Manipulación
P.O.V. Obito
Esto había sobrepasado los problemas. Además, ahora ellos sabían que yo no era el verdadero Madara y esto me hacía las cosas más complicadas. Al menos faltaba una hora y media para que Laura saliera de su operación... Así que tendría que pensar por sí mismo.
—¿No te vas a quitar la máscara? Ya no la necesitas...
—No por ahora. Con que me llamen Tobi me conforma.
—Entonces, vamos a terminar con esto. El plan Tsuki no Me estará terminado esta misma noche—rió Madara dirigiéndose a los Jinchuriki que ahora llevaban Rinnegan en sus ojos, al igual que el Uchiha.
—No—respondí sorprendiéndolos a todos.
—¿Qué has dicho?—preguntó él mirándome de reojo fingiendo no haberme oído.
—No voy a seguir con el plan Tsuki no me. Y tú tampoco deberías... Zetsu no es tu voluntad. Él te engañó para...
—No lo escuches—dijo una voz detrás de mí que, sorprendentemente, no había sentido.
Me giré rápidamente, intentando darle para matarlo pero él lo esquivó con rapidez. Maldije por ello a mi enemigo y salté quedando al lado de Kakashi, que seguía mirándome sin saber qué pensar.
—¿Qué miras tanto? No te desconcentres, tenemos un enemigo poderoso delante de nosotros—le avisé con molestia.
Él asintió sorprendido y miró a Madara, que me miraba con furia.
—¿Por qué has cambiado de opinión?—preguntó él.
—Situaciones complicadas que me han hecho darme cuenta de muchas cosas. ¿Sabes? No soy quién para burlarme de esto, porque al fin y al cabo a mí me pasó lo mismo... Te han manipulado toda tu vida. Zetsu lo ha hecho, y tiene su propio plan que desbancará al tuyo.
—Él sólo te está traicionando, Madara—habló Zetsu negro—. Te está manipulando. Tú me creaste, es imposible que tenga otros planes... soy tu viva voluntad.
Madara miró de reojo a Zetsu con el ceño fruncido y, en un instante, tan rápido, ya lo tenía cogido del cuello. Zetsu abrió los ojos aterrorizado, pero el Uchiha también me miraba con furia.
—No sé quién es el que miente. Así que lo más factible es que os mate a los dos, ¿no creéis?
Apreté mis puños con fuerza y lo miré fijamente. De nuevo, todo pasó demasiado rápido. Él me ahorcaba contra el tronco de un árbol, asfixiándome. Con su propia frente, golpeó mi máscara, rompiéndola por la mitad y dejando a la vista mi rostro.
Todo se había complicado demasiado.
—¿Obi... to?—murmuró Kakashi con los ojos de par en par.
—¿¡Por qué!? ¡Te rescaté, te di un nuevo cuerpo y una meta! Teníamos que conseguir la paz eterna con este plan... Me hiciste creer que estabas conmigo al cien por cien. Me reviven humillantemente y lo primero que descubro es que me has traicionado.
—El... p-plan e-es una... f-farsa...—intenté articular, pero mis cuerdas vocales estaban completamente aplastadas y no me llegaba aire a los pulmones.
Entonces, la cara de Madara se dobló bruscamente a un lado, provocando que me soltara. Caí al suelo mientras tosía con fuerza e intenté averiguar lo que había pasado. Al levantar la mirada, no pude creerlo. Kakashi me daba la espalda, mientras apuntaba a Madara con un kunai, defendiéndome. Fruncí el ceño y me levanté como pude.
—¡No te he pedido ayuda, imbécil!
—Me da igual. No pienso ser más que escoria.
—No me vengas con esas ahora... No después de lo que hiciste. Quítate—le ordené mientras lo empujaba a un lado, notablemente furioso.
Volví a mirar a Madara y a Zetsu que colgaba de su mano.
—Yo que tú me pensaba eso de atacarme, Obito. Sabes que soy diez veces más fuerte que tú... pero no sabes que te tengo completamente pillado.
En segundos, sentí una opresión en el pecho, que me hizo caer de rodillas al suelo, intentando respirar. Kakashi llegó hasta mí para ayudarme, pero estaba tan concentrado en el dolor y en escuchar a Madara, que ni si quiera intenté alejarlo de mí.
—¿Te pensabas que te librarías tan fácil, mocoso? Estás bajo un sello que te puse cuando te salvé la vida. La cuestión es que o te controlo, o mueres. Recuerdo que esa chica... ¿Cómo se llamaba? Oh, sí. Rin... También le puse ese sello junto al Jinchuriki del Sanbi. Pero fue tan lista que se interpuso en el ataque de su compañero por el bien de la aldea. Eso fue perfecto para manipular tu inocente corazón...
Abrí mis ojos completamente sorprendido. ¿Había sido él? ¿Él había planeado todo? Sentí que Kakashi estaba tenso a mi lado y vi sus ojos aguados mientras me evitaba la mirada.
—Siempre hablando de tus compañeros, de lo increíble que era Rin y lo bakakashi que era él por ser tan guay y hacer que Rin estuviera enamorada. Maté dos pájaros de un tiro.
Bajé la cabeza, sintiéndome humillado y agarré mi pecho con fuerza.
—Mátame, Kakashi.
—Ni se te ocurra hacer lo mismo que ella, o si es verdad que pensaré que sois idiotas. Eso no se soluciona así.
—El sello... está en el corazón. Si quieres que salga de su control tendrás que atravesarlo.
—¡He dicho que no, Obito!—gritó él.
—Bakaka...
Otra presión, pero esta vez en la cabeza, me hizo callarme de repente. Mi cuerpo se movía solo y lo primero que hizo fue atacar a Kakashi. No podía saber cuál era mi siguiente movimiento.
Maldije a Madara y a Zetsu. Ellos habían sido los causantes de todos mis problemas. Por su culpa dejé mi vida, dejé mi sueño y me convertí en un monstruo. Los odiaba, con toda mi alma. Me confirmé que Laura tenía razón, que ellos me habían manipulado así.
Y ahora, si Madara me controlaba no podría saber cómo estaba Laura. Me concentré en Kakashi. Él intentaba esquivar todos mis ataques, pero noté que no me atacaba. Gai y el Hachibi luchaban contra los Jinchuriki y pude ver que Naruto ya había salido del Yonbi con una nueva sonrisa.
Ese chico me ponía de los nervios.
Poco después, empecé a notar que llegaba mucha gente y supuse que se trataba de todos los shinobi. Todos aparecieron allí. Los shinobi veían nuestra pelea, veían a Madara y a los Jinchuriki luchar contra Naruto, el Hachibi y Gai. Empezaron a repartirse zonas de lucha, pero los kages se quedaron con Madara.
Noté que tenía alrededor de mí miles de shinobi, pero Kakashi les gritaba que no me atacaran. Un momento después, sentí que la presión se desvanecía un poco y me paré, resistiéndome.
—Kakashi... Hazlo ya..., ¡mátame!
—¡No voy a hacerlo!
—He matado a mucha gente... Si no muero ahora, lo haré en una celda o me condenarán...
Noté que él estaba reacio a hacerlo y bufé molesto. Él y yo... ya no teníamos nada que ver. Entonces, vi que alguien pasaba entre los shinobi, y me sorprendí al ver a Laura apoyada en la alumna de Kakashi.
—Tsunade-sama ha ido a pelear contra Madara y ella me ha suplicado que la trajera—habló la pelirrosa.
—No... deberías haber venido—le rechisté.
Laura rió por lo bajo y se acercó a mí. Yo me alejé un poco para no atacarla, pero ella siguió adelante. Sin saber qué hacía, pude ver que el chakra rodeaba su mano como si fuera un bisturí.
—Te va a doler... Voy a intentar quitar el sello de Madara...
—¿Tú estás loca? Llevas años sin utilizar chakra, ¿Acaso me quieres matar?
—Pues... para eso está Sakura aquí...
—¿Qué quiere decir eso?
Sin decir una palabra, me atravesó el pecho con su bisturí y, sorprendido por lo que había hecho, note como todo se tornaba negro.
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FELIZ AÑO 2018!! Siento no haber publicado el Sábado, pero era fin de año y no paré un momento con mi familia. Pero hoy subiré este y otro capítulo, espero que os gusteen!!
Aquí se despide Luthien, Ciao!
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