Capítulo 3: Una Violeta sin vida


Violeta había sido acogida por Jonás y su padre desde hace varios meses.

Ellos no la querían ver muerta.

Violeta entendía el por qué y sabía que cada uno lo hacía por beneficios.

Le habían dejado andar por toda la casa, pero nada de exterior ni de bosques.

Por el contrario ella no salía nunca de su habitación, jamás.

Ni aunque fuera necesario.

Nunca hablaba con Jonás pero alguna vez con el padre de Jonás cuando traía el desayuno.

Todos los días pasaba el día mirando por la ventana al bosque pensado. La situación la había hecho más madura. Siempre lloraba en sueños, siempre hablaba sola...

Hasta que un día Jonás no podía más. Para él había sido duro no ver sus ojos violetas aquel día.

Ver como sufría y siempre se lamentaba...

Lo que quería, por lo menos, era darle esperanzas a su compañera que ni siquiera Violeta consideraba eso de él.

"Toc-Toc"

-¿Puedo pasar Violeta?- No se escucho nada. Cuando ocurría esto no solía entrar, pero hacía ya unos 8 meses que no la veía y necesitaba verla, por lo que entró.

Violeta tenía algunas arrugas de llorar, la piel pálida, sus labios rosados de siempre y cómo no, sus ojos grises.

Su pelo estaba bastante más largo y bastante cuidado.

Ahora en 8 meses había cambiado mucho, estaba más delgada y su cuerpo era más propio de una mujer que de una niña, llevaba una camisa negra, unos pantalones largos vaqueros y calcetines, odiaba llevar zapatos en casa.

La puerta de la habitación de Violeta era marrón.

Su habitación, decorada por el padre de Jonás, era verde de colores vivos para recordar la naturaleza.

Pero sus poderes eran inexistentes, y su corazón duro como una piedra, imposible de entrar y de buscarle el sentido.

-Buenas.- Dijo Jonás, él también había cambiado estaba mucho más alto, más guapo y más delgado.

Tenía el pelo un poco revuelto a diferencia que hacía tiempo que lo tenía muy liso.

Sus ojos eran marrones oscuros y su piel de una tonalidad normal.

Llevaba una camisa de rayas, un pantalón y unas zapatillas blancas, acababa de venir del colegio.

Violeta no dijo absolutamente nada.

Iba a cumplir 11 años dentro de dos semanas, solía celebrar los cumpleaños con su madre y su padre en el bosque, comían sopa y jugaban a lo que podían, era genial, pues siempre le ganaba a sus padres.

Para su sorprendencia Jonás era muy maduro.

Puede que un poco más que Violeta.

Bueno, de aquellas... Un niño de 11 años era mucho más responsable y maduro que los de ahora.

-Violeta lo siento mucho... Si pudiera hacer algo...- Suplicó Jonás mientras se sentaba al lado de Violeta.

Comprendía que no le quería y la verdad, ya no quería casarse con ella, solo quería que fueran amigos

-Por favor Violeta, no te pido que te cases conmigo, no te pido que me quieras...solo...solo te pido que seas mi amiga.

Violeta miró sus ojos y vió la verdad en ellos. El problema era que ya se había olvidado de hablar con alguien, hacía 8 meses que no hablaba con nadie.

Jonás se estremeció al ver sus ojos grises, quería hacerla feliz.

-Por favor...- Rogó.

Sabía que era duro para ella. Entonces Jonás se sentó en la cama un poco distante de ella para darle espacio y miró enfrente sin mirarle como estaba haciendo Violeta.

-Ho- Dijo, tenía la garganta seca- Hola

Jonás no lloró pero estaba por hacerlo, no la había perdido completamente.

Violeta empezó a tener un poco de violeta en sus ojos, como un puntito, estaba medianamente feliz.

Y sabía que lo único que la podía salvar de morirse de pena era una persona:

Jonás

...

...

...

...

Jonás había hablado con su padre de Violeta, sus ojos recuperaban el Violeta cada vez que estaba con él por eso le pedía tiempo, unos meses para que estuvieran bien sus ojos y pudiera hacer uso de sus poderes.

Había pasado una semana y Violeta avanzaba rápidamente en la relación con Jonás.

Jonás estaba muy feliz de que fueran amigos y nada más, le parecía muy justo para Violeta y lo hacía muy feliz.

Desearía casarse con Celeste antes de ver llorar a Violeta otra vez.

-¡Mala persona...!, ¡he vuelto a perder!- Gritó Jonás, esta vez jugaban al monopoly, estaban tirados en el suelo de la habitación de Violeta. Era divertido, pero humillante, Violeta siempre ganaba.

-Jajaja- Se reía Violeta. Sus ojos estaban medianamente violetas.

-Esto no es justo ¡he caído en quiebra 18 veces! y tú 1... para mí que esto está amañado...- Dijo Jonás.

-Para mí que eres un perdedor- Dijo Violeta apartándose el pelo a los pelos.

Era increíble como le crecía el pelo a la chica.

El chico en cambio iba más lento.

-Claro, claro... La siguiente vez jugaré con tu ficha a ver que pasa...

Violeta recogió el juego. Y se sentaron en la alfombra

-¿Dí que tal las clases?- Preguntó Violeta

"-¿Qué tal con tu amor en casa Jonás?- Dijo Celeste

-Mi padre la mató... Dijo que era una bruja- Dijo Jonás

-Entonces pobrecillo... ¿Pero cómo es que estabas tan triste y ahora tan feliz?

-Me costó asumirlo 8 meses... pero lo he asumido"

-Bien....-Dijo instintivamente- Tengo una buena noticia

-¿Si?

-Adivina....

Violeta pensó que, a lo mejor, estaba relacionada con el árbol... O por el bosque...

-No sé la verdad- Dijo impaciente.

-Se ha jubilado nuestra profesora- Dijo con felicidad en los ojos.

-¿En serio?, ¡qué bien!-Dijo super feliz- Bueno a tí te caía bien, que atendías mucho.-Dijo recordando...

Jonás recordó...

La verdad no sabía que Violeta se fijaba en él...

Él odiaba a la profe pero aprendía y después hacía modo acosador con Violeta y al recordar esto se sintió muy mala persona.

-Que no me guste la profesora no significa que no me guste aprender y no la atienda.-Dijo emocionado como si su frase fuera apta para una gran novela.

-Ya... yo estaba preparando el bosque para la primavera y pensando.- Entonces bajó la cabeza triste Jonás- Eh, no pasa nada, hiciste un trato con el diablo ... Todos cometemos errores, mírame a mí...- Dijo recordando que mató a todo un bosque y a su padre.

Jonás la miró, tenía los ojos grises con lágrimas gordas retenidas.

-Lo siento tanto Violeta... si pudiera hacer algo para que recuperes tu color violeta oscuro de los ojos... Si pudiera retroceder... Si pudiera...-Dijo cortante- Perdón por todo, algún día te lo compensaré... Te lo prometo...

-No es igual, no hiciste nada malo... Si Celeste hubiera enseñado ese video y tú, tú no hubieras estado allí, me habrían matado.- Sus ojos eran grises y se desprendían de las puntadas violetas por lo que Jonás no la quiso hacer llorar más

-Lo pasado, pasado está. Venga juguemos al monopoly pero... escojo yo ficha y me quedo con la tuya.- Dijo riéndo y finalmente el violeta poco intenso volvió y llenó sus ojos de un precioso color aunque débil

-Pero si pierdes no te enfades...

...

...

...

...

-¿¡Otra vez de verdad!?, ¡he perdido otra vez!- Gritaba Jonás-Esto

ya no es lógico, es ilegal voy a llamar a mi padre porque eres

demasiado buena.

-A ver Jonás sé que pierdes aposta para hacerme feliz, pero no es necesario de verdad- Dijo cansada Violeta

-Ya ojalá fuera así, pero no, no es así... ¿¡Cómo puede ser, solo hay un 10% de que caiga en esta casilla de impuesto y he caído 20 veces y tu ninguna!?

-Jajaja-Rió graciosa Violeta... Era demasiado estar con Jonás.

-Se hace tarde, voy a cenar. ¿Te traigo la comida?-Preguntó

-No, gracias- Sonrió

A Jonás le decepcionó la decisión... Pensaba que ya tenían muchas confianzas para traerse la cena

-Bajo hoy contigo- Dijo Violeta feliz y otro punto Violeta se le añadió a su iris.

A Jonás casi le dá un vuelco. Pensaba que no estaba preparada pero después de todo en una semana había conseguido hablar más con la chica que en toda su vida.

-Vale, avisaré a mi padre.

Violeta cerró la puerta y, por primera vez en 8 meses, se iba a poner los zapatos, rió al pensarlo.

Estaba muy feliz de saber que la relación entre ella y Jonás era de solo amigos.

Ambos se sentían cómodos.

Pocas veces había querido cenar con gente que no fuera su familia, pero se sentía mucho más viva que en los últimos 8 meses y tenía que aprovechar la oportunidad.

Salió de su cuarto y vió que la casa no era tan pequeña como ella suponía.

Abrió un cuarto, el baño

Otro, el gimnasio

Otro, un salón

Otro, otro baño

Otro, otro salón

Otro, la habitación del padre de Jonás

"¡Pero esto es enorme!" pensó un poco harta Violeta. Y entró a una habitación donde estaba Jonás calzándose y atándose el zapato.

Jonás se levantó rápidamente y al ver a Violeta se sentó.

-Lo siento por asustarte. No encontré la cocina, esta casa es enorme... Solo conocía un baño y mi habitación...

-No te preocupes, no me asustaste, puedes pasar.-Dijo divertido.-Ahora vamos, espera, que me ato este zapato.

Violeta entró, se dio cuenta que no iba ni la mitad de elegante que su amigo que llevaba una chaqueta, unos pantalones y una camisa blanca y además los zapatos de charol que se ataba.

Ella llevaba una falda y una camisa normal y zapatillas. Era lo mismo que había llevado todo el día y en cambio Jonás se había cambiado.

-¿Por qué estás tan elegante? ¿por qué te cambias para cenar?

Jonás no miró para ella, se estaba atando los zapatos.

-Costumbres y gracias por decir que estoy elegante. Tú estás muy guapa- Violeta se sonrojó pero él no lo vió.

-Gracias. Nunca había visto tu habitación... No es como me la esperaba...

Su habitación era toda de colores azules en diferentes tonalidades. Incluso había fotografías del mar.

-Me gusta el mar y el azul, es un color que para la gente es de tristeza pero para mí de alegría.-Aclaró Jonás

-Me gusta más el violeta... Pero no me desagrada el azul.

-Hombre ¡con los ojos violetas!, ¡con el nombre Violeta! No te iba a gustar el ámbar- Dijo Jonás provocando risas de Violeta y dió un salto- Listo, vamos a ver si te enseño donde está la cocina.

Entonces Jonás y ella bajaron unas escaleras y a la vuelta había un comedor y una cocina.

-Ahhh- Dijo Violeta

Y se sentó en una lujosa y carísima silla que antes no se podría haber permitido.

Jonás delante de ella.

El padre de Jonás se sentó en la cabecera.

-Buenos días Violeta, que alegría verte.-Dijo el señor

-Igualmente...- Se había dado cuenta que no conocía su nombre

-Enrique-Dijo Enrique

-Pues igualmente Enrique- Y sonrió.

En la mesa blanca depositó un arroz rico y sabroso.

-Violeta te veo mejor que la primera vez que te trajimos aquí. Tus ojos, están un poco grises pero bueno. La gente ya sabe que estás muerta, ¡incluso te hicieron una tumba!. Claudia y Ester lloraron mucho, la verdad.

-Gracias, supongo.-Dijo Violeta mirando a Jonás, le gusta su pelo actual era muy chulo, y este emitió una carcajada silenciosa que su padre no notó pero Violeta sí- Siento mucho causaros tantos problemas y no hablaros en 8 meses, supongo que fue duro. - Jonás la miró con cara de "no te imaginas cuanto"- Pero bueno creo que necesitaré 4 meses para conseguir mis ojos como antes.Sé que es bastante pedir pero creo que ayudaría que me llevaseis al bosque.

-¿Querida cuando es tu cumple?- Preguntó Enrique.

-Dentro de una semana.

-Vale, te llevaré al bosque con Jonás y dos walki talkis.

-Gracias de veras.- Dijo Violeta.

...

...

...

...

Violeta y Jonás ya habían acabado de cenar y se fueron a lavar los dientes.

Violeta llevaba el pijama puesto de color violeta y Jonás azul marino como el mar y sus ondas.

-Me cae bien tu padre, es buena persona.- Dijo Violeta mientras echaba la pasta de dientes en el cepillo.

Jonás que estaba esperando a que la echase comentó:

-Es una mala persona, a los 4 años me puso a mirar como empujaba a mi madre a la muerte por el balcón porque le caía mal.-Dijo con tristeza Jonás.

-Pues denuncialo- Dijo pasando la pasta de dientes.

-¡Él es el policía del barrio!, además solo estás aquí porque sabe que eres una mina de oro con tus super poderes.

-Ñe ño mir...- Escupió la pasta de dientes- A si se habla mejor... Digo que mira quién fué a hablar que solo me tiene aquí para casarse conmigo- Dijo juguetona

-Pero eso es mentira... a ver era lo que tenía al principio en la mente...- Ladeó la cabeza- Pero ahora somos solo amigos y me casaría incluso con Celeste para hacerte feliz, y mira que no es poco- Ambos rieron y se cepillaron los dientes.

-Buenas noches

-Buenas noches

...

...

...

...

Los siguientes días transcurrieron bien, Violeta se encontraba muy contenta pero con ganas de ver a su querido bosque.

Jonás la complementava, era su mejor amigo.

A veces pensaba que en el pasado se había comportado muy mal con él.

Jonás era muy buena persona y muy gracioso.

Debería haber sido más humilde en el pasado, Jonás solo quería amistad y como ella no se la dió se obsesionó.

La verdad Jonás era muy bueno con ella, le dedicaba todo el tiempo que podía, y Violeta hacía lo mismo.

-Jonás levanta, el desayuno está hecho -Dijo Violeta cuando entró a su cuarto. Jonás parecía dormido- Vas a llegar tarde al colegio-Le regañó y Jonás, falsamente, roncó- Dios... Parezco mi madre

-jaja-Se rió Jonás pero muy bajito.

Entonces retorció las sábanas y fingió dormirse

-¿A si que me estabas escuchando eh?-Dijo regañando sarcásticamente- Pues señorito levántate o servidora dejará de jugar contigo al monopoly-Dijo sarcásticamente.

Jonás en cambio no se lo tomó a broma y de un salto se levantó.

Era muy divertido verlos, solo tenían 10 años y eran muy graciosos. Bueno, solo quedaban unos pocos días para que Violeta tuviera 11 y también quedaban 2 semanas para el cumple de Jonás.

Jonás, al volver del colegio, solía enseñarle todo lo que habían aprendido.

Aún estaban en EGB, pero a Violeta no le importaban mucho las asignaturas, ya que, sin esfuerzo, podía hacer diferentes hortalizas.

A Jonás le importaban mucho.

Quería ser alguien grande.

No por dinero, sino por satisfacción.

Finalmente Violeta salió de la habitación y Jonás pudo escuchar unas leves palabras.

-Debería de hacerme ama de casa, esto se me da muy bien.

...

...

...

...

-Adiós Jonás, adiós Enrique- Dijo abriendo la puerta.

Estos se marcharon, uno por trabajo y otro por escuela.

Violeta se quedó sola. Prefería que Jonás le hiciera compañía.

No hizo mucha cosa esa mañana pero sí cosas impresionantes.

Mientras lavaba sus platos recordaba a su madre.

Tan dulce como un caramelo.

Le inspiraba una enorme comodidad y tranquilidad.

Ahora, seguramente estaba muerta o perdida con un nudo en el estómago y al pensar esto se sintió muy egoísta al haber pensado estas casi dos semanas en ella misma y no, por el contrario en su madre, su querida madre.

Por otra parte reconoció que lo necesitaba y que su madre habría estado de acuerdo.

Echaba de menos, mucho de menos a su padre.

Mucho mucho.

Eso sí, comprendía que era imposible que él estuviera vivo.

Ladeó la cabeza "Lo pasado, pasado está", solía repetirse continuamente esa frase, la ayudaba mucho. Solo sentir que podía hablar con alguien era genial.

Pensó en el futuro. Iba medianamente bien con los ojos, sentía energía... Débil, eso sí... Pero de alguna forma la reconfortaba.

Su corazón fue el que más había cambiado en casi dos semanas. Ahora se movía con facilidad, no era duro, al contrario, era blando, limpio y bonito y todo gracias a su amigo Jonás.

Predecir su futuro no era muy difícil.

Simplemente seguiría jugando al monopoly con Jonás hasta que muriera uno de los dos o, por el contrario, Jonás se casaría con cualquiera chica menos ella, lo tenía asumido, sabía que Jonás no quería casarse con ella porque ella solo lo tomaba como un amigo y así debía ser.

Se casaría con Celeste seguramente, porque, más seguro, lo obligaría su padre.

Seguramente después se mudaría con Celeste a otra casa y... y ella se quedaría con Enrique haciendo magia para él hasta que... muriera.

Entonces una lágrima recorrió su mejilla.

No lo entendía...¿Por qué?, ¿Por qué lloraba?, ella nunca amó a Jonás y no le daba pena que se casara con Celeste, ¿o sí? ¿Por qué se suponía que lloraba?

Se secó la lágrima, solo tenía 10-11 años y ya parecía una chica de 18 mentalmente y maduramente.

Entonces comprendió que debía de aprovechar el tiempo con Jonás, estos años y, sobretodo estos 4 meses antes de que Enrique la mandara hacer magia.

Pero... ¿cómo hacer magia en un espacio cerrado sin renovar energía y sin naturaleza?, ya lo había intentado una vez con una planta pocha y no ...

El día que creó una hiedra lo hizo.

Pensó que su árbol estaba allí.

Pensó que estaba en el bosque y se elevó, voló, vió a un pájaro y... seguía preguntándose, ¿qué pasaría si no la hubieran interrumpido sus amigas?

...

...

...

...

Entonces, mucho tiempo después, cuando faltaban unos 15 minutos para que llegase su amigo y el padre de su amigo decidió probar una cosa, un experimento.

Se alisó la falda y vió una maceta, era pequeña, delgada y tenía una bromelia, una planta de interior.

Era de muy lejos y suponía que era muy cara pero se atrevió.

Cerró los ojos lentamente, en este caso estaba en el bosque, al lado del cuerpo de Jonás, el cuerpo de Jonás muerto, muerto desangrado con los ojos muy abiertos.

Notó como se sentía frustrada, quería matar a quien lo había matado.

Jonás decía palabras indescifrables para Violeta.

Violeta cayó a un pozo negro sin fondo.

El suelo era negro, las paredes negras, el techo negro.

Hacía calor.

Eso la reconfortaba pero no del todo.

¿Dónde estaba Jonás?

La niña vivía el sueño como si fuera real.

Fue increíble.

Violeta en el suelo hizo una planta y chocó contra el techo negro.

Tocó contra él.

-Jonás...¡Jonás!- gritaba en el sueño.

Algo en su corazón le decía que estaba muerto. Se bajó de la planta con el corazón en el puño.

El calor se hacía intenso y se puso una mano en la cabeza.

Después el frío la apoderó.

-Ven hermana...

-Eres mala, debes de morir...

-Ven, nadie te aprecia...

Violeta daba vueltas,tres voces diferentes la llamaban...

-Jonás me aprecia...- Dijo con lágrimas- Y también Ester, Claudia, mamá y papá

-¿En serio lo crees?, Jonás está muerto, un muerto no puede amar Violeta. Ester y Claudia ya te olvidaron y recibieron castigos por tu culpa, castigos relacionados con la muerte, "cómplices de la bruja". Tu madre murió por hambre y tu padre está muerto por tu culpa-Dijo una voz gruesa, era una voz convincente- Todos están muertos y, ¿sabes por qué?

-No...-Dijo Violeta

-Por tu culpa... Muérete, sube hasta tu habitación y tírate por la ventana, eres una asesina, no mates a nadie más- Dijo la misma voz.

Las otras dos voces la rodearon. Violeta daba vueltas intentando saber de dónde venía la voz

-Asesina

-¡Asesina!

-ASESINA

-¡ASESINA!

-¡¡¡¡ASESINA!!!!

-Parad...parad...- Las voces seguían gritando pese a las advertencias de Violeta

-Asesina

-¡Asesina! ¡bruja!

-ASESINA

-¡ASESINA!

-¡¡¡¡ASESINA!!!!, BRUJAAAA

La cabeza de Violeta daba vueltas, se cayó de rodillas al suelo y dejó que algo la abrazara... mientras las voces seguían sonando

-Asesina

-¡Asesina!

-ASESINA MATASTE A TU MADRE, A TU PADRE, A TUS AMIGAS

-¡ASESINA!¡MATASTE A TU MEJOR AMIGO BRUJA!

Y con eco sonó la última voz

-¡¡¡¡ASESINA!!!!

...

...

...

...

Violeta despertó aspirando mucho aire, estaba en el bosque tumbada, se despertó con el corazón en el puño. Necesitaba ir al cementerio, necesitaba pedirle perdón a sus padres, a sus amigas y a Jonás. Aunque los muertos no escuchasen lo necesitaba.

Después se suicidaría, eso lo tenía claro, no mataría más a gente inocente, nunca jamás.

En parte agradeció no haber visto la muerte de Ester y Claudia. Pero ver a Jonás muerto, desangrandonse con solo 10-11 años era demasiado cruel.

¿Qué había hecho para merecer esto?

Su capa de feliz se había reducido y sus ojos ya no eran grises, eran negros.

Levantó la espalda dispuesta a irse al cementerio pero vió sonriendo, sentado a Jonás.

Cuánto lo había echado de menos...

No sabía si era real, lo había visto desangrándose.

Pero verlo allí, con su pelo revuelto y su sonrisa ya la tranquilizó un poco y dió un vuelco a su corazón.

Sentir otra vez su sonrisa fue como un milagro, no lo había perdido y suspiró contenta.

Sus ojos negros al mirarlo se cambiaron rápidamente a violetas oscuros como cuando era más pequeña.

¿Pero era real?... dudaba Violeta

-¿Eres un fantasma?- Se le ocurrió preguntar.

Jonás se sintió un poco decepcionado de que pensara que era un fantasma pero rió con su comentario.

-No, soy real- Dijo ladeando la cabeza.

Violeta no pudo estar más contenta.

Era el momento más feliz de su vida.

Entonces abrazó a Jonás por el cuello dando gracias enormes a Dios, a todo el mundo, dio gracias a todos.

Y esta vez sus ojos tomaron el color violeta oscuro más mágico del mundo.

Lloraría, pero lloraba de felicidad.

Jonás tardó en reaccionar, pero la abrazó por la cintura apoyándose en parte de su largo y voluminoso pelo negro ondulado.

Aunque fueran amigos, la seguía queriendo y sentía algo fuerte por ella. No sabía bien lo que había pasado.

Solo sabía que quería que ese abrazo durara para siempre.

...

...

...

...

En lugar muy lejano

-Maldito niño, lo odio.- Gritó desesperadamente una voz- Es mi mejor manera de manipular a la chica pero... También él es la mejor manera de evitar la manipulación.

-Cierto.-Asintió una voz.- ¿Entonces la profecía se cumplirá mi señor?

-NO, NO SE HA DE CUMPLIR...Consultemos a los oráculos.

-Mi lord, hace tiempo que ya los he consultado. Dicen que para que no se cumpla la profecía tenemos que dejarlo pasar dos años. Que ella vendrá.

-No lo dudo

-¿Entonces?

-Haremos eso

-¿Usted confía en los oráculo?, ¿en serio?

Y el lord asintió finalmente.

...

...

...

...

Violeta se separó del abrazo. Y un poco sonrojada se levantó, Jonás lo notó.

"Fue un abrazo de amigos" pensaron los dos a la vez.

Entonces sonriente Violeta miró a Jonás y ya levantados Jonás dijo serio:

-Necesito una explicación- Dijo

-¡Yo si que necesito una explicación!- Dijo gritando pero no enfadada, seguía muy feliz- ¡De repente aparecí en el bosque como de la nada!- Dijo ahora un poco enfadada y triste- ¡Pensé que habías muerto!- Dijo con lágrimas retenidas.

-¿Por qué iba a estar muerto?, tranquila...- Y consiguió tranquilizarla.- Vamos con mi padre.

Entonces caminaron tranquilamente hasta una roca donde estaba Enrique.

Enrique estaba sentado en la roca con expresión de fatiga.

Tenía la mano posada en la sien pensando como si estuviera bastante preocupado pero a la ver cansado

Cuando este vió a Violeta sonrió muy feliz, su mina de dinero estaba viva.

-¡Estás viva!- Dijo con emoción.- Pensábamos que ibas a morir... Jonás ya se puso tenso y yo también. Estabas vacía, muerta cuando te encontramos.

Ella ladeó la cabeza con preocupación

-No entiendo nada de verdad... Recuerdo esto- Entonces Violeta contó

toda su experiencia.

Jonás y Enrique la miraban con ojos abiertos flipando mucho con lo que había pasado.

Jonás pensó que si, en cambio, fuera él Violeta hubiera sido horrible.

-Lo nuestro fué distinto- Empezó a contar Jonás- Resulta que me recogió mi padre en el colegio y entramos en casa. Estabas en volando, tu pelo estaba volando, llorabas por pérdidas y repetías mi nombre, yo te llamaba te dije que estaba allí- Dijo entonces entendió Violeta que ese fué el momento donde escuchaba la voz de Jonás sin sentido- Te caiste de repente al suelo, intenté acercarme pero una planta tuya salida de tu mano me echó para atrás y me choqué con la pared.- Dijo, Violeta se puso triste, no recordaba haberle hecho daño y lo sentía mucho- Pero no te preocupes, no dolió. Después mi padre intentó pararte pero había como un escudo invisible que no nos dejaba penetrar. Te elevaste otra vez, con el pelo en el aire paralizado, tocabas el techo y repetías mi nombre, era frustrante. Entonces abriste los brazos y empezaste a mover la cabeza y a dar vueltas sobre ti misma y de repente muy lentamente el escudo se deshizo. Te abrazamos y poco después después musitaste:

"-Lo siento Jonás, soy una asesina"

E instintivamente te desmayaste. "Necesitabas energías" dijo mi padre y te llevamos al bosque. No respiraste en una hora. Mi padre dijo que habías muerto, que no merecía la pena esperar.

Me peleé un poco con él-Dijo rascándose la cabeza- Y esperamos otros diez minutos y respiraste y tu corazón latía y solo era cuestión de tiempo que despertaras. Llevas ya media hora durmiendo más o menos.- Y finalizó de hablar Jonás.

A Violeta le chocó un poco...

-La bromelia está por todo el interior de la casa, por todo el techo del interior, el suelo, las paredes... todo de los dos pisos, es impresionante.-Dijo Enrique.

-Bueno, lo importante es que estás viva...-Dijo Jonás regañando a su padre por sólo interesarse por el dinero.- Pensábamos que te habíamos perdido... de ser así... No tendría compañera de monopoly.-Violeta y Jonás rieron.- Tienes los ojos más violetas.-Dijo Jonás fijándose atentamente.- Es...¿es el bosque?

-Sí, intercambio mi energía y supongo que mi magia. Ahora que lo dices necesito un poco más de energía para hacer lo que tengo que hacer. Y sé donde conseguirla. ¿Me acompañas?-Le preguntó, instintivamente el policía se levantó y antes de que Jonás fuera a contestar dijo:

-Yo os espero aquí- Violeta asintió y después Jonás contestó:

-Vale, ¿por qué no?

...

...

...

...

Violeta se movía más rápido que el viento y Jonás..., a Jonás le costaba lo suyo.

-¡Lento!¡Corre!- Dijo Violeta encaminado a el árbol de su nacimiento

-¿¡Para que correr si tengo todo el día!?- Dijo instintivamente entonces Violeta se paró de seco

-¿Qué pasa?- Violeta se reía.

-Parecemos mi madre y mi padre.....jajaja. Mira, aquí es-Dijo Violeta.

Había frente a Jonás un enorme árbol que tenía un tronco muy grueso y gordo se veía natural y no afectado por lo que ocurrió hace 8 meses. Tenía una estatura muy buena, era semi-accesible llegar a sus ramas por el tronco.

-Este árbol lleva muchísimos años aquí. Aquí mi padre le pidió matrimonio a...- Lo pensó, le había arrebatado la vida a su padre y eso también había perjudicado a su madre- a mi madre- Violeta tocaba la corteza con amor y con dulzura.- Aquí pasé los primeros 8 años de mi infancia y parte de los otros 2 años.-Sus ojos tenían un poco de lágrimas- Snif, pensarás que estoy loca... Pero lo echaba de menos- A Jonás para nada le parecía eso. Le daba un gran respecto a su relación con el bosque y entendía que lo había pasado muy mal estos meses-¿Conoces mi leyenda?, es decir, la leyenda de la niña del bosque nacida del verde árbol y el violeta oscuro cielo que había esa noche.

-Creo que has olvidado que yo era tu mayor fan- Dijo con una carcajada y Violeta se rió- ¿Entonces este es el árbol de donde te encontraron recién nacida?

-Sí.- Afirmó

Jonás tocó el árbol, era mágico como los ojos de Violeta notó.

Violeta se alisó la falda.

-¿Subimos?-Dijo, Jonás asintió- Los perdedores del monopoly primero.

Jonás subió con dificultad, se podría decir que tardó unos 18 minutos en subir unos centímetros

-No así no

-Jonás vas a dañar el árbol

-Que poca maña tes, la vida

-Dios mío Jonás....

Hasta que Jonás se rindió y bajó lo poco que había subido.

-Es imposible Violeta... -Dijo Jonás, nunca había escalado un árbol- Nunca he escalado y a este ritmo nunca lo haré.

-Fíjate bien.

Violeta se puso debajo de la rama gorda. Entonces saltó y se enganchó a la rama como si fuera una barra de abdominales. Ya colgada en el aire se elevó hasta sentarse.

-¿Nunca te conté que tengo una fuerza y agilidad como una gimnasta de barras profesional?

Jonás seguía fascinado, se había subido como si nada.

Era increíble, menuda fuerza en los brazos tenía

-¿Cómo...?

-Unos 10 años de práctica- Dijo sonriendo

Entonces Jonás flipó... Pero pensó... No podía ser parte de eso cierto si no ¿cómo...?

-¿Cómo subían tus padres?- Preguntó

-Listo de narices, me pillaste... Mira detrás de ese arbusto- Dijo señalando un arbusto. Jonás vió una escalera.

-Mala persona, me viste casi morirme intentando escalar por mi cuenta y ¡sabías que había una escalera!-Dijo Jonás.

-Necesitaba reirme un poco. Jajaja y es demasiado, tenías que haberte visto.

Jonás no se arreglaba bien con la escalera para subir, estaba vieja y rota.

-No sirves para nada chico- Dijo riéndose Violeta

-Lo que no sirve para nada es esta estúpida escalera.- Dijo tirando la escalera, no estaba enfadado para nada, se lo estaba pasando genial.

-A ver espera. No te muevas ni digas nada.- Jonás se puso tenso.

Apareció una grande hoja parecía a un nenúfar pero mucho más grande

-¿Lo has..?

-Claro, ahora pon los pies encima y como hables puedes morirte y no es broma.

Jonás se calló inmediatamente.

Puso sus pies y entonces Violeta cerró los ojos, lo elevó hasta la rama y Jonás se sentó.

Abrió los ojos.

-¿Qué tal?- Preguntó

-Impresionante. ¿Tienes telequinesis?

-Solo con la naturaleza, ya ves- Dijo encogiéndose

-Como si fuera poco...¡Yo no tengo ningún super poder!- Protestó

-Pero tú me tienes a mí y yo puedo hacer lo quieras por tí. Por algo somos amigos-Y trajo unas frambuesas con un movimiento de cabeza y empezó a comer- ¿Quieres?

-Vale.-Y le dió unas cuantas- Una cosa... ¿No serás amiga mía porque soy la única persona, después de mi padre, que puede estar conmigo?

-Supongo que no sé... Puede que sí porque es verdad que eres el único que puede estar conmigo... Pero te pido perdón... Debería haber sido tu amiga, darte una oportunidad... me pareces una persona super maja y graciosa y... me encantaría haber tenido más partidas del monopoly contigo.-Jonás asintió- Bueno, lo pasado, pasado está.

-Exacto.

...

...

...

...

-Bajamos, tenemos que irnos...- Dijo Jonás, ella asintió.- ¿Saltamos?- Dijo con miedo

Violeta saltó e hizo que el anterior nenúfar se alzase a donde tenía los pies Jonás.

Jonás saltó a él y Violeta lo bajó.

-Jonás...

-¿Sí?

-Voy a necesitar mucha energía. Ahora tengo bastante pero necesitaré un poco más y.. si.. si me pudieras dar algo- Suplicó Violeta.

-Claro... ¿Pero por donde te la doy?...- Preguntó, transmitir energía no se hacía todos los días.

Entonces Violeta con una mano medianamente fría cogió la suya que ardía.

Jonás se sonrojó pero no sonrió, Violeta estaba muy seria y si estaba seria es que la situación requería seriedad.

Violeta se puso frente a Jonás y le cogió la otra mano.

Entonces cerró los ojos y sonrió, le gustaba la energía de Jonás era positiva y cálida.

Jonás no sabía que hacer y los cerró.

Pasaron 5 minutos, eternos para Jonás así.

Abrió los ojos pensando que ya había acabado pero Violeta seguía allí, con una cara triste, estaba pálida, sus labios no estaban rojizos.

Sobre todo se dió cuenta porque no sujetaba su mano con fuerza. "¡Se queda sin energías!" pensó Jonás. No sabía como traspasarlas pero notaba como Violeta no las recibía. ¿Cómo llenarla de energías?

No tenía ni idea por lo que hizo lo que pudo

Violeta, lo estaba pasando muy, muy, mal, se encontraba sin fuerzas, voces en su cabeza le decían, ¡vas a morir!, rápido, genera energía. Pero las que conseguía se les acababan.

Notaba que la mano de Jonás temblaba. Rogaba que le diera energías o iba a morir.

Comprendió que no tenía ni idea de hacerlo.

¿Cómo darle energías?... Se le acababa el tiempo y escuchó su melodiosa voz.

-¿Recuerdas ese día?Hace 3 o 4 años y te pusieron conmigo en un grupo. Me ignorabas al completo yo te pedía que hicieras las divisiones de los primeros apartados y... que yo haría las otras pero no querías. Negabas con la cabeza. Me acuerdo que desde los 3 años nunca me habías hablado. Y me sentía muy especial yendo en tu grupo y... y creyendo que tu...tu me hablarías. Veía en tus ojos un pájaro, un pájaro de grandes plumas, grande, precioso. Veía magia en ellos y puede ser por eso que me fascinaban. Sabía que eras especial pero no tanto hasta que me dijiste "vale" y sonreíste. Te pusiste a hacer las divisiones. Pensé que eramos amigos y se me fue de la mano. Cada noche me maldigo por haber cometido ese error y simplemente, querida amiga te prometo, por todas victorias que tenga algún día en el monopoly, por mi energía, por mi padre, incluso por mi vida que algún día, algún momento te lo recompensaré. Te lo juro.

Violeta se sintió viva. Como que por las palabras su energía se transmitiera. Jonás lo supo cuando Violeta apretó sus manos.

Él también se las apretó levemente y viendo su sonrisa y cerró los ojos.

Algo le dijo que lo había hecho bien.

...

...

...

...

Esperando en el árbol donde se despertó Violeta estaba Enrique.

-Dios mío.... Se les dá la mano y quieren el brazo... ¿Qué andarán haciendo? y claro, como ahora me mueva lógicamente me perderé por el espeso bosque y no me encontrarán.... Dios mío.

Miró su reloj llevaban 2 horas.

-Claro... Buscar energías... Claro.... Todos nos lo creemos. Tal y como es la niña seguramente se haya desmayado por elevar a Jonás para hacerle una broma... Dios mío... No sirve para nada... Si no dá creado una mísera planta en casa. "Solo en el bosque" y yo el traga tonterías se lo tragó... Bueno lo que hizo hoy fue alucinante pero podría ser mejor... Es que no dá hecho nada, es... ¿¡Qué narices!?

Todo el suelo, todos los árboles que Violeta un día había restaurado o había creado un día estaba naciendo otra vez y creándose.

Fue increíble.

El policía solo pudo decir una cosa:

-Niña eres alucinante

...

...

...

...

Jonás había abierto los ojos otra vez. Necesitaba ver que tal estaba Violeta.

Violeta estaba perfectamente bien, su piel estaba pálida pero era normal.

Su cara fina, sus labios rojizos y su pelo era negro oscuro con ondas. Pero a Jonás no fué eso lo que le llamó la atención.

La escena había cambiado: todos los árboles, flores o animales que alguna vez había creado estaban allí.

-¡Violeta, abre los ojos lo has conseguido!, ¡toda la fauna y todos los vegetales creados están ya vivos!

-No todos no. - Faltaba su padre- Necesito energía, háblame de cualquier cosa.

Jonás se dió cuenta de que faltaba su padre.

-Hoy podríamos jugar al monopoly, me parece un juego muy divertido pero a la vez muy injusto porque siempre ganas. Es un juego que jugamos los dos todas las tardes desde hace ya casi dos semanas. Es increíble que yo he hablado más contigo estas 2 semanas que en toda mi vida y la verdad es genial tener una mejor amiga. Mis amigos me superan en fuerza, peso... de todo menos inteligencia y como soy inteligente nunca me he dejado intimidar por alguien. Bueno por la profesora nueva si,¿ te he hablado de ella?, se llama Blanca...- La voz de Jonás sonaba débilmente en la cabeza de Violeta. Mientras él hablaba ocurrían cosas extrañas en la cabeza de Violeta.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top