Quería estar con él en París
Nunca había viajado en primera clase en una aerolínea de prestigio, menos en un vuelo de horas, para ello venía preparado con musica, algún snack y mi antifaz para dormir todo el vuelo.
NamJoon me prestó su cámara fotográfica nueva para que tomara fotos de París ya que al igual que yo, jamás había viajado fuera de Corea. Todo esto resultaba emocionante para mí, sentía que al fin estaba materializando mis sueños y uno de ellos era salir de Corea.
Guardo en la galería del teléfono un montón de fotos que he sacado de redes sociales y Naver sobre la vida que quiero llevar. En Los Ángeles parecía que todo era más chill, tenía fotos de las icónicas palmeras, el letrero de Hollywood, artistas bailando, escenarios, fotos de la entrada de la academia donde quería ir, entre otras y de vez en cuando tenía minutos libres en el trabajo o cuando iba de camino a casa luego de tener alguna clienta, las miraba y soñaba despierto.
—¡Bienvenue! — dijo la señorita que me marcó el pasaporte —¿A qué viene a París?
—¿Important Business? — dije y sonreí dejando mis gafas sobre mi cabeza, la mujer me entregó mi pasaporte y me indicó la salida.
Caminé con mi bolso (o sea no mi bolso, porque también era de NamJoon) hasta ver una Van gris que tenía el nombre de la agencia de modelaje.
—¡Bienvenido Jung-shi, tome asiento! — abrió la puerta un hombre corpulento y se subió tras de mi, yo solo sonreía y asentía respecto a todo lo que me decían.
Llegamos a un hotel bastante elegante, nada comparado con mi trabajo. Esos pisos brillaban como espejos y las puertas eran tan altas como anchas, candelabros de lágrima de cristal y algunos más modernos, me solía distraer con todo lo que veía.
—¿Jung Hoseok? — miró mi identificación y luego mi rostro —Habitación 542 — me entregó una tarjeta y apuntó al ascensor —Piso 5 —.
—Merci — sonreí y cogí mi bolso el cual descansaba en el piso.
Había memorizado algunas palabras en francés para no quedar como un idiota, Francia parecía ser un lugar lujoso donde yo no pertenecía, me sentía ajeno a todo pero nada de esto sería real si yo no fuera suficiente, así que luego de sentirme inseguro, me calmo y admito que soy la persona correcta y es el momento preciso para brillar.
Ingreso a la habitación, veo un gran cóctel para mi solo y cosas para comer como jamón serrano y alimentos que jamás había visto en mi vida salvo en las películas extranjeras. Me quito los zapatos y me llevo la comida a la cama mientras reviso mi teléfono.
Mensajes
Nam: Hola Bro, avisa cuando llegues, disfruta tu viaje y saca muchas fotos
SooRim: Hoseok ¿Deberíamos contar estos dias en Paris como citas? Me muero por verte ya
Cada vez que SooRim se refiere a nuestros encuentros como "citas" me vuelve ese pensamiento de "solo es una clienta" pero es que cuando la tengo en mis brazos olvido todo eso y fantaseo con que somos algo más, que somos íntimos y que solemos frecuentarnos porque somos algo más que dos desconocidos que tienen sexo casual.
Eran las 21:00 pm cuando llegué al hotel en París, el mismo donde Hoseok debería haber llegado hace unas horas. No ha contestado mis mensajes y comenzaba a pensar que se había arrepentido de venir.
—Bonne nuit — me acercó al mesón de recepción y entrego mis documentos —¿Quisiera preguntar por otra persona que se aloja aquí, es posible? — sonrió amable.
—No podemos dar información de los huéspedes — miró su computadora buscando mi tarjeta de habitación
—Es para una sorpresa — insistí —Vengo llegando de un largo viaje y no nos vemos hace mucho tiempo, él no sabe que viajé para verlo — coloqué una mirada de mujer desesperada.
—Bien ¿Cuál es el nombre de su pareja? — miró la computadora nuevamente
¿Pareja? algo se removió en mí. No iba a decirle a la señorita que era prácticamente mi amante aquel hombre al que subiría a besar desesperadamente.
—Jung Hoseok — esperé paciente a que me respondiera sosteniendo con nervios el asa de mi maleta
—Habitación 542, piso 5 —mencionó
—Merci — le sonreí satisfecha por su información y recibí mi tarjeta que tenía la habitación 617.
Subí hasta mi habitación y acomodé mis cosas sin presión. Hoseok aún no respondia mis mensajes pero sabía que estaba en su habitación seguramente descansando del largo viaje.
Mensaje
Hoseok: Me parece una gran idea, aunque yo ya había asumido que sería así :)
SooRim: ¿Cenamos juntos? Esperame en el salón del restorán, yo bajo en unos minutos
Hoseok: Ok, nos vemos
Saqué de mi maleta mi vestido azul marino ceñido al cuerpo. Este jamas lo habia usado y lo compré una vez en la que me sentía muy triste, a simple vista parecía ser el autoregalo preciso para que la indiferencia de tu pareja pasara a segundo plano, así que lo compré en linea mientras comía helado de cookies and cream una noche.
Bajé al salón del restorán y no lo divisé en las mesas. Mi corazón se comenzó a sobre saltar de la ansiedad al ver que habían muchas personas mirándome en mi vestido ajustado azul marino y mi piel pálida que resaltaba en el.
—Me siento como un pirata perdido en el azul marino de este elegante vestido — habló a mi oído haciéndome girar de forma precipitada encontrándome frente a frente con él y sus ojos brillantes —Hola SooRim — sonrió.
Una camisa blanca perla y unos pantalones de tela negros clásicos, zapatos bien lustrados y cabello acomodado a los costados, su olor como siempre embriagandome. Estaba paralizada mirándolo sin decir ninguna palabra.
—¿Pasamos? Me suena la tripa y huele delicioso — tocó mi espalda baja con su mano extendida acompañándome al salón.
—Sí, sí — sonreí y caminé junto a él.
Tomamos asiento en una de las mesas junto a los ventanales que daban a la torre Eiffel. No recuerdo cuantas veces he visto aquella edificación icónica que todos adoran aquí, para mi no resulta tan llamativa.
Un muchacho se acercó a nosotros para tomarnos la orden, vi a Hoseok muy tímido ya que el mesero hablaba francés
—Bonsoir, je voundrais un steak au vin avec des pommes de terre á la créme, s'il vous plait — sonreí y el muchacho miró a Hoseok esperando que le diera su orden.
—Same — respondió mirándome a mí y al mesero esperando hubiera entendido
—Apportezla meme chose pour lui et un vin — sonreí y el muchacho se retiró con rapidez
—Wow, creí que lo había visto todo pero escucharte hablar francés fluido es lejos una maravilla — apoyó el mentón en una de sus manos colocando el codo sobre la mesa —Te admiro
—Solo pedí carne al vino con papas a la crema y un vino, Hoseok — reí —Dómino muchos idiomas por mi trabajo
— Así veo, es sexy —me dedicó una mirada que me erizó la piel —¿Te quedas en otra habitación?
—Sí, ya la tenia vista con anterioridad, mucho antes de que te convirtieras en modelo
—Cierto, había olvidado ese pequeño detalle —sonrió ladino y sus mejillas se enrojecieron levemente.
La cena no tardó en llegar y comimos a gusto conversando de nosotros con mayor fluidez que en otras ocasiones. Hoseok tenía el sueño de asistir a una academia de baile en Estados Unidos, así ser reconocido como bailarín en espectáculos grandes y que la gente viera su talento, también comentó que aparte de trabajar en el Night Club trabaja en un hotel en Corea lo cual me parece un desperdicio de talento para alguien como él.
No quiero sentir lástima por él pero si la sentía, realmente la sentía y no tenia pudor al asumir que lo hacia.
—¿Te gustaria quedarte en el modelaje mientras haces el dinero suficiente para ir a la academia? — propuse
—Aun así tendría que tener más trabajos ya que le envio dinero a mis padres a Gwangju para ayudarlos — limpió su boca al terminar de cenar y bebió un poco de vino —Soy el único hijo varón de la familia y tengo la responsabilidad de hacerlo, el esposo de mi hermana igual aporta pero no es su deber — miró la copa y luego a mi, en sus ojos podría sentir que se arrepentirá de decirme todo aquello —Lamento estar aburriendote con mi vida
—¡Para nada! Es muy destacable en ti que hagas ese esfuerzo —dejé mi copa vacía de lado y busqué sus manos por sobre la mesa y las acaricié —Eres un hombre increíble Hoseok y puede que no te conozca hace años pero se que tienes un corazón precioso
—Gracias — pronunció con timidez
—¿Quieres ir a la habitación? — le miré comunicándome únicamente con mis ojos, como solía hacerlo con él
—Sí, claro — sonrió sosteniéndome la mirada
NewHope right here!
He vuelto con más capítulos, no crean que me olvidé de ustedes, pícaras
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