XXIX.

Schloss Burg, 4:32 pm

Observó la máquina enfrente, el humo saliendo de ella hasta apagarse, la acidez escalando por su cuerpo por todo lo que significaba esa máquina. Al llegar pudo ver a Anya llorando, y la maquina prendida, por lo que no fue difícil el suponer que había sucedido antes de que apareciera.

Damian maldijo internamente, eso era algo que no iba a perdonarle a Demetrius, lo destruiría por todo lo que le había hecho a Anya, por cada lágrima y gramo de dolor que había sufrido. Lo observó en el suelo sin moverse, regresó su mirada a la máquina al escucharla sonar, no quería dejar funcionar algo así y menos cuando había escuchado de que era capaz ese mecanismo y lo que planeaban.

Aunque más que nada, él no podría perdonarse por llegar tarde y permitir que eso sucediera, algo que no se suponía que esto fuera así, nada de esto estaba en los planes de los dos, todo se había salido de control.

Ciudad Berlint 11:45 am

Avanzaba por su motocicleta, con el casco en su cabeza y maldiciendo, se suponía que él no formará parte de los agentes que estarían desactivando las bombas en la ciudad, porque al ser de la familia Desmond tenía que estar presente en la reunión de Demetrius para que no sospecharan de él.

Además que él mismo tenía un objetivo, obtener el acceso de Bastian para poder ingresar a las instalaciones de Schlog Burg. Necesitaba conseguirlo pronto, para alejar a Anya de su hermano, esa era su prioridad. Había seguido a Bastian al baño, estaba por entrar cuando lo escuchó en su oreja.

"Tenemos... comunicaciones" La estática era evidente "las bombas... ¿las encontraron?"

La voz de Franky al otro lado estaba difusa, cortada, por lo que las ideas no eran claras y no podían darse una idea de que sucedía realmente. Hasta que finalmente la estática se escuchó fuertemente, lo cual lo llevó a cerrar los ojos y la intención de querer botar el auricular, pero resistió porque alguien podría notarlo. De pronto el sonido se apagó y un silencio sepulcral llenó todo.

En el tiempo que había descendido a la reunión pudo escuchar las comunicaciones de los agentes, las órdenes de Franky y él mismo recibió las coordenadas, estaba pendiente de cualquier cosa. Hasta ese momento, cuando las comunicaciones fallaron y terminaron cayendo, dejando a todos los agentes incomunicados.

Nada en ese día podría resultar como estaba planeado.

La idea de que algo realmente malo por la falta de comunicación sucediera, que no encontraran las bombas, que hubiera bajas, cualquier cosa podría suceder. Y su sentido del deber, su papel como espía y su propia ansiedad no lo dejaron tranquilo. Solo iría a comprobar las cosas, ayudar un poco si era necesario y regresaría, porque si algo sucedía y él pudo ayudar y no lo hacía, es algo que no se perdonaría.

Corrió tan rápido como pudo, salió de la residencia Desmond y se adelantó unos metros más, hasta donde ocultaba su motocicleta para no ser detectada. Se subió y la arrancó para moverse tan rápido como se lo permitía, tenía que volver para obtener el anuncio, solo le tomaría media hora.

Moonlight había sido tan ingenuo.

Se aventuró a la ciudad, corriendo por las calles y entre su camino las comunicaciones iban y venían, dejando en claro que el avance de los agentes era mínimo. Él debía intervenir, fue hacia una localización donde estaba siendo esperado por un francotirador, comprendiendo que las ubicaciones, muchas de ellas eran falsas y que solo estaban buscando cazar a los agentes, todo había sido una trampa.

Cuando se dio cuenta de ello y se percató de la hora, supo que no había mucho que hacer, el tiempo se había esfumado y debía regresar, los resultados de las elecciones saldrían pronto y si él no estaba... dejaría en claro que algo estaba sucediendo. Corrió tan rápido como pudo, recuperó su motocicleta y regresó a la residencia Desmond tan pronto como pudo.

Sin embargo, era demasiado tarde, los resultados fueron dichos y su padre había ordenado a la fuerza paramilitar desplegarse y atacar, por lo que su llegada a la residencia Desmond fue retrasada exponencialmente. Tuvo que esquivar varios enfrentamientos y casi chocaba un par de veces, pero logró llegar.

Solo para descubrir a Garden acabando con los simpatizantes del Partido de Unión Nacional, además de no encontrar rastros de Anya. Realmente nada estaba saliendo bien, todo estaba fuera de control. Ahí no podía apoyar a Garden con la tarea, debía fingir, hasta que fue sometido por Jörmungander contra la pared. Sabía que su trabajo era acabar con todas las personas ahí pero... era un terrible malentendido.

Sabía el nivel destructivo de Jörmungander, lo había visto...

—Código...blanco. —Susurró levemente, con su último aliento.

Jörmungander reaccionó ante esa palabra, su expresión dura y asesina se relajó, al igual que su agarre y Damian terminó en el suelo al ser soltado. Tosió una y otra vez, intentando llenar de aire sus pulmones.

—Veo que el parecido es confuso.

El agente de Garden recordaba las palabras de Yor, sobre que su objetivo era asesinar a los simpatizantes del Partido, pero Jörmungander sabía que su objetivo eran los Desmond, por lo que cuando identificó a uno, no lo dudó. Si atrapaba a Demetrius Desmond sería un trofeo cargar con su muerte, sin embargo... cuando escuchó el código y recordó a Yor mencionando que tuviera cuidado con Damian Desmond, el hijo menor, que estaba de su bando, siendo un agente de WISE.

Un error puede cometerlo cualquiera y más cuando no mirabas lo suficiente detallado, de reojo se parecían pero si prestabas atención podrás ver que eran bastante diferentes. Además que ese chico era más joven.

—Ten cuidado

El agente de Garden dio media vuelta y salió de ahí, dejando a Damian intentando recomponerse antes de tomar el acceso del cuerpo de Bastián que estaba cerca y salir de ahí. Anya no estaba ahí, por lo que debía encontrarla. Por suerte le había dado un rastreador que le pidió que se mantuviera con ella en caso de ser necesario.

Checó el dispositivo en su bolsa y la encontró, solo debía llegar a ella.

Ciudad de Berlint, 3:49 pm

Presionó los dientes cuando vio el camino bloqueado con bolsas de tierra apiladas en una torre y soldados con armas que giraron para verlos avanzar. El conductor, quien se percató de aquello antes actuó al momento, doblando violentamente en la esquina. Se agarró del respaldo del asiento que estaba enfrente y con la otra mano libre, sujetó a la mujer que estaba a su lado.

—Lo siento —Se disculpó el conductor, que era un agente de SSS —Esperaba que al menos esta salida estuviera despejada.

Yor frunció el ceño, porque las cosas no estaban resultando como deberían. Ella debía llevar a Melinda fuera de la ciudad y le entregaría su custodia a alguien más, que la sacaría de la nación. Yor solo debía salir de Ostalis, avanzar algunos kilómetros más, fuera de cualquier peligro y saldría de ahí, al menos hasta que toda la situación tuviera una resolución.

Sin embargo, no había contado con que el lugar estaba sitiado.

Habían bloqueado las fronteras, nadie podía salir o entrar, lo cual tiraba el plan a la basura. Cuando lograron evitar la pelea central de la ciudad, el conductor se dirigió a la segunda salida, una que no era tan transitada, pero se encontraron con el mismo resultado.

—¿Tenemos opciones? —Yor intentó pensar en algún medio para salir de ahí, pero la situación no parecía nada buena.

Sabía que la prioridad de Donovan no era encontrar a su esposa por la traición de alertar de su ubicación. Había cosas más importantes de las cuales ocuparse y él actuará después. Sin embargo, ellos estaban intentando anticiparse ante cualquier cosa.

—Quizá... —El conductor aceleró, debía rodear toda la ciudad para no ir al centro y encontrarse con la guerra que estaba desarrollándose ahí.

—Yor...

—No se preocupe Melinda, la sacaremos de aquí, no me detendré hasta lograrlo.

La mujer de Donovan mordió su labio al ver la determinación y la sonrisa de Yor que intentaba reducir la tensión, pero se sentía culpable, de que ella estuviera ahí, en una misión perdida cuando podría estar en otro lado, ayudando o auxiliando a los demás. Había una guerra armada, se perdían vidas a cada minuto, por lo que intentar salvar a una sola, le resultaba algo injusto. Además que sabía que Yor podría tener prioridades, toda su familia estaba en peligro, a causa de su propia familia ¿era justo aprovecharse de ello para salvar su vida?

—Creo que deberías estar en otro lugar, esto podría ser un caso perdido.

Yor que veía hacia adelante, siguiendo el camino del vehículo giró su rostro hacia la mujer a su lado.

—No, esta es mi misión, yo debo protegerte. —Ella nunca había dejado una de sus asignaciones a la mitad.

—Debes proteger a tu familia —Melinda observó hacia la ventana, vio una gran llamarada a lo lejos.

—No te preocupes, yo...

Pero Yor fue silenciada, Melinda giró para verla y una expresión afligida dominaba su rostro.

—Anya estaba con Demetrius en la reunión —Yor sintió su boca seca en ese momento. —Intenté decirle que se fuera pero de alguna manera, cuando la luz se fue la perdí de vista... y cuando salimos de ahí, ya no estaba.

Melinda Desmond odiaba a su esposo Donovan, aquel matrimonio arreglado por el estatus de su familia, el asco de resistir a vomitar cuando la había tocado y agradeciendo que después de conseguir lo que quería, actuarán como dos extraños aún viviendo en la misma casa, fue un consuelo. Su repugnancia hacia su esposo y como su primogénito era tan cercano a su padre, la hicieron mantenerse apartada. Lo quería, a fin de cuentas era su hijo, pero la distancia entre ellos era tan grande.

Por eso mismo intentó hacer aquel festejo de cumpleaños.

Y con Damian...había sido una madre ausente en su infancia, algo que era notable en el comportamiento de su hijo mejor. Sus intentos de destacar o llamar la atención de su padre, y como se avergonzaba de hablar con ella, como si fuera una desconocida. Melinda se dio cuenta tarde de que dirigía el odio que tenía por su esposo en sus hijos.

Intentó al menos salvar las cosas con Damian, prestándole atención y acercándose a él, escuchando e interesándose en lo que hacía. Algo que pareció hacer feliz a Damian en algún momento, dejando entrever su lado amable, dulce y caballeroso, era un niño feliz a pesar de pertenecer a esa familia.

No quería tener preferencias, pero llegar a su hijo menor fue más fácil, por lo que su cercanía era más estrecha. Demetrius la trataba con respeto, pero podía sentir una barrera en él. Que se incrementó más cuando se enteró, luego de acceder a compartir el paradero de Donovan, que Demetrius era la marioneta de Donovan para realizar actos despreciables.

Melinda vivió con el peso de que mucho de lo que sucedía era su culpa, por no guiar a sus hijos cuando debía, dejándolos a la suerte de su padre, que los convirtió en algo maligno.

Su único consuelo era que al menos Damian aún podría salvarse, era tan bueno, ella podría no ser una mala madre... aunque el hecho de estar ahí ella y no acompañada con Damian la hacía sentir tan mal. Porque el plan había sido que él se fuera con ellas, pero cuando se lo dijo a Yor, que no podían irse sin él, su amiga se lo dijo.

—Damian estará bien, Loid se encargará de ello.

No sabía si era por la forma en que lo había dicho o porque aún estaba sorprendida de lo que la familia Forger había escondido todos estos años, pero sus palabras la tranquilizaron y decidió confiar en ella. Aunque sabía que había mucho que no le habían dicho, solo lo necesario. Que Loid Forger era parte de la resistencia y que Yor igual y que querían evitar que Donovan estuviera al poder, por medio de Demetrius.

—¿Qué? —Yor habló.

Melinda se perdió unos instantes en su mente y al regresar vio a Yor con el rostro consternado. Por supuesto, ella le había contado de que su hija estaría fuera de todo peligro en casa, por eso Melinda se sorprendió de ver a Anya en la fiesta.

Yor sintió como una presión le impedía respirar al imaginar a su hija en medio de aquella matanza y la idea de que alguno de los miembros de Garden la hubieran asesinado. El miedo la aturdió y sus manos temblaron, ella debía regresar, debía asegurarse...

No se suponía que Anya estuviera ahí, debía quedarse en casa... ella debió asegurarse de que fuera así, era culpa suya.

Presionó fuerte las manos en el respaldo y la mano de Melinda en su espalda en gesto consolador la alejaron de sus pensamientos negativos y abrumadores, lo cual le permitieron respirar, se sentía mareada y su frente se perló de sudor.

—Yor, puedes ir.

Todo su cuerpo le suplicaba que saliera de ese automóvil y corriera para asegurar a su hija de todo peligro. Pero su sentido del deber y la voz de Loid en su cabeza la hicieron permanecer en su lugar.

"Pase lo que pase Yor, tienes que cumplir con tu misión, necesito que lo hagas."

Quería ignorar esa orden de Loid, sin embargo, sabía que si dejaba a Melinda sola, si la dejaba a su suerte y más con la ciudad sitiada, cuando regresara solo encontraría su cuerpo. Intentó pensar con cordura, dejando atrás sus sentimientos, Damian estaba con ella, Damian la protegería pasara lo que pasara, lo sabía, siempre lo había hecho.

Pero aún así, su lado maternal la llevaba a querer terminar esa misión pronto e ir a su ayuda.

—No, te pondré a salvo y luego me encargaré de ello. —Su determinación habló.

Había perdido tiempo al estar cerradas las fronteras, pero al fin habían encontrado una salida en el borde de la ciudad, que los llevaría a la zona costera, un cambio de planes pero esa era la única opción, su única oportunidad.

Schloss Burg, 4:46

Anya apoyó la espalda en la pared y se asomó al pasillo para no ser detectada, ahí vio a tres hombres. Los guardias no parecían acabarse y el tiempo se estaba acabando. Además que la idea de dejar a Damian con el desgraciado de su hermano, no le gustaba, sabía que podía vencerlo, pero se sentía inquieta.

El pasillo era demasiado largo y en las habitaciones donde había pasado, no había encontrado a su padre ¿Dónde lo tendría? ¿Qué le habían hecho? La idea renovó su ira, salió de su escondite, vio a uno de los hombres sacar un arma, por lo que se movió rápidamente y antes de que le disparara lanzó una patada fuerte, desarmándolo.

El hombre frustrado por ser desarmado fue tras ella, lanzando golpes fuertes y concisos, cosa que Anya esquivó, a fin de cuentas podía anticipar su defensa al leer su mente. Una gran ventaja, por lo logró patearlo cuando vio una apertura en su torso, haciéndolo retroceder y chocó con sus otros dos compañeros.

Pronto se recuperaron y Anya arremetió contra ellos, esquivando a quien la atacaba, pateando al que se aproximaba y saliendo de en medio, logrando que dos chocaran. Finalmente saltó en el aire y conectó su pierna en la mejilla de uno de los hombres, haciéndolo retroceder hasta chocar con la pared, por la fuerza de su golpe.

Vio la puerta que estaban custodiando, se acercó pasando encima de los hombres inconscientes, sacó el acceso de su bolsa y deslizó la tarjeta. Lo había tomado cuando ambos hombres peleaban, no sabía si era de Demetrius o si Damian había conseguido el suyo, pero eso sería suficiente.

La puerta se abrió con un sonido e ingresó viendo una gran habitación aunque más que ello, un laboratorio. La paredes eran blancas, había una gran computadora a la izquierda, en el centro una placa de metal, había mesas y de más cosas, pero algo en especifico llamó la atención de Anya, aquel cuarto con paredes de cristal y adentro había alrededor de veinte niños. Gritaban llamando su atención, aunque no se escuchaba nada, muy seguramente por el cristal y el material del que estaba hecho.

Sus pies estaban clavados en el suelo y los recuerdos vinieron a su mente, cuando era una niña, ese lugar era igual a donde ella había estado, de tiempo antes con Demetrius, la sensación aún estaba en sus dedos, su cuerpo, el aire se escapó de su organismo y la ansiedad subió por su cuerpo como una boa, presionando, inhabilitando, asfixiando.

El golpe de uno de los niños en el cristal la hizo salir de su martirio mental, no podía acobardarse, no cuando había llegado hasta ahí, debía moverse, actuar. Tomó una bocanada de aire y se obligó a caminar, avanzando, hasta que corrió, con una sola imagen en su cabeza, debía sacar a esos niños ahí, cueste lo que cueste.

Schloss Burg, 4:26

Twilight entreabrió los ojos, intentando enfocar algo, cualquier cosa, pero su conciencia iba y venía. Se centró en la puerta o donde sabía que estaba, una pequeña línea de luz se filtraba por debajo de la puerta.

Había sido tan descuidado, lo sabía, pero la urgencia de la misión lo había distraído, además que el hecho de que Anya había salido de la casa... algo que debió anticipar pero había confiado en el sentido de la conservación de su hija, algo que sabía que no tenía. Estaban pasando tantas cosas a la vez y eso bajó su guardia. Se arrepentía tanto de ello y más porque no vio venir lo que sucedió.

════ ◦❁◦ ════

Logró salir de la oficina de Donovan, pero lo golpearon fuertemente en la nuca, perdiendo la consciencia. Algo increíble considerando su resistencia y voluntad. Pero despertó después de un tiempo, abriendo los ojos de pronto y disparando su adrenalina.

Había pasado lo impensable, algo que no podía remediar, el siguiente paso era escapar de ahí y seguir con su misión. Sin embargo, eso no podía ser fácil. Terminó atado en la pared con un grillete, inmovilizando, además que... sentía el cuerpo y la propia mente aletargada. Le habían dado algo, una especie de droga, esa era la única explicación.

Twilight había resistido golpes y heridas más fuerte y aún así se había podido mover.

Era evidente que conocían de que era capaz, por eso se habían tomado tantas molestias en inmovilizarlo y quitarle su sentido de concentración y racionamiento total... sentía como su mente iba y venía. Se aprovecharon de ello para golpearlo una y otra vez, torturándolo con la intención de humillación. La tortura era algo con lo que Twilight estaba familiarizado, por lo que fuera de soportar los golpes mientras la saliva escurría de su boca y la sangre brotaba, casi no hizo ruido, solo resistió.

Debía esperar a estar solo, aclarar un poco su mente para poder salir de ahí, confiaba en que el efecto de la droga se fuera pronto.

No obstante, su conciencia iba y venía, por lo que cuando terminaron de golpearlo, cayó en un sueño profundo, con la frente apoyada en el suelo. De pronto y como si solo hubiera pasado unos segundos, un pie elevó su rostro y fue cuando Twilight vio a Demetrius Desmond ante él, con una sonrisa.

—Durante tantos años se ha ofrecido una gran recompensa por la cabeza del maravilloso Twilight, aquel que frustró tantos de nuestros planes... el mejor agente de WISE está ante mí y... la imagen es demasiado patética.

Levantó más la cabeza del hombre con su zapato y lo pateó, llevándolo a quedarse sentado, con el rostro adolorido. Demetrius se inclinó y lo observó de cerca.

—Mi misión era atraparte, decidí esperar a que vinieras a mi, colocando todas las piezas para ver al ratón viniendo por la carnada. —Loid lo comprendió con sus palabras aún con su mente lenta, que él hace mucho tiempo sabía que él era Twilight y que todo eso había sido un juego. —Fue demasiado fascinante verte incapaz de atraparte y pensando que mi padre era el responsable de todo.

Loid lo observaba a la cara, con los párpados entrecerrados, intentó mover la mano, queriendo alcanzarlo, pero Demetrius se alejó.

—Debí esperar a que mataras a mi padre y así me desharía de todos los obstáculos y poder actuar sin limitantes...

—Si quieres asesinarme, hazlo, no diré nada. —Twilight no estaba dispuesto a contar nada, hicieran la tortura que hicieran.

Pensó en Damian y como había tenido razón, su hermano había sido el responsable de cada movimiento, de cada situación, de cada muerte, él había movido las piezas demasiado bien para no ser detectado. Había sido un completo ingenuo de no ver las cosas ¿acaso perdió su intuición con las personas? ¡Hasta había hablado con él, estrechado su mano y no notó nada! Demetrius sonrió divertido, se acercó hacía él de nuevo inclinándose, tomándolo del cabello.

—No te preocupes agente Twilight, estoy dispuesto a mantenerte vivo el tiempo suficiente para destruir todo lo que quieras...tendrás una muerte lenta y agonizante.

Las acciones de Twilight fueron inmediatas, se alteró con violencia, con su mano libre intentó golpear en el rostro, pero Demetrius tiró de su cabello y conectó su rodilla en su rostro. Después conectó su puño una y otra vez en su rostro y abdomen, para después utilizar un bate... se colocó en cuclillas ante él.

—No puedes morir Loid, debes mantenerte vivo, pero debes sufrir un poco más.

Clavó una navaja en su abdomen, haciéndola girar, escuchando al agente Twilight lamentarse de dolor y como escupía sangre. Sus ojos oscuros resplandecieron en el más fabuloso deleite, tenía Twilight en sus manos y se divertiría en hacerlo sufrir lentamente.

—Bien, tengo que reclamar mi victoria, mantente con vida.

Dio media vuelta y salió de ahí, sin mirar atrás y la habitación se quedó a oscuras.

════ ◦❁◦ ════

Poco a poco recuperaba la claridad de su cabeza, los guardias que le suministraban la droga no habían regresado, quizá las cosas no estaban tan tranquilas y él no era su prioridad. Aún así se sorprendía por aquella droga, porque su cuerpo estaba familiarizado con algunos venenos y medicamentos, por lo que las cosas sufrieran efecto tan fácilmente era extraño. Quizá era algo nuevo, una droga reciente o experimental.

Pensó en Anya, en donde podría estar... aunque quizá la respuesta era obvia, debía estar con Damian, su relación pareció mejor esos últimos días cuando lo vió en su casa, días atrás. Confiaba en que las cosas entre ellos mejoraran, sabía lo importante que era Damian para Anya y viceversa. Recordó que él mismo falló en mantener alejado a Demetrius de Anya, algo que le había prometido al inicio.

Sin embargo, Loid siempre se sintió incapaz de prohibirle estar cerca de Demetrius, sin saber la verdadera razón. Se sentía tan estúpido, había dejado a Anya en las manos del enemigo.

Alain y Yor vinieron a su mente, en sí Yor había logrado sacar a Melinda de ahí, si había regresado con Alain y si su hijo estaría siendo cuidado adecuadamente por Franky... confiaba en el informante, sin embargo, la idea de querer volver con su familia no dejaba de atormentarlo.

Sentía el cuerpo adolorido, la hemorragia en su abdomen no era severa, algo que sabía que Demetrius procuró, se lo había dicho, no quería que muriera rápidamente, solo quería un sufrimiento constante, por eso lo acuchilló. Además que dijo que quería quitarle lo que más quería... su familia vino a su mente. La sed de sangre vino a él, no se lo permitiría, nadie podía tocar a su familia y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para detenerlo.

Apoyó su cabeza en la pared, cada centímetro de su cuerpo dolía, pero tenía que soportar. debía salir de ahí, acabar con todo eso y regresar con su familia.

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