CAPÍTULO 29: angelito

- Esa era yo....?

Un silencio inundó la sala, Lucifer se quitó rápidamente de encima mía poniéndose de pie y ofreciendo su mano para que me levantase.

Pensativa en coger su mano o no, pude ver su rostro, pude presenciar su belleza, y luego miré la mano cogiéndola y levantándome con su ayuda.

- Esa era solo una amiga, no te preocupes

- Y por qué se parece tanto a mi?

- los ángeles nos parecemos mucho no?

- Supongo que sí....

- te hiciste daño? La caída fue un poco fuerte

- No no, no te preocupes, nos vamos?

Lucifer asintió recogiendo las cosas

- Necesitas ayuda?

- No, no te preocupes, no voy a dejar que una dama cargue las cosas de un caballero

- pero...

- pero nada, vámonos

Asentí suspirando y nos volvimos a dirigir al hotel, está vez comenzamos a volar, yo estaba feliz, como una niña pequeña volando de un lado para otro, me encantaba volar, era una sensación tan bonita, me hacia sentir libre, me recordaba a alguien, pero no sabia a quien

- Lucifer! mira!

Lucifer me comenzó a mirar, yo hice un truco volando, un truco peligroso que al final no salió tan bien haciendo que perdiese el ritmo y cayese rápidamente, Lucifer al verlo fue volando velozmente detrás de mí agarrándome la cintura con un brazo suyo y elevando nos hacia arriba

- No hagas más eso!

- perdón! Pensé que me saldría...

Lucifer suspiro y me soltó lentamente, yo recuperé el ritmo poniéndome a su lado

- Águeda

- Si?..

- No te lo quería decir de mala manera si? Solo, a la siguiente, ten más cuidado, no quiero....

- No quieres?

- Nada, da igual

- mmm bueno, tendré más cuidado la próxima vez, gracias Lucifer

Llegamos al hotel, aterrizamos en la entrada y entramos al hotel, acompañe a Lucifer a su habitación

- Gracias por la ayuda angelito

- angelito.... Así es como me llamaba.... Ammm...

- Mm?

- nada, da igual

Me quedé pensativa mirando al suelo, sabía que alguien me llamaba así, pero no recordaba quién era...

- Bueno, si necesitas cualquier cosa Lucifer, me dices!

- Amm si, claro

Me levanté y me fui de la habitación, pasee por los pasillos, llegué a un pasillo en donde se podia escuchar a un hombre, con voz de radio, hablando en una habitación, la puerta estaba abierta asi que me dio curiosidas en ver que era

Me asomé a la puerta viendo cómo Alastor estaba hablando por un micrófono, estaba con una sonrisa tranquila, se podía ver como hablaba de algo más personal, recordando algo, o a alguien...

Sin querer iba a dar un paso para atrás para irme pero tropecé cayendome al suelo haciendo que Alastor se diese cuenta que estaba allí, me miró sorprendido, yo levante la cara ya que me caí de cara, me sangraba la nariz.

Alastor al verme de esa forma suspiro y se acercó a mí para levantarme y ayudarme, me sentó en su silla y me limpio la nariz con un pañuelo, yo comencé a marearme

- Te encuentras mejor?

Negué con la cabeza cerrando los ojos mientras respiraba lentamente y ponía mi mano en la cabeza, Alastor al verme así, quito mi mano de la cabeza y puso la suya para ver si tenía fiebre o algo, no tenía fiebre pero al verme tan pálida de lo que ya estaba decidió en darme algo para que se me bajase el mareo

- Seguro no te hiciste daño en la caída?

- Si me hice daño, ya se me curo, pero ni te preocupes, se me pasará rápido

- Cierto....

- Mm?

- Digo, que me alegra de que estés mejor entonces

- Gracias por la ayuda

- No hay de qué angelito

- Angelito, que bonito el apodo

- me alegra que te guste

Alastor se dio cuenta del porque me tropecé, los tenis que tenía puesto, uno de ellos el cordón estaba desatado, se agachó y me lo ató arrodillándose enfrente mía, me quedé mirándole, se le veía atento a atarmelos bien para que no me cayese de nuevo, comencé a ver sus orejas y su cabello, se veia tan suave que no tuve otra que acercar mi mano a tocarlo, puse mi mano en su cabeza suavemente y comence a acariciarle.

Note como al principio se asustó, pero después recibió la caricia gustosamente poniendo su cabeza en mi muslo, puso sus dos manos en mis muslos mientras su cabeza estaba apoyada entre el muslo y la rodilla, dando a entender que habia terminado de atarme los cordones.

Al ver su reacción, seguí acariciándole

- Sigue así, me encanta~

Lo dijo con una voz más ronca mientras sonreía gustosamente, cuando lo escuché, sentí cosas de mujer que no recordaba sentir antes, me asusté del porque sentí eso dejando de acariciarle

- Alastor...

- mm?

Alastor levantó la cabeza con su sonrisa de siempre, al ver mi cara se dio cuenta levantándose completamente

- perdón, no quería incomodarte, es uno de mis puntos débiles y no dejo que nadie lo toqué

- y por que a mí sí?

- ..... Bueno, digamos que eres especial

- soy especial... Para tí?

- me recuerdas a una persona que conocí hace mucho tiempo, eres... Exactamente igual a.... ella....

Alastor se dio cuenta de cómo mi personalidad de ahora era igual a la que el conoció cuando era un humano.

- mmm?

- ajam, y que hacías espiando?

- Mm? Bueno, tenías la puerta abierta y se escuchaba mucho así que me acerqué

- Y me comenzaste a espiar

- Bueno, si, pero no, pero mmmm

- pff Tranquila, ni que te vaya a hacer algo malo o vaya a hacer que tus gritos estuviesen en emisión angelito

- mmm pero perdón si moleste, no queria estropearte la emisión ni nada, y ahora tienes un pañuelo manchado de mi sangre

- lo del pañuelo es lo de menos querida, al igual que si me molestas o no, no molestas, pero si vas a espiarme, disimula

- P-pero no quería espiarte de verdad

- Tranquila, no pasa nada de verdad, quieres quedarte aquí? O prefieres que te lleve a la cama

- Aquí aquí, se está cómodo, si usted me deja

- Como prefieras querida, mientras estés bien

Miré a Alastor con una sonrisa, me alegraba que se preocupase por mi, era algo tan lindo

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