Havana 1

Había mucha tentación en las palabras del hombre que llamaba su padre frente a el. Su padre era un gran narcotraficante, traficaba todo tipo de drogas o fórmulas para trabajar en piel de omegas o Alfas.

Los últimos meses su padre le había mencionado sobre el viaje soñado por el desde hace tanto tiempo. Una ciudad, en un país llamado Cuba,La Habana un lugar donde se vendía piel de omegas a cualquier visitante mientras pagarán.

Y ahora la tentación estaba tan latente en las palabras que su padre le daba.Pues, aquella ciudad, a pesar de que el comercio en que estaba metido su padre no le hacía mucha gracia, el ir a aquella ciudad para disfrutar piel si era lo suyo. El era un alfa arrasador y actitud arrogante. Había aprendido a tenerla desde que su padre le enseñó los placeres de la vida, desde que empezó a visitar clubes que vendían esa piel deliciosa.

Yoongi relamio sus labios, de sólo imaginar las nuevas sensaciones que podría disfrutar. Omegas de piel morena y pelo encrispado, omegas de piel más clara pero con ese deje de atrevimiento que no tenían las omegas de su país. Podía disfrutar tanto de aquello que tan sólo pensarlo su dura polla se levantaba.

-Entonces partiremos mañana-dictaminó su padre sacándole una sonrisa en su rostro.

Justo antes de que los rayos del sol pudieran dar con su cara, la alarma resonó por toda la habitacion haciendo un ruido estruendoso que molestó al alfa.Pero al ver el nombre que le tenía puesta a su alarma salió disparado de su cama. Su maleta había sido preparada ayer siguiendo los consejos de su padre que había ido antes a aquel lugar. Ropa ligera, pero que a la vez lo protegiera del intenso calor que había en aquella cuidad, alguna ropa de baño para disfrutar de sus azules playas, una ropa elegante para los negocios o idas a los bares, pues a las omegas de allí les encantaba ver aquellos costosos trajes que era dificultoso ver en aquella pobre pero magnífica cuidad.

El y su padre montaron en el lujoso auidi que los llevaría al aeropuerto justo al jet privado, propiedad de la familia Min. El jet tenía todas las comodidades que podrías imaginar, camas extensas y cómodas hechas a la medida de forma tal que cupiera en el avión. Nevera con cervezas, refrescos y vinos caros, hasta un bar con barman y todo incluido. Un baño, pero no de los pequeños comunes del avión, este tenía ducha y bañera, Yoongi no cabia en lo que había mandado a hacer su padre. Siguió explorando con su vista viendo televisoras pantallas planas, una pequeña sala para vídeo juegos y películas, al frente casi junto a la puerta de salida y la cabina unos cómodos asientos de cuero claro, todo con botones inteligentes y una pantalla arriba, junto con sábanas y cojines para mayor comodidad. También estaba equipado con todo lo de emergencia por si ocurría algo y por supuesto,no podía faltar, la seguridad, una sirvienta y un pequeño cuarto para las drogas y demás cosas en las que el no estaba interesado.Su decorado cabia en los gustos de la familia Min por el negro y colores grices así como el dorado, guiándose por el atrayente color del oro.

Yoongi dejo su maleta en una habitacion donde se encontraban las dos camas y corrió de vuelta a las sillas reclinables de cuero al lado de su padre. Se sentó y siguiendo las indicaciones que le dio su padre se puso el cinturón de seguridad. El avión empezó a moverse por la pista esperando la señal de despegue hasta que una lucecita verde en el lateral de la puerta que daba a la cabina se iluminó. Yoongi sintió la presión en su cuerpo que lo tumbó de hondo al asiento en el que se encontraba, la velocidad era increíble pero nada que no se pudiera soportar. Cuando alcanzaron la altura adecuada pudo respirar y quitarse el cinturón de seguridad.

El viaje sería largo, pues Cuba estaba al otro lado del mundo con una diferencia exacta de 24 horas, un día menos en diferencia con Corea. Pero aquel viaje valdría la pena, si al llegar podría disfrutar de la extraña piel de omegas caribeñas. Se quedó embobado imaginando como sería tener esas pieles bajo suyo, moviendo las caderas al ritmo de una música típica de allá, pues su padre le había contado lo bien que aquellas omegas movían las caderas y los frescas y sueltas que eran y sobre todo sumisas. Y quedándose en lo más profundo de sus pensamientos imaginando todo tipo de escenarios todo tipo de piel quedó profundamente dormido.

Cuando despertó se llevó la sopresa de que había llegado a tierra ajena. No sabía cómo su padre podía entrar aquella sustancia peligrosa a ese país debido a la alta seguridad que tenían contra ese tipo de actos, pero Yoongi supuso que su padre tenía contactos. Además de que el dinero que tenía, era la clave. Ni siquiera pasaron por revisión y siguieron de largo hasta el taxi de colores amarillos y negros que los esperaba en la puerta de la entrada con un cartel con sus nombres. El hombre alfa saludo a su padre con un apretón de manos y prosiguió a acomodar sus maletas en la parte trasera. Yoongi se acomodó en uno de los incómodos asientos de piel de petróleo color negro, sin embargo no protestó por la incomodidad en cambio disfrutó del paisaje.

El paisaje a su alrededor, era de inmensos árboles verdes y frondosos, parecía un bosque, pero sabía que estaba lejos de serlo. Además noto lo azul del cielo y blanco de las nubes y el radiante sol amarillo que lo adornaba. El paisaje a sus ojos era increíble. Las calles eran extensas aunque no tan anchas o bien arregladas como en Corea. Habían letreros de direcciones y cosas que el no entendía en algunos semáforos viejos, todos los carteles de color verde o azul. En los cruces de calle habían señalizaciones, típicas que un conductor debería entender.Tardaron más de media hora, en llegar a lo que suponía era el hotel de la ciudad donde se quedarían. El hombre les explicaba a que lugar habían llegado y pudo escuchar que estaban en un municipio de la Habana, Vedado, el hotel era el "Hotel Nacional" y se veía que era un hotel de lujo, exclusivo.

Las puertas del hotel eran gigantes y con algunas decoraciones en oro, cuando el auto había pasado la entrada se pudo notar un extenso decorado a lo largo de la entrada de césped verde con palmas y una fuente que brotaba agua cristalina. En la entrada se podía ver el pequeño mesón con una beta detrás, de piel blanca pero pelo negro igual que sus ojos, mostró una elegante sonrisa y empezó a hablar en su extraña lengua española.

-Bienvenidos señores, al "Hotel Nacional". ¿Desean alguna habitación? ¿Ya tienen reservación?

Mi padre la observo con una sonrisa, yo en cambio me encogi de hombros sin entender nada de lo que hablaba entreteniendome luego en el ambiente del hotel.

-Teníamos una reservación hecha por vía Internet desde Corea, ¿puede revisarlo?, por favor.

Sabía que esa era la voz de mi padre, hablando ese lenguaje, pero igual no podía entender nada. Mire que más allá por el pasillo estaban los elevadores. El pasillo tenía macetas grandes con plantas verdes, un piso de baldosas marrones oscura, paredes pintadas de amarillo intenso, junto a una alfombra pequeña roja. Adornado de lámparas a la antigua y en el techo una lámpara araña de cristal era lucida en todo su esplendor.

-Listo aquí está-hablo la beta antes mencionada, buscando en el ordenador frente suyo, marca Samsung-señor Min, reservación para dos personas, desde la ciudad Seoul Corea del Sur identificación xxxxxxx ¿es correcto?

-Exacto.

-Su suite ya está lista, aquí tiene su llave-le entregó una llave de metal,un poco oxidada,pero aún así mi padre la tomo- Suite #804, piso 8 ¿desea que lleven sus maletas?

-Si estaría bien.

-Bien, si necesitas algo más no dude en llamar al teléfono de atención, que encontrará en las guías del hotel cuando llegue a su habitación. Pase buen día.

La beta hizo unas llamada por teléfono y aparecieron dos hombres Alfas con traje negro empujando un carrito de metal dorado típico de un hotel. Los hombres tomaron nuestras maletas en el piso y fueron por el inmenso pasillo hasta los ascensores, mi padre pago en efectivo a la beta y seguimos a los dos hombres corpulentos de piel quemada.

Cuando quedamos frente a la habitación, los dos hombres dejaron nuestras maletas acomodadas en la entrada y con una movida de mano y una sonrisa se fueron por donde mismo habíamos llegado. Mi padre abrió la habitacion y observe la suite que había reservado mi padre.

No estaba mal, pero no era como las comodidades de allá, habían dos camas extensas, pues seguro mi padre no quería dormir con su hijo. Unos no tan extensos ventanales que dejaban la vista de la ciudad, los decorados de sus paredes eran del mismo tono que la recepción, habían cómodas de madera vieja blanca y un closet del mismo color. Al otro lado había una pequeña nevera. El baño era un tanto grande con bañera y ducha también, las toallas estaban acomodadas en un tubo de metal, el lavamanos estaba rodeado por baldosas blancas, y un gavetero bajo de este. Había un espejo ancho al frente y una pequeña ventana arriba de la bañera.Había aire acondicionado por suerte.

Deje mi maleta en algún lugar, en uno de los escritorios y fui a donde estaba la nevera el hambre me acorralo de momento. La abri y no habían muchas cosas, agua y refrescos, y una que otra cerveza, helado nestle de chocolate y fresa, algunas galletas llamadas María, caramelos dulces en un paquete. Tome de lo que había en helado y las galletas y me senté en la cama que era cómoda y me dediqué a comer.

Mire que mi padre hablaba por el teléfono mientras asentía o negaba, finalmente suspiro y colgó. Dirigió su mirada a mi y sonrió.

-Saca tu mejor traje Min, hoy saldremos a uno de esos bares.

La mejor noticia que pudo darme pues de la emoción comi rapido, pensando que rápido podría disfrutar de piel nueva y rara. Mi padre había ido a darse un baño y yo saque mis ropas mientras veía como los rayos del sol desaparecían con el avance del día. La noche sería larga y tentativa para Min.
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1769 palabras
Cualquier error o falta de ortografía discúlpenme aún no lo reviso y lo escribo por teléfono imagínense.
Besitos

Portada hecha por xyoungmn

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