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Después de hablar con Heeseung, los siguientes días fueron extraños. Heeseung ya ni siquiera aparecía a pasar el rato con ellos, por más que lo invitaban a hacer actividades juntos, se negaba, pero lo que más me enojaba es que había comenzado a robarle a Beomgyu.

No es que Beomgyu fuera suyo, pero la cercanía que había entablado con él era horrible, y más de una vez Beomgyu le preguntaba acerca de situaciones vergonzosas que nunca habían pasado, pero que Heeseung se empeñaba en contarle. No entendía qué estaba pasando con su amigo, si intentaba hablar con Yeonjun, le decía que sólo eran los celos que lo cegaban, si hablaba con Kai, ni siquiera lo escuchaba y hablar con Taehyun... no era una opción, al menos no ahora que al parecer había terminado por caer en los encantos de Kai, y si por algún motivo los interrumpías, considerarse hombre muerto era el único final.

Ahora mismo miraba el techo en su habitación, completamente frustrado, conforme pasaban los días se había dado cuenta de que empezaba a sentir más y más, el hechizo se estaba rompiendo, eso era seguro, pero lo que le extrañaba era saber que era obvio que todo esto giraba en torno a Beomgyu, ¿por qué?

– No es por criticarte, pero llevas como dos horas quejándote en voz alta – la voz de su compañero de cuarto interrumpió sus pensamientos, ¿cuánto tiempo llevaba desde que llegó?

– Perdón Sunoo, estoy algo estresado. Si quieres puedo ir a otro lado– le respondió apenado. Sunoo, que estaba limando sus uñas, lo miró algo extrañado, en los dos años que llevaban compartiendo habitación nunca le había escuchado hablar de una forma tan.. sincera, tan humana.

– No te preocupes. ¿Hay algo en especial que te tenga así? Puedes hablar conmigo, yo sé que no somos súper besties, pero puedes confiar en mi – el menor le dirigió una sonrisa muy sincera. Soobin suspiró y se sentó en su cama.

– Gracias Sunoo... la verdad es que sí quiero hablar con alguien. Siento que ninguno de mis amigos me entiende.

– Adelante, soy todo oídos – el chico dirigió su completa atención a él, lo cual le causó algo de nervios, debía ser cuidadoso con lo que decía para no revelarle cosas que no debía. Antes de hablar, suspiró pesadamente.

– Bien, digamos que últimamente he estado sintiendo muchas cosas nuevas, cosas que en mi vida había experimentado. Todo esto gira en torno a una misma persona, y lo admito, tengo celos. Pero últimamente se ha estado juntando con otro de mis amigos, y aunque admito que sí, esos celos influyen en mi opinión sobre su forma de relacionarse, él también se ha estado comportando muy extraño. Lo aleja de mi, se lo lleva sin avisar, le cuenta cosas vergonzosas de mi, situaciones falsas... y yo sólo estoy muy preocupado, es mi amigo, no significa que necesariamente mis celos sean el problema, ¿verdad?

Sunoo lo miraba con suma atención, procesando cada palabra que le había dicho. Después de estar en un incómodo silencio unos cuantos segundo, sonrió con picardía.

– Ay, hyung, ¿estás intentando ocultar el hecho de que estás enamorado de tu amigo? Porque si es así, no te preocupes, ambos tiramos para el mismo lado– soltó una risilla y Soobin frunció el ceño.

– ¿Qué?– lo pensó por un momento – Para nada yo... no, yo nunca me he enamorado, no puedo, ni siquiera sé cómo es eso.

– Ohhh, entonces estás confundido – pensó un momento – bueno, te ayudo. Entiendo tu estrés, es normal notar esas actitudes negativas en otros y querer proteger a quien más nos importa, pero recuerda que si tu otro amigo es mala gente, depende de tu cru- amigo el identificarlo.

– O sea sí, pero es que él no es bueno relacionándose con la gente, tengo miedo que lo esté engañando.

– Es comprensible, pero ahí es cuando debes darte cuenta que él también tiene derecho a descubrirlo por su cuenta, y que esas ganas tan grandes que tienes por protegerlo entran en este espacio nuevo llamado 'estás enamorado de tu amigo'– al notar el rostro aún más estresado de Soobin, sonrió algo victorioso, sabía que había dado en el clavo.

– ¿Enamorado de Beomgyu? ¿Yo?– dijo para si mismo, de repente, sintió su rostro arder al mencionar en voz alta su nombre. Llevó sus manos a sus mejillas, nunca le había pasado eso. Por otro lado, Sunoo chilló de emoción al escuchar al fin el nombre del susodicho.

– ¡¿Te gusta Beomgyu!? No puede ser, ¡qué lindo! No soy quien para decirte esto, pero yo lo apruebo – Soobin tuvo que cubrir su cara de la vergüenza que le generaba ese momento.

– Gracias, Sunoo...– murmuró con su cara entre sus manos.

– No hay de qué compañerito– simplemente se rió y regresó a su actividad anterior de limarse las uñas.

Soobin volvió a echarse en su cama.

Enamorado de Beomgyu.

Enamorado.

Amor.

¿Podría ser que el amor, después de todo, sí esté rompiendo su hechizo? Todo comenzaba a hacer sentido ahora.

¿Ahora qué hacía con este sentimiento desconocido?

Beomgyu caminaba por los pasillos, buscando a Soobin para avisarle de su más reciente descubrimiento, y no, esta vez no era algo que había investigado, más bien Kai le había contado que algunos chicos del taller de Artes místicas estaban organizando una fiesta-baile para invitar a alumnos nuevos a sus talleres. Obviamente no estaba muy emocionado por la idea hasta que Kai le recomendó invitar a Soobin para ser su pareja de baile.

Porque recientemente había aceptado que su amigo le gustaba y sentía que podría ser una buena oportunidad para empezar a demostrárselo. No obstante, en su camino a su habitación se encontró con Heeseung otra vez. No le molestaba su presencia, de hecho se había vuelto muy cercano a él, pero le enojaba un poco que me quitara tiempo con Soobin.

– ¡Beomie! ¿A dónde vas ahora? Siempre estás de aquí para allá, quédate quieto un rato– rió mientras se acercaba a él.

– Hola Hee, sí... es que estoy buscando a Soobin– él mayor rodó los ojos ante su mención, afortunadamente Beomgyu no notó esto. – Quiero invitarlo a ir conmigo a la fiesta que están organizando.

Heeseung notó el ligero rubor en las mejillas del menor y frunció el ceño.

– ¿Crees que te dirá que sí?

Aunque el tono que usó Heeseung fue meramente de duda, no pudo evitar recordar el hecho de que su compañero no siente casi nada, ¿sería posible en algún momento que correspondiera sus sentimientos? Probablemente no, y lo peor es que Soobin es completamente capaz de pretender con tal de hacerlo feliz, ¿realmente sería bonito algo así? La idea repentinamente lo puso algo triste.

– No lo sé... pero quisiera intentarlo.

– Bueno, allá tú. Pero sí al final te dice que no, puedes tomarme como segunda opción – le guiñó el ojo y se fue caminando por otro lado. Beomgyu lo miró algo confundido, pareciera como si Heeseung estuviera interesado en él... decidió no descartar la idea, después de todo, la situación con Soobin solo va a mejorar si se esmera en buscar una solución.

Me gustaría hacer más extras, pueden dejar sugerencias de cosas que podría dibujar que salen (o no) en la historia hasta ahora 🫡