Capítulo 9: Graves consecuencias de tentar al demonio


En un campamento de ungluris se realizaba un acto peligroso, 3 ungluris estaban en una tienda y un príncipe elfo llamado Nandis en otra amarilla dando vueltas pensando en lo que le había comentado el anciano El ira. No siempre había odiado a su padre adoptivo pero verdad era que no se llevaba muy bien con él y había tenido una infancia más dura por su culpa.

La verdad nunca había odiado a los ungluris, la verdad le parecían buenos en comparación con lo que le habían enseñado desde muy pequeño.

Ahora sus cabezas daba vueltas.

Pero el acto peligroso se llevaba a cabo fuera. Fuera había una niña humana-elférica que estaba tumbada con un largo pelo todo tirado por el suelo con los ojos cerrados.

Enfrente de ella sentado había un ungluri anciano que podía hablar con la niña en el sueño y podía ser el medio de comunicación entre, en este caso, el emisor Jonás y la receptora Violeta.

Y un poco más cerca de la niña estaba a su derecha un humano llamado Jonás cogiéndole la mano para que el demonio no la pudiera soltar.

Entonces el sueño de Violeta dió comienzo:

Violeta abrió los ojos en el sueño y vió un paisaje que no había visto en meses, un paisaje urbano-rural, estaba en un puente hecho de duras hierbas que llevaba a una ciudad hecha de casas de ladrillos amarillos con bastante vegetación y el sol salía por él y daba los buenos días.

Se dió la vuelta delante había un enorme castillo de ladrillos del mismo color de la gran ciudad de su espalda.

El castillo tenía a sus lados un bosque caducifolio que pegaba con sus preciosos ladrillos amarillos.

Por no hablar que el castillo mostraba enormes y abundantes ventanas por todo él.

Tenía sus partes superiores conos de color azul clarito y tenía exactamente 8 torres.

La puerta del castillo era dorada, enorme y con figuritas pequeñas, había una alfombra roja a los pies de Violeta que continuaba por dentro del castillo y no había ningún guardia.

-Violeta

Se escuchó una voz que casi mata de un susto a Violeta

-Violeta, soy El ira, ¿me escuchas?

-Te escucho, te escucho- Dijo Violeta

-Vale, cuando hables conmigo aunque estés con una conversación con alguien nadie te escuchará. Estás en el castillo del rey de Elferion, el elfo dominante. Me dice Jonás que si se ha dejado de ver puede que sea una trampa pero no tenemos muchas opciones asique entra pero con cuidado de que no te vean.

Violeta asintió y abrió la puerta con facilidad. Había una alfombra roja enorme que continuaba y otro lugar sin alfombra roja.

-Violeta, le he descrito a Jonás el lugar y dice que vayas por el lugar que no hay alfombra porque por el otro puede haber trampas y yo, como he entrado a ese castillo sé lo que tienes que hacer asique sigue mis indicaciones al pie de la letra. Gira a la izquierda...- Mientras iba avanzando Violeta por el castillo descubrió que no había nadie, ni un alma.

Violeta se fue pero con el corazón en el puño en la mano.

Siguió las indicaciones y llegó a un despacho.

Lentamente abrió la puerta, había papel rojo en la pared con pintas doradas, una vidriera y una ventana.

El suelo era de madera de roble como el techo.

A la derecha había una enorme chimenea de piedra y delante un sofá larguísimo y de color crema que parecía tener un tacto muy agradable.

Delante de ella había una mesa amplia de escritorio con un papel y una pluma con la punta de oro y tinta de color de oro.

Delante de la mesa había una silla enorme negra acolchada y lo peor en la silla había un señor con una capucha negra con pintas de oro.

A Violeta le extrañó que un yalukama fuera de la estatura de un elfo y que un elfo llevase la capucha de un yalukama

-¿Eres el rey de Elferion? ¿Eres un elfo?- Preguntó Violeta.

-Sí, soy el rey de esas estúpidas especies- Dijo con tal asco que a Violeta le molestó- Sí, pero me gusta ocultar mi rostro. Solo una persona lo ha visto y ahora está muerta- Dijo como si matar a alguien fuera normal- Yo la maté.

...

En la realidad Jonás miraba a Violeta

-Ha encontrado a el rey, y han tenido esta conversación- Dijo el anciano y le contó la conversación- ¿qué debe de hacer?

-Que no le diga que nos son estúpidas las especies o si no se dará cuenta que conocemos la profecía y será peor para nosotros. Dile que pregunte si es la voz del demonio que la atormentaba cuando era pequeña.

-Vale

...

En el sueño de Violeta

Violeta ya había recibido el mensaje de su reciente amigo El ira, pensó que estaba muy feliz porque había hecho muchos amigos y, bueno, también muchos enemigos como el rey y como la nigromante.

-¿Eres la voz que me atormentaba cuando era pequeña?

-Dime antes, ¿dónde estás?- Preguntó el rey

...

En la realidad

-Pregunta el rey dónde estamos, ¿qué hacemos?- Dijo El ira.

-Negárselo, decirle que será del revés que primero nos lo diga y después nosotros se lo diremos porque para nosotros es una inquietud y para él una necesidad por lo que nos dá igual y si nos lo dice simplemente nos vamos.

...

En el sueño

-Ni de broma, primero nos lo dices y te lo decimos porque para tí es primordial y para nosotros no o...¿prefieres que nos vayamos?- Dijo Violeta

-¿Has dicho "nos"?

...

En la realidad

-La ha cagado- Dijo el anciano dándose con la mano en la cabeza.

...

En el sueño

-Violeta, pequeña e insignificante Violeta - Dijo recordando una frase que le había dicho cuando era pequeña.- Sí, soy el "demonio", sí, esa profecía no es cierta, la verdadera es la que conoce El ira pero los dados ya están echados y tu futuro ya no puede cambiar más. La piedra ya tiene tu futuro tallado y no se puede borrar. Violeta, un día te presentarás aquí y saldrás ilesa, tenlo en cuenta pero la segunda no lo saldrás, morirás y después todo se acabará y seguiré gobernando Elferion pero esa vez mataré más a ungluris, a gnomos, a humanos floreados... etc porque no son comparación con nosotros, los elfos.

-Estás loco- Dijo Violeta- Mírate, estás loco.

-Puede que sí o puede que la loca seas tú que te estás imaginando todo esto. Puede haber sueños muy reales.

-No, además, para no morir lo único que tendría que hacer es no ir por segunda vez a tu castillo ¿no?

-Pero no podrás porque no podrás resistirte a tu futuro Violeta- Dijo con maldad.- Una parte de tí morirá ese día y... puede que yo muera pero recuerda "El tiempo dirá quién venció o perdió" tenlo en cuenta.

-Estás loco, has cambiado el futuro en un segundo, antes iba a morir sí o sí, ahora dices que solo va a morir una parte de mí y puede que tu mueras... Estás loco...El futuro no está escrito en una piedra, lo sé así que vete a un manicomio.

-Lo que tu quieras, pero ahora mismo estoy mandando un escuadrón a donde estás soñando- Dijo con una sonrisa llena de maldad

El pulso de Violeta se aceleraba, iba de 0 a 100 como si fuera lo más normal.

Entonces, no se sabe como, notó una caricia en su cara y supuso que sería Jonás, eso le agradó, la reconfortó y la tranquilizó.

Entonces en la realidad Jonás pensó que era un farol

-No, no es un farol Jonás, sé que le estás diciendo mediante el viejo lo que debe decir Violeta pero esto no es un farol- Dijo el rey de Elferion amenazante.- Tenemos teletransportación solo en el castillo, es decir que puedo mandar a cualquier elfo ir a mataros y es lo que he hecho.

...

En la realidad

En cuanto El ira le dijo eso a Jonás, Jonás gritó:

-¡¡Violeta despierta!!, ¡¡abre los ojos!!

...

En el sueño

Violeta intentó correr pero los pasillos eran muy largos y ella caminaba muy lento, de repente todo se convirtió en agua y vió a lo lejos un isla con una puerta, empezó a nadar con angustia y desesperación lo más rápido que pudo. Violeta miró para atrás y la cara enorme de el elfo rey la perseguía, no llegaría.

...

En la realidad

Violeta se levantó cogiendo mucho aire y no tuvo mucho tiempo de decir nada porque Jonás le tiró del brazo y la obligó a levantarse. Nandis y la familia estaban fuera.

-¡¡Escapar!!- Gritó el anciano viendo una horda de unos 80 soldados.- ¡¡Rápido!!, ¡los entretendremos!

Entonces toda la familia de ungluris crearon un círculo protector mágico, incluso el pequeño.

-¡¡Pero moriréis!!- Dijo Violeta mientras corría con Jonás

-Pues llevar la paz, por nosotros.- Dijo el anciano El ira.

Violeta corrió y sus pensamientos iban como el rayo, volando rápidamente.

Ir a una cueva sería demasiado cantoso así que creó un enorme nenúfar.

-¡Subir!- Dijo con angustia y ambos obedecieron, Violeta movió el nenúfar y los depositó en una rama de una enorme secuoya suficientemente gorda que aguantaría su peso.

Entonces miró para abajo y vió a la familia entera contra un escuadrón de 80 elfos con armaduras doradas de oro.

El escudo verde se deshizo y Violeta estaba por gritar pero Jonás tenía la mano en su boca, entonces los elfos cargaron las flechas y dispararon.

Todos muertos.

Pero lo que más le dolió fué el niño, que estaba atravesado de principio a fin por muchas flechas, un niño que podría haber llegado a ser alguien importante, con solo 5 años, que podría haber creado una familia, podría... podría vivir y ahora yacía en el suelo con unas 8 flechas clavadas.

Violeta no pudo más, se dió media vuelta y se refugió en el pecho de Jonás.

"Demasiado joven", "demasiado" dijo rompiendo a llorar como sus compañeros

"Demasiado"

...

...

Violeta despertó de una pesadilla a la noche, estaba en una cueva dormida con Jonás y enfrente de Nandis.

Zarandeó a Jonás para los lados y lo despertó

-Jonás

-¿Si Violeta?, ¿qué ocurre?

-Dime que ha sido un sueño, que no ha muerto ese niño y esa familia de ungluris

-Ojalá pudiera, de verdad... pero no puedo.- Dijo con lástima- El pequeño Tobby...

-No lo digas, por favor- Dijo triste Violeta.

-Después te dormiste y bueno bajamos gracias a Nandis del árbol y, como desaparecieron los elfos, nos fuimos a la cueva más cercana a pasar la tarde y a dormir.-Dijo Jonás- Creo que deberíamos de dejar de llorar- Violeta iba a rechistar- y empezar a actuar por ellos. Debemos llevar a Elferion la justicia... por ellos.- Dijo limpiando la lágrima de Violeta- Nada de llorar jamás.

-¿Por ellos?- Dijo sonriendo

-Por ellos.

...

...

...

...

Llevaba muchas semanas caminando después de que Tobby y su familia murieran.

Violeta, Jonás y Nandis lo llevaban bien.

-¿Recordáis el olor de la Tierra, de vuestro planeta?- Preguntó Nandis curioso

Y Jonás y Violeta rieron

-Pues la verdad es que no, ¿cuánto tiempo llevamos en Elferion?'- Dijo Jonás

-Sobre 3 o 4 meses, yo, por lo menos, no llevo la cuenta. - Dijo Nandis encogiéndose

-Pues yo menos, lo único que sé es que tengo que derrotar a un rey para que este señor- Dijo mirando a Nandis- se corone y reine, simple, ¿no?

-Claramente, y solo sé que como no sea justo esta señora- Dijo mirando a Violeta- Me quemará vivo.

Jonás rió

-Pues yo solo sé que estoy para haceros compañía y para ser vuestro rayado.

Los tres rieron

-Es que tenemos el mejor grupo, tenemos una servidora que puede incinerar cualquier cosa o congelarla, tenemos a un luchador que puede crear la cena y a un sabelotodo que... Puede ser un pesado - Dijo riéndo Violeta

-En definitiva que los dos juntos somos una caca comparados contigo- Dijo Jonás riendo

-Por lo menos le hacemos compañía- dijo riéndo Nandis

-Eh, que yo no digo que no seáis valiosos, para mí sois lo único que tengo. Yo os valoro mucho, más de lo creeis.

-Bueno, a uno más que a otro- Dijo Nandis dándole un codazo a Jonás- Pero lo entiendo.

-No te pases que te recuerdo que Violeta sabe incinerarte con un pequeño chasquido o dejarte metido en un enorme cubo gélido- Dijo Jonás

-Eso, eso- Dijo Violeta amenazante.

-Jolín, no se puede hacer una broma- Dijo Nandis y sus dos amigos rieron.

...

Tiempo después entraron en el paso del sur vieron bastantes casitas tejados de colores rojos y también algunas de madera.

-Bienvenidos al paso del Sur.- Dijo Nandis- Es un lugar donde habitan todo tipo de especies, yalukamas- Dijo señalando a una familia bajita con capuchas- Gnomos- Dijo señalando a dos señores mayores bajitos con unos enormes mofletes y con bonitos vestidos- Elfos- Dijo señalando a una niña elfa de más o menos su edad- Ungluris- Dijo señalando a la niña que jugaba con la niña elfa- y humanos floreados- Dijo señalando a unos humanos vestidos con prendas fabricadas con plantas.- Todos aquí conviven sin rechistar y todos se llevan muy bien.- Dijo con orgullo.

-Increíble- Dijo Jonás.

-A lo mejor nos dejan un poco de hostelería, comida y ropa que hará meses que no nos la cambiamos, desde que fuimos con El Ury.- Violeta asintió.

Los niños avanzaron hasta una casa de elfos y antes de entrar Nandis aclaró:

-No es porque no quiera ir a una casa de los gnomos, ungluris, yalukamas ni humanos floreados, lo que pasa es que los gnomos y yalukamas no tienen ropa de nuestra talla, los humanos floreados visten con hojas y los ungluris... no les caigo bien- Dijo aclarando

-Anda peta y calla- Dijo sin paciencia Violeta

Y eso es lo que hizo.

Entonces apareció en la puerta una mujer elfa.

-Buenos días.- Después miró a Nandis- No se admiten odiadores de ungluris ni otras especies así que El verdín, buen día.

La señora cerró la puerta de un portazo.

-Mira, no solo te odian los ungluris, también los elfos- Dijo Jonás riéndo y Violeta se rió.

Nandis volvió a petar cabreado y, como no, la señora abrió cabreada

-¡¡Es usted un..!-Quiso empezar hablar la señora pero no le dejó Nandis y tomó la palabra

-"Hoy a nacido la niña del cielo violeta y el bosque, un día después de 120 años una niña de la profecía con control del hielo y el fuego, un sabelotodo y un luchador devolverán a Elferion la justicia y los ungluris vivirán en paz" Usted haga lo que quiera señora pero yo lucharé para que esa profecía se cumpla, si usted no quiere cooperar y ayudarnos es SU culpa, pedimos hospitalidad, no el corazón de un yalukama, ayúdenos.- Dijo desesperado Nandis.

La señora lo miró asombrada.

-¿Sois los de la profecía?- Dijo feliz y ellos asintieron- Mi casa es toda vuestra.- Dijo aún asombrada se abrió paso y dejó que pasaran los tres niños.

La casa de la mujer era grande y espaciosa, de ladrillo y muy bien cuidada. Tenía una cocina, un salón, unas 2 habitaciones, 2 baños y un balconcillo.

Entonces apareció el marido.

-Buenas, ya escuché la conversación, soy El Aer y mi mujer El Jei.- Violeta asintió.

-Yo soy Violeta, la niña de la profecía, controlo el fuego y el hielo y él es mi amigo Nandis El verdín, príncipe de los elfos que me ayudará a llevar la justicia y él es mi otro compañero Jonás, un humano bastante listo.

-Perfecto- Dijo el padre.- Supongo que estaréis cansados...- Dijo mirándolos- Tengo 2 habitaciones, una de cama matrimonial donde dormirá Violeta y otra habitación de dos literas donde dormían mis hijos que ahora están en el reino sirviendo al rey y dormirán tanto Jonás como Nandis- A los 3 les pareció bien- Nosotros dormiremos en el salón.- Eso no les gustó tanto.

-No es necesario yo dormiré en el salón- Dijo Violeta

-Es necesario- Saltó El Jei, la mujer, y los miró, toda la ropa sucia usada de más sus caras un poco manchadas y llenas de cansancio- Tomar ropa, aun es de día y verano asique si quereis cuando os cambieis salir podéis salir fuera.

A Violeta se le salió una lágrima sin querer

-¿Ocurre algo?- Dijo con temor El Aer, el marido.

-Me recuerda usted- Dijo mirando a la señora El Jei- A mi madre.

-¿Está ella bien?- dijo con infinito cariño

Violeta vaciló pero al final respondió

-Eso espero.

...

...

...

...

-Yo digo que no aguantas más de 20 seg.- Dijo emocionado Nandis. Estaban en un parque de el paso del Sur solos en unos columpios y Violetas estaba colgada boca abajo de la barandilla de los columpios sujetada por las piernas ahora llevaba unos pantalones vaqueros, una camisa y unos tenis.

Los chicos llevaban lo mismo pero con un jersey también.

-Yo digo que no aguantas más de 30 seg.- Dijo Jonás emocionado y con intriga.

-Pues zoquetes, perdisteis los dos, aguanto exactamente 14 min. y 28 seg.- Dijo bajándose del columpio.- Bueno esto sirve para columpiarse.- Dijo Violeta y se sentó en el columpio y se balanceó.

-Ahora parecemos niños normales- Dijo Nandis con gracia

-Mira, fue a hablar el que tiene orejas en pico- Dijo con gracia Jonás y Violeta rió.

-Jonás, ¿recuerdas?, en el único sitio que había un columpio era en el patio del cole.- Dijo Violeta

-Con 4.000 chicles pegados y si te balanceabas más de 2 min. se rompía.- Dijo recordando Jonás.

-Bueno, Brais una vez lo rompió...- Dijo recordando Violeta al enorme y gordo Brais.

-No lo recuerdo, bueno, yo casi no salía al patio, me quedaba en clases estudiando

-Estudiando lo qué, ¿cómo ser un rayado?- Dijo Violeta

-Pues muy bien estudiaste porque eres el mejor rayado del mundo- Dijo riéndo Nandis

-Anda calla elfo que tú eres un guerrero que no puede ni vencer a Violeta- Dijo defendiéndose Jonás.

-Es que Violeta... Es Violeta- Dijo y ambos rieron por su comentario.

-Soy la más fuerte de aquí y solo hay algo que me puede matar- Dijo Violeta

-¿Y es?- Dijo Nandis intrigado

-Que Jonás me raye todo el día con sus físicas y matemáticas- Dijo riéndo y Nandis se partió de risa

-Si es que sois de lo que no hay...

...

Violeta estaba tiesa en la cama.

Tiesa como un palo.

Una cama demasiado grande para alguien tan pequeña como ella opinaba.

Una niña de simplemente 12 años que parecía exactamente de 15 maduramente.

Violeta no se daba dormido y se aburría.

"Pues qué bien" pensó.

...

En otra habitación de la casa sobre las 22:10 un humano pensaba y le buscaba el sentido al mundo donde habitaba.

-Jonás, no sabes cuanto le gustas.

Jonás miró sin entender nada a Nandis

-¿¡Qué!?- Dijo sin entender

-Sé que me has escuchado pero al bebé se lo repito, "Jonás, no sabes cuanto le gustas."- Dijo Nandis

-¿¡A quién!?

-¿¡A quién va a ser!?, ¡al escobero!- Dijo Nandis burlándose

-Oh, a Violeta

- "Oh, a Violeta"- Dijo imitándolo- ¡¡Claro!!

-Vale, 1º eso no es cierto y 2º lo más importante ¡¡a qué viene eso!!- Dijo Jonás sin entender.

-Tú te aburrías y yo también- Dijo tranquilo encogiendo los hombros- Y es cierto.

-No es verdad

-Es verdad

-No es verdad

-Es verdad

-Vale, sé que nos vamos a pasar toda la noche así...- Dijo Jonás cansado.

-Claramente- Dijo Nandis tranquilo encogiendo los hombros- Pero es cierto, he leído su mente.

-Eres un rayado

-No tanto como tú- Dijo Nandis riéndo.

-No lo entiendo, a qué viene esa puñalada por la espalda de "Jonás, no sabes cuanto le gustas" teóricamente estábamos durmiendo y ¿por qué sacas este tema?

-Yo te informo de lo que leo en su mente y, sí "teóricamente" asique nada.- Dijo Nandis encogiendo los hombros.

- Pero, ¿en serio tenemos que hablar ahora de esto exactamente?-Dijo Jonás- ¿Es decir qué quieres que haga con ella o con lo que me digas?-Dijo sin entender

-Besarla- Dijo Nandis al instante

-Mira que eres pesado, ¡qué tengo 12 años, no tengo 18 años!- Dijo Jonás.

-Pero aquel día que te desangraste también tenías 12.- Dijo culpándolo Nandis

-Eso fué ella- Dijo quitándose la culpa- A mí me pilló desprevenido como entenderás

-Pero bien que te gustó- Dijo encarnando una ceja

-Mira que eres pesado...

-Y cuando ibas a besarla el día de oráculo empezaste tú.- Dijo emocionado Nandis sabiendo que estaba ganando ese estúpido debate entre ellos.

-Pero eso no cuenta

-Todo cuenta querido amigo- Dijo Nandis.

-Púdrete.- Dijo tirándose contra la almohada.

-Pero no te preocupes, la siguiente vez estaré yo presente- Dijo Nandis maligno

Entonces se escucharon 3 toques

-PON, PON, PON

Nandis y Jonás fingieron dormirse cuando Violeta con una manta y una almohada entró.

Nandis se elevó

-Hablando del rei de Roma por el balcón se asoma.

Violeta no entendió.

-No puedo dormir, ¿puedo quedarme en el suelo con vosotros?-Dijo Violeta

-Claro -Dijo Jonás.

-O puedes dormir con Jonás...- Dijo Nandis

Violeta le pegó con la almohada de la mano y Nandis emitió un pequeño pero notable sonido.

-Auch.- Dijo dolorido.

-Debería haberlo hecho antes, ¿cómo no se me habría ocurrido?- Preguntó riendo Jonás.

Jonás y Violeta rieron.

Los 2 ayudaron a Violeta a colocar las sábanas y la almohada.

-¿De qué hablabais antes de qué yo entrara?-Preguntó Violeta.

-Nad-Dijo Jonás rápido pero Nandis se le adelantó

-De vuestra relación- Dijo Nandis sonriendo y Jonás le lanzó una mirada de odio a Nandis- ¿Sois novios o no?

Violeta se levantó harta.

-¿Otra vez en serio?- Dijo- Para eso me voy- Dijo abriendo la puerta y Jonás le cogió del brazo

-No te vayas, es idiota el niño, qué se le va a hacer- Dijo Jonás un poco suplicando y Violeta sonrió y se sentó.

-Eh, sin palabrotas.- Dijo Nandis.

-Por cierto y tu relación con la campesina, ¿ya sois novios?- Dijo Violeta sonriendo

-Eso, eso, ¿os habéis besado?, en el siguiente queremos estar presentes- Dijo Jonás siguiéndole la corriente a Violeta.

-Eh, eh, esto no estaba previsto así- Dijo Nandis- 2 contra 1 es abuso, no es apto para una pelea.

-Tu responde Nandis El verdín- Dijo malicioso Jonás

-Eso, eso- Dijo Violeta y Nandis lanzó un grito desesperado

-¡Jolín!

...

...

...

...

Serían las 6:30 y quedaba media hora para que se despertaran para salir de camino al reino de los elfos cuando algo los despertó rápidamente era... como un terremoto.

-Pro..¡PON! Pro...¡PON!

Violeta, Nandis y Jonás se despertaron rápidamente como los dueños de la casa.

Violeta se puso los zapatos y se colocó la camisa, que estaba retorcida de dormir.

Siempre dormían con la ropa que iban a llevar el siguiente día para que si hubiera necesidad de escapar no se tuvieran que cambiar.

-¡Qué ha sido eso!- Dijo Nandis

-Un movimiento sísmico de las placas tectónicas- Dijo Jonás y vió que ninguno entendía- ¡Leñe!, ¡un terremoto!

Violeta, Nandis y Jonás ya calzados corrieron al salón

-¡Señora El Jei, señor El Aer!, ¡un terremoto!- Dijo Violeta gritando

-No es un terremoto, es una orda de elfos del rey, vienen a por vosotros, ¡están rodeando la casa!- Dijo el padre.

La madre abrió una caja y sacó tres cosas viscosas que tenían un botón rojo.

-Son teletransportadores de un uso al desierto, ponerlos en la piel y clicais el botón rojo y en 30 seg. estaréis en el desierto. Solo lo podéis hacer de uno en uno- Dijo tendiéndoselos.

Nandis con mucho miedo fue el primero, se lo colocó y pulsó el botón rojo y 30 seg. después desapareció.

Después Jonás examinó el suyo. Estaba roto.

-Va Violeta, te toca- Dijo alto Jonás mientras la mujer y el hombre se refugiaban.- Adelante

-No, tú primero- Dijo Violeta mientras se escuchaba una embestida en la puerta.

-No, vete tú primera- Dijo rápidamente Jonás

-Jonás, ¿ocurre algo?- Dijo Violeta entendiendo- Déjame ver el teletransportador.

Jonás le pasó el teletransportador suyo, Violeta lo examinó, estaba roto y ahogó un grito.

-Está roto... ¡Tú tienes que venir conmigo!- Dijo entendiendo lo que ocurría Violeta

-No, tienes que ir tú sola, Nandis te cui...

-No, ¡tienes que venir!- Dijo Violeta gritando escuchando la segunda embestida.

-1 para 2... Lo siento Violeta, solo 1 puede ir en él- Dijo Jonás

-¡Pues vete tú!, ¡yo me quedaré aquí!- Dijo llorando Violeta, por nada del mundo quería perderlo.

-No Violeta, tienes una misión que realizar, yo...- Dijo encogiendo los hombros- Solo soy un compañero, tú eres lo importante de este viaje, no yo.

-¡Pues me quedaré aquí contigo!. ¡te necesito Jonás!- Dijo Violeta.

-No puedes hacer que la vida de millones de especies se vaya al garete por estar 1 minuto más conmigo. Piensa el Tobby, el pequeño Tobby... que su muerte no sea en vano- Dijo Jonás.

-Tú lo harías, ¿tú te quedarías conmigo?- Dijo Violeta y Jonás asintió- Y, ¿¡por qué yo no me puedo quedar contigo!?- gritó llorando Violeta a pleno pulmón.

-Porque yo no soy ni un tercio igual de importante que tú.- Dijo con cariño y se escuchó una enorme embestida-Tranquila, dame las manos, mira a mis ojos- Y eso hizo, mirar a los ojos marrones preciosos de Jonás- Inspira..., expira...- Violeta hizo eso tranquilamente- Si quieres quédate conmigo- Dijo Jonás tranquilo.

Y se escuchó otra embestida

-Gracias, ¡gracias!- Dijo sin aún creérselo- Te quiero, ¡gracias! - Dijo muy muy feliz.

A Jonás también le salió una lágrima y Violeta no entendió

-Yo también te quiero y...- Se escuchó una embestida, una más y la puerta caería abajo y se escuchó un clic como si se presionara un botón- por eso espero que algún día me perdones.-Jonás giró la mano de Violeta y Violeta ahogó un grito.

Jonás había puesto el teletransportador en la mano de Violeta y le había clicado.

Violeta se lo intentó quitar pero no le dejó el teletransportador.

-No quiero irme- Dijo Violeta llorando, no quería abandonarlo

-Yo tampoco quiero que te vayas.

-Entonces, ¿por qué lo has hecho?-Preguntó Violeta atónita sin apenas entender.

Entonces Jonás, el chico normal que había penetrado completamente su corazón y que realmente haría cualquiera cosa por ella, no supo apenas que tenía ni debía de responder antes de que se fuera por lo que finalmente y con la felicidad de saber que estaría bien encogió los hombros.

-Porque te quiero.

...

...

...

...

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