Quiero ver el mundo arder por ella

Besé su torso desnudo sobre la cama tendido completamente a mi favor. 

Hoseok tenía un encanto único que probablemente no encontraría en nadie más. Sabía que mi piel ya olía a él porque no había dejado de rozarme contra su cuerpo.

Mientras besaba la piel de sus clavículas me movía sobre su pelvis cubierta aún por la tela del boxer. No tenía idea de como hacer que este momento durara más y  nos perpetuara ahí, yo sobre él, dándole placer como tantas noches lo hizo conmigo.

—Luces preciosa en ese conjunto—susurró apenas entre su respiración agitada bajo mi poder, yo solo sonreí 

—Dejame verte mejor—tomó mis hombros y se incorporó sentándose en la orilla de la cama afirmandome para no caer —Eres preciosa— sonrió con ese brillo especial con los ojos.

Acarició mi cabello con dulzura despejando mi cuello de este y besó con delicadeza tomándose el tiempo de saborearme haciéndome recordar nuestra primera vez; la timidez e inseguridad con mi cuerpo desnudo, antes de que supiera lo que realmente funcionaba para mi y ahora no tenía idea de como lograr que él me amara para siempre.

—Amo tus besos— susurré y acaricié su cabellera espesa —Amo tu sonrisa, tu ojos, tu nariz— sentí su miembro erecto entre mis piernas —Amo lo que tienes entre las piernas que es solo para mi

—Solo para tu placer y el mio—se detuvo contra mi pecho a recobrar el aliento —Lamento tener que deshacerme de estos lindos y costosos encajes pero quiero lo que hay bajo ellos— comenzó a desatar los lazos que unían el brasier dejando mis pechos libres a su disposición.

Manteniendo su mirada contra la mía, extendió la punta de su lengua y rozó de forma juguetona mi pezón liberando suspiros pero no se resistió a hacerlo por completo devorándome con fuerza.

No podíamos fingir en lo más mínimo el querer tenernos. Su fiereza para mi no significaba dolor sino  placer y si fuera por ello no alzaría más mi trasero para que me calara más hondo. Todo era gemidos y sonidos obscenos de nuestros fluidos lubricándonos,  éramos dos locos amándose por última vez.

Luego de acabar la primera vez, cenamos entre las luces tenues de las velas, conversando como viejos amigos, acariciandonos y terminamos nuevamente saboreandonos nuestros sexos en diferentes posiciones como si no fuéramos suficientes.

—No quiero que acabe la noche— un costado de mi rostro estaba apoyado en su pecho sintiendo su corazón latir mientras él me acariciaba el cabello

—Yo menos— besó mi coronilla para apoyarse contra ella 

—Disculpame pero mentir, no quise hacerlo—musité evitando que viera mis ojos tristes —Y menos que él fuera así de grosero contigo esa noche 

—No importa cuan mal me haya sentido esa noche y los días que siguieron, me dolía más no poder abrazarte y decirte que entendía tus razones— aquellas palabras me hicieron soltar las primeras lágrimas

—Tengo miedo— mis lagrimas resbalaron llegando a su pecho —No quiero esto para mi y me angustia sentir que estoy perdida, que prácticamente estoy de manos atadas

Hoseok alzó mi rostro y limpió mis lágrimas con sus pulgares, me miró fijamente y de sus ojos también rodaron lágrimas

—¿Qué puedo hacer para que estes bien?— sostuvo mi rostro —Dime y lo haré

—Nada— respondí entre susurros —No hay nada que evite que me case con él en unos días más 

—Entonces estaré ahí para ti— dió un corto beso en mis labios —Te seguiré donde vayas

—¿Que dices?— limpié sus lagrimas retenidas en su mandíbula

—Y recorreremos los hoteles que estén cerca y te haré el amor exactamente como lo hicimos esta noche, 2, 3 veces si quieres—sonrió soltando más lágrimas al entrecerrar los sus ojos —Si tienes que casarte con él no tienes porque ser infeliz, dejame hacerte feliz aunque sea la distancia, aunque sea por las noches a escondidas 

—Eso no es para un hombre como tu—acaricié su rostro con amor —Tu no lo mereces 

—Y tu no mereces estar angustiada respecto a tu futuro con ese hombre—me estrechó en sus brazos —Él no sabe amarte como yo lo hago

Me abrazaba como un niño coge su peluche en las noches de tormenta y yo me refugiaba entre esos brazos que realmente me hacían sentir protegida.

—Hoseok, yo amo esto que tenemos—me recosté en su hombro —Pero no quiero amarte a medias 

—No será a medias, será completamente—besó mi frente —Yo estaré ahí, esperándote—sonrió ante sus palabras —Abrazándote cuando tengas frío y cuando tengas calor tambien, solo dejame mostrarte que puedo hacerlo

⋆⋆⋆

Tardamos un rato en despedirnos. SooRim me pidió que me retirara antes que ella dejara  edificio y así lo hice. Esa madrugada sentí que fué la más larga pero sirvió para pensar en como ayudarla respecto a este matrimonio.

SooRim se tomó el tiempo aquella noche para explicarme que su padre había arreglado todo esto con una intención empresarial más que el futuro de su hija. Muchos empresarios hablaba de la soltera Lee SooRim y como iba a llevar el negocio a sus treintas sin un esposo o familia que la sostuviera aclamándola como una mujer sola desprotegida, siendo que ella era más inteligente y astuta que otros hombres. 

Su padre sin ánimos de destituirla del puesto que merecía en la empresa familiar, estaba de acuerdo de desposarla con su pareja de hace 2 años, JoonHyung quien había sido un buen hombre frente a su padre pero un asco en los últimos años desde que habían tomado terapia

— Desde que mi papá me dio el título de subdirectora de la empresa JoonHyung comenzó a actuar distante y extraño conmigo, nunca comprendí por qué

—Puede que el hecho de que tuvieras un puesto mayor que él en la empresa atentaras contra su hombría y se sintiera poca cosa— miré a sus ojos mientras de se colocaba su abrigo cubriendo su cuerpo —Le dañaste el ego con tu poder 

—¿Tu crees que sea eso y no que está saliendo con alguien más?

Aquel cuestionamiento que provenía de ella era real, JoonHyung estaba frecuentando el hotel en el cual yo trabajaba con un mujer que lucia mayor pero no tenía pruebas para decirle que sí, que la engañaba.

—Es una idea muy válida si la piensas, aun así es un idiota— me coloqué mi poleron nuevamente y me acerqué a ella —SooRim, pase lo que pase en los siguientes días tienes que saber que eres una mujer increíble—la abracé como si fuéramos mejores amigos y algo más 

—Tu puedes conmigo para lo que necesites— su voz en mi oído fue un calmante a todo el dolor en mi corazón —Acepta la oferta de Jean Paul, sé modelo y gana dinero para tu sueño 

—Últimamente me he replanteado mucho ese sueño, creo que ya es más un imposible para mi— la miré con derrota —Quizas deberia tener otras aspiraciones desde hoy

—Cualquier cosa que elijas, preocupate de que sea desde el corazón, Hoseok— besó con calma mis labios —Y no dejes de ser tan dulce

Sonreí ante su comentario y antes de irme le di la mano, no dije nada, solo la entrelacé con la mía y caminé a la puerta sin emitir comentarios.

La organización de banqueteria en la que trabajé por unos meses se contactó conmigo para asistir como garzón a una boda importante y como si fuera poco escuchar el nombre de los Lee en la frase para mi fue un golpe bajo.

Estaba seguro que JoonHyung se había encargado de averiguar mis trabajos y como no, hacer que asistiera a su boda como una indirecta marcando su poder entre él y yo.

Acepté porque la paga era buena y por otro lado, quería estar ahí para cuando todo sucediera.

Mientras lavaba uno de los baños del cuarto piso del hotel una llamada insistente de Nam me sacó de lo concentrado que estaba contra los azulejos.

—Habitación 7 del 3er piso, ve rapido están comiendo

Dejé todo tirado y corrí al ascensor para bajar a la habitación, dejé la GoPro de la bicicleta de NamJoon entre las flores que estaban en un gran florero en la habitación apuntando hacia la cama, tenía que captarlos en acción.

JoonHyung y su amante habían tenido la decencia de tener una despedida de solteros igual como yo lo había hecho con SooRim la noche anterior, lo que no sabían era que con NamJoon los estábamos esperando hace días con la misión de joderles la fiesta, sobretodo a él.

Recogí los implementos de limpieza y me fuí a cubrir la limpieza de la cocina. De vez en cuando me percataba si seguían comiendo en el salón. Aquella mujer parecía una dama de dinero, cabellera corta y lisa de un tono caramelo y labios rojos ¿Que veía en ella que SooRim no tuviera? Esa mujer podía tener su experiencia y años pero SooRim era dulce, inteligente  e intensa en la cama ¿Por qué querría a otra mujer?

Una vez finalizada la jornada, NamJoon me entregó en un pendrive el video que habia captado la cámara diminuta de buena calidad. Yo debía salir a la cena de ensayo con los demás garzones contratados para la ceremonia. Los ricos y su fascinación por hacer que todo salga perfecto y sus ensayos inútiles.

Esta noche estaba dispuesto a ver el mundo arder con tal de salvar a SooRim de un matrimonio que estaba destinado a fracasar.


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