Flora despertó tranquilamente.

Se vistió con las prendas que la señora El Hilter le había prestado.

Entonces llegó hasta las mazmorras donde tanto Jonás y Nandis ya estaban levantados y ya le habían inyectado la medicina para despertarlos.

Pero antes pasó por delante del guardia nuevo.

-Buenos días, ¿es usted el nuevo guardia?, ¿dónde está el guardia 6?, me caía muy bie..

-Muerto.-Dijo el guardia seco- Ahora fuera.

-Lo siento-Dijo Flora-Puedo entrar en la sala de los prisioneros

-Sí. Fuera ahora-Dijo cortante el nuevo guardia 6.

Flora se fué y entró con miedo a la sala.

-¡Flora!-Gritó Nandis-¿Qué tal?-Dijo emocionado

-Bien-Dijo sonriendo-¿Y vosotros?

-Cómo siempre, horribles.-Dijo Jonás- ¿Qué te cuentas?

-El guardia nuevo es un reuma, no me cae bien, mátalo hermanito-Le dijo a Nandis.

-Eh, no se puede ir matando así por así-Dijo Nandis

-¿Y por qué mi nuevo papi dice que está bien?

-Tu nuevo papi es idiota-Dijo Nandis

La niña se llevó las manos a la boca

-Le voy a decir a mamá que has dicho una palabrota-Dijo Flora cabreada.

-Tranquilidad-Dijo Jonás y cogió a Flora y la sentó en sus piernas.- Mamá está ocupada para atenderte pero no pasa nada que yo le echó la bronca, ¿mejor?

Y Flora sonrió

-Muy mal Nandis te voy a lavar la boca con jabón-Dijo Jonás de broma-¿Mejor?

Y Flora asintió.

-Esto es surrealista-Dijo Nandis-Todo lo que dije es cierto

-Cierto.-Dijo Jonás- Bueno a lo que íbamos, creo que ayer se rebelaron o algo los guardias y los mató tu padre

-Lo que dije, un idiota.

-¡¡Nandis!!-Gritó Flora

-Lo siento.-Se disculpó y Flora y Jonás chocaron palmas.

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Kira balanceó a los lados a Violeta como si no hubiera un mañana y Violeta se despertó.

-¿Qué ocurre?-Dijo Violeta abriendo los ojos

-Esto ocurre -dijo señalando Kira. Todo el sitio donde habían dormido era ahora hielo.-Yo he tenido pesadillas, ¿y tú?

-También, puede que cuando tuve una helé todo, lo siento-Dijo Violeta ya despierta.

-No pasa nada-Dijo tranquila-Vamos a Féung.

-Vale.

Kira abrió los brazos y se convirtió en un ave de plumas azules, Violeta se subió con ganas encima de ella y volaron hacia su destino, Féung, la tierra de los ungluris.

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Tanto Yal como Ukama despertaron en los límites del desierto.

Unas 800 personas habían dormido allí con ansias de comenzar el viaje hacia el reino de los elfos.

Yal y Ukama despertaron a todos con un enorme estruendo y ellos despertaron.

Los ungluris se transformaron en aves, la mayoría eran grises o marrones.

Los elfos cogieron sus arcos, los yalukamas su magia y los humanos floreados sus poderes.

-¡Iremos hacia Prignom!-Gritó Yal-Aunque nos lleve más tiempo conseguiremos más aliados y los necesitamos. ¡A por Prignom!-Gritó Yal a todos

-¡A por Elferion!-Respondió la multitud.

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-Adelante mago-Dijo el rey de Elferion y un señor de barba larga, de ojos negros, de piel pálida y de vestimenta negra se hacercó.-Un honor tenerte amigo mío otra vez aquí, el único mago de todo Elferion, increíble.

-Buenas amigo mío.-Dijo el mago-Tengo una propuesta oh gran de rey de tan gran reino.

-Habla pues.

-Quiero crear una escuela de hechicería-Dijo el mago

-Ya hemos hablado de esto y la respuesta siempre será no-Dijo el rey de Elferion harto

-Pero no sabe lo que le ofrezco a cambio-Dijo el mago

-Interesante, qué ofreces, sorpréndeme-Dijo intrigado.

-Simplemente le traigo un arma que hará que gane la guerra contra los rebeldes.

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-Buenos días soy el guardia 8-Dijo el guardia con pocas ganas de hablar hacia el nuevo guardia 4.

-Buenas guardia 8, yo soy el guardia 4-Dijo con tristeza

-Siento lo de tú padre, era mi mejor amigo-Dijo el guardia 8 con realmente pena.

-Sí, era muy bueno...-Dijo recordando el guardia 4.- ¿Podemos dejar de hablar de ese tema?

-Claro-Dijo el guardia-¿De que quieres....?

-Guardia 8, ¿podemos hablar?-Dijo la madre de Flora y el guardia 8 asintió.

Los dos se fueron para un rincón del castillo

-¿Está bien Flora?-Dijo la madre preocupada.

-No se preocupe, su hija está bien, además se ha hecho amiga de los niños de la mazmorra.-Dijo el guardia 8.

-¿Los niños de la profecía?

-Exacto.

-¡Perfecto!, ellos la asentarán los pies en el suelo pero protégela-Dijo la madre

-Con mi vida-Dijo el guardia 8.

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-Yal, tengo una propuesta para tí-Dijo un ungluri-Tenemos 10 ungluris, ¿no sería mejor que nosotros fuéramos a Prignom y a Florum y vosotros a Féung? porque los trasgos no nos apoyarán.

Yal lo pensó.

-Vale, 5 para Prignom y 5 para Florum.-Dijo Yal y los ungluris partieron tan rápidos como el viento.

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-Bienvenida a Féung-Dijo Kira.

Para entrar a Féung había una enorme puerta de madera parecida a la de Prignom.

Kira depositó su mano en la puerta y después lo hizo Violeta.

Kira observó la confusión en Violeta y le explicó.

-La gran puerta sabe si los que van a pasar atacaron a los ungluris o los matarían o por el contrario no lo harían-Dijo Kira- La hechizó el mago, el único mago de Elferion-Aclaró.

-¿De qué bando está ese mago?

-De ambos-Dijo Kira

La puerta se abrió y dejó anonadada a Violeta, era increíble.

No existía suelo, solo una densa bruma hacía de suelo de lo demás había casas volando sobre una dura niebla blanca.

-Bienvenida a Féung.-Dijo Kira

Rápidamente Violeta sonrió al observar que había millones de ungluris volando de casa en casa.

Kira se transformó en ungluri y llevó a Violeta a su casa donde habitaba el viejo señor de los ungluris.

-¿Preparada para conocer a mi padre adoptivo?-Dijo Kira dejándola en una explanada de nubes duras que a Violeta le extrañó su enorme consistencia.

-Supongo.

La casa de Kira era bastante grande.

Estaba hecha de piedra y de un tejado rojo.

Su puerta era marrón de madera.

Su interior se componía de 3 habitaciones, una del señor, otra de Kira y finalmente otra de invitados.

Tenía un enorme salón, una cocina y 3 baños.

Violeta entró a la casa y lo primero que vió fue en un salón sentado a un señor mayor, muy mayor.

Rápidamente lo reconoció, era el señor de los ungluris del cual le había hablado Nandis.

El señor de los ungluris tenía 10000 años le había dicho y la verdad los llevaba muy bien.

-¡Kira!-Dijo el señor con felicidad levantándose y abrazando a Kira- ¡Cuánto tiempo!

Entonces se separó del abrazo y vió a Violeta.

-Buenos días Violeta-Dijo el anciano

-Espera, ¿cómo sabe mi nombre?

-Tienes los ojos violetas, más bien fue intuición.-Dijo sonriendo el señor de los ungluris.

-Pues buenos días señor-Dijo Violeta

-Es la niña de la profecía-aclaró Kira

-¿Y los otros 2 niños?-Preguntó el padre adoptivo

-En el castillo de Elferion-Dijo Kira

-Pues habrá que rescatarlos-Dijo el señor de los ungluris con una gran sonrisa.

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-¿¡Pitonisa qué ocurre!?-Dijo Yal cuando la pitonisa se arrodilló en el suelo con los ojos cerrados fuertemente.

-¡DECISIONES!-Dijo cortadamente

-¡Ayuda médica!-Gritó Ukama y una humana floreada corrió hacia donde estaban ellos

-¡DECISIONES!-Gritó nuevamente la pitonisa.

-¡Túmbala!-Gritó la humana floreada

Ukama la tumbó con miedo

La pitonisa ahora tenía los ojos en blanco y temblaba

La humana floreada se acercó para tomarle el pulso pero ella la impulsó para un lado y se elevó volando con los ojos en blanco.

Ukama se escondió detrás de Yal y la mayoría de habitantes del paso del Sur se agacharon.

La pitonisa comenzó a sonreír y a hablar:

-¿Me echabais de menos?

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-Dime pues mago, ¿cuál es el arma que me ayudará a ganar?-Dijo inquieto el joven rey

-El Oluxus. Es un potente conjuro que crea miles y miles de hordas. Puedes estar seguro que aparte de que no llegarán a entrar los matarán a todos.-Dijo el mago.

-Increíble, háblame de sus inconvenientes-Dijo el rey.

-Si es que te matan se desactivará y todo desaparecerá.-Dijo el mago serio

-Ña, eso no es ningún inconveniente. Tienes mi permiso y mis constructores a tu servicio.-Dijo el rey-Pero antes, ¿cómo se activa el conjuro?

-Kauiften, Kauiften, Kaufen.-Dijo el mago-Se lo escribiré en un papel si así lo desea.

-Muchas gracias mago- Dijo el rey cogiéndo su brazo y el mago el suyo entonces fué como su una hiedra uniera sus manos y las soltaron-Siempre un placer hacer tratos con usted, gran mago- Dijo el rey.

-Igualmente, buena suerte con la batalla.

-Suerte con su escuela de magia.

El mago chascó los dedos y desapareció.

-Buen día.

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El mago apareció en la casa de el señor de los ungluris donde estaban charlando sentados Violeta y Kira y por supuesto el señor de los ungluris en los sillones.

-Creo que en menos de unos 2 días estaríamos allí-Dijo Kira y después se dió la vuelta y vió al gran mago.

-¡Gran mago!-Dijo el señor de los ungluris- ¿Cuándo ha aparecido aquí?-Dijo con misterio

-Hace unos segundos-Dijo malhumorado el mago.

Entonces el señor del ungluris se levantó enfadado

-¡Qué haces manchando con tus zapatos mi casa!-Dijo enfadado el rey de los ungluris

-Sucio ungluri-Dijo el mago

-Estúpido mago-Le soltó el señor de los ungluris y Kira ya se iba a levantar para pararlos.

-Amigo mío, ¡cuánto tiempo!-Dijo el ungluri abrazando al mago que era un poco más alto.

-¡Cuanto tiempo!-Dijo el mago y las chicas quedaron sin palabras, se quedaron anonadadas.

-Ah, si-Dijo separándose del abrazo el ungluri-Estas son Violeta, la niña de la profecía y mi hija adoptiva la princesa Kira.

-Buenos días Violeta, buenos días princesa.-Dijo asintiendo el mago hacia las niñas

-¿Por qué vienes amigo?

-Oí hablar que quereis rescatar a los chicos pues bien, los chicos tienen un chip, ¿cómo se lo quitareis sin electrocutaros? con este hechizo -Dijo entregando un papel a Violeta.

-¿Qué quieres a cambio?-Dijo el señor de los ungluris con un poco de miedo

-Que no os enfrenteis a los elfos, os van a machacar.-Dijo el mago-A ver, si quereis hacerlo hacerlo pero recordar, si matais a la hormiga reina los demás pierden su rumbo y acaban desapareciendo.-Entonces el mago desapareció.

Y tras unos segundos sin hablar el señor de los ungluris habló definitivamente para sellar la conversación y hasta dentro de un rato no volver a hablar de ella:

-Complicada situación.

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La pitonisa cayó al suelo y Yal se apresuró a cogerla pero no llegó.

La pitonisa había vuelto a la realidad.

-Lo siento, no sé que me ha pasado, continuemos el camino.

Y así hicieron hasta que cayó la noche y pararon a dormir y descansar que les hacía falta.

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Jonás y Nandis ya cansados de estar atrapados en 4 enormes cristaleras estaban esperando al doctor del suero cuando de repente llegó el rey de Elferion.

-Se nos ha acabado la Talling, la hierba con la que preparamos el suero-Dijo con lástima el rey.- Por tanto ahora os separaremos en celdas-Dijo el rey mirando a la celda de cristaleras delante de la que estaban.

El rey de Elferion se llevó a Nandis y lo instaló en la otra celda.

Finalmente cuando el rey entraba por una puerta veía una enorme celda de largos cristales y allí se hallaba Nandis y pasando por ella había 2 puertas, una de alante y otra de atrás para acceder a otra celda con cristales alargados que era la de Jonás.

El rey sonrió, todo saldría como lo previsto.

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Todos los habitantes de el paso del Sur y los yalukamas esperaban impacientes a los ungluris en un campamento que habían montado a la noche y de repente llegaron.

-Ungluris-Dijo un gnomo señalando

Y 5 llegaron y se transformaron en elfos normales.

-Los gnomos ya están avisados y partirán hacia Féung mañana dirigidos por Julietta-Informó un ungluri a Yal- Tu hermana

Yal sonrió.

-Los que iban a Florum aún no llegaron-Le informó Ukama-Nosotros estamos lejos bastante de Féung pero es bastante normal ya que nosotros no podemos volar y contar con vuestra rapidez asique podéis ir partiendo los 5 hacia Féung.-Dijo sonriendo Ukama.

Los ungluris asintieron y se volvieron a transformar en pájaros para llegar a la mañana a Féung.

Mientras en la esquina de el campamento alejada de todo, de todos estaba mirando con los ojos bien abiertos el fuego la pitonisa estaba como vacía, como seca y decidió dormir que seguramente le sentaría bien.

Decisión incorrecta.

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La pitonisa llevaba ya sobre 1 hora durmiendo hasta que abrió los ojos y delante suya, enfrente de la hoguera estaba la nigromante.

-Lilium... -Susurró la pitonisa.

-¿Feliz de verme?-Preguntó la nigromante

-Para nada-Dijo la pitonisa

Y se elevó hasta sentarse.

-¿Qué vienes a hacer?, ¿vienes a fastidiarme la vida otra vez?-Dijo la pitonisa

-Yo nunca hice eso-Dijo seria la yalukama.

-Desde el contrato me la fastidiaste-Dijo seria la pitonisa.

-El contrato fue lo mejor que te pasó-Dijo la nigromante.

-¡¡Tenía 40 años, apenas sabía leer!!-Gritó con furia la pitonisa hacia la nigromante.

-El contrato fue tu salvación.-Reprochó

-Mataste a mis padres delante de mi cara y después me hiciste firmar un contrato no me digas que eso era una salvación-Reprochó enormemente la pitonisa

-Habrías muerto de hambre si no te hubiera acogido como mi hija-Dijo la nigromante.

-¿¡Tú hija!?-Dijo elevando la voz-Me obligaste a ver tu cara cada segundo de mi vida. Dolía, lloraba sangre, ¿recuerdas?-Dijo la pitonisa gritando

-Te hizo más fuerte

-Al contrario, me hizo más débil. ¿Sabes que es plantearte quitarte los ojos para dejar de sufrir?-Dijo con lágrimas contenidas y con la furia desatada la pitonisa.- ¡Ni siquiera me dejabas tener nombre!, yo era una pitonisa y así me llamaría no como tú Lilium, ¡no te molestaste en ponerme nombre!

La nigromante cayó en que lo que decía la pitonisa era verdad y cambió de tema.

-No es este el tema del que estábamos hablando, vengo a ayudarte-Dijo Lilium- Vengo a enseñarte algo, pequeña pitonisa.-Dijo la nigromante misteriosa.

Entonces se acercó hacia la pitonisa y tocó su piel por encima del cigomático.

De repente la pitonisa cuando parpadeó se encontró en el espacio y delante de ella trillones o cuatrillones de puertas.

Entonces se dio cuenta de que la nigromante estaba a su lado.

-Estas son las puertas de las posibilidades y solo hay una donde Violeta vencerá, ¿quieres verla?-Dijo la nigromante

-¿Por qué me ayudas?-Dijo la pitonisa confusa.

-Vais a perder igual y yo estoy muerta así que me dá igual-Dijo la nigromante.

-Pues quiero verla-Dijo la pitonisa

Entonces la nigromante chasqueó los dedos y entre tantas puertas una brilló con un brillo especial y la pitonisa se acercó al pomo y tocó lentamente el pomo.

Estaba indecisa pero abrió la puerta.

Decisión, nuevamente, incorrecta.

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