El Salvador del mundo
P.O.V. Laura
La expresión de sorpresa de Kakashi no era para menos. No era agradable que te quitaran un ojo, nada más pensarlo mi piel ya se erizaba, pero si no queríamos que estuviera en manos de Madara, sería necesario.
—Devolverle el Sharingan...—susurró Kakashi.
—Sí...—respondí, pero entonces sentí algo en mi pecho y una pequeña punzada me dio en la cabeza, haciéndome quejar.
Unas imágenes comenzaron a aparecerse ante mis ojos. Las "muertes" de Sasuke y Naruto. Madara ya había absorvido a los bijuu en el interior del Juubi y, posteriormente a éste dentro de él. Luego había luchado contra Tobirama y había matado a Sasuke frente a su hermano Itachi. Gaara, Sakura y Minato-sensei se encontraban con Naruto. Minato bastante preocupado, hizo lo que le dije, meter al Kyubi en el cuerpo de Naruto, pero al parecer eso no fue sufuciente, Sakura seguía intentando reanimarlo, a pesar de que habían introducido a la otra mitad del Kyubi en su interior.
¿Qué estaba pasando? ¿Por qué no despertaba? ¿Tanto tenía que hablar con Rikudo Sennin? Entonces, lo recordé. Obito sacaba una parte de Shukaku y del Hachibi de Madara antes de meterlos junto al Kyubi para salvarlo. Así tendría ese nuevo poder de los bijuu.
Las imágenes desaparecieron, volviéndome a la realidad. Obito y Kakashi me miraban preocupados. Al ver que Obito estaba bien, me alegré por dentro, aunque no pude sonreír sabiendo lo que pasaba.
—¡Rin! ¿Estás bien?—me preguntó Obito preocupado.
Sin decir nada, lo abracé con fuerza, atrayéndolo a mí. Lloré con fuerza en su pecho y sentí que él me correspondía, además de darme un suave beso en la cabeza. Agarré sus ropas, intentando tranquilizarme. Me sentí horrible por todo lo que estaba pasando.
—Obito...—murmuré con la voz entrecortada—. No vuelvas a hacerme esto... ¡ni se te ocurra! O será verdad que no te perdonaré en tu vida...
—Yo... está bien. Pero hay que seguir luchando entonces. No podemos estar aquí sin hacer nada.
Me separé de él y lo miré atenta. Él secó mis lágrimas con delicadeza pasando sus dedos por mis mejillas. Asentí de acuerdo y, rápidamente, lo besé desesperada. Sentí algo raro que pasaba por mis labios hacia él, cuando me correspondió y él también pareció notarlo. Además de eso, el carraspeo de Kakashi nos hizo separarnos.
—Bueno... ejem... Tenemos que ir con Minato-sensei—hablé un poco ruborizada, viendo cómo Obito miraba con reproche a Kakashi, lo que me hizo sonreír.
Así, nos levantamos y comenzamos a correr hasta la posición donde se encontraban intentando salvar a Naruto. Estaban bastante lejos, pero con el kamui de Obito, llegamos rápidamente. Madara se encontraba ahora delante de Minato-sensei y Gaara, que protegían a Naruto y a Sakura. Los tres, nos colocamos al lado del Cuarto Hokage y yo observé a Sakura intentando mantener con vida a Naruto.
—Obito...—le hablé lo más bajo que pude y él me miró—. ¿Alguna forma que conozcas para sacar de su cuerpo el chakra de los bijuu?
—Hmm... Puede que tenga que acercarme y sacarlos yo... Creo que puedo hacerlo...
—¿Y no hay alguna forma en la que no te pongas en peligro?—le pregunté asustada, pero él sonrió.
—Te he prometido que no me iba a volver a ir, así que podrías confiar un poco en mí.
—Confío en ti... En quien no confío es en Madara... ni en Zetsu—suspiré—. Ten cuidado entonces... Es necesario que lo hagas, o Naruto morirá.
Él asintió y comenzó a caminar bajo la atenta mirada de todos los demás.
—Madara... Tenemos que hablar—dijo a sorpresa de todos, menos de la mía—¿Qué soy... para ti?
—Deja de bromear—rió Madara—. No me preguntes estupideces. Para mí tú no eres más que... Madara. Madara es aquel que rechaza este mundo, todos los que siguen sus ideales... y participan en el Tsukuyomi infinito, son Madara.
—Ese también fue mi camino...
—Durante todo el tiempo antes de mi despertar... te dejé todo a ti y te deje ir antes de mí. Ese es el camino que te mostré. Debiste vivir como Madara toda tu vida para obtener esa meta, como el salvador de este mundo... El mundo indicado por el Sabio de los Seis Caminos...falle. Escucha, el chakra esparcido por Rikudo está hecho originalmente para "unir", fue hecho para conectar la energía espiritual de las personas. Éstas se entenderán unas a otras sin tener que decir una sola palabra.
>El Sabio de los Seis Caminos le enseñó Ninshuu a las personas e intentó guiarlas. Sin embargo, las personas no usaron el chakra para conectarse con los demás... sino para conectar tanto su energía física como espiritual. Ellos juntaron su chakra interno y lo amplificaron... para convertirlo en un arma en forma de ninjutsu. Irónicamente, todo regresó al tiempo donde Kaguya, la madre de Rikudo, usó el chakra como arma.
—¿¡De qué está hablando!?—preguntó Sakura alterada.
—Es la historia de cómo llegó el ninjutsu a este mundo, y él busca ser igual de poderoso o más que Rikudo Sennin... o incluso Kaguya...—le dije—. Y así poder meter a todo el mundo en un eterno sueño bajo su control.
—Gaara...—susurró Kakashi.
—...Lo sé...—respondió el Kazekage poniéndose en guardia.
—Lo que el Sabio de los Seis Caminos hizo fue simplemente fomentar la inconsciencia de las personas y sin embargo, si las personas conectaran sus espíritus, ellos solo se hubiesen percatado de que es imposible entenderse uno con el otro. De cualquier manera...
—¡Te equivocas!—grité harta de todo esto, y sorprendiendo a los demás—. ¡La culpa de que el ninshuu acabara tan mal fue el hecho de que Zetsu manipuló al primer hijo de Rikudo! ¡Pero no lo hizo el Sabio de los Seis Caminos! ¡Si conocieras la verdadera historia de lo que pasó, entonces no dirías eso!
—¡Rin! ¿Qué haces?—me advirtió Kakashi.
—¿Ah? ¿Es que acaso sabes la verdadera historia? ¿Cómo sabes que es la tuya y no la mía?
—Por que yo no me he dejado manipular por mentiras de alguien desconocido—le contesté—. ¿Quieres saber la verdad? Indra, el primer hijo de Rikudo, amaba a su hermano Ashura. Pero hubo un accidente, su hermano estuvo a punto de morir si no fuera por su mascota, que murió salvándolo. Sufrió de tal manera, que él activó el primer Sharingan conocido. De él saldría el Clan Uchiha. Estaba tan afectado, que se dejó manipular por el hijo de Kaguya, Zetsu negro. Él había heredado el chakra de su padre, a diferencia de Ashura. Zetsu le hizo pensar que con tal potencial, podría hacerlo todo solo, y comenzó a utilizar el ninshuu como una herramienta para resolver problemas más eficazmente, en vez de canalizarlo hacia los demás. Pero Rikudo Sennin no quiso eso, por ello, para saber a quién le heredaría la jefatura del clan, les hizo una prueba a cada uno de ellos. Cada uno resolvió su problema a su manera. Indra lo hizo todo solo, Ashura, en cambio, tuvo ayuda del pueblo para poder arreglar el problema que tenía, hizo amistades y ganó la confianza de los demás.
>Finalmente, Rikudo Sennin, eligió a Ashura. Indra se cabreó tanto que le declaró la guerra a su hermano y que renacerían tantas veces como fuera posible hasta encontrar la paz de los hermanos. Y Zetsu cambió totalmente lo que había en la piedra del templo Uchiha, manipulándote y haciéndote creer, después de la muerte de Izuna, que esto era un infierno y que tenías que hacer todo esto... A su vez, tú manipulaste a Obito, utilizándome, algo que no te perdonaré jamás.
Entonces Madara comenzó a reír, haciéndome enojar. Obito se puso en guardia, bastante tenso.
—Qué gracia... Me habla una niña que lleva muerta años. Como le he dicho antes a un Uchiha del Edo Tensei, sois demasiado jóvenes como para daros cuenta de cómo es la vida realmente, de cómo es éste mundo. El chakra es solo una fuente de sufrimiento, ya que aquellos con poder, buscan peleas y los que no lo tienen, lo perderán todo. ¡Crearé un nuevo mundo superior a este con el Tsukuyomi! Sin rastros de ese maldito chakra. Como el último con el chakra más fuerte, ¡lo lograré! ¡Y tú eres yo!—habló mirando a mi compañero—. ¡Ya no eres Obito! Obito Uchiha, que heredó el chakra de los Uchiha, retó a Kakashi Hatake, quería convertirse en Hokage y también quería a Rin Nohara, que debería estar muerta. ¡Pero ese poder no era real, eventualmente él lo perdió todo! ¡¡Este es el infierno! ¿Lo olvidas? ¡Ven, Madara! ¡Aún eres el salvador! ¡No confíes en esa falsa Rin!
Obito me miró de reojo y yo tragué con fuerza. Mi compañero comenzó a caminar hasta él, pero los demás se pusieron en guardia, pensando que de verdad Obito iba a volver con él, y comenzaron a atacar. Gaara, Kakashi y Minato-sensei, pero no pudieron pararlo. Finalmente, antes de que Obito le diera la mano a Madara, él incrustó su brazo en el pecho del Uchiha mayor, sorprendiendo a todos.
—Tú...—murmuró Madara, también sorprendido—. ¿Qué estás haciendo?
—Un verdadero líder puede dejar pasar a los otros por encima de su cadáver, pero él nunca lo hará por encima de sus camaradas.
—Bien, para hacer válido eso te convertiré en un cadáver, así que...
—Tú nunca podrás pasar por encima de mi cuerpo. Finalmente me di cuenta que falsificar mi propio nombre y dejar que los demás hagan lo que les venga en gana, es muy diferente de encomendar alguna tarea a tus camaradas. Yo no soy tú... Mi yo actual es el que deseaba convertirse en Hokage... ¡Obito Uchiha!
Madara se tornó completamente molesto y, al intentar sacar el Rinnegan que en teoría tenía en su ojo izquierdo, Obito hizo que lo traspasara, molestándolo aún más.
—Pasó a través de ti... Así que, es el verdadero poder de ese ojo derecho tuyo...—habló antes de que Obito saltara hacia atrás, cogiendo un pequeño trozo de chakra—. ¿Estás intentando debilitarme tomando a los bijuus? ¡No pienses ni por un momento que podrás recuperarlos!
Obito estaba un poco tenso. Sabía que no podía haber cogido mucho.
—Qué débil. Solo pudiste desgarrar un poco del Ichibi y del Hachibi...
—¡Obito! ¡Tira con fuerza!—le grité y él sacó de su interior el chakra.
—¡¡Kakashi!! ¡¡Lleva a Naruto y a Laura a la dimensión espacio temporalmente!!
Kakashi asintió de acuerdo y nos mandó a Sakura, a Naruto y a mí al interior del kamui, lo que me sorprendió. Aparecimos en la dimensión personal de Obito y bufé molesta.
—¿Por qué me ha mandado a mí aquí? Eso no era parte del plan...
—¿Eh? ¿¡De qué hablas!?—preguntó Sakura sorprendida.
—Naruto está bien por ahora, sólo sigue aplicando el ninjutsu médico hasta que llegue Obito—le dije mientras me ponía a su lado y miraba a un Naruto inconsciente.
Entonces, Obito apareció con su kamui en la dimensión y Sakura se tensó un poco con su presencia. Coloqué mi mano en el hombro de Sakura y asentí con la cabeza tranquilizándola. Obito nos miró a las dos sin decir nada pero no tardó para comenzar a introducir al Hachibi y al Ichibi.
—Obito, mándame fuera. Ahora que no tienes el Rinnegan, Madara buscará el Sharingan de Kakashi...
—No voy a hacerlo, Laura. Gai está luchando con ellos...
—¿Gai? Bueno... Entonces puedo confiar en eso... Date prisa.
—Estoy haciendo lo que puedo, Laura. No me presiones.
Bufé asintiendo y me senté al estilo indio esperando que Naruto despertara. Después de un tiempo, terminado ya de meter a los bijuus que faltaban, Naruto se quejó por el dolor y abrió los ojos poco a poco.
—Naruto...—susurró Sakura alegre.
Yo sonreí y caminé hasta el rubio. Él sí que era el Salvador del Mundo.
—Me alegro que estés de vuelta, te has tomado mucho tiempo hablando con el viejo Rikudo.
—Sakura-chan... Laura-san...—dijo sorprendido, viéndonos, luego miró a mi compañero—. Obito...
Entonces, se levantó y con una expresión seria, miró al horizonte. Luego de unos segundos, suspiró y dijo:
—¿Vamos?
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