XXXIV.

Twilight contempló como Varik salió disparado varios metros atrás, estrellándose en el tronco de un gran árbol cercano, que sacudió fuertemente el follaje y se quedó quieto.

El atacante recobró la compostura y dio media vuelta, acercándose al agente de WISE, con la sangre manchando su ropa oscura, su cabello moviéndose por el aire y la mirada clamando sangre, aunque cuando lo vieron, la sed de sangre desapareció y una mirada cálida lo recibió.

—Yor.— Twilight sintió un alivió demoledor, de verla viva, algo que pensó que no haría de nuevo, un ligero nudo se formó en su garganta pero intentó controlarse. —¿Por qué has venido? —Twilight mencionó, sujetándose el costado.

Por supuesto que verla ahí había sido increíble, pero lo que menos quería era que estuviera en peligro.

—Por ti, si te sucedía algo... —Ella tragó saliva ante la idea, las lágrimas se asomaron en sus ojos, quería abrazarlo, pero sabía que no era el momento, pero la sensación de verlo vivo, algo que temió que no fuera así, la calmó en demasía, hasta que vio la ropa de su esposo manchada en sangre... —¿tú...? —el mayor de sus miedos la golpeó en el rostro.

¿Loid iba a morir...él iba a dejarla?

—Estoy bien, pero...

El tiempo volvió a moverse con normalidad, Varik se movió, atrayendo la atención de ambos, él era el peligro relevante, debían dejar su plática para otro momento. Ambos lo observaron levantarse con tranquilidad, moviendo sus brazos, calentando y torciendo su cuello.

—Twilight y Thorn Princess, tendré el placer de acabar con ambos. —Sonrió con placer.

Loid y Yor se pusieron alerta, en posición de pelea, ante cualquier movimiento, si se descuidaban un instante, podría ser su fin. Loid esperaba que los atacara de manera física, estaba preparado para ello, sin embargo, un ruido a su espalda lo distrajo.

Cuando giró Donovan Desmond había desaparecido.

¿En qué momento...? sabía que Varik tenía como prioridad el mantener a Donovan seguro, por eso estaba esforzándose para que se distrajeran.

—Donovan...—Yor se dio cuenta de lo que sucedía...—¿Dónde habrá..?

Fue cuando Loid escuchó aquel peculiar sonido, uno que no escuchaba con facilidad pero del que estaba familiarizado. Giró el rostro con desesperación, vio el seguro caer al suelo y a Varik lanzar la granada hacia ellos, con una sonrisa de triunfo.

Twilight escuchó el sonido del reloj en su cabeza, y vio la granada avanzar, se movió más rápido que su propia mente. Loid rodeó la cintura de Yor y tiró de ella, saliendo del camino del área destructiva de aquel arma y cubriéndose detrás de uno de los árboles.

La exposición vino estridente y destructiva, devorando todo a su paso.

Loid presionó fuertemente el cuerpo de Yor contra el suyo, agradeciendo a sus instintos pulidos en WISE, la adrenalina corriendo por sus venas, aunque más por tener por su vida se había movido para poner a salvo a Yor, utilizando su propio cuerpo como escudo.

Pero ¿una maldita granada? Se asomó por el tronco del árbol, no podía verlo por ningún lado pero la cortina de humo por la explosión no ayudaba, lo cual dejaba en claro que eso fue una distracción. Los números no estaban a su favor, dos a uno, a pesar de que él no se encontraba en su mejor condición, sabía que podían ganarle.

¿Qué estaba planeando Varik? ¿darle tiempo para pensar en un plan o quizá tiempo para que Donovan escapara? La idea desató una corriente de ansiedad, no podía seguir perdiendo el tiempo, debía terminar con ello. Su vista se nubló un instante, pero sacudió la cabeza.

—Yor, podemos vencerlo, pero nosotros tenemos que...—Forzó a su mente a pensar en sus alternativas y planes para ganar esa pelea, pero su condición mental no era la mejor, solo pensaba en que quería seguir ahí, sin moverse y descansar, la pérdida de sangre lo tenía mareado.

Al mismo tiempo no podía dejar de pensar en el hecho de que camino había tomado Donovan, considerando que era un civil, su condición física era deficiente, no debía estar lejos, podría alcanzarlo fácilmente si él terminaba ahí en los próximos minutos.

Para eso debía utilizar el poder demoledor de su esposa, que igualaba o hasta superaba a Varik, estaba seguro de ello y si actuaba adecuadamente, todo funcionaría.

—No, Loid —Eso confundió a Loid, sacándolo de sus planes mentales, ante la negativa de su esposa.

—¿Qué?

—Yo me quedaré a pelear con ese hombre y tú irás por Donovan.

El humo de la explosión comenzaba a dispersarse, debían actuar pronto, el tiempo se terminaba, su única oportunidad.

—¿Qué? si piensas que yo te dejaré sola... —No quería hacerlo porque ese hombre era realmente fuerte.

—Y lo harás, porque la prioridad es terminar con Donovan Desmond, a eso has venido, tienes que hacerlo.

Las palabras de su esposa fueron un fuerte golpe para él, porque sabía que tenía razón, él había arriesgado tanto, se había desatado una guerra con el fin de la libertad del partido de unión Nacional y de su líder.

Esa era su misión y debía cumplirla.

Dudó un instante, mordió el interior de su mejilla con las frustraciones, pero el humo casi había desaparecido y debía actuar. Yor lo empujó con su hombro, motivándolo a moverlo, a que regresara al presente y con una mirada que dejaba en claro una sola frase.

"Confia en mi"

Loid presionó sus labios fuertemente y sin esperar, salió corriendo entre los árboles. Yor sonrió antes de salir de su escondite, sabía que lo mejor era enfrentar los problemas de frente y sin titubear. De eso dependería el futuro de Ostalis.

Escuchó un sonido y giró, con la daga lista en sus manos, pero vio a Varik apuntándole con un arma y disparó sin titubear. Varik estaba dispuesto a hacer salir a Twilight de su escondite, porque sabía que querían jugar con él.

Varik sabía que en cuestión de número estaba en desventaja, pero en habilidades y fuerza, no podría superarlo, aún así necesitaba un poco de ventaja. Por lo que utilizó esa granada de distracción. Había visto el cuerpo de uno de los guardianes de Donovan metros atrás, por lo que regresó y tomó su arma, un fusil m16, eso le serviría.

Disparó una y otra vez seguidas, Yor corrió esquivando cada una de las balas con una velocidad alarmante, por lo que a Varik le estaba costando alcanzarla. Sus movimientos ágiles y seguros, esquivando sus ataques, hasta que saltó al aire y lanzó una de sus dagas.

Varik apenas pudo moverse para esquivar, el arma filosa casi rozaba su rostro, algo que hubiera sido su condena. Vio a la mujer de pie enfrente, con esos ojos carmesí oscuros, clamando por sangre y una expresión asesina.

No por nada era integrante de Garden, Thorn Princess.

Garder era una organización de la que nadie sabía nada, sin embargo, cuando se investigó a Twilight y se dio con su paradero, eventualmente salió a la luz de que su esposa, Yor Forger, no era otra que Thorn Princess, uno de los elementos más fuertes y temidos de Garden.

Varik desplegó su ataque de nuevo, cuando vio a Thorn Princess desaparecer y pronto apareció tan cerca, que él tuvo que retroceder para evitar la daga cortando su garganta. De pronto sintió un golpe colosal en sus manos y el arma salió volando, ella lo había desarmado.

Los ataques filosos vinieron de todos lados y Varik se vio forzado a esquivar cada uno de ellos, aunque fue imposible, por lo que los cortes comenzaron a aparecer por su cuerpo, la velocidad de Thorn Princess era alucinante. Sabía que si quería tener una oportunidad, debía deshacerse de aquellas armas.

Varik logró golpearla en la barbilla y tomó su distancia, Yor lanzó sus armas en un intento de alcanzar a Varik, pero él se movió lo suficiente rápido y sus dagas terminaron clavadas en el tronco de un árbol. Varik sonrió al lograr su objetivo y se acercó como una bola de demolición, para asesinar al miembro de Garden.



Damian Desmond regresaba de una misión de servir como guardaespaldas al candidato Wallace después de un mitin realizado en una ciudad cercana. No habían ocurrido percances desfavorables, todo salió especialmente bien, lo cual fue un alivio debido a la cantidad de misiones que había estado llevado a cabo.

Por supuesto que fue disfrazado a su misión ¿Cómo explicaría que el hermano menor del candidato Desmond estuviera en el mitin de su contrincante? como algo fatal. Una de las muchas desventajas de su apellido, aquel con el que debía cargar, el reconocimiento y ser encasillado en el mismo costal.

Dejó salir un suspiro cuando se aseguró de dejarlo en su mansión que estaba en el ala oeste de Ostalis, podía regresar al Edén más temprano de lo que había previsto, necesitaba descansar. Fue a la base de WISE a reportar su misión y cuando salió de ahí, caminó una esquina y levantó la mano para detener a un taxi. El auto se detuvo enfrente suyo, pero una voz en su oreja lo detuvo.

"Un enfrentamiento en el ala oeste de la ciudad, en la pista de patinaje de la ciudad, Svaed y los rebeldes están enfrentándose con un par de agentes de SSS, necesitamos refuerzos"

Damian con la mano en la manija de la puerta abierta se quedó quieto, debatiéndose un instante, aunque sabía que debía hacer desde que lo escuchó. Cerró la puerta, tocándose la cabeza, le punzaba por su falta de sueño y aún tenía tarea que hacer, suspiró y dio media vuelta, la pista estaba lo suficiente cerca.

Cuando llegó corriendo, se subió la máscara que cubría su boca y la mitad de su nariz, aquella cara siempre era una maldición y no tenía la habilidad de disfrazarse tan rápido como Twilight, eso bastaría. Salió del otro lado de la pista y vio el caos entre los enfrentamientos. Se agachó al escuchar detonaciones y corrió tan rápido como pudo, logrando derribar a un agente de Svaed saltando y cayendo encima de él y esquivó un ataque de uno que intentó atacar por su espalda.

Utilizó sus manos para impulsar sus piernas y pateó fuertemente a dos más, se levantó de un saltó y atacó a los dos hombres cuando ambos se recuperaron. Su mirada se deslizó entre los enfrentamientos reconociendo a algunos agentes, esquivó unos golpes y saltó saliendo del camino de ambos oponentes, que terminaron chocando entre ellos.

Ahí en el aire, una cabellera rosada captó su atención.

Cuando aterrizó su mirada buscó entre la gente, porque solo conocía a una persona que tenía el cabello de ese color pero ¿porque ella estaría ahí? era imposible que estuviera metida en el caos, pero cuando vio como esquivaba unos golpes y de pronto giró para salir corriendo pudo ver su rostro y su corazón se agitó estridentemente al confirmar que era Anya.

Logró librarse de los dos oponentes, ahorcándolo a uno con su brazo y lanzándolo contra su compañero, antes de salir corriendo hacía ella. Corrió tanto como pudo, pero los enfrentamientos estaban por todos lados, balas perdidas y detonaciones, cuando se acercó a un enfrentamiento, lo esquivó corriendo por la pared del edificio. Avanzó zigzagueando entre la gente que huía y saltó esquivando una escalera de entrada, utilizando su mano de apoyo en el barandal y aterrizando rodando, incorporándose al instante, pero la gente era un gran obstáculo y aquel hombre iba a alcanzarla.

Escuchó las detonaciones y vio a Anya girar en un callejón, se subió por una escalera de servicio y saltó, aterrizando en la espalda del hombre, tirándolo al piso. El arma se escapó de sus manos y Moonlight lo ahorcó, resistiéndose a su intento de soltarse, pero no sirvió y se alejó cuando el hombre intentó atraparlo.

Le lanzó una serie de patadas, hasta que su oponente sujetó su pierna, cosa que Damian aprovechó apoyando sus manos en el suelo y realizando una llave, lanzándolo contra la pared. El hombre se desplomó en el suelo y Damian se colocó encima de él, golpeándolo una y otra vez en el rostro, sin piedad y con la ira subiendo por su garganta ante la idea de que aquel hombre casi la atrapaba.

La ira fue tanta que demoró unos segundos en ver que había quedado inconsciente y la sangre manchaba su rostro. Se levantó y corrió hacia el callejón, quitándose la máscara del rostro, vio a Anya retroceder y caer al suelo. Intentó alcanzarla, pero ella se resistió, por supuesto, casi la habían asesinado por aquel hombre.

Cuando ella giró hacía él, Damian no se percató que casi era golpeado por ella, sino en asegurarse de que estuviera bien, no parecía tener ninguna herida, pero quería asegurarse.

—¿Estás bien? —La adrenalina corría por sus venas y la ira se había disipado al tenerla enfrente. —Anya, respondeme.

No pudo contenerse y sujetó su rostro entre sus manos, con la preocupación corriendo por sus venas. Hace tanto que no estaba tan cerca de ella y fue una presión en su pecho. Odiaba que esa fuera la razón por la que se acercó a ella.

—¿Damian? —Ella parecía sorprendida de verlo ahí.

Había sido seguida para ser asesinada y de pronto él apareció, algo difícil de explicar y que él no haría, por lo que debía evitar el tema. Se levantaron y la sujetó de la muñeca.

—No pareces lastimada. — Habían llamado refuerzos y estaba seguro que el resto de WISE podría resolverlo, su prioridad era sacar de ahí a Anya. —Necesitamos salir de aquí.

La guió fuera del callejón y avanzó hasta que ella se negó a avanzar y una mirada inquisitiva le dejó en claro lo que esperaba.

—¿Qué haces aquí? —Su voz estaba confundida —¿Acaso estoy alucinando? ¿Me estoy muriendo? ¿qué está pasando?

En ocasiones no le gustaba lo perspicaz o curiosa que era Anya, lo cual solo le había causado problemas, porque él no podía darle respuestas, no cuando estaba intentando mantenerla fuera de todo eso.

—No es momento ahora mismo de hablar. —Intentó tirar de ella de nuevo, pero se resistió.

—Necesito respuestas, no entiendo nada.

Moonlight sabía que no podrían seguir si no le daba una respuesta que la convenciera, pero él era un espía, un buen mentiroso.

—Estaba por el área cuando escuché un disparo, la oposición intenta imponer pánico, estaba huyendo cuando me pareció verte corriendo.

Estaba inquieto, en cualquier momento alguien podría encontrarlos ahí, debía estar atento. Esperaba que no fuera el caso, porque pelear no era una opción, no cuando no quería que Anya se enterara de que él era un agente de WISE.

—¿Y el hombre que me seguía?

Por supuesto que no dejaría pasar eso, él se había deshecho de aquel hombre con rapidez para ir con Anya. Dudaba que Anya tuviera una idea de que él pudiera hacer algo, pero no podía tentar a la suerte o la inteligencia de Anya, su padre era un espía a fin de cuentas y ella podría leer su mente. Por lo que dejó de pensar.

—Vi a un hombre corpulento peleando con alguien más calles atrás ¿a él te refieres? —Anya asintió con aire ausente. —Fue cuando me pareció verte entrar, pero tenemos que salir de aquí, esto es una guerra y si no salimos de aquí, estaremos en fuego cruzado.

Esa respuesta pareció bastar por lo que la tomó de la mano y la guió fuera de ahí, lejos de todo el caos y hacia la residencia Forger que no estaba tan lejos. No encontraría un taxi en ese sitio, por lo que solo restaba caminar. Pronto llegaron a su destino y Anya se detuvo de pronto.

—¿Qué sucede?

—¿Por qué me ayudaste? —Ella tenía la mirada hacia abajo hasta ese momento. —Aún más importante ¿Por qué estás hablándome? Tú has estado haciendo esto de ignorar mi presencia, sé que lo merezco, pero me resulta increíble que alguien que me odie tanto se haya arriesgado por ayudarme.

Damian la observó detenidamente, porque entendía las palabras de Anya. Después de su rechazó él se dejó guiar por el dolor de un amor unilateral, de que ella le diera esperanzas todo el tiempo y que aún más, prefiriera a su hermano, por lo que se comportó como todo un imbécil, ignorándola, quizá de esa manera doliera menos.

¿Cómo podría explicar que ayudó porque estaba ahí como agente de WISE y la vio en peligro? Damian realmente pensó que la odiaba, al dirigir toda su frustración ante ella. Sin embargo, todo quedó atrás cuando descubrió que ella podría estar en un peligro inminente porque estaban volviendo a replicar el proyecto Apple y que ella podría ser un objetivo.

El miedo de perderla o que pasara por aquella etapa traumática de nuevo deshizo cualquier método de defensa y odio que pudo sentir por ella, despertando el sentimiento de protección que tenía sobre ella. No permitiría que nadie le hiciera daño.

A fin de cuentas él protegerla era su mayor objetivo pero ¿cómo explicar ello sin revelar que era un agente? Caminó inquieto de un lado a otro, no había manera, se despeinó el cabello repitiendo que Anya no debía involucrarse, no si quería mantenerla a salvo.

Se acercó hacia ella, sujetó su rostro y el dolor extendiéndose por su cuerpo, si algo le pasaba a ella no podría perdonarlo jamás. Él jamás la había odiado, nunca podría hacerlo, ella era lo único que lo mantenía seguir con sus misiones, su impulso.

—Yo jamás, bajo ninguna circunstancia, podría odiarte... —Pegó su frente contra la de Anya, percibiendo su olor por primera vez en mucho tiempo—Yo estoy haciendo todo esto por ti.

Necesitaba que lo entendiera, que creyera en sus palabras, no habían hablado durante tanto tiempo y podría no creerlo aunque hubiera demostrado lo contrario, pero estaba siendo sincero, quería que comprendiera que sin ella no podría vivir y que cada una de sus palabras era real y la idea de permanecer lejos de ella, se hizo mucho más dolorosa.

Con su casi nula voluntad de besarla ahí y revelar todo, dio media vuelta y salió de ahi, anhelando permanecer a su lado, pero debía resistir a que todo eso terminara.



Twilight corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron por el camino que determinó que podría seguir Donovan Desmond, además que era el más cercano al vehículo. Sujetaba su abdomen con su brazo libre, intentando mantener unido todo en su cuerpo. Sostuvo el arma en su mano libre, que había conseguido en la mansión y que quería utilizar para Donovan, una muerte rápida y sin margen de error.

No debería moverse tan bruscamente o el sangrado podría volver a desatarse y lo que menos necesitaba era desmayarse, la cabeza le zumbaba, necesitaba terminar con eso antes de poder relajarse, de que la adrenalina se fuera de su cuerpo y el dolor se presentara. Además que le había prometido a Yor volver.

No le gustaba tenerla ahí, pero de alguna manera el que llegará para ayudarlo calmó su ansiedad, de saber que estaba a su lado. Debía resistir por ella.

Divisó el color negro que sobresalía de la vegetación, era el auto, aumentó la velocidad y fue cuando lo vio. A Donovan Desmond con la mano en la manija de la puerta, Twilight llegó detrás suyo, le apuntó su arma a la cabeza y quitó el seguro del arma.

—Todo ha terminado, no hay donde escapar.

Donovan se quedó quieto en su lugar, sin moverse, por supuesto que había escuchado su voz.

—Si hubiera contratado a alguien más pertinente... —Donovan susurró, unos cinco minutos hubieran bastado para que pudiera salir de ahí, pero de nuevo todos eran unos inútiles.

—No puedes escapar de mí, Donovan.

El líder del partido de unión nacional dio media vuelta hasta encararlo, tenía una ligera sonrisa en su rostro, como si se estuviera burlando.

—Lo he hecho durante años.

Si realmente Loid Forger fuera un buen agente lo hubiera atrapado desde que se encontraron por primera vez en el Edén, pero logró mantener su distancia todo ese tiempo. Twilight no era el agente que todos decían.

—No, te dejé que lo pensaras, pero todo este tiempo he aguardado por este momento.

La realidad del asunto es que Twilight pudo matarlo esa primera vez que lo vio, si ese hubiera sido su objetivo, pero la operación Strix inició con el saber qué postura tenía Donovan con la guerra y hacia dónde quería llevar al país. Y fue gracias a su perseverancia que logró la unificación de Ostalis, la operación se alargó ante los terroristas y la inconformidad del mismo PUN.

Donovan se apoyó en la puerta del auto con aquella expresión indescifrable, aunque Twilight sabía que estaba frustrado por ser atrapado, en sus ojos podía ver que no estaba listo para morir, que él tenía muchas más expectativas, pero él estaba ahí para acabar con ello.

—El mundo se ha movido por la ley del más capaz, sea física o mentalmente, tienes razón, hemos recorrido un largo camino, desde aquel primer encuentro mi instinto se sintió intranquilo, porque sabía que debía eliminarte.

—Ambos tuvimos el mismo pensamiento, pero aquí estamos. —Twilight sabía que debió dispararle cuando lo tenía de espaldas, pero quería saber lo que llenaba la mente de aquel maligno hombre que atormentó a toda su nación.

—He terminado, pero me voy satisfecho con saber que aunque ahora tú me arrebataras mi vida, yo te quité todo. —Una curvatura siniestra se mostró en sus labios. —A tú esposa siendo exterminada por mi agente, a tu hija a merced de experimentación y a tú hijo víctima de las detonaciones.

Twilight sintió su mano temblar a la par que su propio pecho se contraia ante las imágenes que Donovan estaba poniendo en mi cabeza. Pero él era un espía desde hace tiempo, sabía que solo estaba intentando doblegarlo.

Aún así el miedo se abrió paso ¿Como estaría Alain? Estaba al cuidado de Franky y confiaba lo suficiente en él para que mantuviera a su hijo seguro aunque su vida dependiera de ello. Los recuerdos de su antigua vida, cuando las bombas le arrebataron a sus padres y todo lo que conocía, su propio cuerpo reaccionó ante ese momento espantoso y el sudor producto del miedo escurrió por su cuello.

Se había prometido él jamás dejar que nadie pasara por eso de nuevo pero ¿y si su hijo tuvo ese destino? No, de ser así ya se habría enterado, pero perdió su comunicador cuando fue capturado.

No sabía donde estaba Anya, estaba averiguando eso cuando fue capturado.

¿Dejar a Yor con Varik fue lo correcto? el asco lo aturdió, producto del miedo por pensar en aquellas ideas terribles. Sabía que Donovan buscaba eso, pero desde que despertó había estado posponiendo esos pensamientos, con la finalidad de terminar su misión. Se obligó a sí mismo a detener esos pensamientos, guardándolos en una caja, hasta terminar lo que había ido a hacer y después lidiaría con la dura realidad que le esperaba.

Debía hacerlo y regresar, asegurarse que su familia estaba bien.

Controló su respiración y le dedicó a Donovan una mirada dura y fulminante, dejando en claro que no iba a retroceder y que no tenía poder sobre él. Donovan se acomodó la parte delantera del traje.

—Te quedarás solo, yo me encargué de eso, agente Twilight y cuando yo muera, no tendrás razones para seguir con vida.

Twilight disparó el arma preso de la ansiedad que inundaba su cuerpo, el terror y frustración consumiéndolo, la sangre salpicó en su ropa y en su propio rostro. Disparó una segunda vez, por inercia, por el odio y todo lo que ese hombre había causado a toda una nación.

Contempló el cuerpo derrumbarse contra la puerta del auto y finalmente cayó al suelo.

Dejó salir el aire que había contenido en sus pulmones sin darse cuenta, toda la tensión abandonó su cuerpo, la adrenalina escapó de sus poros y pronto la pesadez lo sustituyó, solo quería dejarse caer, junto al charco de sangre.

Sin embargo, se obligó a dar la vuelta y regresar por donde había venido, en búsqueda de su familia.



Thor Princess corrió tan rápido como pudo en un intento de recuperar las dagas que se habían clavado en el árbol, pero la distancia entre ellas y el cuerpo de Varik acercándose era un peligro potencial que la atraparía antes de llegar a su objetivo. Saltó a última hora quedando con la cabeza hacia abajo, viendo a Varik pasar debajo suyo.

El hombre giró en ese momento, levantó el arma y le disparó en el aire.

La lluvia de balas llenó el cielo y Yor se apresuró a descender, aunque varias de ellas rozaron su piel, haciendo brotar la sangre, aterrizó en el suelo con sus rodillas flexionadas y una mano en el suelo y se lanzó hacia Varik.

Él siguió disparando, Yor esquivó como una bailarina experta danzando, saltando y apartándose de manera elegante de cada una de ellas. Llegó hacia él, dando una serie de patadas que Varik interceptó con su brazo, pero el poder abrumador de Yor en cada una de sus patadas hacía a su cuerpo temblar, conteniendo el ataque.

Acertó una patada en su pecho, pero Varik la tomó de la pierna y la lanzó, antes de alejarse Yor logró patear con todas sus fuerzas la mano con el arma, desarmando al agente.

Thor Princess aterrizó sin dejar de mirar al hombre y se abalanzó hacía él, ambos cuerpos fueron como olas colisionando contra tierra en una fuerte explosión, repeliendo el ataque del oponente y propinando sus propios ataques.

Varik lanzó una serie de ataques, Yor los esquivó sin problemas antes de lanzar patadas certeras a su rostro, que fueron detenidos por los antebrazos metálicos del hombre. Estaban a la par y ninguno parecía retroceder. Thor Princess saltó al aire para esquivar uno de los ataques y utilizó el mismo impulso para acertar una fuerte patada en el rostro de Varik, sacó una pequeña cuchilla dorada de su vestido y logró clavarla en su abdomen.

Thor Princess alcanzó el suelo recuperando el aliento y pensando en lo difícil que fue clavar el cuchillo, era pequeño, sus dagas eran más útiles para esos ataques, pero utilizó lo que tenía en la mano. Desvió la mirada hacia el árbol visualizando sus dagas, cuando un brazo rodeó su cuello y comenzó a presionar fuertemente y sin esperar un segundo para cortar la fuente de oxígeno.

—Has sido un oponente digno, pero solo uno de los dos será el ganador y yo jamás he tenido una derrota.

Presionó fuertemente los brazos y Yor pataleó en un intento de coger aire, sus uñas intentaban perforar la piel del antebrazo sin éxito, en un intento de liberarse. Le sorprendida que el hombre se hubiera movido tan rápido a pesar de la herida de donde brotaba sangre de su abdomen, una cantidad alarmante, pero logró atraparla antes de que ella pudiera tomar distancia. Iban a romper su cuello, su fuerza y resistencia la había llevado a aguantar esos agónicos segundos.

Intentó tomar aire, pero sirvió de impulso para hundir fuertemente su codo en el abdomen del hombre, que tosió ante el impacto de la mujer que debería estar muerta. Eso le dio campo suficiente de acción a Yor para dar la vuelta y con el impulso lograr golpear con gran potencia su rostro y haciéndolo retroceder varios metros.

Yor se inclinó hacia adelante, apoyando sus manos en sus rodillas en un intento de recuperar el aliento, los ojos escarlata ubicaron a Varik recobrando la compostura y percibió cuando el hombre visualizó su arma en el suelo.

Estaba a unos metros de distancia, lo cual llevó a Yor a ver sus propias armas en el árbol.

Ambos cruzaron miradas, sabiendo que quien llegar antes a la suya, pondría fin a esa pelea. Por lo que ambos se movieron al mismo tiempo, corriendo tan rápido como sus piernas se lo permitían.

Thor Princess corrió sin dejar de ver sus dagas, estiró la mano y justo cuando sus dedos rozaron el metal del mango, lo escuchó, el arma detonando. Una bala rozó su rostro, provocando una herida de la cual emanó sangre. Se agachó esquivando el resto de las balas.

En un rápido movimiento se levantó, tomó las dagas y saltó en el aire, esquivando las balas, subiendo por el árbol y saliendo de su alcance. Ahí corrió por una rama, Varik se acercó para seguir disparando, por lo que Yor se impulsó del tronco del árbol pasando encima de él. Yor se movió tan sigilosa, con sus dagas hizo dos limpios movimientos, antes de girar sobre sí misma y una vez que pasó encima de él, aterrizó al suelo, dándole la espalda.

Escuchó el cuerpo caer al suelo y después un profundo silencio.

Giró para comprobarlo, pero era una asesina, sabía cómo sonaba un cuerpo al caer al suelo sin vida. Dejó salir su respiración que había retenido, eso había estado cerca. Escuchó un sonido en uno de los arbustos y levantó su daga, listo para lanzarla.

Estuvo a punto de lanzar la daga cuando vio un avistamiento de una cabellera, se acercó con sigilo hasta que lo vio salir, acercándose y estrechándolo entre sus brazos.

—¡Estás bien, realmente estás bien! —Las lágrimas corrieron por las mejillas de Yor, abrumada por el mar de emociones de toda la situación.

Había tenido pánico de que algo le pasara, que ella pudiera perderlo, que él no regresara y la simple idea había evitado que pudiera respirar. Pero él estaba ahí, todo eso había terminado y ahora podrían regresar a casa.

Loid la estrechó entre sus brazos en respuesta, con los ojos entrecerrados y una sonrisa cansada.

—Te dije que volvería a ti.

Yor se alejó, tomando con sus manos el rostro herido de su esposo y lo besó una y otra vez, queriendo comprobar que eso no era su imaginación, que realmente era él, a pesar del olor a pólvora y sangre, podría percibir su propio aroma.

—Yor, debemos volver y encontrar a Anya.

Yor asintió, sabía que una vez que ellos terminaran con eso, deberían regresar para saber que había sucedido en el centro de la ciudad y más específicamente con sus hijos. Caminaron por el bosque durante un largo trayecto, avanzando lo más rápido que podían, pero Yor se tomaba su tiempo al ver a su esposo cansado.

Finalmente visualizaron la mansión y al acercaron vieron a varios niños en la entrada y entre ellos una cabellera rosada. Que al verlos avanzar por el camino de tierra, se adelantó, con alguien siguiéndola de cerca.

—¡Papá, mamá!

Cuando llegó ante ellos Yor se acercó estrechándola entre sus brazos, siempre había sido más expresiva y cariñosa. En cambio Loid se acercó acariciando su cabello, un gesto que hacía desde que era niña, estaba aliviado de verla a salvo. La mirada azul se dirigió al hombre detrás de ella, se acercó y le extendió la mano.

Damian sonrió y estrechó su mano, aunque antes evaluó a Twilight, por lo que deseó que los agentes de WISE que iban a ir a recogerlos llegaran pronto, no quería que Twilight sufriera algún percance.

Sin embargo y contra todo pronóstico Twilight tiró de él y lo abrazó, cosa que desconcertó un segundo a Damian. Hasta que escuchó su voz en su oreja.

—Bien hecho.

Sabía que las palabras de Loid Forger no se referían a su trabajo como agente, sino a la tarea de mantener a Anya segura. Además que... podía intuir que esa muestra de afecto era más bien de consuelo, porque el que Twilight estuviera ahí significaba que había matado a su padre y él mismo mató a su hermano tiempo atrás, por lo que el nombre Desmond estaba casi erradicado y a pesar de no tener un gran aprecio a su familia, podría resultar doloroso.

Twilight cortó el gesto y le dedicó una sonrisa, pero desvió su atención a Anya, que se abalanzó para abrazarlo como no era normal.

Yor se acercó a Damian, escaneándolo, tocando su rostro con sus manos y con un gesto preocupado, hasta que los ojos carmesí se fijaron en la sangre en su hombro.

—¡Te han herido!

—No ha sido nada, estoy bien.

—Nada de eso, me aseguraré de que te curen eso. —Colocó su mano en su hombro, intentando ver qué tan profundo era, una herida de bala, sabía cuánto dolía eso. —Melinda me matará si algo te sucede, además que tú has cuidado de Anya, lo menos que puedo hacer es asegurarme de que estas bien.

Damian siempre había envidiado ligeramente la familia que Anya tenía, el amor de cada uno de sus integrantes y la preocupación genuina por cualquier cosa que sucedía entre ellos. Algo que Damian casi nunca había experimentado, la indiferencia de su padre y hermano... su madre es la única que pareció percatarse de su presencia.

Esperaba poder verla pronto, sabía que regresaría cuando todo estuviera más tranquilo.

—Espera...—La voz de Anya demandó la atención de todos. —Necesito una explicación, Loid Forger.

El rubio levantó una ceja ante la forma en que su hija mayor se refería a él.

—¿Puedes decirme porque reclutaste a Damian y a mi no? —El gesto de furia era evidente.

Twilight observó a Damian que dejó en claro sus pensamientos "Si, lo sabe todo" por supuesto que ese traído de Moonlight se lo contaría todo y él tendría que lidiar con ello. Tendría que reprenderlo por ello más tarde, se rascó el cabello con un deje fastidiado, no quería lidiar con eso ahora y nunca.

—¡No me iré sin una respuesta!

Para su buena suerte, los autos ingresaron en el camino de la mansión y agentes de WISE salieron para asegurarse de la condición de todos y poner en resguardo a los niños.

—Lo siento Anya, tenemos asuntos que resolver, lo hablaremos después.

Twilight se alejó junto con Moonlight para informar de los eventos transcurridos, eso sin remordimiento de escuchar la voz de Anya a sus espaldas.

Damian se soltó del agarre de la mano de Anya y siguió al rubio, con cierta duda en sus movimientos.

—No mires atrás, ella no se calmará.

Damian dejó salir un suspiro, había pensando que Anya dejaría eso atrás, pero había sido tan ingenuo. Anya nunca olvidaba cosas que eran importantes para ella y que su padre no la reclutara como agente y a él si considerando que era su amigo, era algo que jamás podría olvidar. 


¡Sé que me he demorado los mil años con el capítulo final! No me encontraba en el mejor animo, además del trabajo y algunos problemas  y no quería escribir sin ganas, no en el cierre de esta historia, por lo un poco recompuesta por fin pude terminarlo. 

¡Hemos llegado al final...o casi!

Esta semana a más tardar debo traer un pequeño epilogo, no será tan largo como un capítulo, solo un cierre a lo que es más importante, el Damianya.  

¡Nos vemos en unos días para el cierre!

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