Capítulo 4: Un pacto con la Muerte.
-Violeta, volviste...- Dijo la voz que la había mentido antes enseñándole que Jonás estaba muerto.- Sigues pensando que está vivo...¿En serio?
-Lo tengo agarrado...-Violeta cerró las manos, no estaba tocando nada- ¿Fué un sueño?
-Violeta, nunca estuvo vivo él, tú lo mataste , ¿no recuerdas? Habíamos quedado en que te ibas a suicidar antes de matar a alguien más ¿no?
Violeta parecía hipnotizada.
-Supongo- Dijo hipnotizada.
-¿Qué tienes que hacer Violeta?, dílo.
-Tengo que suicidarme porque he matado a Jonás- Violeta había dicho esa frase tanto en el sueño como en la realidad y Jonás se quedó petrificado y le apretó la mano.
-No tienes que hacer nada Violeta, estoy aquí, no me has matado.
Violeta oyó las palabras y notó su mano
-Demonio o seas lo que seas, no me mientas, él está aquí.-Ahora hablaba en ambos estados, en la realidad y en el sueño a la vez.
-Eso crees- Dijo el demonio
Violeta cayó al suelo tanto en la realidad como en el sueño entonces Jonás soltó sus manos.
Violeta en sus sueños veía a Jonás desangrado.
En el sueño tocaba el pelo de Jonás y su cara. Estaba muerto.
En realidad estaba tocando el suelo.
-Jonás, ¡Jonás despierta!, te lo ruego, perderé aposta al monopoly, despierta por favor, ¡Jonás maldita sea no tiene gracia! Haría cualquier cosa... cualquiera por verte sonreir... por favor...
Jonás estaba mirando perplejo la situación, tocaba el suelo como si fuera él.
Violeta lloraba por él.
-¡Violeta!, ¡abre los ojos!, ¡estoy aquí!- Gritaba pero cuando la intentaba tocar el escudo invisible se lo prohibía.
El tocaba con los puños contra él.
-¡NO!, ¡no!
Violeta seguía en el sueño sin escucharlo. La voz aparecía a su lado
-Violeta, ¿lo quieres salvar?- Preguntó el demonio
-¡Claro!Ayúdame demonio, se muere- Dijo gritándole a la voz.
Mientras Jonás gritaba su nombre y haciendo embestidas.
-Ni demonio ni leches, Violeta ¡sal de ahí!- Gritaba Jonás.
Mientras, en el sueño...
-Sígueme- El demonio se elevó y ella lo imitó y se elevó, se elevó muy muy alto.
El escudo invisible había desaparecido, se dió cuenta Jonás, pero estaba como 2 veces su estatura y aunque saltara alto era imposible llegar. Saltaba y no daba. "Piensa Jonás eres inteligente" "Piensa ya leñe antes de que la pierdas, es tu única amiga" se dijo mientras saltaba con ganas.
En el sueño Violeta se subió a una tarima de baldosas negras y blancas intercaladas.
Allí había una vieja señora.
-¿Quién es?- Dijo con nerviosismo.
-Soy la Muerte.- Explicó tranquilamente.- Corto hilos. Cuando alguien está muy mayor corto su hilo de vida y muere. Bien, quieres recuperar la vida de tu padre y tu amigo pero tan fácil no va a ser. Tienes dos opciones.-Aparecieron en un lado su padre y en el otro su querido amigo Jonás- A) O matas a tu padre que la verdad nunca que quiso en su vida, nunca quiso tener una hija y dejas vivir a tu amigo que te ha apoyado durante toda la vida, que siempre te ha amado, que haría cualquier cosa por tí, que mataría por verte feliz. B) O ... matas a tu amigo que siempre te acosó, que la verdad nunca pensó en lo que tu opinión cuando Celeste le dió el plan y no dudó en arruinarte la vida y salvar claro a tu padre que tanto amas, siempre te quiso y nunca te pisó. Siempre te besaba al cenar y si eres algo es gracias a él.
Violeta no sabía que hacer y mientras en la realidad Jonás la miraba asombrado.
Entonces Violeta habló en alto:
-Es decir, el trato que tú me propones es... ¿Qué entre mi padre, Jonás y yo muera uno y dos vivan?-La Muerte asintió y en la realidad Jonás se llevó la mano a la cabeza- No sé que hacer... Por una parte Jonás es mi mejor amigo, él es joven, con un gran potencial y no quiero que muera... Pero mi madre, sea donde sea que está viva necesita a mi padre, lo necesita y él siempre me ha querido y cuidado- Jonás ya lloraba un poco, se esperaba lo que iba a decir Violeta... Era tan doloroso verla allí, con los ojos cerrados, hablando sola de su muerte- ¿Entonces puede morir cualquiera de los 3? - Y lo dijo. La Muerte asintió.- Mi padre se las apañará para vivir dos años más como mínimo y... Jonás es muy listo, muy gracioso, muy buen amigo... Seguramente encontrará pronto a alguien que lo valore como yo.- Dijo llorando con lágrimas.- Dame la daga.-Entonces una daga se materializó en su mano, una daga dorada que acabaría con su vida con ninguna recompensa. "Ojalá le pudiera dar con la escalera en la cara a quién se supone que le esté hablando" llorando Jonás lo entendió. Cogió la escalera rápidamente y subió rápidamente.
Mientras en el sueño la Muerte hablaba
-Sabia decisión. Di tus últimas palabras
Entonces tanto en el sueño como en la realidad se escuchó a Violeta hablar.
-¿Últimas palabras?, pues no sé que decir- Jonás subía a la velocidad del rayo con lágrimas en los ojos- Fué un error nacer y seguramente será una buena opción mo... ¿Qué es esto?- Violeta abrió los ojos, Jonás la estaba sujetando del pié. Perdió la estabilidad y cayó encima de Jonás y a Jonás se le cayó la escalera pero nada importaba...
ya nada le importaba.
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En un lugar muy lejano
-Dijo que no iba a hacer nada
-Hay que divertirse de vez en cuando-Hablaba la misma voz de demonio que había escuchado Violeta- Ya sabía que no lo lograría pero ahora la chica está más desconcertada y lo quieras o no es algo que necesitábamos. Necesitamos mucha ventaja en esta batalla
-Es verdad mi lord.
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En algún lugar de la tierra
-Bien hecho mi niña- Dijo una señora de varios años, unos 79 años.- No debemos de pactar con la Muerte, siempre hará cualquiera cosa o te lo venderá de la mejor forma para que a ella le convenga y tú no te des cuenta, pues ella disfruta con las muertes, no por nada se llama "la Muerte".
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Enrique esperando
-Esto ya no es normal, alguien nos va a descubrir. Voy a buscarlos... Como... Como estén jugando al escondite... O algo es que los mato... Dios mío es que antes sonó un "PONNNN" y como fueran ellos..., espero que estén bien.- El señor tardó una hora en localizarlos, estaban bajo una escalera. La niña tenía el pelo con tierra, y las prendas hechas harapos de la caída. El niño estaba frente a ella en peor estado, tenía las prendas hechas harapos de la caída, tenía sangre en el brazo que rodeaba a la niña por debajo a modo de protección. Y sus piernas mostraban arañazos. Pero lo peor era que tenía una daga profundamente clavada en el pié. Se podía ver el mango y el fin atravesando su piel.
Enrique se estremeció.
Sacó la escalera de encima y observó que ambos niños respiraban.
Se encargó de meter primero a su hijo en el coche y lo llevó a la ambulancia.
Después volvería por Violeta.
Unos cinco minutos antes de que viniera el policía Violeta se levantó. ¿Dónde estaba su querido Jonás?, le había salvado pero... ¿Lo habría matado la Muerte?
Se encendió, se encendió más que nunca y cerró los ojos, allí estaba la voz.
-Pequeña Violeta... Te lo dije no está vivo... Lo maté yo.- Violeta se encendió "cuando se callaría la voz" estaba harta, harta de escucharlo, harta de creer cosas, de creer que Jonás estaba vivo. "Déjate de imaginar cosas, está muerto Violeta" "acéptalo" se decía. Ardía de ganas de matar a la voz "¿y por qué no?" se preguntó entonces abrió los brazos y se elevó. Se dejó llevar por la furia. Sus ojos eran como los del pájaro que había visto. Era un círculo pequeño violeta oscuro y dos semicircunferencias, una azul como el hielo y otra ardiente como el fuego. Sabía que estos los controlaría y hoy era el día. Sus brazos tenían grandes y enormes plumas doradas. Su cara era propia de un ave y su pico era dorado. Lanzó un grito desesperado y pensó "por Jonás". Quemó todas las paredes negras dándole a la voz y después desprendió un enorme hielo por la boca que congeló todo dejando estalagmitas. Solo pudo decir una cosa antes de volver a ser una niña de 10-11 años.
-Idiota- Dijo y abrió los ojos.
Estaba en la realidad y acababa de llegar un coche de policía. Era Enrique
-Violeta date prisa entra en el maletero del coche, que nadie te vea- Dijo nervioso.
Violeta obedeció sin rechistar, pero estaba más que harta, harta de vivir, harta de el demonio, harta de tener poderes, harta de... De cogerle cariño a la gente y después perderla.
Entonces decidió olvidar a Jonás.
El demonio era muy fuerte y podía hacer cualquier cosa para manipularla.
Incluso recrear al mismísimo Jonás.
Cuando llegaron al garaje salió del matero. Y
entró a casa, en un sofá grande una melena revoltosa se veía.
"No podía ser...No podía ser él.... era mentira. No es él, definitivamente no es él."
Subió las escaleras y llegó a su cuarto
-¿Qué pasa Violeta, no me saludas?- Dijo Jonás que sí que había percibido a Violeta. Estaba extrañado, ¿qué le pasaría?, no era propio de ella. Por lo que cogió las muletas y con una gran dificultad bestial subió las escaleras.
Violeta no miró para atrás y entró a su cuarto.
Había muerto, se lo estaba imaginando, ojala fuera real... Pero no era el caso.
Había tenido un día muy duro y lo único que quería era dormir y olvidar todo.
Le hacía falta...
Cuando llegó a su habitación se planteó lo que dijo el demonio de tirarse por la ventana... morir... Ya estaba... Cuando estaba bastante convencida alguien entró en su cuarto era Jonás.
Jonás sí que estaba confundido no entendía por qué Violeta no le hablaba.
Había esperado que fuera como la anterior vez que se despertó.
Pero no fue así.
Entró al cuarto, se había cambiado de ropa y ahora llevaba muletas por lo de la daga.
-Violeta..¿Escapas de mí?- Preguntó perplejo.
-Simplemente sé que no eres real. Eres una creación del estúpido demonio para que me muera. No sé por qué...-Dijo triste, su color de ojos no era tan intenso como hacía ya tiempo en el bosque pero era bastante violeta.- ¿Sabes qué?, a lo mejor me suicido ... Dejarme tú y el demonio en paz, en libertad... Estoy HARTA, si tanto me quieres muerta mátame, así tu amo-demonio será feliz y, si se supone que existe el cielo estaré con Jonás, el verdadero, y mi padre.- Dijo enfadada y harta de la vida. Jonás al escuchar esto se le partió el corazón... "estaré con Jonás, el verdadero."... Él era el verdadero, él jamás la mataría ni siquiera consiguiendo su vida a cambio.
-Violeta, yo soy real, te lo prometo, te lo prometo por todas nuestras partidas de monopoly, por todos nuestros "lo pasado, pasado está", te lo prometo por el abrazo, te lo prometo por toda mi infancia a tu lado, te lo prometo por ser mejores amigos, te lo prometo por esta bromelia que hay en este cuarto, te lo prometo por el árbol donde naciste, te lo prometo por todos tus super poderes, te lo prometo por mi vida a tu lado, te lo prometo por mi vida.- Entonces Violeta comprendió que si era él porque ningún demonio le habría llegado al corazón como él lo había hecho. Violeta se acercó y lo intentó abrazar pero era horrible con las muletas.- Malditas muletas.
Entonces Violeta se rió y ambos se sentaron en la cama con bromelias y tiraron las muletas y se abrazaron.
-Mucho mejor- Dijo Violeta al separarse del abrazo
-Ahora aclaremos cosas.- Violeta le contó toda la experiencia en el sueño y Jonás le contó toda la experiencia en la realidad mientras limpiaban el cuarto le las bromelias -Entonces pues nada caímos y nada me clave la daga.
-Lo siento mucho- Se disculpó Violeta.
-Nada, lo pasado, pasado está, ¿no es así?-Violeta asintió- pero, dios mío Violeta, ¿tenías que generar unas bromelias tan grandes?
-Jajaja, lo siento. Estaba viéndote muerto y escuchando voces llamarme asesina y... y bueno luchando con los demonios... no me dí cuenta- Dijo encogiendo los hombros
...
...
...
...
En un lugar muy lejano
-Es ella, el fuego y el hielo han salido de ella.
...
...
...
...
-Acabamos, hallelujah.- Dijo Jonás- Ahora ese demonio no te molestará.
-¿Cómo lo sabes?
-Ya tiene lo que quiere, creo... Bueno, no sé la verdad.- Jonás se percató- Dios mío... No te podré acompañar al bosque... con esto...-Dijo señalando a la muleta.
-Ña, me quedaré aquí, ya tuve mucho bosque, pero dentro de uno- dos meses tendré que volver... Mi magia aquí no se renueva. Ah, no te conté lo que me pasó cuando desperté-Dijo acordándose.
-¿Qué te pasó?- Dijo repartiendo el dinero del monopoly.
-Resulta que...- Y le contó todo su sueño- Jonás es como si algo de mi interior despertara, como si el hielo y el hielo fueran un poder y se despertaran.
-Alucinante...- Dijo asombrado. Y tirando el dado- Leñe, quiebra en el 1º movimiento- Dijo y Violeta se rió mientras pagaba, era el turno de Violeta- Bueno, tampoco hay algo que me alucine más de lo que estoy. ¡Es que volaste!, ¡hablaste con demonio!, ¡hablaste con la Muerte!, ¡tienes super poderes sobre los vegetales! y ¡ahora me dices que crees que controlas el fuego y el hielo!, es flipante- Violeta sacó una tarjeta de "caja" y se la enseñó a Jonás, "recibe 40.000 euros de su adversario" y en bajito se rió- Y... por no hablar de tu suerte.
Jonás pagó el dinero y le tocaba tirar.
-Todo correcto menos una cosa...Pero como cuentes algo a tu padre te creo un esparadrapo de hiedras en la boca...- Jonás puso la mano como si hubiera una cremallera y la selló con una llave invisible, la dejó en el tablero y asintió- Bueno pues no solo controlo los vegetales, también controlo, levemente a los animales. Puedo crearlos, puedo moverlos a mi antojo y... puedo curarlos. -Jonás flipó- Bueno pero no lo puedes decir porque si no tu padre me haría hacer unicornios, caballos y... más cosas... Pero es muy difícil y me quedo sin casi energía mira fíjate.- Violeta cerró los ojos, se alegró de no ver al demonio.
De su mano pequeños rayos de luz salían y se unían creando un pájarito azul- ¿Ves?, puedo crear vida, esto no me ocupa mucha energía pero hay veces que creé caballos y acabé inconsciente. Ah y también lo puedo manipular mira- No hizo ningún movimiento con la cabeza, simplemente lo controló desde la mente. El pajarito se levantó y con sus pequeñas garras le quitó el billete de 20.000 euros a Jonás y el pajarito voló hasta su mano y se lo entregó. El pajarito se posó en su hombro y ella abrió la ventana y ya sin controlarlo el pájaro se marchó. Jonás iba a rechistar pero Violeta mostró una nueva carta de caja "Cógele 20.000 a tu adversario". Jonás se echó hacia atrás dejándose con la boca hacia arriba.
-Violeta, eres alucinante.
...
...
...
...
Había pasado un poco de tiempo desde que Jonás dijo "Violeta, eres alucinante."
-¡Un momento lo he pensado....!- Dijo Violeta emocionada - Mira te puedo curar la herida porque somos... humanos pero somos seres vivos y si puedo curarlos a ellos también a ti también.
Jonás se rascó la cabeza
-No, mejor que no Violeta.- dijo tirando el dado
-¿Por qué no?
-Piénsalo..., si mi padre vé que mágicamente se me curó el pie sabrá que has sido tú y te mandará usar toda tu energía. Piénsalo.
-Me dá igual, tarde o temprano lo descubrirá.- A Jonás le pareció muy lógico. Estiró su pierna y Violeta quitó sus vendas.
-Puede que te duela...- Entonces vió donde estaba clavada la daga- Vale, te va a doler pero tú aguanta.-Se desinfectó las manos y tocó su pié.
Tenía un enorme agujero de principio a pasando por todos los huesos.
Violeta se estremeció.
Jonás estaba sentado apoyado en la cama viendo lo que hacía Violeta. Violeta tocó levemente el pie.
Lo hizo delicadamente para que a Jonás no le doliera.
Violeta instintivamente miró a Jonás, parecía bien, estaba sonriendo. Violeta cerró sus manos en su pié y cerró los ojos fuertemente.
"Vamos Violeta" pensó.
En su sueño solo estaba Jonás de mayor.
Jonás caminaba hacia ella en el lugar de paredes, techo y suelo negros.
Violeta hablaba como siempre desde esa tarde en los dos estados, sueño y realidad.
-Hola Jonás. ¿Qué tal tu pie?- Dijo en los dos estados. Jonás, el de la realidad, no entendía mucho pero igualmente dijo:
-Bien, pero con ganas de rascármelo.- Dijo el Jonás de la realidad.
Pero Violeta no lo escuchó.
Solo estaba centrada en su sueño.
En su sueño Jonás se acercaba.
-Tu me lo curaste, ¿recuerdas?- Dijo el Jonás del sueño mirando a su pie.
-Sí, recuerdo- Dijo sonriendo en los dos estados. Como el Jonás de la realidad vió que no le había respondido pensó que a lo mejor el demonio le hablaba, pero la vió tan feliz que imaginó que estaría en un buen sueño.
-Me tengo que ir, lo siento, me espera mi mujer, Celeste- Dijo Jonás el del sueño.
-Ah, supongo, saluda a Celeste, tu mujer, de mi parte.- Dijo ahora un poco triste.
Jonás creyó entender lo que pasaba se estaba encontrando con él en el futuro.
No le gustó mucho su futuro ... .Casado con Celeste... Eso ya le daba escalofríos.
Violeta en el sueño siguió a Jonás, no entendía bien que hacía, ni siquiera por qué lo hacía pero sus piernas lo hacían, andaban.
Jonás notó que su pie se estaba curando.
Había curado toda la planta del pie, ahora solo le quedaban los huesos y la carne..." Una cosa muy básica..." pensó Jonás.
Jonás entró en la casa y Violeta lo miró desde un cristal.
Celeste lo saludó con un beso.
Ella se enfadó y se elevó esperando convertirse en un pájaro, pero no fue así.
Comprendió que era ese su destino y no debía de cambiarlo... Bajó lentamente y volvió a mirar por la ventana.
En cambio en la realidad Violeta solo se elevó unos centímetros, estaba sentada "sentada en el aire" pensó Jonás al verla. Sus manos se soltaron de la pierna de Jonás, ahora una era fría, fría como el hielo y otra cálida como el fuego.
Apretaba las manos fuertemente.
Su rostro también presentaba una expresión de dolor.
Jonás cuando iba a preguntar que pasaba Violeta descendió, puso sus manos en su pie que estaba casi curado, solo faltaba la parte superficial.
Mientras, en el sueño, Violeta miraba feliz a Jonás, era feliz y eso importaba.
Sonrió.
En realidad Jonás lo notó y se alegró de que ya no lo pasara mal.
En el sueño Violeta miraba a Jonás sonriendo, después una niña y niño aparecieron y lo abrazaron.
Violeta lo comprendió, el futuro estaba escrito y aunque se empeñara jamás lo podría cambiar.
La herida de Jonás ya estaba curada.
Abrió los ojos y le sonrió con cariño.
Él hizo lo mismo.
A Violeta se le cayó una lágrima de felicidad.
Entonces Jonás preguntó:
-¿Qué pasó allí?
-Nada...
...
...
...
...
Allí estaban Jonás y Violeta, en el bosque. Hacía unos días Violeta le había dicho que no quería ir pero la verdad se moría de ganas de ir. Jonás lo supo y por eso se lo pidió a su padre. A continuación Violeta había curado a Jonás.
Después su padre le preguntó a Violeta si había curado a su hijo.
Ella había asentido y le había explicado su poder con los animales.
Allí estaban, en el bosque y Violeta no podía estar más feliz, bueno, se veía en sus violetas ojos.
-Vale no quiero nada raro...- Empezó a hablar el policía.
Jonás miró a Violeta y Violeta a Jonás, la existencia de Violeta ya era rara de por sí, si quería evitar algo raro llegaba 11 años tarde.- Nada de aparecer volando- Dijo mirando a Violeta- O con una daga clavada en el pié- Dijo mirando a Jonás- Ni con una escalera encima- Dijo mirando a los 2- Que nos conocemos. Os veré en dos horas, como máximo 3.
Ambos asintieron. Violeta sabía que era un día muy importante para ella.
Y sabía que hoy el fuego y el hielo serían dominados.
...
...
...
...
En el árbol de nacimiento de Violeta se situaban. Estaban sentados en una rama grande y robusta.
-Tengo una hipótesis- Dijo Jonás- Cada uno reparte energía de una manera diferente. Yo la reparto por la boca, supongo que cuando hablo, tú la repartes cuando miras a los ojos a alguien.
-Puede ser...- Pensó Violeta- ¿Cómo crees que la energía fluirá en el bosque?
-Buena pregunta... Supongo que se transmite por los árboles...¡Oh, ya sé, se transmite por el viento!-Violeta no entendió e hizo una mueca extraña-A ver sabes el olor... El olor a naturaleza en primavera, el olor de una rosa recién salida de su capullo... El olor de la corteza de un árbol... Todo eso mezclado...Eso es energía Violeta. Solo que tú sabes como utilizarla y yo no.
-Puede que tenga que ver con mi leyenda.
-Es verdad... Pensémoslo... ¿Quién te abandonaría? ¿Quién abandonaría a una niña tan bonita recién nacida en el bosque?
-Hija del bosque y del cielo violeta- Dijo Violeta riéndose, su nacimiento no tenía sentido-¡Espera!.., ahora que lo pienso... Puedo engendrar descendientes, ¡puedo crear humanos con mi magia!
-Bueno, eso ya lo podías hacer, lo puede hacer cualquier chica.
-También es verdad...- Dijo pensando- Pero.... Puede que mi madre fuera una niña como yo... Es decir, piénsalo... Imagina que yo ahora hago a un ser humano con mi magia y después me doy cuenta de que no puedo cuidar de él... Lo abandonaría en el bosque...
-Es verdad Violeta...
-Necesito ayuda, quiero probar una cosa, bajemos.
Jonás miró como bajaba Violeta del árbol.
-Espera mira, tengo otra idea para bajarte.
Violeta hizo que la larga rama se bajase haciendo una curva.
Entonces ya casi a ras del suelo Jonás saltó.
-Me gusta esta manera.
...
...
...
...
-¿Cómo?, ¿Crees poder controlar el fuego y el hielo?, ¿en serio?- Violeta asintió
-Necesito tu ayuda, ese es mi problema, que no sé muy bien como me puedes ayudar. Pero noto que necesito...Necesito ayuda.
-Tengo una idea: Para que salga el hielo te diré cosas tristes y feas, que por supuesto no serán verdad, pero para que te sientas fría. Tu intenta helar ese árbol- Dijo señalando el árbol
-Me parece buena idea.
Violeta abrió la mano y miró al árbol, después cerró los ojos. Jonás cerró también para que si Violeta sufría él no lo viera y pudiera seguir insultando.
-Violeta- Dijo cuando se acercó a su oído- Pequeña e insignificante Violeta. Casi me matas, casi haces que muera Ester y Claudia, tu madre ahora está perdida sin rumbo y ¡por tú culpa!, tú padre solo te entregó amor, nada más, nada malo, solo te quiso y lo mataste. Te haces llamar bondadosa y buena pero sabes lo que eres, eres una podrida y mala bruja asesina- Dijo Jonás imaginando que discutía o con Celeste o con su padre. Violeta estaba triste, no creía lo que estaba escuchando y una lágrima rozó su mejilla.
-Mientes, me dijiste que todo era mentira- Dijo Violeta.
Notaba frío en su mano como si estuviese tan triste que no le entrase nada más y necesitara echarlo.
-¿Mentir?, míralo, todo lo que te he dicho es verdad. ¿Y sabes qué es lo peor?, ser amigo de una asesina. Dudas que puedas vivir mucho tiempo
porque te puede matar ¡como hizo con su padre!
Violeta abrió los ojos.
-No quiero seguir con esto- Dijo con lágrimas gordas. Jonás la miró, no pensaba que la hubiera herido tanto.
-¿Te lo tomaste en serio?- Dijo Jonás sorprendido, Violeta llorando asintió- Oh, Violeta, lo siento es que pensé que estaba hablando con mi padre o con Celeste y me encendí.
Violeta dejó que la abrazara.
Después de separarse los amigos miraron al árbol, estaba helado, vacío.
-¡Lo conseguiste!-Gritó Jonás- ¡Muy bien!
Violeta se acercó y tocó el árbol, todo era hielo, duro y macizo. Chasqueó los dedos y desapareció el hielo.
-Bien, ahora quiero probar una cosa... Quiero intentar helar algo sin necesidad de ponerme triste.- Pensó en hielo, pensó en frío y así con los ojos abiertos dió una patada al suelo y se heló todo el suelo y el árbol. Chasqueó los dedos.-Es increíble, se me dá mejor que los animales, no consume ni una pequeña parte de mi energía
Jonás estaba sentado... Flipando en colores, se sentía intensamente feliz. Madre mía.... Su amiga era la mejor.
No era el único, Violeta también se sentía estupenda.
Sonrió y saltó, parte del césped era ahora hielo.
Unos instantes después Violeta hizo desaparecer el hielo.
-Bien, ahora me queda el fuego... ¿Cómo puedo hacer fuego?...¿Cómo me podrías ayudar?- Preguntó Violeta.
Jonás se llevó la mano al mentón.
- No sé... ¿Pero no crees que por hoy basta?- Violeta asintió.- Además ahora puedes controlar el agua porque el hielo es agua, ¿no?
-¡Claro!
Violeta cerca de un riachuelo levantó un poco de agua y la echó encima de Jonás.
-¡Violeta!-Gritó mientras esta se partía.
Violeta chasqueó los dedos y el agua desapareció.
-Como mola.
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