CAPÍTULO 28: Lilith...

Días pasaron en el cielo, el mal no apareció desde que llegué, algo que le extrañó a Miguel o eso podía ver Miguel, yo sentía como alguien me perseguía en todo momento, una sombra oscura.

Cuando Miguel porfin me dejó sola, sentí como la sombra estaba a mi lado

- eres el mal verdad?

- Lo soy, no me recuerdas

- Claro que te recuerdo, pero por qué me persigues, desde que recuerdo que apareciste a mi lado, no lo entiendo, porque?

- quiero entrar en tí, ser propietaria de tu cuerpo, y acabar con todos

- Asi que ese es el plan del mal

Miré de reojo su presencia

- Si quieres podemos hacer un trato

- Me gusta esa palabra

- Te dejaré entrar a mi cuando el cometa que pase, dentro de 3 semanas, pero a cambio, tendrás que dejar al cielo en paz, si le haces daño a mis seres queridos, acabaré con mi propio cuerpo, acabando contigo por todas, entendido?

La sombra sonrió, dando a entender que aceptaba el trato, desapareciendo de mi vista por completo

Cuando de repente escuché un ruido proveniente de afuera

Salí corriendo viendo cómo Miguel hablaba con un chico parecido a él, pero con unos cuernos y una furia en su interior, cuando me miraron los dos, ese chico calmo su mirada de una forma de sorpresa

- Águeda...

- Y tú eres?

- Que le hiciste Miguel...

- Ella me lo pidió, si quieres llévatela, pero no le hagas daño ni tú ni ese tal demonio, esto es importante para derrotar a esa cosa

Miguel susurro a Lucifer, Lucifer suspiro y me miró, podía sentir su tristeza en su mirada

Se acercó a mí yéndose esos cuernos que tenía al principio y cogiendo mis manitas mientras las miraba.

- Soy Lucifer, un gusto Águeda, soy solo un viejo amigo...

Miré a Lucifer que me miró con una mirada encantadora, se le notaba apenado, pero no me hizo falta para comprender que esa mirada la conocía de antes, asentí segura de mi decisión

Miguel se fue del lugar, no sé esperaba mi respuesta, pero prefirió déjame ir por varios motivos

Vi como Lucifer agarró mi mano y volando, se dirigió hacia abajo, hacia el infierno llegando al gran hotel que volví a recordar.

Cuando entré, reconocí a toda la gente que habitaba en el hotel, menos a un chico grande y alto, de cabello rojo y parecido a un cervatillo

Lucifer soltó mi mano y se acercó a todos dejándome en la entrada, les cuchicheo algunas cosas a todos ellos, les contaba lo ocurrido a lo que él cervatillo quien fue el que más se sorprendió se fue a su habitación sin decir ninguna palabra.

Los demás se acercaron a mí y comenzaron a hablarme gustosamente, como si nada, queriendo que les contase que es lo que recordaba, algo que me extrañó por su parte, Lucifer mientras me miraba apoyado en la pared.

Podía sentir como en su mirada me analizaba lentamente, algo que hacía que me incomodase más.

Por un momento sentí como estaba cansada, y como era tarde, preferí dejar que ellos hablasen y ir a dormir, recordaba en donde estaba mi habitación, comencé a andar por los pasillos mientras me frotaba los ojos cuando de repente choque con alguien cayendo al suelo.

- Mm-

Levanté la mirada viendo a aquel cervatillo mirándome, cuando le miré, el ofreció su mano, se veía que sentía algo que no podía entender, pero era caballeroso.

Vi su mano y la agarre levantándome del suelo

- Gracias! Y usted es?

- Soy Alastor...

- Yo soy Águeda! Un gusto, o bueno, llámame Elis, como usted prefiera

- Ellis...

- Está usted bien? Te veo tenso

- si si, no sé preocupe señorita, estoy bien

- Bueno, pues un gusto conocerle Alastor

- El gusto es mío....

Me fui hacia mí habitación, cerré la puerta y me senté en mi cama, sentí una sensación rara al hablar con él, fue como si antes le hubiese hablado...

Me tumbe y me dormí, al día siguiente, alguien abrió mi puerta despertándome enseguida del portazo que dió

- BUENOS DIAS!

- Char Char! Déjala dormi.... Buenos días Águeda

Estaba sentada en la cama viéndoles sin decir nada, me frote los ojos y les miré de nuevo

- Buenos días... Que hacéis aquí?

- nada, nada, tú sigue durmiendo

- A despertarse dormilona, vas a estar un día entero con mi papa, te ayudará con tu tarea de hoy

- pero..

- Amm, okey?

Charlie se fue corriendo de la habitación dejándonos solos a Lucifer y mí

- Y que haremos hoy señor Lucifer?

- Amm, me ayudarás con unos recados, si.. eso...

- Claro, pero puedes irte un momento? Me tengo que cambiar

- Sisi, claro

Lucifer salió de la habitación cerrando la puerta, me levanté y me cambié a un vestido muy bonito.

Salí de la habitación mirándole con una sonrisa.

- Ya estoy!

- Dios! Que susto! Ahg

- perdón!

- No pasa nada, ven, vamos

Lucifer agarró mi mano y se dirigió junto a mi por el infierno paseando, todo el que le miraba le tenía respeto, se veía alguien importante, la gente me miraba también con respeto, pero porque era un ángel no? Supongo que era por eso...

- Y a donde vamos?

- A mi casa antigua a coger algunas cosas

- Okey!

Fuimos a su casa, al llegar, estaba un poco sucio, se veía que nadie había entrado en meses, con polvo, pero un lugar lujoso y bastante grande de alguien importante.

Me quedé asombrada viendo el lugar, sentía que ya había estado aquí antes, pero era la primera vez que lo presenciaba.

- por aquí

Seguí a Lucifer entrando en una habitación llena de patos, era un paraíso

- Que animal tan bonito, se ve que te gustan mucho los patos

Me quedé analizando la habitación mientras el cogía algunas cosas de la habitación, pude ver un cuadro grande, en donde estaba él, Charlie y una mujer, alta y rubia, demasiado linda, recordé enseguida de quién era, pero no me acuerdo de que la conocía

- Ella es tu mujer?

- Am....

Lucifer miró el cuadro y se le apenó la cara

- Ella era mi mujer, Lilith...pero hace más de siete años desapareció sin decir nada, dio a entender la última vez que la vi que ya no quería nada...

- Pero la sigues esperando no?

- No...

- no?

- La esperaba, pero llegó otra persona que me hizo recordar que era el amor de verdad, de quién estaba enamorado en realidad...

- Puedo saber quién es? Si no te molesta

- mm? No puedo, lo siento

- Ou... Bueno! No pasa nada, ya has recogido todo?

- me falta una cosa, espera

Lucifer se arrodilló y comenzó a buscar una cosa de una caja sacando libros de fotos y dejándolo a un lado

Vi como un album me sonó familiar, me acerqué a él y comencé a ver lo que tenía adentro, lucifer al ver que lo cogí me lo intento quitar como pudo, yo estaba enganchada viendo las fotos, ya que era él, de una forma angélical, con otros angeles en sus años pasados.

Cuando pase una página, pude ver una foto en donde estaba él, con una chica, una chica que se parecía a mí....

Lucifer me quito el libro cuando vió que me había quedado en shock, sin querer tirándose encima mía, quedando yo en el suelo, mirándole, a centímetros de su cara, mientras el, en forma de flexión intentando no caer encima mía, pude sentir su cara de vergüenza, su rojez en sus mejillas, yo al verle de nuevo me quedé sin palabras.

- Esa era yo....?

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