C26. Familia.
No puedo recomendar cuando fue la última vez que me sentí tan jodidamente nervioso.
El pulso acelerado es solo una pequeña muestra de todos los nervios que me dominan en este momento y es que, por más que trato de mantener la calma, no puedo.
No cuando Belenn está sosteniendo mi mano con tanta fuerza que siento que de un momento a otro terminaré con algo roto y mucho menos cuando sé que en cuestión de minutos, mis hijos estarán aquí.
Su mueca de dolor me hace ser consciente de que aunque yo no sea quien lo está padeciendo, puedo sentirlo. La fina capa de sudor que cubre su frente me deja ver todo el esfuerzo que está haciendo para que tanto Ben como Allye lleguen al mundo sanos. La fuerza con la que sostiene mi mano me permite darme cuenta que Belenn Crusoe es sin duda alguna la mujer más fuerte y valiente que he conocido en mi vida, no literalmente. Realmente lo es.
En la lejanía puedo escuchar las palabras de aliento que escapan de la boca de la doctora que la anima a ir por un poco más, que le pide que se esfuerce más y que le hace saber que aunque el momento está lleno de sufrimiento y de dolor, todo está bien. Todo va a estar bien.
Mi voz se ha quedado atascada en mi garganta y por más que trato de decir algo, simplemente nada sale, la conmoción y la emoción de han unido en un solo sentimiento y todo lo que puedo hacer es sostener su mano para hacerle saber que yo también estoy ahí, que aunque estoy siendo un fracaso y me he dejado dominar por los nervios, estoy ahí. Que jamás la dejaré sola. Que es lo mejor que me ha pasado en la vida y que los dos niños que están por llegar al mundo son en conjunto, el regalo más precioso que me ha dado la vida y ella.
Y es que quien iba a pensar que un día antes estaba celebrando mi cumpleaños con Bel sentada en mis piernas y al día siguiente, estaría de pie a su lado esperando por mis bebés.
La vida es buena.
Demasiado buena.
Entonces el primer llanto inunda la habitación —¡Es un niño!—he escuchado a la enfermera gritar llena de emoción y aunque trato de estirar mi cuello todo lo posible para tener una mejor visión de mi hijo, no lo consigo, la labor sigue, los sollozos y los jadeos de dolor de Bel, también.
Cinco minutos después, Allye Margareth llega al mundo. Puedo escuchar el llanto de Bel a mi lado pero el llanto de Allye es mucho más fuerte.
—Ya está, mi amor—murmuró dejando un beso sobre la frente de Bel. Sus ojos Hazel me miran un breve momento y aunque el cansancio está presente en sus facciones, una amplia sonrisa se abre paso en sus labios—, ellos están aquí...
—Quiero verlos...—pide en voz baja.
—Solo unos minutos, mi amor—pido lentamente—Dios, Hazel; eres la mujer más hermosa, más fuerte y más valiente que he conocido en mi vida y no tienes ni idea de lo feliz que me haces—pauso—luego de todos estos meses, nuestros bebés están aquí ¿sabes? ¡Somos padres!
—¡Somos padres!—repite entre lágrimas—Quiero ver a Ben y a Allye...
—Ben llegó cinco minutos antes que Allye ¿sabes?—le explico y ella no aparta sus ojos de los míos—Allye es más pequeña pero tiene pulmones más potentes—me río—, quizás ella en algún futuro sea cantante o algo así, Ben es más tranquilo y ella es muy llorona y estoy seguro que su llanto mamá lo escuchó en Westfield...
—¿Están bien...?—pregunta en voz baja.
—Ambos están completamente sanos, mi amor—respondí sincero—y los conoceremos juntos..
—Los quiero sostener, por favor—pide en un murmullo. La puerta se abre lentamente y mi corazón se agita dentro de mi pecho cuando veo a la enfermera empujar suavemente las pequeñas camitas donde descansan los bebés—Aarón...
Sostengo a Ben con cuidado entre mis brazos bajo la atenta mirada de Belenn, lo coloco entre sus brazos y automáticamente pequeñas lágrimas ruedan por sus mejillas, esas pequeñas lágrimas de felicidad que no me han abandonado desde esa tarde cuando supe que el día había llegado. Tomo a Allye en mi pecho y cuando los ojos de Bel me miran un breve momento sé que esa es mi señal. Me acerco a ella con pasos lentos y tomo asiento a su lado, pequeños jadeos escapan de los diminutos labios de Ben y no puedo evitar sonreír. El día no puede ser más Perfecto definitivamente.
Alejo lentamente la manta rosada que cubre la carita de Allye y cuando sus mejillas regordetas y esos intensos ojos azules me dan la bienvenida, mi corazón da un vuelco dentro de mi pecho—es preciosa, Aarón...—aparto mis ojos de Allye y una amplia sonrisa se abre paso en mis labios—Dios, mira esos ojos. ¡Son idénticos a los tuyos!
—Y mira este campeón...—susurró posando mis ojos en Ben—se parece muchísimo a ti, Hazel—sonríe—es igual de precioso que tú...
—¿Te das cuenta que somos una familia ahora...?—pregunto en voz baja. Belenn acaricia mi mejilla con ternura y asiente lentamente—Y es lo más jodidamente perfecto que me ha pasado en la vida..
—Somos una familia desde que supimos que ellos estaban viniendo—me corrige sin dejar de mirarme—y no hay otro lugar en el mundo dónde yo quisiera estar justo en este momento.
(...)
—¡No!—alejo la pantalla de mi teléfono de Allye y Danna suelta un pequeño grito que me hace reír—¡es igual de preciosa que yo!
—¿Y ese ego tan grande?—me burlo—pero no, no eres rubia.
—¿Y eso qué?
—Ben es más como tú—señalo acercando la pantalla al bebé que duerme plácidamente sobre la cama. Otro grito escapa de su garganta y niego divertido—deja de gritar o no te los mostraré más.
—¡Es que son demasiado preciosos!—exclama sin perder la sonrisa—¡Los dos!
—Son lo más hermoso que he visto en mi vida, Dan—comienzo en voz baja y una risita escapa de sus labios un vez más—la sensación que tengo instalada en el pecho desde que los vi por primera vez te juro que no se me ha ido para nada...—pausó—ni siquiera sé cómo describirla, pero está ahí y...joder, es que estoy demasiado feliz.
—Yo estoy demasiado feliz por ti—inquiete sin dejar de mirarme—y lamento mucho no haber estado ahí en ese momento pero juro por Dios y por todo lo bueno que existe en el mundo que apenas tenga un respiro, estaré ahí.
—Te estaremos esperando, tía Dan—murmuró tomando la pequeña manita de Ben y agitándola frente a la pantalla del teléfono.
—¿Cómo está Bel?—cuestiona.
—Está muy bien, algo adolorida pero dentro de todo, está muy bien—respondo—de hecho, estamos esperando a nuestro padres, a mis suegros y a mis cuñados, los mellizos decidieron nacer en medio de la noche así que prácticamente solo estuve yo presente; mamá y mi suegra han estado comploteando para organizar una reunión familiar y poder conocerlos—explicó encogiéndome de hombros—así que Bel está tomando una ducha y yo me ofrecí a hacerme cargo de los niños mientras.
—¿Apuestas a una tarde intensa de tirones de mejillas por parte de las abuelas?—bromea y yo me echo a reír.
Asiento—Totalmente.
—Marge hubiese hecho lo mismo—nuestros ojos se encuentran y asiento de acuerdo porque si había alguien en el mundo que era especialista en dar tirones de mejillas esa sin duda era Marge—Estoy segura que estará muy feliz por ustedes...
—Allye Margareth en su honor—le recuerdo y ella sonríe. Entonces el llanto de Allye llena el aire—lamento tener que hacer esto pero tengo que dejarte, mi princesa llora y supongo que tiene hambre—hago una pausa—te sorprendería todo lo que he aprendido en dos días—Danna se echa a reír.
—Suerte con eso.
—Dale un beso a Truenito de mi parte—pido—a Christopher no.
Danna lanza un beso a la pantalla y luego la llamada finaliza. Tomo a mi hija entre mis brazos antes de que Ben se una al llanto -porque si algo he aprendido en estos últimos días es que los mellizos suelen hacer complots en nuestra contra para echarse a llorar al mismo tiempo-, la puerta se abre y Bel entra en la habitación con pasos sigilosos—¿todo bien?
—Hablaba con Dan, manda saludos y prometió escaparse para venir a conocer a los niños—explicó encogiéndome de hombros—Allye ha decidido que es una buena idea comenzar con la tercera guerra mundial dentro de la habitación y antes de que se convierta en un misil humano de llanto y alcance a Ben, decidí tomarla en brazos—Bel se echa a reír divertida—¿qué es lo gracioso, Hazel?
—Ni en mis mejores sueños me imaginé que terminaríamos aquí—comenta encogiéndose de hombros—no malinterpretes mis palabras, es completamente perfecto y no querría nada más que no fuese esto pero tienes que admitir que hasta cierto punto es extraño, sobretodo cuando un humano en versión diminuta que mide cuarenta y tres centímetros te controla a su antojo, ¿no te parece?
Me río—Bueno, si alguien me lo hubiese dicho me habría reído—acepto—pero en mi defensa, te puedo decir que el amor a primera vista existe. Lo he comprobado dos veces en mi vida.
–¿Ah, sí?
—Sí—asiento decidido—, primero me enamoré de Hazel y después de Ben y Allye.
—No tienes idea de todo lo que significas para nosotros, Aarón Silvetti, de todo lo que te amamos.
—Te amo—le recuerdo—te amo con todo lo que he sido, con todo lo que soy y con todo lo que seré, Hazel.
—¿Thomas?—su sonrisa se hace presente en sus labios apenas abro la puerta y antes de que pueda ser consciente de lo que está haciendo, sus brazos están alrededor de mi cuerpo y las flores que sostiene se presionan contra mí estómago—¡hola!
—Lo siento—repone apartándose para mirarme—Dios, Belibú, la maternidad te ha sentado bastante bien—comenta haciéndome sonrojar—espera ¿Silvetti está aquí? Porque vengo en son de paz y no quiero causarte problemas.
—Tranquilo—respondo sincera—Aarón está fuera, ¿quieres pasar?
—¿Puedo?
—Obviamente—asiento haciéndome a un lado.
—Te he traído flores, por cierto—anuncia tendiéndome un enorme ramo de flores—te juro por Dios que no es en plan de conquista, solamente son flores para una amiga que acaba de tener a sus bebés—explica lentamente.
Me río—¿puedes dejar de explicar todo?—pregunto—no me molesta que me traigas flores y sé perfectamente bien que no tienes planes de conquistarme, mejor cuéntame, primero ¿cómo hiciste para conseguir mi dirección?
—Noah me la ha pasado, claro, después de hacerme prometer que le iba a causar muchos dolores de cabeza a Aarón—se ríe y mis labios se unen en una línea recta—sí, le dije sí pero solo para que accediera, la verdad es que quería hablar contigo de algo importante, mira si bien es un tanto extraño que seas mi ex y que sigamos teniendo contacto, siempre vas a ser mi mejor amiga, Bel y eso ni siquiera Silvetti puede cambiarlo.
—¿Es imaginación mía o estás nervioso?—preguntó lo obvio. Lo conozco, sé que cuando Thomas habla mucho es porque los nervios están ganando y para un hombre tan misterioso y callado como él, pronunciar oraciones con más de seis palabras es demasiado.
—Pues muchísimo—asiente—no te puedo mentir, estoy muriendo de nervios.
—¿Quieres beber algo?—pregunto—aprovecha ahora que Allye y Ben están profundamente dormidos.
—Agua está bien—anuncia sin más. Me pongo de pie y camino hasta la cocina bajo su mirada—tu casa es linda, siendo honesto—hace una pausa—aunque ese cuadro de ahí, no voy a mentir, es horrible, Bel—me echo a reír y niego.
—Al menos Aarón y tú están de acuerdo en algo—me quejo mientras sirvo un vaso de agua para él y otro para mí. Sus ojos oscuros siguen observándome fijamente y aunque no me causa nerviosismo, me produce curiosidad—¿ya me vas a decir que ocurre?
—Creo que voy a ser papá...—suelta sin más. Mis ojos se abren y su sonrisa crece—, y no tienes ni idea de lo ansioso que estoy...
—¡Madre mía, Thomas!—exclamo—¡Felicidades!
Thomas se ríe—joder, muchas gracias...—suspira—ya sé, ya sé que esto es extraño pero vuelvo a repetir que eres mi mejor amiga y quería compartir esto contigo...—le sonrío—, Grey todavía no me ha dicho nada pero...es que no sé cómo explicarlo, Bel, lo siento aquí...—inquiere colocando su mano sobre su pecho—es una sensación que no se ha ido desde que me dijo que cabía la posibilidad...
—Se llama instinto paterno—le informo—, espera ¿Grey?
—Grethel—responde—te había contado sobre ella alguna vez, estoy seguro.
—Oh, sí—asiento—recuerdo que la llamaste enana e insoportable—Thomas suelta una carcajada y niega.
—Sí, no repitas eso—pide— si te soy sincero, jamás me había detenido a pensar en que podría existir la posibilidad de tener una familia con ella y ahora que existe la posibilidad, la idea no me disgusta y es lo que más deseo, Bel...
—Se llama amor—respondo sin dejar de mirarlo—y a veces pasa sin que te lo propongas, llega y ya, no lo planeas, solo tienes que tomarlo cuando se te presenta...
—Grethel me saca de mi zona de confort y creo que eso es lo que más me enamora de ella ¿sabes?—suspira—y quiero esto, de verdad lo quiero.
—De verdad estoy demasiado feliz por ti, Tommy—respondo sincera—y que quieras formar una familia con ella en verdad es algo precioso...
La puerta se abre de golpe y llevo mis ojos hasta ella. Aarón permanece de pie y sus ojos azules se pasan de Thomas a mí y viceversa.—Juro que vengo en son de paz—comienza Thomas.
—¿Te quieres relajar, Folgers?—pregunta dando un paso al frente—No estoy pensando nada malo y confío en mi mujer más que en mí mismo.
—Felicidades por tus bebés—responde poniéndose de pie y tendiéndole su mano. Aarón me mira un momento antes de volver a mirarlo a él y tomarla—todavía no tengo el placer de conocerlos pero sí se parecen a la madre, seguro son muy lindos.
Aarón se ríe—¿Qué estás diciendo, Folgers?
—Solo mírate—bromea—Y mírala a ella. La genética es genética pero todos sabemos que es por ella.
—Cierra la boca antes de que te eche de mi casa—reclama mi prometido en medio de una risita divertida—¿una cerveza?
—No me va mal ahora mismo—acepta y entonces me doy cuenta que el cuadro más imposible de todos está pasando ahora mismo. Delante de mí.
Aarón Silvetti y Thomas Folgers juntos.
Difícil.
Pero no imposible.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top