| Cuatro |



[ N/A: Actualizaremos el libro de Hawks y Dabi por el DabiHawks Week que empieza hoy, espero lo disfruten. Trabajo muy duro, como un esclavo. ]





♡   Keigo es... demasiado mimoso.

( Day 1  —  Fluffy )

( Hybrid AU! )




Keigo sabía que ________________ llegaría del trabajo cuando el reloj de la pared marcara las ocho.

Empezaba a caminar de un lado a otro cuando faltaban escasos minutos para esa hora, el pasar de los segundos le ponía las plumas de punta, no veía a su pareja durante todo el día porque ella debía ir a trabajar y ahora no podía salir al patio porque era invierno, y _________________ le advirtió que no saliera o podría lastimarse.

Cuando el reloj marcó las nueve menos cuarto, Keigo empezó a arrancarse las plumas por el estrés.

Empezó a tiritar, tomando su cobija y acurrucándose en el sofá.

Intentó hacerse bolita, y falló.

Miró con molestia la manta color carmín que su ______________ le había dejado por la mañana, no tenía los dos agujeros característicos en medio por donde metería sus alas y podría hacerse bolita a gusto.

Ni siquiera sabía dónde guardaban las mantas.

No podía hacer nada sin su ________________.

Keigo giró su cabeza, confundido, frunciendo el ceño y viendo con curiosidad la tela entre sus manos. ¿Si no era su manta, entonces-...?

No pudo con la felicidad que desbordaba su pecho, al oler el suave aroma que desprendía la prenda notó la esencia característica de su ________________.

Takami saltó sobre él sofá, abrazando con fuerza la manta.

Ni siquiera se dio cuenta del momento en que pisó mal y casi cae al suelo, aleteó en un intento por salvarse, aunque lo único que logró ante el reducido espacio fue chocar contra las paredes y asemejarse a un colibrí con taquicardia.

Se golpeó contra la pared, contra la televisión y contra el librero, y casi rompe la puerta corrediza de vidrio al no notar el cristal.

Terminó rodando hasta la entrada.

La puerta se abrió de forma lenta en ese momento—. ¿Keigo? ¿Qué haces ahí?

Takami hizo un puchero y apartó la mirada—. Acariciaba el suelo, ahora él es mi única compañía.

________________ miró el reloj de la pared, ya eran casi las once de la noche—. Cariño, lo lamento —murmuró, ayudando a su pareja a levantarse—. Tienes pequeñas marcas en las mejillas... ¿Volviste a chocar contra el cristal?

Keigo cruzó sus brazos—. ¡No!

Había tomado la mano de su pareja y empezó a guiarlo hasta el sofá—. ¡En verdad lo lamento! Pero, nuestro proyecto al fin fue aprobado —murmuró, empezando a tocar las mejillas del rubio y notando aquellos pequeños moretones sobre su piel, por lo cual, fue en busca de la crema contra hematomas, la usaba con más frecuencia de la que quisiera—. ¿Lo recuerdas? El del puente en Osaka, Shindou y yo trabajamos mucho para que eligieran nuestra propuesta.

—¡Ahora me dirás que ustedes fueron a cenar solos! —exclamó Keigo, aún haciendo un puchero y con el labio inferior temblando—. ¡Y descubriste que eres mucho más feliz con él y me vas a dejar! —gritó al borde del llanto, tomando el cuello de su suéter y estirándolo hasta cubrir su rostro por completo, sus lágrimas dejaron dos pequeñas manchas en la tela—. Dale mi jaula a Endeavor-san, con suerte él no me dejará olvidado.

—Keigo, bebé...

—Keigo no está aquí, está en Sueterlandia.

—Mouh. ¿Y Keigo no va a salir de Sueterlandia?

—No.

—¿Nos damos besitos?

Takami bajó un poco el cuello de su suéter, dejando a la vista sus ojos dorados—. Uhm...

Sonrió, pasando sus dedos por los pómulos de su pareja e intentando cubrirlo con la crema para golpes—. Y si digo que, tengo toda la semana libre... ¿Keigo saldrá?

Los grandes orbes de Takami brillaron al oír aquello. Aunque _____________ no sabía a ciencia cierta si era por felicidad o si él estaba a punto se llorar.

Keigo terminó por descubrir su rostro y luego saltar a los brazos de su novia, permitiendo que ella pudiera mimarlo y tratar sus golpes.

La piel de Takami era suave, aunque en invierno la parte alta de su cuello empezaba a llenarse de pequeñas plumas, quizás de un centímetro, eran del mismo tono de su cabello y servían para resguardarlo del frío.

________________ sintió lo brazos de su pareja abrazar su cintura con algo de fuerza, mientras se acomodaba entre sus piernas y descansaba sobre su busto, esas plumillas le estaban causando cosquillas.

Keigo no podía hallar un lugar en el que pudiera sentirse más cómodo, su cuerpo entero se relajaba al oír los suaves latidos de su ________________, y sus mejillas entibiaban poco a poco al notar como el pulso de ambos se sincronizaba con el pasar del tiempo.

—Fuimos a cenar junto a nuestros jefes. Fue aburrido, nos dedicamos más que todo a servirles sake —murmuró, deslizando los dedos entre las hebras doradas de su novio, deshaciendo nudos e intentado que se relajara—. Gracias a eso nos dieron la semana libre... ¡Nunca abandonaría a mi boo! —exclamó, acunando las mejillas de su pareja y alzando su rostro—. Mi Keiboo, Bebé, Amorcito, Calabacita, Sunny Pumpkin Cutiepie...

Keigo solo se hundió cada vez más en el busto de su pareja, las mejillas le dolían y sus orejas estaban tintadas de carmín.

Incluso _________________ podía sentir el calor que emitía el rostro de su pequeño. Sonrió al pensar en cuanto había crecido Keigo en todo este tiempo.

Como si hubiera dicho aquellas palabras en voz alta, Takami alzó la mirada, observando con desesperación a su novia.

Él estaba infinitamente agradecido, su __________________ lo había salvado en aquel día lluvioso cuando se rompió un ala.

Keigo solo era un pequeño halcón mojado, tiritando y escondido en el hueco de un árbol cuando ella lo encontró.

Takami besó con suavidad los labios de su pareja.

Fueron unos segundos, pero ambos lo necesitaban.

El sonido que hacían las alas de Keigo al desplegarse era relajante, y lo era aún más la calidez de sus plumas al cubrirlos por completo.

Takami tenía un oído muy sensible, pero no puede explicar lo gratificante y feliz que le hace sentir el escuchar los latidos del corazón de su __________________.

Únicamente los dos, solos, no imaginaba una vida sin ella, su complemento, su compañera, su pareja.

Sonaba bien.

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