Capítulo 8: Ungluris
Cuando Nandis abrió los ojos ya era de día, el sol lo cegó y le inundó de energía positiva.
El elfo no recordaba mucho de la noche anterior, todo había sido tan extraño...
Recordaba el oráculo sumergido en llamas, llamas que quemaban todo, absolutamente todo sin ningún remordimiento.
Recordaba la pelea con Violeta y que había salido perdiendo. "¿¡Qué tipo de rey seré si me gana una niña!?" pensó muy enfadado consigo mismo.
Se levantó vagamente sin muchas ansias de continuar el camino a la tierra de los elfos pero sus deseos no se hicieron realidad, claramente.
A un lado de la cueva estaban sentados con los brazos y las piernas cruzadas mirándolo Jonás y Violeta.
Él retrocedió un poco porque tenía un miedo intenso hacia Violeta que lo miraba atentamente y maliciosamente.
-Hola compañeros- Dijo mientras la voz le temblaba como si hiciera un vibrato.- ¿qué tal la noche?- Preguntó retrocediendo un poco más
-Jajajja- Se partían la risa Violeta y Jonás.
Nandis no entendía absolutamente nada.
-Parece que te has cagado encima al vernos, tranquilo, estamos en paz mientras nos nos intentas matar otra vez- Dijo Violeta riendo- Anda te ayudo- Le tendió la mano y lo ayudó a levantarse.
-No podemos salir Nandis, hay como 1 metro y medio de nieve.- Dijo Jonás.- Es, como ya habrás supuesto, diciembre y nada, no podremos llegar muy lejos así.
Nandis se llevó la mano a la cabeza
-¿Qué hora es?
Y empezó a hablar Jonás
-No comprendemos muy bien el funcionamiento de ...
-Las 14:00 terrestres- Dijo Violeta mirando con una sonrisa a Jonás- Siempre con tu rollo.
-Qué se le va a hacer, soy así- Dijo encogiéndose de hombros Jonás- Llevas durmiendo desde las 3:00 de la madrugada.- Dijo mirando a Nandis.
-¿No estás enfadada?-Dijo Nandis extrañado mirando a Violeta dudando como aún no lo había matado
-La vida me parece demasiado corta para pasársela toda registrando errores ajenos y guardar rencor a toda la gente que ejecuta esos errores.-Dijo Violeta
-Ya entiendo por qué os ataqué..., ¿recordáis la lección 2 de supervivencia?
Los 2 miraron a Violeta
-A mí no me miréis- Dijo sacándose la culpa y Jonás bufó
-¿¡Siempre tengo que ser yo el que conteste!?- Dijo Jonás y no hubo respuesta- "lección 2 de supervivencia: Jamás despiertes a un elfo cuando está durmiendo de madrugada pues puede haber consecuencias nefastas"
-Y, señoras y señores aquí tenemos la razón por la que tenemos a Jonás en el grupo- Dijo Violeta riéndo
-Una pregunta tengo, ¿qué lanzó Violeta contra mí?- Dijo Nandis con curiosidad.
-Una especie de pájaro alado con fuego sustraído de parte de la energía que reina en mi vitalidad y el otro era el mismo pájaro pero con un fragmento de hielo- Dijo Violeta
-No entiendo nada- Dijo Nandis confuso
-Bienvenido a mi mundo- Dijo Jonás riendo
-Un pájaro de fuego que te hizo quemaduras y un pájaro de hielo que te las sanó ocasionando que solo te desmayaras
-Ahora entiendo un 80%- Dijo Nandis aún confuso
-Resumen para el bebé El verdín, "pájaro de fuego mágico y pájaro de hielo mágico igual a... desmayo"- Dijo Violeta con sarcasmo burlándose de Nandis.
-Ahh, haber empezado por ahí- Dijo con sarcasmo Nandis
-Pues adiós de mi mundo que yo sigo sin entenderlo- Dijo Jonás
Los tres se rieron.
-Estuvimos pensando en unas preguntas sobre Elferion que nos ocurrieron y no entendemos
-Pregunten pues- Dijo creyéndose un rey
-¿Qué son los Ungluris?
-Ya os lo dije "no se puede explicar exactamente qué son ellos."
Tanto a Violeta como a Jonás le valió la respuesta
-¿Cómo funciona el tiempo?
-Como la Tierra solo que unas horas adelantado
-Y la pregunta más importante, ¿dinos, cómo diferenciamos a un ungluri de distintas especies?
-Los ungluris son exactamente iguales que los elfos pero con un poder maligno en su interior que los hace transformarse en bestias, simplemente no podéis diferenciarlos.
-¡Vaya ayuda!- Dijo Jonás.
-Por ahora ya está.- Dijo Violeta
-¿Solo eso?- Preguntó extrañado Nandis
-Por ahora sí- Dijo Jonás.
Entonces Nandis vaciló por un momento y encontró algo de lo que recordaba de ayer que no entendía.
-Por cierto tengo una pregunta para vosotros de ayer, algo que no logro entender- Dijo Nandis
-Dinos, ¿qué ocurre?-Preguntó Violeta
-No entiendo, ¿qué hacías despiertos a las 3:00 de la madrugada?- Preguntó sin entender mucho Nandis y a Violeta y a Jonás les pilló desprevenidos y cuando pudieron reaccionar empezaron "Yarula, adelante" en su cabeza pero llegaron tarde- Soy más rápido que vosotros- Dijo riéndo y ellos se pusieron nivel 10 rojos, sobretodo Violeta que como era pálida se le notaba más- Tranquilos que se os va a explotar la cabeza del rojo- Pero en vez de mejorarlo se pusieron más rojos- Lo siento mucho que no pudiera ser- Y aún se pusieron más rojos- La siguiente vez me avisais, ¿verdad?- Nandis se estaba partiendo el culo y Violeta y Jonás sabían que como se pusieran un poco más rojos iban a estallar.- Me voy a pasar la tarde así a ver quién explota de rojez primero.- Dijo riéndose y claramente se pusieron más rojos- Mi apuesta está en Violeta, ¡va amorcitos vosotros podéis!
...
...
...
...
La tarde había sido muy divertida, bueno divertida solo para Nandis, para los otros no mucho. Al final nadie había explotado de rojez pero Violeta estuvo a poco de hacerlo.
Estaban acabando de cenar el cerdo con patatas creado por Nandis y Violeta.
-Estaba todo muy bueno- Dijo Violeta un poco enfadada con el elfo Nandis.
-Sí- Dijo Jonás bastante más enfadado con Nandis que Violeta con él. "Estúpido elfo" pensó
-Eh, palabrotas no- Dijo Nandis y Violeta no entendió nada- Por cierto parejita si por la noche os queréis dar un besito me avisais.- Dijo levantándose pero tanto Violeta como Jonás se fueron a una punta distinta de la cueva.- Claro, a ver cuanto aguantais- Dijo Nandis riéndose mucho.
Violeta muy enfadada apagó con un chasquido el fuego.
...
Una hora hora después, serían las 23:00 y en una cueva había un elfo, un humano y una elférica, solo uno de ellos durmiendo a pata suelta, el elfo.
La elférica y el humano no daban dormido.
"Maldito elfo va a tener razón" se dijo Violeta "solo me acercaré un poco" dijo desplazándose hacia la derecha.
"Estúpido elfo, mira lo que consiguió" se dijo Jonás "Solo me acercaré un poquito" y se desplazó a la izquierda
"solo me acercaré un poco" Se dijo Violeta
"solo me acercaré un poco" Se dijo Jonás
Hasta que de repente se tocaron y un miedo les inundó
-¿¡Quién eres!?- Dijo con un susurro alto Violeta
-Jonás.- Dijo tranquilo escuchando la voz de Violeta
-Ah, uf-Dijo tranquila y se apoyó en el hombro de Jonás- Solo 5 minutos, por favor-suplicó.
-Por mí como si son 10 minutos- Dijo Jonás
-Va a tener razón el elfo- Dijo Violeta
-Si, se vé.- Dijo riendo apoyando la cabeza en su cabeza que estaba encima de su hombro.- Pero me dá igual
-Y a mí.
Al otro lado de la cueva había un elfo travieso fingiendo dormir pero viendo todo que después del comentario de sus amigos sonrió.
...
...
...
...
Cuando al día siguiente Violeta despertó los rayos de luz la inundaron y, se dió cuenta. de que estaba en hombro de Jonás, se retiró levemente y balanceó a Jonás y le habló al oído.
-Vete para la derecha y yo para la izquierda.
Jonás obedeció sin rechistar y después Violeta habló mientras Jonás fingía dormir:
-Chicos levantaos- Dijo Violeta actuando
El elfo no se inmutó pero habló
-No te preocupes Violeta, no te molestes, escuché todo a la noche- Dijo riéndo el elfo- Mirar quién tenía razón, pero no os preocupeis no os molestaré
-Más te vale- Dijo Violeta- Si no te espera un desmayo por dos pájaros, uno de fuego y otro de hielo.
...
...
...
...
Varios días después una elférica, un elfo y un humano andaban buscando refugio a las 23:00, no habían encontrado ninguna cueva ya que llovía a cántaros y era día de invierno.
Los chicos estaban cubiertos por el paraguas de hielo de Violeta que era enorme.
-¡Chicos!-Gritó Jonás- Tengo una hipótesis: resulta que Violeta hablaba con una voz muchas veces cuando necesitaba mucha energía, cerraba los ojos y escuchaba al demonio pero... y si ese demonio no fuera un demonio. Me refiero, el demonio quería que Violeta muriera y, ¿por qué?, porque, como apunta mi hipótesis, de Elferion hay una persona que más que nadie desea verla muerta, el rey de los ungluris, ¿no?, pensarlo así no se cumpliría la profecía y los ungluris podrían seguir matando-Dijo Jonás entusiasmado
-Es verdad...- Dijo Violeta asombrada- Más razones por las que pienso matar a ese rey y a los ungluris
-Felicidades Jonás, no lo había pensado- Dijo con la boca abierta Nandis.
-¿Cómo era que era?, "un estorbo" así me llamaste, pues sirvo para algo-Dijo Jonás
-Vale pero tenemos que encontrar una cueva antes de que empiece la madrugada- Dijo Nandis
Jonás asintió y siguieron buscando.
Unos 10 minutos después encontraron una cueva
-Gracias a Dios, ¡una cueva!-Gritó Nandis
Entraron en la cueva, era pequeñísima y circular. Violeta encendió y vieron donde de verdad se habían metido, en la cueva de los espejos, una cueva maldita.
Violeta miró al cristal que estaba en una pared frente a ella y Nandis a el de la izquierda y Jonás al de la derecha.
Los cristales eran...eran tan bellos...
-No, no miréis a los cristales, estamos en la maldita cueva de los espejos- Dijo Nandis pero de repente le entraron ganas de verlos- Bueno mirarlos solo 5 min.
Nandis se miró en el cristal, estaba lógicamente él.
Hacía tiempo que no se miraba al espejo.
Entonces en el espejo se veía como una sombra negra que lo rodeaba y le hablaba.
-¿Estás contento de tu ser?- Preguntó la sombra.
-Sí, claro supongo- Dijo Nandis encogiéndose.
-¡Como puedes estar contento sabiendo que la abandonaste!, ¡¡murió por tu culpa!!
-¿¡Quién!?- Preguntó sin entender
Entonces la sombra atravesó el espejo y antes dijo:
-Ahora la vas a ver.
En el espejo ya no se veía él, se veía la campesina que tanto quería Nandis.
-Nandis dime, ¿por qué me abandonaste?- Dijo con tristeza la campesina.
-Yo no te abandoné, estoy aquí.- Dijo Nandis tocando el cristal con tristeza.
-Sabes que eso no es cier... ¡AH!- Un ser con una capucha, un yalukama, la había cogido y tenía la navaja en su cuello.- Nandis, ayuda, ¡Nandis!
Nandis golpeaba el cristal, hacía embestidas y nada por lo que el ladrón se alejaba con la chica
-¡¡Iré a por tí!!- Gritaba Nandis- ¡¡Suéltala!!
Todo el espejo se cubrió de negro menos una cosa que aparecía tirada sobre el negro suelo, la cabeza de la campesina
-¡¡No!!, ¡¡NO!!-Gritó Nandis pero el espejo volvió a reflejarse y la sombra pasó por detrás otra vez.
-Dime Nandis...¿Estás contento de tu ser?- Dijo la sombra y Nandis cerró los ojos y se acurrucó al lado del espejo.
...
En ese mismo instante cerca del elfo una elférica observaba el espejo misterioso.
Se veía a ella.
Cuando por detrás apareció la sombra
-¿Estás contenta de tu ser?- Preguntó la maligna sombra
-Sí, bastante.-Dijo bastante contenta de su vida Violeta, mucha gente diría que era horrible pero no se sentía así Violeta.
-¿En serio?, ahora verás si es verdad esa frase o no - Y la sombra se metió inmediatamente en el espejo.
Violeta se acercó al espejo a observar, se veía a ella con 10 años en el bosque con los ojos violetas-grises y con una navaja en su cuello puesta por un mal señor.
Detrás de la multitud de niños y de adultos se veía una celda de hierbas gordas con enormes gritos.
Violeta, la del espejo, gritaba y todo el bosque podrecía, todo estaba frío, sin apenas sentido. El atacador se fué para atrás al verle los ojos grises.
La Violeta que observaba el espejo, recordaba ese momento
La Violeta de 10 años observaba a su padre muerto. La escena se hacía negra y se veía a su padre que hablaba con la Violeta real.
Estaban frente a frente separados por un cristal, irónico, ¿no?
-Papá...- Musitó
-Ni papá ni leches, has olvidado la verdad, eres una maldita asesina Violeta, me mataste a mí, a tu padre y, ¿ya lo has olvidado?, ¿lo has hecho a posta?, olvidarme.
-No, de verdad que no, solo es que...- Dijo llorando
-Es que nada, mira, aquí viene tu madre que también está muerta por tú culpa.
Entonces apareció la madre.
-Hola, asesina- Le soltó
-¡Yo no os maté!- Gritó Violeta
-Déjalo, no queremos discutir con una asesina.- Dijo la madre aburrida y se fueron.
Violeta triste volvió a verse en el reflejo y la sombra apareció.
-¿Estás contenta de tu ser?- Preguntó la maligna sombra otra vez a Violeta
-¡Déjame en paz!- Gritó Violeta y se desplazó por el cristal cayendo al suelo.
La sombra sonrió, si vencía a Jonás podría comerse a los 3
...
Jonás miró alucinado el cristal y una sombra apareció por detrás
-¿Estás contento de tu ser?- Preguntó la maligna sombra
Y a Jonás su lógica le ayudó
-A ver, ¿cómo se supone que...estoy hablando con una sombra?, será mi imaginación.
-No, yo estoy aquí- Dijo la sombra
Entonces el chico se dió la vuelta
-Lo sabía, mi imaginación- Y cuando volvió a darse la vuelta observó la sombra.- A ver piensa Jonás, esto será ¿cuarzo?, no es más verdoso debe de ser esmeralda...
-¿Estás contento de tu ser?- Preguntó la maligna sombra
-¡No tengo ni idea de qué será!- Decía Jonás desesperado
-¡Es que no escuchas idiota!- Gritó la sombra
-Ya sé lo que es-Y se dió la vuelta- Chicos ya sé que es este... ¿chicos?- Jonás vió a sus compañeros tirados en el suelo llorando fuertemente.- ¿Qué ocurre?- Dijo acercándose a Violeta.
Violeta estaba resguardada bajo sus piernas, abrió la cara y de repente vió Jonás sus ojos grises y ahogó un enorme grito
- ¿Quién te ha puesto los ojos grises?, ¿por qué lloras Violeta?, ¿Quién lo ha hecho?
-Mi pasado, me lo enseñó la sombra.-Dijo llorando Violeta encogida y con los ojos grises-negros.
Entonces Jonás se dió la vuelta y se fué hacia el espejo
-Sombra, ¿qué le has hecho a mis amigos?- Dijo gritando un poquito hacia la sombra.
-Enseñarle lo que son de verdad, unos asesinos - Dijo con asco-¿Estás contento de tu ser?- Preguntó otra vez
-¿¡Quieres dejar de repetir eso!?, no eres real, no lo eres, si no pellizcame.- Dijo Jonás enfadado
La sombra se quedó atónita.
-Comprendo, eres real, pero no me puedes pellizcar, como ellos te han respondido tú les ha hecho ver cosas malignas. Pues yo no te voy a responder, buenas noches.
La sombra no se inmutó, no sabía que decir.
Entonces Jonás descalzó a Violeta y cogió sus calcetines
-¿Qué haces Jonás?- Dijo limpiándose las lágrimas
-Cuando te encuentres un poco mejor me avisas y te lo cuento, por ahora confía en mí.- Jonás ató los largos calcetines y los puso a modo de venda en la cara de Violeta porque sabía que a la mañana se despertaría seguramente antes que él y entonces hablaría con la sombra.- Ahora duérmete, por favor, cuando estés bien me llamas. Por nada del mundo te quites la venda- Entonces Violeta asintió rápidamente, se sentó contra el cristal y apoyó la cabeza para dormir, llorar y pensar.
Jonás se encaminó hacia Nandis rápidamente y quitó sus zapatos y sus calcetines, los ató y se los puso en modo de cinta.
-Jonás...-Balbuceó- Sálvala...- Dijo más claro, él se encontraba en peor estado que Violeta.
-Tranquilo, no te quites la venda, ¿vale?, y si necesitas hablar grita mi nombre o el de Violeta
Tardó unos 10 seg. pero asintió.
Jonás se sacó los calcetines por si acaso, podía ser que a la noche no se diera tanta cuenta y hablara con la sombra.
Se sentó con Violeta y se durmió
...
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En un lugar más cercano que antes pero igualmente lejano
-Están en la cueva de los espejos y el maldito niño los ha salvado- Gritó la voz del demonio.
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-Jonás- Dijo zarandeandolo para los lados- Jonás, ¿eres tú?- Decía Violeta
Jonás despertó y se le hizo raro ver todo negro pero entendió el por qué ocurría eso.
-Claro, soy yo.
-Me dijiste que cuando me calmara me lo explicarías, ahora explícame, ¿por qué tengo mis calcetines empapados en mis ojos?- Dijo bastante desconcertada.
-Recuerdas a la sombra, ¿no?, nos hace ver cosas terribles y hasta la mañana tenemos que tener estas vendas para no tener tentación- Dijo Jonás- Yo estuve buscando su lógica como siempre y resulta que me ayudó.- Dijo y Violeta rió
-Por fin te va a servir para algo la cabecita- Dijo riendo Violeta pero hablando con un susurro.
-En cambio tu caiste en su trampa, le respondiste a su pregunta y me pregunto, ¿qué viste?- Dijo Jonás
-El día que destruí la vida de mis padres y el bosque y después me hablaban mis padres muertos y... Sé que es una locura pero se proyectaban en el espejo, es una enorme locura y me sentía fatal-Dijo Violeta
-No te preocupes, ya estoy acostumbrado, estoy en un mundo mágico con un elfo y una humana-elférica que controla el fuego, el hielo, las plantas, la fauna... El mundo no respeta ninguna de las leyes de la astrología ni de la física..., estoy acostumbrado.- Dijo riendo.
-¿Y Nandis?-Preguntó Violeta.
-A tu derecha.
-Despertémosle- Dijo Violeta
-No, no, "lección 2 de supervivencia: Jamás despiertes a un elfo cuando está durmiendo de madrugada pues puede haber consecuencias nefastas", son las 4:30 más o menos de la madrugada.- Dijo Jonás un poco cansado
-¡Es verdad!, ah, lo siento por despertarte tan pronto- Dijo Violeta sintiéndose un poco mal.
-No pasa nada.
...
...
...
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Cuando Nandis despertó fue horrible.
Nandis estaba teniendo una pesadilla que le perseguían arañas mutantes y él las intentaba quemar pero no podía... ect entonces le ocurrió como con los ciegos cuando despiertan, todo era negro y parecía una pesadilla.
-No te quites la venda- Dijo Violeta- Tú solo escucha a Jonás y después te la quitas.
-A la derecha todos tenemos los zapatos, cogerlos levantaros y tocar las paredes andando hacia el sentido de las agujas de reloj y cuando veais un saliente salir e iros a la derecha y por fin os quitais la venda.
Los tres obedecieron y después se quitaron las vendas.
-Nandis, ¿qué cueva era esa?
-Estábamos en la cueva de los espejos- Dijo Nandis- Pensaba que era solo una leyenda... Cuenta la leyenda que una niña murió en una cueva rodeada de tres espejos mágicos, la más peligrosa de Elferion. La niña se convirtió en una sombra y si tumba a todos los visitantes de las cueva se come su energía vital y mueren y ella podrá vivir- Dijo Nandis muy nervioso.
-Entonces, ¿Jonás nos ha salvado?- Preguntó Violeta y Nandis asintió preocupado- Gracias.
-Para eso estoy, vosotros me salvais con vuestros poderes de morir de hambre y yo... Os salvo con mi lógica.
Y los 3 prosiguieron su largo camino
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Habían pasado ya semanas desde aquel "incidente" y ahora un elfo, una soñadora y un logístico iban caminando cuando se encontraron un campamento, un campamento no muy normal. Se escondieron detrás de los setos mientras observaban a los elfos.
-¿Un campamento dices?- Preguntó Violeta.
-Sí, es lo que creo que es- Dijo Jonás
En el campamento había una mujer elfa de orejas puntiagudas, un hombre elfo de más o menos su edad y un anciano muy mayor. El campamento tenía 2 tiendas de campaña, una amarilla y otra azul. La mujer estaba haciendo fuego con unos palos.
-No recordaba que fuera tan difícil, cuando era pequeña y salía contigo- Dijo mirando al anciano- Era más fácil.
-Ya porque cuando no mirabas ponía en mechero para que no te murieras de tristeza- Dijo el anciano riendo
-¿En serio?- Dijo la hija y el anciano asintió.
-Pobre oráculo, ¿quién lo destruiría?- Dijo el anciano
-Puede que la niña de la profecía.- Dijo el marido de la mujer
-La profecía, ¡qué poco saben los elféricos de ella!- Dijo el anciano.
Y Nandis se estremeció como si les hubiera leído la mente y hubiera visto algo malísimo, que era exactamente lo que había pasado en ese momento.
-Vayámonos- Dijo en bajo y muy pálido- Son ungluris.
Violeta negó con la cabeza quería saber que ocurría con la profecía y por qué ella sabía tan poco.
Jonás tomó su mano y apretó 3 veces diciendo "Vayámonos ya" y ella apretó 2 veces diciendo "No" y él 1 "Sí" y así unas 2 veces más cuando Jonás apretó 2 veces diciendo "No, me quedaré contigo". Violeta sonrió y se levantó del arbusto con Jonás y Nandis estaba solo en el arbusto sin hacer nada
-¡Qué hacéis!, ¡os matarán!, ¡¡volver aquí!!- Dijo gritando con un susurro bastante preocupado
Ellos no le hicieron caso y entraron en el campamento. Los ungluris se quedaron petrificados.
-¿Qué saben de la profecía?- Dijo sin rodeos Violeta y generó un asiento con un tronco donde se sentaron Jonás y ella.
-Antes, ¿quién eres?- Preguntó el anciano
-No te lo puedo decir porque no sé lo que soy. Soy Violeta, una humana, no leo la mente, controlo la fauna, los vegetales, el hielo y el fuego y según lo que me han dicho todas las personas que me encontrado en Elferion soy una elférica.- Dijo seria y el anciano asintió.
-¿Y tú?- Le preguntó a Jonás.
-Soy un humano, me llamo Jonás y soy el que le dá a la cabeza del grupo simplemente.
-Perfecto, la niña de la profecía, el sabelotodo, ¿y el luchador?- Preguntó el anciano y Nandis salió del arbusto- Bueno luchador tampoco, mejor gallina que se esconde de un ungluri y que nunca expresó su opinión acerca de nosotros
-Mi opinión es que sois unos asesinos que matasteis a mi madre y a diferentes personas.- Dijo Nandis.
-Claro, claro, desde muy pequeño has tenido una visión que ningún elfo ha tenido. No te parecemos malos, en parte no entiendes por qué nos culpan. Eres un príncipe guerrero y tu opinión no importa nada pero sabes que todo lo que te han impartido es mentira. Sabes que tu madre no murió por un ungluri, lo que pasó es que desapareció príncipe El verdín.-Dijo el anciano.-¿Es verdad?, o... ¿me equivoco? y que sepas que no me suelo equivocar.
-Es verdad, ungluri.- Dijo Nandis
-Llámame El ira- Dijo el ungluri anciano.- Esta es mi hija El Kae, este su marido El Fu y... ¿Dónde está el pequeño Tobby?- Dijo El ira más bien preocupado.
Entonces un elfo muy pequeño apareció.
-Hola Tobby saluda- Dijo su abuelo El ira.
-Hola soy Tobby y tengo 50 años soy un ungluri, ¿así abuelo?- Dijo impaciente
-Sí, muy bien, mira, esta es Violeta, este es Jonás y este es el príncipe Nandis.- Dijo el abuelo de felicidad- Violeta estoy leyendo tu mente y veo una pregunta asi que te la contestaré, los elféricos nacemos con un nombre y un apellido, el apellido siempre lleva El más otro nombre y cuando nos hacemos mayores solo nos hablamos por el apellido, ya ves.- Dijo El ira respondiendo.
-El ira, ¿qué es un ungluri? y, ¿qué sabes de la profecía?- Preguntó Violeta.
-Un ungluri... ahora no lo debes de saber, cada cosa a su tiempo Violeta y este no es el tiempo y la otra pregunta es una historia que no se la he contado a nadie pero, a la niña de la profecía, debo de contarla- Dijo encogiéndose.- La historia breve comienza hace 120 años, 12 humanos. Una nigromante, una pitonisa y un ayudante de pitonisa en el oráculo. El ayudante de la pitonisa hacía tiempo que estaba viudo y aún era joven con una hija- Dijo mirando a El Kae, su hija- Siempre había destacado con poderes mentales y quería aprender el futuro y me fuí para el oráculo. Ya llevaba unos 3 meses allí y la pitonisa y yo nos habíamos hecho muy amigos, en cambio con la nigromante no era lo mismo, siempre solitaria, maligna... la nigromante era única, nadie lo dudaba. Entonces una noche de color del cielo violeta ocurrió algo impresionante, salió una profecía: "Hoy a nacido la niña del cielo violeta y el bosque, un día después de 120 años una niña de la profecía con control del hielo y el fuego, un sabelotodo y un luchador devolverán a Elferion la justicia y los ungluris vivirán en paz" pero la nigromante se puso nerviosa "NO, no, no puede ser, deben reinar los elfos" entonces el rey que era muy muy joven de solo 150 años con una mujer muerta y con 2 hijos apareció y preguntó que decía el cielo y se lo explicó la nigromante, él se cabreó y extendió la profecía falsa por todo Elferion, la pitonisa no diría nada porque cuando era más joven firmó un contrato que haría todo lo que la nigromante le pidiera pero... el ayudante, no podían asegurar que guardara el secreto por lo que llamaron a la pitonisa y le dijeron que le borrara la memoria al ungluri ayudante pero como la pitonisa era amiga del ungluri y no lo hizo "El ira, ungluri, ayudante o lo que seas expande esa profecía, la verdadera, que la justicia llegará a Elferion" y eso fué lo que hizo- Finalizó El ira.
-¿¡Qué chorrada es esa!?, ¿¡para qué mi padre adoptivo haría eso!?- Dijo Nandis
-Para que tú llevases a Violeta a su castillo y que él la matase- Dijo Jonás comprendiendo y Nandis abrió la boca.
-Eso puede ser mentira- Dijo Nandis
-¿Ah, sí?, Violeta, dime, ¿la voz que escuchaste la que creías que era un demonio y después pensaste que era del rey de los ungluris, era grave o aguda?
-Aguada como de un joven adulto.
-Nº 2, nuestro rey tiene 10000 años, lo que serían 1000 años, una edad bastante alta y la voz la tiene grave. En cambio tu rey tiene muy pocos años, comparados claramente con los de mi rey, y tiene la voz más bien aguda.- Dijo El ira.
-Vale- dijo Nandis- No estoy convencido
-Queridísimo El verdín, es lógico, ya sabía que no lo estaría y vamos a hacer una prueba para que usted sepa más y además nos ayudará para saber más de nuestro enemigo y para llevar la justicia a Elferion. - Dijo el anciano- El kae, El fu iros a la tienda ahora.- Dijo mirando para su familia- Violeta, Jonás, os voy a necesitar. Nandis, vete a la tienda amarilla.- Triste Nandis entró y Violeta y Jonás no entendieron nada pero igualmente prestaron atención.
-¿Cómo podemos saber que lo que usted nos dice es verdad?- Preguntó Jonás
-Como sabéis que Elferion es verdad, como sabéis que la Tierra es vuestro hogar, no podéis saberlo pero lo sabeis. ¿Confías en mí?- Preguntó y los dos asintieron- Bien, ahora Violeta túmbate en el suelo y cierra los ojos, por más que quieras ¡no los abras! Jonás, sujeta la mano de Violeta, si la sueltas puede ser que la perdamos. Ahora os explico, vamos a contactar con el demonio que es el rey de los elfos. Violeta no se va a poder elevar ni nada si tú, Jonás, la tocas y le agarras la mano.- Entonces ambos pensaron en aquel día que Violeta iba a revivir a su padre y Jonás se clavó la daga; El ira tenía mucha razón, cuando Jonás había soltado las manos de Violeta aquel día esta se había elevado y había creado el escudo. -Entonces yo te transmitiré todo lo que Violeta haga, vea o sienta y después tú me dirás que debe de hacer.
-¿Yo?-Preguntó Jonás sorprendido.
-Eres sabelotodo. Chicos, lleváis solo 3 meses, es cierto pero ví vuestro futuro y todo esto saldrá bien y puede que en vuestro camino encontrareis muchas piedras y os tropezareis pero el guerrero siempre se levanta en todas las dificultades hasta que muera.- Dijo el anciano- Ahora colocaros en la postura que voy a coger una serie de hierbas que Violeta tiene que tomar.
El anciano se fue por su camino y Violeta se tumbó y Jonás se sentó a su lado.
-Es una locura- Dijo Jonás- Bueno todo es una locura.
-Todo lo que sabíamos nos lo ha cambiado- Dijo Violeta
-Cierto. ¿Crees que dice la verdad?- Preguntó Jonás
-Si, ¿nunca has oído hablar a Nandis?, siempre dice "los elfos y otras especies" "otras insignificantes especies", creo que es verdad Jonás, creo que los elfos si que no son justos con los demás- Jonás asintió- Pero me dá miedo la voz del demonio.
-Tranquila, esta vez será diferente no te acuerdas aquel día que me clavé una daga, cuando te solté las manos el escudo invisible se activó y no podía hacer nada y como esta vez no te soltaré, nada malo te sucederá.
-Cierto. Mira, viene ahí El ira.
El anciano se acercó y Violeta se incorporó.
-Bebe- Dijo tendiendole un vaso de agua verde- Así podré hablar contigo.
Violeta bebió y solo pudo decir una cosa
-Puaj, ¡qué asco!
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