Notas: Ningún personaje me pertenece, todos son obra de Hato Moa.

Advertencia: Spoilers de la ruta BBL y del segundo juego, Holiday Star. Pareja homosexual.

Espíritu navideño

No entendía las festividades.

Nunca lo hizo realmente, ni siquiera de niño.

¿Por qué adornarlo todo tan empalagozamente? ¿Con qué propósito?

Toda esa maraña religiosa no le convencía en lo absoluto, no eran más que tonterías fantasiosas para perder el tiempo y alimentar el capitalismo.

Por no olvidar mencionar que también servía de excusa para los vagos que no querían venir al trabajo ese día.

Ridículeces.

Para él no había mejor opción que solo quedarse en su oficina, continuando con su arduo trabajo.

Cada segundo de su investigación contaba.

Y de cualquier modo... No es como si alguien lo esperara en casa de cualquier modo ¿No?

¿Para qué apurarse en volver?

_Uhn... Los resultados no muestran variación... -musitó al echar un breve vistazo tras el visor del microoscopio, apurándose a tomar algunas notas.

No todo le resultaba tan fastidioso de hecho. Si ignoraba todas esas absurdas decoraciones y la impertinencia de sus colegas, se encontraba con una muy grata ventaja...

No había nadie que lo moleste. Solo paz y tranquilidad, perfecto para continuar con sus imvestigaciones.

Oh, bueno... Casi nadie.

_¡Navidad~! ¡Navidad~! ¡Dulce Navidad~!

Rodó los ojos. Cantó victoria demasiado rápido.

_¡Qué alegría de este día hay que---! ¡Oh, Isa! ¿Aún sigues aquí? -Saludó el mayor, deteniendo su alegre canturreo apenas visuakizó a su joven compañero.

Traía un gorro de santa, una corona navideña en el cuello y algunas campañas consigo.

Tan alegre como sólo Kawara Ryuuji podría estar.

_¿Dónde más debería estar, señor? -Arqueó una ceja hacia éste, aunque no detuvo sus anotaciones.

El contrario carraspeó un poco antes de responder, como intentando buscar el tacto apropiado.

Isa no era de ofenderse fácilmente, pero eso no ayudaba a que el mayor no creyera que debía tener cuidado al hablarle.

Eran amigos, y los amigos nunca deben herirse, ni siquiera con palabras bien intencionadas.

_Bueno... Yo creí que estarías en casa o en el bar con los demás. Oí que los de administración organizaron una fiesta por fin de año -Ay, le hubiera gustado ir, pero... Pasaron tantas cosas.

Isa negó con la cabeza, preguntándose internamente que tipo de visión tenía su superior de él para imaginarlo en aquellas situaciones.

_Yo soy quien debería estar diciendo todo eso... -Volteó hacia el mayor, analizándolo fugazmente mientras rememoraba alguna charla que mantuvieron hace poco- ¿No dijo que iría a pasarla con la familia de su esposa en Osaka?

No intentó sonar despectivo ni nada parecido, aunque por la reacción de su amigo, supuso que pasó algo.

_S-sí, bueno. Yo iba a hacer eso, pero... H-haha... Es bastante gracioso ¿Sabes? Yo, ehn... Olvidé reservar mi boleto y... Me quedé varado aquí.

Un repentino silencio los invadió.

Y este, señores, era una de las aves más listas del planeta.

¡Bravo!

...Idiota.

Isa no pudo más que soltar un suspiro. ¿Por qué no le sorprendía?

_Supongo que eso... significa que la pasará aquí hoy.

_Y también cuando ella regrese. No me querrá hablar por largo tiempo -sollozó ante su suerte, aunque no recibió consuelo. Ni hizo falta de hecho, pues recyperó sus ánimos a los pocos segundos- Pero~... ¡No todo está perdido! ¡Aún podemos festejar en familia, Isa!

El más joven sintió unas extrañas y primitivas ganas de huir...

¿Por qué no se hizo caso?

_¿'Podemos'? Suena a pardada, no me incluyas. Estoy ocupa--¡...! -sin embargo, ni tuvo tiempo a negarse.

Ya se había visto arrastrado por el mayor hacia quien sabe donde, dejando su trabajo atrás.

_¡M-mi investigación!

_¡Nada de eso! ¡Tengo que presentarte a alguien~! ¡Vamos, Isa! ¡Te caeran bien!

_¿Q-qué? ¿De 'quienes' hablas? -y la respuesta que visualizó poco después terminó por impresionarlo... Como todo en el doctor Kawara.

Tan típico.

Ryuuji contagiaba a todos de su energía y espirítu, incluyéndolo.

No existía nadie igual en este mundo. Nadie a quien respetara y valorara tanto.

Era una completa pena que sus animosas intenciones no hubiesen calado más hondo en Isa Souma, pero... Ahora, algunos años después a cierta perdiz conocuda como el prestigioso doctor Iwamine, le constaba demasiado que el corazón de Ryuuji dejó raíces en varios más.

_¡Feliz Navidad! ¡Feliz Navidad! (¡Vamos Shuu! ¡Vamos Shuu!)

_ ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Navidad! (¡Ya es muy tarde! ¡Sino duermes no vendrá Santa!)

Suspiró, ya ni esforzándose en quitarse la gorra impuesta o resistirse a los burdos empujones del oar para que abandonara su despacho.

Luego de fallar tantas veces, no tenía caso.

_ ¡Feliz Navidad! (¡Miru y Kaku quieren regalos de Santa!)

Eran tan molestos.

Debí disecarlos cuando tuve la oportunidad.

Pero viendo el lado positivo, el sentimiento era algo nostálgico. Era como ver ramificaciones del espíritu del doctor Kawara.

Incluso luego de tanto, aún influía en él.

Señor Kawara...