Quería que supiera que estoy para ella


Todo lo que siguió de esa noche fue un desastre, una bola de nieve que había crecido lo suficiente con el tiempo y se estrelló derrumbando todo a su paso. Papá me aconsejó tomarme unos días y evitar la prensa, despidió a JoonHyung y este último no halló nada mejor que tomar un avión a Tokio refugiándose donde unos tíos mientras yo daba la cara como una valiente y dolida novia engañada, pero no era así. 

Yo disfrutaba este momento.

No recuerdo como logré beberme toda la champaña mientras metía en bolsas la ropa que quedaba de JoonHyung en mi apartamento. Estaba decidida a ir a su apartamento y dejarlas allí, olvidarme de todo y pensar en que haría con mi vida ahora.

Papá perdonó a mamá por su falta de respeto a su unión de años con el argumento de "fue un desliz, esas cosas pasan en parejas que llevan años", quizás él también ha tenido sus deslices a escondidas de mi madre y yo no soy nadie como para apuntarlos con el dedo.

Tendida en el sillón de la sala pensaba en que un viaje me haría bien, uno largo para reencontrarme con una SooRim madura con nuevas metas y ambiciones. Sabía que con todo aquello papá aceptaría mi renuncia al puesto de subdirectora y encontraría a la persona indicada ya que actualmente no estaba como para derrotar el patriarcado, al menos no por ahora.

Me había enterado por medio de Eunah que Hoseok había aceptado el trabajo de modelo y los inversionistas de las marcas de Louis Vuitton lo buscaron para ser el nuevo embajador en cuestión de días. Estaba orgullosa de él pero no sabia como decírselo, estaba en el ojo del huracán y todo lo que hiciera podría ser usado en mi contra y mi familia bajo los ojos de la prensa, ir a verlo solo me traería más paparazzis a la puerta.

Miré la pantalla del teléfono y su número en ella, solo debía tocar.

—Creo que solo nos falta cubrir la cuota que nos falta por el cambio del calentador de agua— Nam tachó en una planilla los pagos del mes y me sentí satisfecho de que nos haya dado para todo.

—Esa sonrisa, estas feliz de no estar tan preocupado— se giró hacia mí y me acercó un shot de soju el cual bebí completamente sintiendo el ardor en mi garganta.

—Sí, estoy satisfecho— dejé el vaso en la mesita de noche.

—Pero...

—Quisiera saber como sigue después de ese dia, estaba tan cansada de todo— miré la botella de soju pensando en beber otro shot hasta olvidarme de ella —Si no ha llamado solo significa que ya no hay nada más que hacer 

—Crees que deberias dejarlo ahi, darle un final—  el liquido transparente de licor de arroz volvió a ser parte del vaso y Nam lo movió hacia mi —Tomas una gran decisión Bro 

—¿Una gran decisión por?

—Porque es una mujer importante con miles de condiciones bajo la manga, ambiciosa y su papá busca que su imagen se mantenga limpia ante los medios— apuntó la Tv que permanecía a volumen mínimo —Toda la semana ha sido él quien ha hablado de la situación de matrimonio fallido y las acciones bajaron 

—Quizás ella esta dolida con todo esto, era su pareja de años 

—No olvides el detalle de que se acostó con su mamá— Nam bebió su shot 

—¡Qué porquería!

—¡Hoseok, dilo bien! fue un hijo de ...

—¡NamJoonah, cuida tu boca que la vecina anciana nos escucha!— me levanté para llevar los platos sucios a la cocina —¿Debería llamarla?

—Hoseok ¿Alguna vez vas a dejar que luchen por ti? 

Lo miré con mis guantes de látex puestos dispuestos a lavar los platos y él asintió como queriéndome decir: "Mereces algo mejor, Bro"

Quizás es el momento de dejar a las chicas ricas de lado y centrarme en mi nuevo empleo de modelo, evitar problemas y drama debe ser lo mio ahora. Ya jugué a ser super heroe.

—¿Vemos el partido juntos o saldrás?— preguntó Namjoon desde la sala

—Dejame papitas con salsa que te acompaño luego de terminar aquí.


Ingresé a ese edificio con gafas y un jockey estilo Joe Goldberg de You, tomé el ascensor y toqué el timbre esperando verlo al otro lado de la puerta.

—¿Buenos días?— Un chico alto de contextura musculosa cabello corto negro cubierto por la capucha de un polerón negro y unos lentes con un aumento considerable me saludó con cara de pocos amigos.

—Hola — lo miré de pies a cabeza tras mis gafas oscuras y di un paso atrás para ver si había tocado la puerta correcta.

—Jung Hoseok...

—¡No, no está, se fue lejos, muy lejos!— intentó cerrar la puerta pero puse mi pie

— Dejame hablar con él, necesito darle las gracias— Asomó la cabeza y abrió un poco más la puerta

—Tu sabes que él es un buen chico, si vienes aquí a pedirle una noche yo mismo me encargaré que no vaya y no lo hago por ser egoísta sino porque lo estimo mucho

—Sé quién es él— me quité las gafas —Y necesito que sepa que yo se quien soy después de conocerlo— di un suspiro largo porque hablaría hasta que mi boca se quedara sin saliva

—Yo sé que soy una persona pública y con dinero, seguramente piensas que quiero aprovecharme de su buena voluntad y luego desecharlo como lo hace la gente de mi tipo pero yo no soy así— lo miré y él parecía no querer que pasara al apartamento 

—Prosigue...— abrió un poco la puerta sin dejarme pasar colocando su cuerpo en la apertura 

—Creo que quiero hacer esto en privado, realmente quisiera hablar con él— repetí avanzando quedando a centímetros de él

—SooRim shi, tu no sabes lo mucho que habla de ti desde que te conoció y puede tener cara de idiota pero no lo es y su corazón es tan grande que muchas veces no sabe cuando parar de dar su buena voluntad

—¡Me gusta y no puedo dejar de pensar en él!— presioné mis labios con fuerza y cerré los ojos sintiéndome pequeña ante esa declaración —Y sé que son palabras grandes y sé también que si él no me hubiera ayudado a abrir los ojos hoy me estaría casando con ese imbécil, le debo mucho y quiero compensarlo.

Vi a Hoseok apoyando la cabeza con su cabello mojado en el hombro del chico con una sonrisa. El chico de polerón le acarició el rostro y le dió una palmadita.

—Los dejo— se retiró con una reverencia dejándome ver a Hoseok recién salido de la ducha con solo una toalla en la cintura apoyado en el umbral de la puerta.

—Es verdad, he pasado borracha en mi apartamento estos dia pensando en ti y no tuve la valentía hasta hoy de venir aquí

—¿Y como sabes donde vivo?

—Eso no importa —me acerqué a él y estrellé mis labios contra los suyos tomándolo por sorpresa y me separé dejándolo lleno de pintalabios. Hoy me había puesto el labial mas rojo que había encontrado.

—Necesito que me ayudes en algo

—Lo que quieras— sonrió limpiándose un poco el labial de los labios

—Quiero vengarme— lo miré decidida a lo que iba

—Bien, cuenta conmigo— pasó la mano por su cabello húmedo.


NewHope right here!

Volví porque necesitaba darle continuidad a esta historia.

Vayan a mi perfil y lean la nueva que tengo de Jin ♥

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