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En un año pueden pasar tantas cosas que uno no espera, cosas que te pueden tomar desprevenido. Puedes encontrar al amor de tu vida, o puedes perder a tu mejor amigo de hace años. Para Beomgyu, este año definitivamente estuvo lleno de sorpresas en buen y mal sentido, pero como bien dicen, cada cosa que nos pasa es un suspiro del futuro. Si una cosa pequeña cambia, todo se desmorona.

Una de las maravillas de la vida.

Ahora mismo, Beomgyu se encontraba algo triste, pero jo lo suficiente como para ponerse a llorar desconsoladamente, no, sabía que todo pasaba por algo.

Y es que desde que anunciaron la expulsión de Heeseung, de su pandilla de loquitos y de Soobin, tenía muchos sentimientos encontrados. Si bien muchas cosas volvieron a la normalidad, a Soobin le quedaban unos cuantos días hasta que tuviera que irse.

Batalló mucho con él sobre el hecho de tener oportunidades de quedarse, pero había recibido una respuesta que no esperaba.

– Soo, de verdad... ¿Por qué no hablas con tu padre? Estoy seguro de que puede hacer algo...

– Lindo, no es necesario... hablando con mi padre descubrí que tal vez esto no es lo que quiero, graduarme en una escuela de magia, digo.

Y es que no se lo había dicho a Beomgyu, pero cuando habló con su padre había considerado la posibilidad de salirse de la escuela para volverse un gran mago a base de esfuerzo propio. Claro que la situación le había ganado y ahora estaba expulsado, lo cual era bueno y malo a la vez.

Beomgyu lo miraba abultando los labios, un hábito inconsciente que había notado en el menor cada que estaba triste. A Soobin le llenaba el estómago de mariposas ver a su precioso novio actuar así de tierno, a veces se odiaba por encontrarlo hermoso en momentos así. No pudo evitar tomarlo suavemente de las mejillas.

– No estés triste, Gyu. Es una muy gran oportunidad, entrenar personalmente con mi padre... incluso a ti podría beneficiarte más, ya eres muy bueno. ¿No quieres hacer lo mismo? – Soobin lo miró a los ojos con ternura mientras dejaba suaves caricias en sus mejillas. Beomgyu por su parte, ocultó su rostro en el pecho del otro.

El peli-gris se mantuvo así un rato, en silencio, hasta que Soobin lo rompió – ¿Gyu?

– Quiero seguir estudiando.

– ¿De verdad? Pensé que no te gustaba.

– No es mi cosa favorita ver temas que ya conozco pero... me ha ayudado mucho a aprender a socializar, quiero acabar los estudios y demostrar que sí tengo la capacidad de establecer relaciones sociales y convivir con más gente – Beomgyu finalmente miró a su novio otra vez, sólo para encontrarse con las sonrisa más preciosa que pudo haber visto jamás.

– No sabes lo loco que me tienes...

– ¿Siquiera me escuchaste? – a pesar de haber sonado irritado, sus mejillas delataron los nervios que le causó el comentario y la mirada que le dedicaba.

– Te escuché – Soobin envolvió sus brazos al rededor de su cintura y lo apegó a sí para apoyar su barbilla en la cabeza de Beomgyu, sintiendo su suave aroma. Beomgyu por su parte se dejó querer y lo abrazó de vuelta, pero el más alto lo tomó desprevenido cuando de repente lo tomó por los muslos y lo alzó en sus brazos.

– ¡Ah! ¡Soobin, bájame! – inmediatamente se agarró fuertemente de sus hombros, como un gato asustado en brazos de su dueño.

Pero el hechicero, ni se inmuta.

– Tranquilo, no te voy a tirar – lo acomodó en sus brazos, haciendo que las piernas de Beomgyu ahora rodearan su cintura. Miró hacia arriba, directamente a los ojos de Beomgyu.

– Más te vale, ¡o te juro que haré que crezcan millones de abejas en tu cabeza por el resto de tu vida!

Soobin soltó una carcajada ante la amenaza de Beomgyu, le recordaba a cuando eran simplemente amigos y este lo amenazaba cada que hacía o decía la más mínima cosa.

– ¿De qué te ríes, eh? ¿Qué es tan-

Ni bien había acabado de hablar cuando sintió los labios de Soobin contra los suyos. Un toque suave, pero que llenó los corazones de ambos de un sentimiento electrizante y precioso.

Sólo duró unos segundos en los cuales Beomgyu se dejó llevar por la sensación de los suaves y esponjosos labios de su novio, hasta que recordó su 'enojo' – ¡Respóndeme cuando te hablo, Kim Soobin!

Soobin volvió a reír más suavemente y le dio un piquito en los labios – No te exasperes, sólo quería mostrarte cuanto te amo..

Cuidadosamente dejó al menor en el suelo nuevamente.

– Estoy muy orgulloso de ti – soltó de repente.

– Ay.

– Haz crecido tanto en muchos sentidos y que seas capaz no sólo de todo lo que ya lograste con Heeseung y todo el problema, sino también de decidir seguir tus estudios por un bien personal me hace muy feliz.

– Hyung... – Beomgyu tuvo que contener sus ganas de llorar.

– Gracias por existir – Soobin le volvió a sonreír y Beomgyu hizo lo mismo.

– ¿Te acuerdas del hechizo que usé para despertarte? – preguntó de repente.

– Sí... – Soobin respondió algo desconcertado – ¿Eso que tiene que ver?

– Silencio – le cerró la boca con un hechizo – quiero decirte algo importante. El hechizo es en latín y significa: "Que las estrellas y la luna brillen juntas, que brillen para devolverle la vida a estas flores." O algo así.

Soobin lo miró formando una 'o' con los labios y Beomgyu prosiguió – A lo que voy es... si no te amara tanto como lo hago, no hubiera sido capaz de despertarte. Porque una flor necesita un trato delicado, puro para poder florecer...

Beomgyu desvió la mirada, sintiéndose avergonzado. Soobin por su parte tenía muchas ganas de llorar, no se las aguantó y lagrimeó un poco. El menor notó aquello e inmediatamente abrazó con fuerza a Soobin.

– No llores, por favor...

– Te amo tanto, Gyu – se alejó del abrazo para tomar sus mejillas – voy a extrañar verte todos los días.

Beomgyu empezó a sentir unas cuantas lágrimas deslizarse por sus mejillas – Y yo a ti...

Una despedida emotiva fue lo que resultó de su intento de conversación, pero estaba bien. Todo está bien, porque incluso el más grande mago no es nada si no sabe amar, perdonar y escuchar. ¿Qué habría sido de ellos si no se escuchaban el uno al otro? Quien sabe, pero definitivamente estaban felices de arreglar sus malentendidos.

Que si hubieron consecuencias de todo, es otro caso, por ahora disfrutarían de saber que se tienen el uno al otro por siempre.

Fin.

Ahora sí, disculpen que me haya tardado tanto en actualizar. Estaba súper aferrada a la historia y terminarla me parte el corazón y a la vez me hace muy feliz. Sé que leer he knows magic es como un lío de emociones, sobre todo porque la mayor parte de conflictos pasan por malentendidos absurdos, pero en esta historia quise recalcar como algo tan simple como no oír al otro o ser sincero puede llevar a cosas a desmoronarse tan brutalmente.

Esta historia significa mucho para mi porque viví muchas situaciones así este año que me destrozaron emocionalmente, pero lo importante es saber que siempre va a haber alguien que a pesar de todo te va a escuchar.

Muchísimas gracias a todas las personitas que apoyan He knows magic desde el inicio, es una idea que surgió desde 2022 que no pensé recibiría tanto apoyo.

Aún falta el epílogo y MUCHOS extras, pero en sí la historia encuentra su final aquí. <3

Nos vemos en otro fic, besos 💗