Era por la mañana en el hotel, como de costumbre, Alastor se despertaba temprano a las 6, y ahí estaba yo, molesta por lo ocurrido allí arriba, se notaba que me dieron un golpe en la cara, no era un moratón grave, pero con el rostro que llevaba, se podia ver lo agotada que estaba.

- Buenos días querida, estás bien? Se te ve malgastada

Negué con la cabeza y miré hacia otro lado, Alastor se acercó a mí, agarró mi mejilla con delicadeza.

- Venga, ya estás aquí, muéstrame una sonrisa

- No puedo Alastor..., todo lo que está pasando, desde la muerte de Adam, el cielo se ha revolucionado, la mitad quiere otra vez una exterminación, y la otra mitad quiere paz y que vuelva a ser todo como antes, me están sobreexplotando para que el hecho de que esté aquí sirva para algo, pero Miguel ya no quiere que esté aquí, Azrael y Miguel se han peleado enfrente mía por la explotación de nuestros trabajos y dios mío, ya no sé que hacer, necesito un descanso

Alastor al escuchar esto se quedó pensativo, es un tema complicado

- Y el golpe de la cara?

- Miguel...

Alastor me abrazo sin pedir permiso, me acomode en su pecho y estuvimos en esa posición unos minutos hasta que él me cogió del mentón.

- Voy a por hielo, tú linda cara no puede verse de esa forma

Asentí y me quedé sentada mirando al suelo, pensativa esperando a que Alastor me trajese el hielo, vino enseguida y con una toalla para amortiguar, me puso el hielo en el moratón.

- Así bajará la hinchazón

- No te preocupes Alastor, soy un ángel, se me curará rápido, pero me preocupa esta situación, el cielo es un lugar pacifista, no un lugar en donde se hacen revoluciones por matar

- Incluso te diría que en el infierno somos mejores que esos

- Hasta eso me haces replantear, bueno, y hoy que vamos a hacer?

- por la mañana estarás haciendo actividades con Charlie, de la redención y eso, y después por la tarde, si usted quiere, tendremos un lindo paseo por la ciudad

- Me estás proponiendo una cita?

- Algo parecido

- pues me gusta el planning del día, muchas gracias señor Alastor

- denada querida

Me acerqué a él y le acomodé la pajarita. Estuvimos unos minutos más hablando de nuestras cosas hasta que apareció la gente, cuando comenzó a venir la gente, me di cuenta que solo llevaba puesto una túnica blanca haciendo que se viese bien mi cuerpo, intenté taparme, pues era una túnica particular.

Alastor se quitó la chaqueta y me la puso encima, cuando noté su chaqueta encima mía le miré y el miró hacia el lado como si no fuese la cosa, me acomodé la chaqueta de Alastor y al final acabe el resto del día con la chaqueta.

Por la mañana Charlie y yo estuvimos juntas junto a los demás para hacer el planning de redimirles. Era un planning creado por el cielo que se suponía que venía como llevar a un demonio hacia allá.

Y cuando llegó la tarde, me arreglé con la chaqueta de Alastor puesta para salir con él a la calle, al ver que no bajaba durante un tiempo, llamé a la puerta de su habitación.

- Alastor? Estás aquí?

- Entra querida, está abierta la puerta

Entre a su habitación, me quedé asombrada al ver que era una habitación y a la vez un bosque, ahí estaba el, comiendo un ciervo? De donde había sacado eso?

- Quieres un poco de ciervo?

- No... Gracias pero no me apetece Alastor

- Bueno

Alastor se levantó de la silla, se acercó a mí y me agarró del brazo con una gran sonrisa

- salgamos del hotel querida

Salimos del hotel y fuimos paseando por la ciudad, cuando los demonios nos veían, se aterrorizaban, pues Alastor como ya dije antes, era importante allí.

Pasamos por una calle en donde había varios callejones, en un callejón vi como se escondía un pequeño niño herido.

- Alastor, espera, voy a ayudarle

- No va a ser una buena idea, capaz es una trampa querida

- Y si no lo es y de verdad está herido? Voy a ver

Solté el brazo de Alastor y me acerqué al pequeño niño, tenía orejas de ciervo, vestía de una época no muy antigua y se veía que se había hecho rozaduras en diferentes partes del cuerpo visibles.

- no te preocupes si? Te voy a curar

El niño me miró asustada

- No tengas miedo, soy buena persona, como te llamas?

Puse mis manos alrededor de sus heridas y cerré mis ojos concentrada.

- M-me llamó D-Dylan

Termine de curarles las heridas con magia celestial, pues si, podía curar las heridas de los demás pero no las mías, eso sí era raro de mí.

- ¿Quién te hizo esto?

El chico señaló a una puerta que estaba detrás mía por parte del callejón

- Una persona de ahí dentro te hizo daño, no quieres volver ahí dentro verdad?

El chico negó con la cabeza, miré a Alastor, Alastor ya sabía que es lo que estaba insinuando en cuanto le miré

- Por favor, este chico necesita una oportunidad

Alastor giro sus ojos para otro lado con su sonrisa pero pasando del tema, yo miré al chico y le sonreí dulcemente.

- Quieres venirte con nosotros?

El chico no se lo pensó tres veces, enseguida asintió a mi pregunta.

- Me alegr..

La puerta se abrió bruscamente haciendo que el chico y yo nos asustemos del portazo que dió

- TU! NIÑATO! TIENES CLIENTES, VENGA, PARA ADENTRO!

Escuche lo que dijo, desplegué mis alas y me gire al verle, mi mirada era molesta, una mirada asesina por lo que dijo, ya que tras haber curado sus heridas, no eran simples heridas de una caída.

El hombre que lo dijo se quedó impresionado pero en el mal sentido, con miedo de lo que estaba presenciando, mientras que Alastor sacó uno de sus tentáculos y sin previo avisó lo mató clavado el tentáculo en el pecho, cuando Alastor hizo eso, tape la vista del niño con mis alas haciendo que mis alas se manchasen de la sangre del hombre.

Miré a Alastor cuando sentí mis alas con la sangre.

- Me ayudarás a limpiar este desastre no?

- tú querías llevarte al niño

- lo harás igual

Ayude al niño a levantarse.

- Puedes caminar bien?

El chico asintió, le di la manita levantándome junto a él para comenzar a andar como si nada hubiese pasado, el chico y yo delante y Alastor detrás de nosotros dos.

Fuimos al hotel, cuando los chicos me vieron entrar con un niño se quedaron todos asombrados, Charlie estaba feliz pues le encantaba la idea de tener a niños pequeños aquí, mientras que los demás estaban... Como decirlo, a algunos les importaba y a otros simplemente no le gustaban los niños pequeños

Charlie le dio la bienvenida al chico, el chico estaba encantada con ella pues desprendía una alegría que ninguna otra persona podía en el hotel, el chico se fue con Charlie a jugar, se veía que era buena con los niños

Miré después a Alastor con una sonrisa.

- Me alegra que hayamos salvado al chico, gracias por la ayuda Alastor

- es un placer ayudarte querida

- y hablando de ayudar, me ayudas a limpiar las alas? Ya que me las has manchado de sangre

- por supuesto querida

Fui a mi habitación junto a Alastor, cerré la puerta, Alastor se cerró en mi cama.

- Qué tengo que hacer?

Yo me di la vuelta y me quite la camiseta dejando ver mis alas y desplegandolas.
Alastor al verme sin camiseta al principio se quedó extrañado pero después cuando me di la vuelta se sonrojo y se tapo la cara para no mirar