CAPÍTULO 7: nunca te olvidaré
Todo comienza con Alastor a sus 20 años, un chico que ya era famoso por sus locuciones de radio, la gente le encantaba escucharle porque se expresaba bien y hablaba de temas interesantes.
Pero también tenía un oscuro secreto, mataba por diversión, o desesperación, nunca desveló el porqué mataba, pero era un asesino importante que realizaba vudú y hacia lo que le diese la gana, incluso la gente decía que era caníbal.
Pero tampoco era tan malo, tocaba el piano en sus tiempos libres en un bar de la ciudad y le gustaba el jazz.
Un día, apareció una chica muy linda que le encantó de inmediato, tenía cabello rubio largo, ojos azules, un cuerpo hermoso con un vestido ajustado y una amable sonrisa que parecía provenir de los mismos ángeles, el la vio como su siguiente víctima, era la perfecta elección para asesinar, débil y elegante.
Ella cenaba sola en una pequeña mesa mientras escuchaba el piano de Alastor, el quedó fascinado pues no sé esperaba que su siguiente víctima cayese tan rápido de sus encantos.
Después de tocar el piano, cuando el bar estaba casi vacío, él se acercó a ella dándole una simple y amable sonrisa.
- Que hace una chica tan hermosa por aquí?
- Tenía una cita con un chico, pero parece que me dejó plantón
- A una chica tan hermosa como tú? Solo un idiota podría hacer eso.
- Supongo, pero llámame Liss
- Que error mio no presentarme, soy Alastor, el locutor del mejor canal de radio de aquí, y No voy a mentirte querida, te he estado viendo y he visto que te interesa mi piano, quieres tocar?
- Me encantaría, si usted me deja
- Adelante
La chica se levantó y se sentó en la silla del piano, comenzó a tocar una melodía preciosa que a Alastor le fascinó, estuvieron a horas tocando el piano juntos, conociéndose, hablando de lo que les gusta, incluso acabaron bailando con una pequeña música que procedía de la radio del bar. Parecía estás películas de amor.
En cuanto salieron del bar porque era muy tarde estaba lloviendo.
- Ay no, no voy a poder llegar bien a mí casa
- Si usted me lo permite y deseas, puedes quedarte en mi casa querida.
- No quiero causar una molestia
- No eres una molestia, ha estado bien la noche junto a tí, me has animado el día
- Me alegra que te haya gustado
- Entonces vendrás?
- me harías un gran favor
Alastor pidió un taxi, los taxis de la época eran poco comunes, pero el al ser famoso allí, tenía posibilidades que no todos se lo podían permitir, se montaron en el taxi, unos largos minutos, llegaron a la casa de Alastor, era grande pero anticuada y lejana de la ciudad, en medio del bosque.
Al entrar en la casa, la chica se sentó cómodamente, Alastor le sirvió un café, se veía el café raro, de una sustancia rara, pero a la chica no le importó y le bebió igual.
Alastor esperó a que estuviese cansada, le dió conversación, pero tras unas dos horas, sin saber cómo ella no estaba cansada, agarró su mejilla y miró sus ojos
- Pasa algo?
- Tus ojos son tan hermosos
Se quedaron mirando un buen rato, la chica miraba sus ardientes rojos ojos mientras que Alastor de mirar sus ojos, pasaron para abajo lentamente hasta acercarse a su cuello, el pensaba en morder el cuello, y comenzar a comerla lentamente. Pero al acercarse a su cuello, comenzó a lamerlo, haciendo que la chica se separase enseguida.
- Nononono, esto está mal, lo siento, te he conocido hoy, eres muy agradable! Pero no estoy preparada
- Lo siento querida, no quería incomodarte, quiere que le enseñe su aposento, yo dormiré aquí en el sofá para que duermas bien
La chica asintió y Alastor se la llevó a la habitación, a ella le daba pena que el durmiese en el sofá así que le dijo que durmiese a su lado, separados pero a su lado, el no pudo negarse y al final acabaron durmiendo.
Por la mañana la chica se había levantado más temprano que Alastor, a lo que él se sorprendió y se puso a su lado.
- Quiere que le haga el desayuno?
- No sé preocupe Alastor, ya me lo hice, y también te hice el tuyo, me contaste que tú café favorito era este
- Si, es ese...
La chica dejó el desayuno en la mesa, desayunaron y ya después ella se fue, Alastor quedó con el corazón acelerado recordandola, no sabia que le pasaba, pero sabía que volvería al bar para verla de nuevo.
Semanas y semanas, incluso años pasaron, ellos se veían y pasaban el tiempo juntos, aunque los asesinatos de Alastor seguían causándose, aunque fuesen menos, se veía como Alastor y ella se iban enamorando poco a poco, hasta que un dia llego una cita en donde estaban en una montaña, viendo la ciudad desde arriba, viendo las pequeñas luces que provenían de las casas de la ciudad.
- Quería comentarte algo querida, llevo tiempo pensándolo y pienso que hoy es el día
- Yo también tengo que decirte algo Alastor
- dímelo tú primero y después te lo comento yo
- Bueno... Tengo que irme de la ciudad Alastor, y no podré volver, por trabajo y familia
Alastor la miró con una mirada triste, se esperaba una noticia parecida a la suya, no sé lo podía creer, perderla, después de que su felicidad era gracias a ella
- Lo siento mucho, no quiero que te sientas mal, podrás seguir con tu vida, seguiré escuchando tus emisiones de radio, pero no podré estar aquí.... Y que me querías dec....
Alastor agarró la mejilla de la chica y le depósito un beso en sus labios, un beso cálido y apasionado que quería darle desde hace poco, la chica correspondió.
Se besaban en la noche estrellada.
(+18, saltaros la parte si no queréis leer las siguientes secuencias)
La chica se puso encima de Alastor quitándole las gafas al chico mientras le besaba apasionadamente, ella al llevar un vestido, se le hizo difícil quitárselo pero Alastor le ayudó mientras le daba besos por su cuerpo.
Alastor comenzó a chupar su cuello lentamente, quería morderlo, pero no se veía con valentía de hacerle daño, tras hacerle algún chupetón, ella le acariciaba el pelo.
Él fue bajando mientras lamía cada centímetro de su cuerpo que hacía que a ella le volviese loca.
La echo a un lado para quitarse los pantalones mientras la seguía besando, cuando se quitó los pantalones la subió de nuevo encima metiéndose la bruscamente sin avisar, él estaba ansioso, le encantaba cada ruido que ella hacía, cada momento de pasión y cada salto que hacía que lo volviese aun más loco.
Tras dar unos saltos encima suya, Alastor cambio de postura haciendo que el estuviese encima suya y comenzase a meterla poco a poco hasta ir más rápido, la chica no gemía mucho pero se le notaba que lo estaba disfrutando
Mientras la metía, comenzó a besar de nuevo su cuello, lamerlo hasta el punto de morderlo, cuando ella sintió la mordedura cambio de nuevo la posición para que no la mordiese, Alastor tenía curiosidad pero al pensar en eso, los dos acabaron a su tope enseguida haciendo que se separasen.
Ella corriendo se puso el vestido mientras Alastor tocó un poco más su pene mientras la veía y después se puso los pantalones.
(+18 acabado)
- Ya te vas?
La chica asintió a lo que él se acercó y le depósito otro dulce beso, cuando se separaron, se miraron con una sonrisa.
- Nunca te olvidaré.
Tras unos besos de más, la chica se tuvo que ir, haciendo que Alastor nunca la viese más.
- Y esa es toda la historia, resumidamente
- Ou.., que lástima, pobre Alastor
- Por lo que recuerdo también, me dijo que la chica le recordaba a su madre
- Pobrecillo, bueno, yo le animaré! Para eso estoy aquí
- Por ahí viene
- Vámonos querida, Charlie nos quiere en el hotel
- Muchas gracias Rouse, volveré para contarte lo que sea
- Gracias a tí, y te esperaré con gusto
Me despedí de Rouse y fui con Alastor al hotel, al entrar al hotel, estaba todo a oscuras, Alastor estaba con su sonrisa pero yo estaba rayada por lo oscuro que estaba...
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