lo cual a veces se me escapaba un poco de las manos, cuando participaba en debates o por ejemplo en lo de esta tarde cuando casi le grité a todos que los rumores eran la peor cosa del mundo.

Y lo son..

Seguí con mi mirada en todo el lugar, hasta que luego de unos segundos, la puerta del edificio se abrió, y ahí estaba él y...ella.

¿Qué hacía ella con él? ¿Acaso se conocían?

Kim TaeHyung, estudiante de abogacía y con quien solía, o más bien, tengo, una pequeña, gran, rivalidad. Cuando llegué como nuevo estudiante, e hice mi presentación, el hizo un comentario sarcástico, lo cual no me causo nada de gracia, y desde ahí solemos tener ligeros roces, no solo eso, sino que cuando habían prácticas de debate, siempre nos proponían empezar, o cuando hacíamos grupos, siempre nos proponían de líderes de nuestros grupos, nuestra rivalidad era por mera labor estudiantil, aunque eso repercute en nuestras charlas normales, que son muy pocas, pero ambos nos tratamos de manera reacia.

Y espero que no empeore nuestra situación, no quería tener un jodido dolor de cabeza con él, suficiente con soportar sus comentarios en clases.

Pero aun así ¿Qué hacían juntos? Que yo sepa él no vive aquí, será que ella...

¿Si...?

-Hyung.- Volteé y el jovencito de antes había llegado, espero que con buenas noticias. -Hubo una pequeña explosión con una caja de fusibles, al parecer tu departamento y los de algunos otros también hubo corte de luz, ya llamé al electricista que tenemos de confianza, pero no sabría decirte a que hora vendrá.-

Asentí, ahora sin luz ¿Cómo iba a estudiar?

-Esta bien, no hay problema, esperaré a que vuelva, gracias.-

El asintió y siguió con lo suyo, mientras yo pensaba en lo que estaba a punto de hacer. Iría a la fiesta que los chicos propusieron, si no podía estudiar, al menos iba a relajarme un rato.

Espero, y de verdad que lo hago, no arrepentirme.

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