Celeste se dió cuenta que no dijeron la palabra "juramos" y no pensaba caer tan bajo

-¿Lo juráis?- Dijo calmada Celeste.

Claudia miró a Ester, no había picado...

-Lo juramos.

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Calles más arriba estaba la pequeña Violeta llegando a casa.

El viento era leve pero zarandeaba su coleta para los lados.

Se lo había pasado tan bien... Mejor que nunca en su vida... Ya comprendía perfectamente como su madre y su padre tenían tantas ganas de que tuviera algunas amigas.

Soltó su pelo negro de la coleta y dejó el pelo revuelto.

Normalmente lo llevaba suelto menos cuando estaba con gente que no eran su familiares (su madre y su padre)

-¡Mamá, papá, llegué!- Gritó Violeta.

Entonces su padre corrió junto a ella. Estaba en forma tras verle los ojos a la mañana.

-Está mamá preparando una sopa- Dijo su padre después de abrazarla.

Entonces la pequeña Violeta de 10 años, no tan pequeña, corrió hacia su madre y la abrazó.

Su madre cocinaba muy bien y eran muy famosas sus sopas.

-¡Hola mamá!- Dijo nuevamente abrazándola por la espalda y la señora repitió el proceso de la mañana, se dió la vuelta, se agachó, la abrazó y le dió un beso en la mejilla.-¿Sopa?, ¿qué celebramos?

-Tu quedada con amigas- Dijo la madre sonriente.

Entonces Violeta sonrió.

-Ve a ponerte el pijama y nos cuentas- Dijo la madre mientras daba una vuelta a la sopa con la espátula

La niña sonrió y se dio la vuelta hacia su habitación.

Entró feliz y se tiró a la cama, había sido el día más maravilloso de su vida.

Se puso su pijama azul.

Ahora, aunque poca gente la tratara así, tenía la mentalidad y la responsabilidad de una adulta.

Era tan madura... Se encuentran personas adultas menos maduras que ella.

Solo que una capa perfecta de felicidad cubría su mundo y todos temían la reacción al destruirse y que supiera que la vida no es ni de lejos perfecta.

Sus padres no sabían como reaccionaría cuando con 12 años decidieran su prometido para cuando tuviera dieciocho. Ambos deseaban lo mejor para ella.

Por ahora la tarea de Violeta era simple: hacer que su padre viviera hasta los 90 como el señor más viejo del pueblo el llamado "el loco del pueblo" y también crear un mejor bosque y huerto.

Violeta miraba la planta de su cuarto... estaba... ¿pocha?... ¿Desde cuando ella dejaba morir una vida?

Se acercó... y puso las manos sobre la planta, notaba la energía fluir y.... abrió los ojos... la planta seguía pocha.

Seguramente sus poderes solo funcionaran en el bosque.

Entonces entendió una cosa, que los poderes solo funcionaban en áreas de energía...¡En bosques!, ¡por eso tenía desde muy pequeña la costumbre de ir al bosque!, necesitaba renovar su energía.

Parecería algo lógico, mas en un mundo donde puede una niña crear vida desde cero tanto animal como vegetal...Todo podía ser posible, incluso lo más descabellado.

Salió de su cuarto y se sentó en la mesa. Su madre dió la cena y tomó las manos de su hija adoptiva que tanto quería, que le reconfortaba y que la hacía sentir feliz y de su querido marido y profirió:

- Te damos gracias señor por los alimentos que nos das cada día, por nuestra buena salud y por nuestra querida hija Violeta, nuestro regalo del cielo, amén.

-Amén -Repitieron Violeta y su padre. Todas las oraciones acababan así: "por nuestra querida hija Violeta, nuestro regalo del cielo violeta", " por nuestra querida Violeta, hija del árbol y del violeta cielo ", "por nuestra querida Violeta que es nuestro regalo más preciado del mundo"..."por nuestra querida Violeta......" siempre igual y a Violeta le encantaba que la valorasen tanto.

Su padre jamás, ni un segundo se había maldecido o enfadado por haber traído a Violeta a su vida.

No se la imaginaba sin ella.

Violeta si se la imaginaba: Su padre muerto, su madre estaría casado por otro con obligación porque sus cultivos no darían nada y sus animales no tendrían tampoco comida para comer.

Simplemente una vida horrible.

La mujer sabía eso perfectamente.

Amaba a Violeta , aunque no sabía que tenía poderes, pero igualmente la amaba

Su hija ya se había acostumbrado a tener padres que para otros niños eran sus abuelos... pero le daba igual.

-Cuéntanos cariño...¿qué tal?- Dijo la madre.

Se veía en los ojos de Violeta felicidad, mucha felicidad y ánimo.

-Pues primero les enseñé cosas extraordinarias de la naturaleza. Es tan rara y misteriosa... Y después les enseñé los árboles, reímos, jugamos e hice pruebas para saber hasta que punto soy protectora y guardiana del bosque.- No soportaba mentir y, la verdad, no había mentido... Simplemente... No había contado todo con detalles.

-¡Qué bien Violeta!, nosotros queremos decirte algo... ¡Vamos a mudarnos!, ya que tu padre se encuentra bien.

Violeta se puso muy muy triste... Había hecho amigas... ¿Y si?, ¿si estaba lejos del bosque?... lejos del árbol que con 8 años curó... ¿qué sería de su vida sin poderes y sin naturaleza? y lo peor ¿sin ese árbol?, lo necesitaba como necesitaba a su padre o a su madre.

Sus ojos perdían el tono violeta intenso y se rebajaba más la intensidad del violeta. Ella, su madre, lo notó, era lo que le ocurría cuando estaba triste.

Solo le había ocurrido, otra vez y esta vez, 2 veces en su vida una cuando era bebé y no la llevaron al bosque un día y la otra hoy.

-¡Pero si no sabes a donde nos mudamos!- Protestó la madre al verla triste

Su tonalidad violeta descendía lentamente, eso no era nada bueno desde luego.

-No hay mejor lugar que este.- Dijo con tristeza.

-Violeta- Dijo su padre agarrándola de la mano- Violeta, nos vamos al corazón del bosque.

Los ojos de Violeta se volvieron violetas oscuros y su madre suspiró al verlos tan mágicos como siempre.

Violeta se levantó de un salto y los abrazó. Ver SIEMPRE al árbol que salvó, todos los días de su vida, para siempre.

-¿Cuándo?- Dijo impaciente

-Dentro de dos días.

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10 min. después en casa de Claudia

-Claudia...¡Claudiaaaa!- Gritaba Ester.

Sus casas estaban al lado y era bastante más fácil hablar con ella que con cualquier otra persona de la granja.

-¡Qué!- Gritó Claudia, estaba harta de que la interrumpiera tan tarde a la hora de dormir.

-Shh, baja la voz... No querrás que nos escuchen- Gritó con un susurro Ester

Claudia abrió la ventana y pasó Ester a dentro.

-Tengo un plan Claudi- Dijo en susurro

-¡Te he dicho millones de veces que NO me llames Claudi, Este!- Dijo enfadada

-Este es el plan. Iremos a casa de Celeste a la mañana y le robaremos la cámara.

-Perfecto- Dijo frotándose las manos

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En esos momentos en la casa de Jonás

Celeste suponía el plan de sus "amigas" Claudia y Ester.

Como en clase solo eran 6 niñas todas debían llevarse bien. Estaban Celeste, Claudia, Ester, Helena, Sofía y la repugnante-protectora-chiflada-huele-a-queso-Violeta.

Con Helena se llevaba bien, con Claudia y Ester también, pero siempre

quiso venganza por Violeta por una vez con 8 años que todos se

rieron de ella por el super poder de la idiota Violeta.

Tenía tantas ganas de machacarla.

Entonces tocó el timbre de la casa de Jonás y abrió su padre.

-Querida Celeste que le trae a estas horas

-Me prestó su hijo la cámara de video y quería que la guardase, a

buen recaudo

El señor asintió

El plan iba como viento en popa

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Al día siguiente

Al día siguiente no fué al colegio la pequeña, no tan pequeña Violeta. Violeta se quedó empaquetando cajas con sus padres y metiendo a los animales en las jaulas.

La huerta seguiría allí y, como Violeta ya era mayor, le pidió que la pudiera regar los lunes, miércoles, viernes y domingos los demás se encargarían sus padres, ellos, asombraron, aceptaron.

Ella se sintió feliz, ya que haría la vida mejor en el precioso huerto que tenía.

Había visitado la casa, era más grande y sus padres la habían construido para que cuando la pequeña, no tan pequeña Violeta quisiera salir al bosque pudiera.

Pues ayudaría a sus padres en la huerta

Violeta ahora empaquetaba la planta pocha sabiendo que por fin podría curarla sin salir de casa.

La verdad estaba muy muy feliz por la decisión de sus padres.

Y siempre se lo iba a agradecer.

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A la mañana Claudia y Ester

-Creo que no es buena idea- Dijo Claudia

-Shh- Dijo Ester

- Vale ... .lo haré...por Violeta.

Ambas se acercaron a la casa de Celeste, era más grande que la de Violeta, la de Claudia y la de Ester juntas. Timbraron y una dulce señora le abrió la puerta.

-Buenas niñas, ¿no deberían de estar en el colegio?- Preguntó la mujer, era alta, delgada y de cara fina, su pelo y sus ojos eran los de celeste... menos su cuerpo que era mucho más delgado que el de Celeste.

-Le prestamos el cuaderno a Celeste y no podemos ir a clase sin él. ¿Podríamos mirar si lo dejó en su habitación?

-Claro- Respondió amable

Las niñas no lograron entender de como tan buena madre había salido tal salido tan incompetente, mala y asquerosa su hija.

Comprendieron pues que fue la venganza.

Las niñas pasaron a su cuarto, lo registraron y no encontraron nada.

Por lo que sacaron su cuaderno de la mochila y salieron tristes por no haber encontrado la cámara de vídeo.

-Señora, ya encontramos el cuaderno- Dijo Ester con el cuaderno en las manos.

-¡Me alegro!, buen día

-Buen día señora- repitió Claudia.

Ambas partieron corriendo al colegio.

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Jonás y Celeste en el colegio

-¿Por qué tardan tanto?- Preguntó Jonás

-No lo sé - Dijo Celeste- Pero como dijeran algo...

Entonces Claudia y Ester llegaron

-Lo sentimos profesora.

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Tiempo después en el colegio de Violeta

Ester y Claudia, que tenían los pupitres al lado, hablaban por notitas.

"Hola Ester, soy Claudia, estoy preocupada por la pobre Violeta... No ha venido

Hola Claudia, soy Ester, no creo que ya la haya denunciado

¿Como estás tan segura :( ?

Tengo fé Claudia, además esperará, a la tarde para humillarla

¿No podemos decir nada?

No, lo siento, no podemos...

Espero que esté bien

Si, ¿por qué faltará Violeta?"

Entonces la profesora miró por las gafas y vió el papelito y se acercó.

Claudia y Ester temblaban... Las iba a descubrir...

-Señorita una pregunta-Preguntó Helena detrás de ella

La maestra se dió la vuelta y Claudia arrancó una parte dejando

"Espero que esté bien

Si, ¿por qué faltará Violeta?"

-Helena, después te la contesto- Dijo agradablemente

Y después se dió la vuelta, cogió el papel y leyó en alto:

-"Espero que esté bien. Sí, ¿por qué faltará Violeta?"- Y miró a Claudia y a Ester- Está bien que os preocupéis por vuestra amiga... pero... atender.- Y se dió la vuelta mientras Ester suspiraba.- Ah y, Violeta está bien, el problema es que se va a mudar a el corazón del bosque en 2 días y no asistirá a clases, pero la veremos hoy a las 18:00- Entonces la profesora sonrió- Sois muy buenas amigas

"¿Buenas amigas?" pensó Claudia, ¡la llevaban a la muerte! y Ester pensó lo mismo

¡¡RING-RING!!

Claudia y Ester salieron deprisa pero no sabían que su queridísima amiga Celeste las aguardaba.

-No os preocupeis, no diré nada de vosotras. Pero como digais algo...- Dijo Celeste amenazante.

Claudia y Ester corrieron dejando a Celeste sola como la patena.

-Me encanta que huyáis de mí.

...

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En una granja cerca

-Mmm... ¡qué ricos!- Dijo Violeta

Vió que su padre tosió y su madre se preocupó por lo que, cuando más o menos paró de toser, le dijo.

-Papá mírame a los ojos- Notó como su padre se llenaba de energía, entonces Violeta tuvo que disimular para que no se enterasen- ¿Me has cojido el tenedor?

Y todo volvió a ser igual.

-Hija lávate los dientes- dijo su padre

Y como buena hija Violeta corrió al establecimiento de las vacas, cerdos y ovejas al baño

-¿Cuántas veces crees que te va a salvar?-Preguntó la madre

-Las que sean necesarias-Dijo el padre

-Que morro tienes-Dijo la madre

-¿Cuándo sabrá la verdad?-Dijo el padre

-Cuando ellos se lo cuenten-Dijo la madre

-¿Qué ellos?-Dijo el padre

-Los elféricos.

...

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...

Pasaron unas horas, eran las 17:30, la profesora, Violeta y sus amigas estaban ya en el bosque.

Era un claro bonito y precioso, lleno de flores y árboles frutales, sobretodo cerezos.

Claudia y Ester llevaban más o menos 20 min. hablando, Violeta no las había interrumpido, sabía que era una conversación privada.

-Por favor, por ella...- Suplicaba Claudia, desde que había conocido a

Violeta se había vuelto menos tímida

-Ni una ni otra- Dijo Ester con un brillo maléfico en los ojos

-¿Qué quieres decir con eso?- Dijo Claudia

-Tengo un plan

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...

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-¿¡Jonás por qué!?- Le gritó su padre, era alto, esbelto de unos 40 años, con un bigote gordo y los ojos más el pelo castaños- ¿¡Por qué crees que yo adoptaría a una niña que no posee riqueza ninguna y te dejaría casarte con ella!?

Ambos discutían en un enorme salón lujoso de su casa, más grande que la granja de Violeta.

-Por que la quiero-Replicó Jonás avergonzado

-Hijo, no se casa uno por amor... Se casa por riqueza.- Dijo su padre recordando que odiaba a su mujer y, "tristemente" su mujer, cuando nació su hijo se "cayó" por el balcón.- Cásate con Celeste por ejemplo

-NO

-Pues con Helena

-NO

-Vale... con Ester o Sofía

-¡Que no!

-Hueso duro de roer.. es mi ultima oferta.. Con...Claudia

-NO, ella es muy especial.

-Dí,¿ por qué?

Entonces tomó la cámara de video y le enseñó a su padre el video.

El padre reprimió una sonrisa, sería rico con esa niña.

-Hijo, es toda tuya... Si eso es cierto hasta que muera la dejaré vivir aquí... Si no consigue nada en 2 años la mataré, lo prometo

Su hijo se puso muy feliz, por fin Violeta sería suya.

Podrían verla levantarse, podría charlar con ella... Y sería genial ya que, por lo de la bruja, no podría salir de casa y pasaría más tiempo, le gustase o no con él.

Tomaba la decisión correcta y sabía que nunca se arrepentiría.

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En el bosque con Violeta

-¡Violeta, Violeta!- Gritaban sus amigas Claudia y Ester.-¿Podemos hablar en privado?

Violeta se giró, sus ojos eran mágicos y Violetas oscuros, su piel estaba un poco, pero casi nada, pálida y su pelo estaba negro. Llevaba el vestido de domingos, ya que era un acontecimiento especial.

-Claro.- Corrió hacia ellas- ¿Qué ocurre?

-Queremos probar un experimento ahora- Dijo Ester

-Pero no puede ser después, queda media hora y me gustaría ...

-¡NO!, digo, no Violeta, ahora.- Dijo Claudia nerviosa, sudaba e imaginaba su cuerpo sin vida.

-Vale... -Aceptó.

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En casa de Celeste

-¿Qué te parece esto mi preciosa hija?- Preguntó la delgada madre de Celeste enseñando un caro vestido muy bonito

-Feo

-¿Y este?

-Feo

-Pues puedes ponerte lo que quieras cariño- Sonrió la madre y se acercó para darle un beso en la mejilla, ella se apartó y señaló la puerta

-Fuera fea- Su madre era muy comprensiva pero su padre, que pasaba al lado, no y se puso delante de ella y le pegó un tortazo que la hizo levemente llorar y le dejó la marca.

-Ahora ponte el vestido desconsiderada.

La mujer y el hombre se marcharon y la mujer le agradeció su gran humildad.

Estos se habían casado por dinero y riquezas pero se habían enamorado.

Exactamente como pasaría con Violeta y con Jonás.

O eso se suponía

...

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Claudia, Ester y Violeta

Violeta estaba tapada con un paño de seda negro que Ester le había prestado. Se dirigían al bosque, eso pensaba Violeta, pero en realidad se dirigían a la casa de Celeste.

-Bien ahora haz crecer una enorme hiedra ahí- Y cogió la mano de Violeta y señaló a la casa de Celeste

Violeta sintió que no tenía muchas energías ni que se le renovaba

-¿Estáis seguras de que estamos en el bosque?- Preguntó Violeta un poco extrañada.

-Estamos al lado de tu árbol favorito, aquel que salvaste una vez, ¿recuerdas?-Dijo Claudia.

Violeta sonrió

-Si, recuerdo

-Enséñale lo que vales.- Entonces cerró los ojos y se adentró en un sueño.

Todo era negro salvo una luz al final del todo. Estaba allí, su querido árbol, su árbol de nacimiento.

El árbol, el fuego y el hielo se mezclaban..

Se dejaba llevar por el sueño... No sabía bien lo que pasaría pero lo quería averiguar.

-Vio...

El árbol ya no era un árbol, era ella.

Por el contrario, el hielo y el fuego no habían cambiado.

-¡Viol..!

Ella se deshacía dando un círculo morado. A sus lados dos semicírculos, uno rojo y uno azul se encajaban dejando un círculo grande y uno pequeño de la unión de 2 trozos, uno azul y otro rojo, tan bello.

-¡VIOLE...!

El círculo de desampliaba, era el ojo de un pájaro, un pájaro de grandes plumas, extenso, largo, bello, de pico dorado que surcaba el cielo.

-¡VIOLET...!

El pájaro hacía una reverencia e instintivamente Violeta se acercó para tocar su pelo

-¡VIOLETA PARA YA!- Gritaba Claudia.

Violeta se quitó la venda, había una casa, llena de hiedra hasta sus pies. Como la casa era blanca resaltaba.

La hiedra había llegado hasta sus piés.

Cubría todo el tejado, todos los lados, toda la verja.

Entonces Claudia y Ester tiraron de ella pero seguía quieta paralizada.... ¿Cómo podía haber hecho eso y no estar nada cansada?¿Cómo pudo hacer magia fuera del bosque? ¿Qué hubiera pasado si no la hubieran interrumpido...?

Decidió correr y hablar mientras con ellas

-¿Cómo...Cómo y... ? ¿por qué?

-Por tu seguridad Violeta- Dijo Claudia seria- a sido increíble.- Dijo con una sonrisa

-Ahora que Celeste no va a poder acudir...¡Hagamos la mejor exposición!

...

...

...

...

En un lugar muy lejano

-Va a morir hoy, ¿no es así?

-No, sobrevivirá, pero algo importante para ella morirá.

-¿Por qué no la quieres matar ahora?

-PORQUE TENGO UN PLAN CACHO DE IMBÉCIL.

-Que así sea.

...

...

...

...

Instantes antes de que llenase Violeta la casa de hiedras.

Celeste salía con su vestido de casa y la cámara de video.

De repente escuchó la voz de una de sus secuaces diciendo.

"Enséñale lo que vales."

Vió a Violeta y comenzó a grabar.

-Esto es bueno...

...

...

...

...

Tiempo después

-Bueno, esto es una hortensia como veis son muy bonitas con tallo respectivamente gordo...- Violeta se sentía muy bien explicando, estaban sus compañeros, sus padres, algunos padres de estos y después la profesora, claramente.

Pero todo cambió cuando de repente apareció Celeste y Helena agarró a Violeta haciendo una llave, esta se retorció pero solo encontró más dolor, ella era la más fuerte de clase después de Celeste.

Los padres se levantaron y pidieron que la soltaran.

-¡Suéltenla!- Gritó el padre de Jonás y sus padres

-No, ella es una bruja, miren esto.- Dijo Celeste enseñando la cámara de video.

Se veía a Violeta creando un puerro, un tomate y una lechuga.

Todos asombrados, algunos felices, otros con miedo y, en el caso de el padre de Jonás con ganas de tener más dinero.

-Muy bien... una acción noble... Pero os gustaría que a vuestra casa le pasase esto.- Dijo sonriendo maliciosamente.

En su video aparecían Violeta, Claudia y Ester. Violeta creaba hiedras por su casa. De su mano salía un rayo verde fino, casi invisible. Al final, ya cubierta la fachada Claudia y Ester estaban gritando y zarandeándola...

Esta para no estar presa se elevó por el aire hasta un lugar que sus amigas no la podían tocar.

Estaba volando.

-¿Quién eres?- Decía en el video una y otra vez Violeta.

Entonces un grito de Claudia la había despertado, despacio bajó lentamente y se quitó la venda.

El video había finalizado, unos padres abucheaban, otros rogaban que muriera ese demonio.

Sus padres que estaban allí estaban petrificados

-¡Bruja muere!

Claudia y Ester se acercaron

-¿¡Estás loca niña o qué!? ¡fuera!

-Matenla

-¡¡NOO!! -Gritaba con lágrimas su madre mientras el padre la consolaba-POR FAVOR ¡NO!

Entonces los padres sacaron navajas o algunos, con escasez de navajas, cogieron unas piedras...Se encaminaban hacia los padres de Violeta.

Los padres de Violeta conocían su destino... Morir por Violeta.

Violeta lloró de rabia, de odio y generó una enorme jaula de pinchos que protegía a sus padres. Sus padres seguían llorando.

La jaula de pinchos era muy gorda y tardarían en atravesarla.

Entonces Claudia y Ester aprovecharon para hablar con Violeta.

-Lo siento Violeta.- Dijo Claudia y Ester repitió lo mismo

-No pasa nada

Entonces de la multitud un padre con una navaja puso la navaja en el cuello de la pobre niña de 10 años... Ella lloraba no por miedo... por otra cosa.

-Últimas palabras bruja.

Ella lloró y pensó: ¿Por qué había confiado en alguien? ¿Por qué tuvo que gastar una broma pesada a Celeste? ¿Por qué todo lo que cometió fueron errores? ¿Por qué iba a morir así? ¿Por qué tendría poderes? en resumen ¿Por qué había nacido?, no lo merecía, no merecía amigas, poderes, ni padres, ni siquiera existir.

Sus ojos se volvieron violetas oscuros y gritó, gritó, gritó por todo, gritó por todos y por todo lo que pudo.

Entonces todo el bosque podreció, toda la magia que había empleado en él había desaparecido, había muerto todo lo que había usado magia con él.

Su árbol favorito volvió a tener corte, todos los cerezos, azafranes y diferentes flores como las hortensias podrecieron y desaparecieron.

Todo lo que había usado magia se había destruido.

Se sentía vacía, sin sentido, sin rumbo, su capa de felicidad se había ido.

Sus ojos eran grises y estaban sin color.

Su atacador se llenó de miedo al mirarlos, no había ni rastro de felicidad ni magia en ellos... Los árboles caían y se apartó de la niña.

Todos pudieron ver al padre de Violeta muerto, feliz pero a la vez triste.

Violeta lo miró y lloró, solo tenía 10 años y ya había matado, había matado a un hombre, a un ser humano.

Había utilizado tanta magia con él que, como ahora se fué, el pobre señor murió.

La celda también se deshizo y una mano la agarró del hombro.

Solo rogaba que fuera su atacante de la navaja y que diera un corte y ella se encontrara en un vacío sin sentido, muerta.

Pero sus deseos no fueron órdenes, el señor que la había agarrado era el policía, el padre de Jonás.

-No se preocupen la tengo-Dijo el padre.

Le puso las esposas y la llevó caminando hasta su casa que no quedaba muy lejos.

Violeta... bueno ahora la podríamos llamar Grisena por sus ojos, no lloraba, estaba demasiado triste, demasiado vacía.

Separada de sus padres, separada de sus amigas, mató al bosque... ¿qué más quería?, no merecía nada.

Sabía perfectamente que sería una grave cicatriz que duraría el resto de su vida.