Cuando te conocí.

Nota: Esta historia ocurre antes de que Amalia y Evangelyn conocieran a Yugo y el resto del equipo.

El reino Sadida es un lugar realmente aburrido para mi, desde joven estoy llena de responsabilidades, tengo un hermano molesto y por ahora no tengo un amigo. Pero todo eso cambio un día, vi a esta nueva chica que era mi "guardia" ella me protegería y me seguiría en todo momento no recuerdo su nombre pero su apariencia no me la puedo quitar de la cabeza.

Una joven niña rubia, de cabello corto que le llegaba a los hombros, y tenía un uniforme con falda y unas lindas botas. Simplemente era una chica linda.

Ella se presentó a mi y me dijo: Mucho gusto princesa, me llamo Evangelyne y seré tu guardaespaldas para siempre.

Ella era muy agradable y su voz era muy dulce para ser un guardaespaldas, el fin me agradaba la idea de tener a alguien quien me protegiera.

Pasaron algunos meses y Evangelyne se me hace aun mas interesante, es increíble verla entrenar y ver cómo domina el arco de una manera profesional, realmente no me gustaría ser su enemigo.

Un día decidí ir al bosque porque ya estaba aburrida de jugar dentro del reino pero sabía que mi guardaespaldas no me dejaría ir, así que simplemente me escapé mientras me reía porque me imaginaba a los de la reino decir "oh como una niña puedo burlar la seguridad de los guardias SON UNOS INÚTILES!" Realmente me dio mucha risa pensar eso, salí por mi ventana y me fui al bosque para buscar unos conejos para jugar, yo ya había estado antes en el bosque pero está vez decidí ir un poco más lejos porque pude ver una manada de conejos blancos ir hacia esa dirección, me fui corriendo intentando atraparlos pero no se me hacía fácil correr por el simple hecho de que no tengo zapatos y me lastima un poco los pies caminar sobre todas estas piedritas y ramas. Seguí y seguí corriendo pero los conejos eran más rápido que yo -¡HEY ESPERA! ¡SOLO QUIERO ACARICIAR TU PELAJE!- grite yo sin pensar que los animales no hablan nuestro idioma. Pasado un rato decidí dejarlo así y regresar al reino, pero para mi sorpresa no sabía en qué lugar del bosque estaba. -Oh no, ¿donde era el camino? ¿Fui a esa dirección o es un camino diferente?... ¡ESTOY PERDIDA!- intente no desesperarme así que camine a ver si tenía suerte de encontrar el reino -ojalá tuviera una casa fuera del reino- lo dijeron mientras caminaba porque sabía que cuando regresaría mi padre me regañaría por escapar, pero bueno al menos pude ver varios conejos.

Paso una hora y ya estaba abandonando la idea de no desesperarme, estaba oscureciendo y yo seguía perdida -Oh por Sadida, ¿cuando encontrare el reino? Se está oscureciendo y a esta hora sale insectos y animales raros- dije mientras caminaba, al paso de otra hora me encontraba sentada en una piedra llorando como una niñita asustada... bueno estaba asustada y era una niñita. De repente vi una tarántula acercándose hacia mi, las arañas eran uno de mis miedos cuando era niña así que empecé a correr asustada hasta que me choque con algo... oh bueno, alguien. -¡Princesa es usted! ¡Te estaba buscando por todas partes!- Dijo la joven Evagelyne. Yo solo la pude abrazar porque estaba aterrada -¡Evangelyne esté bosque es muy aterrador y había arañas peludas y se veían muy venenosas!- dije mientras lloraba. -pero princesa entonces ¿porque decidió entrar a lo profundo del bosque?- preguntó Evangelyne.

-solo quería jugar con los conejos pero ellos corrían más rápido que yo...- respondió Amalia.

-Oh princesa, ¿porque decidió jugar con los conejos y no con los niños del reino?- Dijo Evangelyne.

-Realmente los niños no quieren jugar conmigo por ser la princesa, no quieren meterse en problemas si me pasa algo, así que decido jugar con los animales porque algunos aceptan- respondió Amalia un poco avergonzada.

-... princesa, siéntese un momento tienes las rodillas raspadas, le pondré una venda y nos iremos de aquí.- Dijo Evangelyne.

Mientras Eva curaba mis rodillas raspadas por tanto caerme, me dijo algo que me lleno de emoción. "Sabes... si querías jugar con alguien pudiste habérmelo dicho y yo habría jugado un rato contigo"

-¡¿enserio!? ¿Pero no te preocupa de que me pase algo? Te pueden culpar- respondí esperando una respuesta.

-Bueno, creo que soy la más adecuada para jugar contigo, de todos modos si está a punto de pasarte algo yo te protegeré porque soy tu guardaespaldas.- respondió Evangelyne

-Pero tu deber es protegerme no jugar conmigo ¿porque que querrías jugar conmigo?- respondió Amalia

-Bueno pensé que si eres muy terca como para quedarte en el reino al menos puedo jugar contigo para que no te metas en más problemas.- respondió Evangelyne

-¡hey no soy terca!- Dijo Amalia con molestia

-he he, solo era una broma. Bueno ya termine de curar tus rodillas vamonos al castillo.- Dijo Evagelyne -solo toma mi mano para que se te haga más fácil caminar-

Me sonroje un poco cuando tome la mano de Evangelyne pero realmente no le di importancia a eso. Evangelyne y yo comenzamos a caminar, parecía que ella conocía el bosque como si fuera la Palma de su mano, después de caminar unos treinta minutos por fin llegamos al reino

-¡Amalia! ¡Oh que bien que estás bien! ¡Nos preocupaste mucho a mi y tu hermano!- Dijo el rey Sadida.

-lamentó haberme ido padre, pero estaba aburrida y quería jugar afuera...- respondió Amalia.

-No Amalia. Has ido muy lejos esta vez, te perdiste por 3 horas y si no fuera por Evagelyne seguirías perdida- Respondió el rey muy molesto -No me dejas de otra que castigarte por un mes. Ve a tu habitación Amalia.-

Yo solo me fui molesta a mi habitación y comencé a llorar allí, no era justo no me hubiera perdido si los conejos no hubieran corrido tan rápido, yo solo quería jugar.

Al día siguiente decidí ir al comedor para desayunar, comí una ensalada y jugo de naranja. No puedo hacer mucho ya que estaba castigada así que decidí ir a mi cuarto a jugar con mis muñecas, jugué y jugué por unos 12 minutos el juego solo se trataba que manejaba un restaurante pero luego ya me había cansado porque era repetitivo. Estaba pensando en dormir un rato hasta que escuche que alguien estaba tocando mi puerta.

¿Quien será? ¿Será mi padre o mi hermano? Bueno no pierdo nada con abrir La puerta.

Seguido a esas palabras comenzó a levantarme de mi cama y abrir la puerta. Para mi sorpresa estaba la persona que menos me esperaba.

-¿Evangelyne? ¿Que haces aqui?- pregunte a mi guardaespaldas

-Hola princesa, pensé que usted estaría muy aburrida de tanto jugar sola en su habitación, así que me preguntaba si necesita compañía- respondió Evangelyne

-¡Oh! ¿Era verdad lo que dijiste ayer?- pregunte algo confundida

-¡Pues claro¡ ¿que no recuerda que le dije ayer que si querías jugar con alguien solo tenías que avisarme?-

-Oh Bueno, la verdad pensé que lo dijiste solo para tranquilizarme no pensé que fuera real-

-Oh princesa que poca fe me tienes ¿no crees en mis palabras?-

-Bueno... no es que no crea solo que...

-Oh bueno, creo que solo debería irme y vigilar que este bien-

-¡NO ESPERA! Quiero decir... claro que jugaré contigo, Evangelyne-

-hehe, ok. Oye no necesitas llamarme Evangelyne, puedes decirme solo Eva-

-Ok... Eva.-

Eva y yo comenzamos a jugar era más divertido porque ella me pedía recetas que el reino Sadida desconocía. Intentaba adivinar los ingredientes, aveces Eva me daba pistas.

Pasaron varias horas y ni me importaba si aún no había almorzado, me estaba divirtiendo como nunca antes.

-hehe, el juego fue muy divertido-

-¿fue?-

-si, lo siento ya me tengo que ir tengo que vigilar la entrada de tu cuarto pero me distraje mucho Hehe-

-si... !espera tengo una idea!-

Decidí cerrar la puerta con llave para que nadie entre y así Eva no tendría que vigilarla.

-¡Listo! Ahora podremos jugar por muchas horas-

Amalia y Eva jugaron de todo. Ajedrez, con sus muñecas, juegos de mesas, adivinanzas hasta que cayeron del cansancio.

-¡haha! ¡Eso fue divertido!-

-¡hehe! Tienes razón Amalia... oh, ¿princesa?-

-¿si?

Evangelyne se levantó del suelo fue a la mesita de Amalia y tomó un peine, se acercó a Amalia se puso detrás de ella y dijo:

-¿¡ay princesa!? ¿Porque no se peina esa greñas? Esta toda despeinada-

-¿¡qué!?

-permítame peinarla mi reina- Dijo Evangelyne con un tono burlón

-Le daré el privilegio de peinar mi cabello de la realeza- respondió Amalia mientras intentaba no reírse

Evangelyne comenzó a peinar el cabello de Amalia sin prisa, peinándola tan amablemente que pareciera que estuviera acariciando la cabeza a Amalia. Evangelyne estaba peinando de una manera nostálgica. Evangelyne ponía una mano en el hombro de Amalia y con la otra peinaba su cabello.

Amalia se le salían algunas lágrimas, Evangelyne se dio cuenta ya que su cuerpo se puso algo tenso.

-¡Oh! No me digas que jale tu cabello ¡lo siento mucho!-

-No... no es eso. Es solo que... me peinas igual que mi madre. Yo me sentaba en mi cama y mi madre ponía su mano en mi hombro y con la otra me peinaba. Es extraño porque tienes la misma delicadeza que ella.-

-mmm... le ofrezcan disculpa. Mejor la dejo de pein—

-¡NO!... por favor. Lo haces muy bien-

-ok, entonces seguiré.-

Evangelyne decidió peinar a Amalia, se tomó su tiempo, no quiso apresurarse. Peino y peino hasta que el cabello de Amalia quedo completamente liso.

-¿Que le parece princesa?- Dijo Evangelyne mientras Amalia se veía en un espejo.

-Es perfecto- Respondió Amalia

-¿tu padre nunca te peina?-pregunto Evangelyne

-Bueno, lo ha intentado, también mi hermano lo intento pero lo único que consiguen es arrancarme parte del cabello- Dijo Amalia riéndose.

-hehe, Bueno si necesite que la peine puede llamarme-

-Gracias, Eva.-

-De nada, Amalia. bueno ahora si debo irme, nos vemos mañana princesa.-

-Espera, Eva.-

-¿si?-

Amalia se acercó a Evangelyne y le dio un beso en la mejilla.

-Gracias por todo Eva, realmente eres una buena amiga.-

Evangelyne estaba algo roja de vergüenza, pero pudo decir "es un honor complacerla princesa" antes de irse.

Al día siguiente Evangelyne se dirigió al reino para su trabajo como guardaespaldas de la princesa, pero en uno de los pasillos el rey lo detuvo.

-Oh! Buenos días mi rey! Se le ofrece algo?- Dijo Evangelyne

-Evagelyne, Amalia me hablo mucho de ti ayer- Dijo el Rey Sadida

-Oh... ¿y que le dijo?- respondió Evagelyne mientras pensaba "no era mi intención hacerla llora!"

-jeje, no tienes de que preocuparte. Amalia me dijo que eras una maravillosa guardaespaldas y amiga-

-Oh genia! Me alegra escuchar eso-

-oye Evagelyne, hablando un poco más enserio muchas gracias por ser amiga de Amalia-

-De nada, sé que a Amalia le cuesta ser amigos de otros niños del reino-

-No solo eso, Amalia desconfía mucho de otros niños, es una niña algo reservada. Ni siquiera socializa con los príncipes y princesas de otros reinos. Simplemente le gusta jugar sola o con su hermano.-

-... y porque es tan reservada?-

-No estoy seguro, pero desde la muerte de su madre ella se hizo más introvertida, pero estoy seguro que cuando crezca será más sociable-

-También espero eso, me alegra haberle ganado la confianza de Amalia-

-oye Evagelyne, una cosa antes de que te vayas, escucha estoy muy feliz de que seas amiga de Amalia y por eso te pagaré aún más si mantienes su amistad-

-disculpa?-

-escucha, sé que tomaste este trabajo para mantenerte a ti y a tu hermana y hasta el momento has protegido muy bien a Amalia por eso te quiero recompensar aumentando tu pago, pero quiero que sigas siendo su amiga-

-Bueno... creo que no me cuesta nada ser su mejor amiga-

-Oh gracias Evagelyne, Amalia ya no se sentirá tan sola contigo. Bueno puedes seguir tu camino.-

-Gracias mi rey- Después de eso Evagelyne fue a proteger la habitación de Amalia, oh a ¿socializar con ella? Para mantener su amistad como dijo el rey.

-Hola Eva!-

-Amalia! Cómo estás!-

-estaba muy bien pero ya que llegaste ahora estoy mejor!-

-hehe, me alegra escuchar eso Amalia-

-Bueno que esperas vamos a jugar!-

Evagelyne entró al cuarto de Amalia y empezó a jugar con sus muñecas

-y bien... ¿que jugaremos hoy con estas muñecas?-

-juguemos a que son unas guerreras y que van en camino a pelear con un dragón-

-parece un excelente juego, bien yo seré la que pelee con arco y flecha-

-y yo seré una hechicera!-

Y así fue por varios meses, jugando y jugando. Amalia ya no estaba castigada, así que con el permiso del rey Amalia y Evagelyne jugaban fuera del castillo, jugaban cualquier cosa y en cualquier lugar.

Se divertían tanto que Amalia empezó a escribir un libro de ella y Evagelyne en miles de aventuras.

-¡oye Eva! Mira estoy haciendo una historia de nosotras dos y somos princesas guerreras. ¿Te gusta?- Dijo Amalia

-Bueno, ser princesa no se me da muy bien pero me gusta la parte de guerrera-respondió Evagelyne

-oye quieres ayudarme a escribir la historia?- Dijo Amalia

-claro.- respondió Eva

Amalia y Evagelyne jugaban y escribían su historia, completaron hasta el momento 9 páginas.

Fueron unos muy buenos días, Amalia se divertía con su mejor amiga. Hasta que Evagelyne encontró algo personal de Amalia.

-Oye Eva, tengo que ir al polvearme la nariz-

-mmm? Oh te refieres a que irás al baño?-

-emm si, pero prefiero decirlo así. Bueno de todos modos no me tardo. Ya vuelvo!-

-para querer ser una aventurera, Amalia es demasiada elegante- Dijo Amalia. -Oh, me pregunto cuántas páginas tendremos que escribir, ya llevamos 9 y creo que Amalia quiere aumentar esas páginas. Ahh me duele la mano de tanto escribir-

Evagelyne se sentó en la cama de Amalia mientras esta seguía en el baño, hasta que se percató de algo que sobresalía debajo de la cama de Amalia.

-¿que es esto? "Diario de Amalia, NO LEER". Wow! esto es muy personal. No debo leerlo... ahh pero la curiosidad me mata! Bueno tal vez debería... debería solo leer un poquito. De todos modos soy su mejor amiga ¿no? Además tengo que ver si le sigo agradando para que el rey no me deje de pagar extra.-

Evagelyne sacó rápidamente el diario de Amalia y empezó a leer.

-para tener 9 años, Amalia realmente tiene buena caligrafía y ortografía.-

Evagelyne leyó lo más rápido que pudo el diario, se encontró un párrafo donde dice la admiración que tiene de su padre y su madre, en otra pagina decía algo de su hermano "Es un idiota, pero sé que el quiero lo mejor para mi y por eso lo soporto. De igual manera también él tiene que soportar mis tonterías. Ojalá fuéramos más unidos pero nuestro orgullo lo evita."

Seguí leyendo hasta que me encontré con una página que se veía decorada, con márgenes y algunos colores. La página tenía escrito es una hoja como título "Mi mejor amiga"

"Oh Dios! Evangelyne es tan genial me sorprende mucho su destreza con el arco y flecha, una vez fuimos a fuera y Eva le dio un flechazo a una mosca así como si nada y yo quede tan sorprendida que estuve pensando en eso toda la noche. Evangelyne es una chica realmente interesante no solo es una guerrera fuerte, también es inteligente ella me corrige algunos errores ortográficos cuando escribimos nuestro libro, también sabe mucho de animales e insectos. Ojalá seamos amigas por siempre."

-Oh que dulce- Dijo Evangelyne -es extraño, pero me hace sentir halagada que piense que soy genial-

Evangelyne Iba a leer más páginas de su diario pero escucho a Amalia acercarse, así que lo puso rápidamente donde lo encontró.

-Ya volví! Me tarde mucho?- preguntó Amalia

-No, para nada- respondió Evagelyne 

-Oh Bueno. Oye ¿¡estás  lista para seguir escribiendo nuestra historia de las dos princesas guerreras!?- Dijo Amalia con emoción y determinación 

-Oh claro.- Dijo Evagelyne con cansancio -Mejor amiga.-



Hola chicos este es el final de la primera parte, antes de que Amalia y Evangelyne sean pareja me enfocaré primero en moldear su amistad hasta un punto donde se tengan una extrema confianza. Sin más nada que decir me despido y hasta otro capítulo.

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