🎄Especial de Navidad🎄 ~NagekixHiyoko~
Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de Hato Moa.
Advertencia: Pareja heterosexual. Posibles spoilers de Holiday Star.
Un blanco deseo
Blanca.
Así era su alma... O así la veían muchos por motivos que no comprendía.
Vamos, habían cosas más blancas que el corazón de una tortola enfermiza y débil ¿No? Seguro Hitori y los demás solo exageraban.
Un ejemplo claro de pura blancura lo era aquella noche, en la cual se encontraba sentado en un olvidado columpio del parque.
Ya era un poco tarde y tal vez por el frío debería considerar volver a casa. Seguramente, su hermano estaba en medio de una crisis nerviosa por estarse tardado.
Suspiró.
Nah, seguro podría esperar un rato más. Además, Nageki también quería algo de espacio para sí.
No odiaba a su hermano, pero en ocasiones se pasaba de la raya como con esa rara máscara hecha con calentadores o la insistencia de seguirlo a todas partes.
Lo bueno de Navidad, pudo pedirle de 'regalo adelantado' que lo dejara sin horario por ese día.
No era un bebé ni deseaba ser tratado como tal.
Tenía cosas por hacer, entre ellas su búsqueda por cierto regalo muy especial.
Me pregunto... ¿Le gustará?
Ladeó la cabeza, observando su compra tan bien envuelta entre un delicado papel verde y un listón dorado.
Era suave al tacto al igual que muy ligero, lo que facilitaba el cargarlo de un lado a otro.
Se había tardado mucho en hallar lo que buscaba, pero el esfuerzo valió la pena.
Una bufanda, tan blanca como la nieve, suave como alguna nube y cálida como una oveja.
Como la nieve.
Reconocía que tal vez no era gran cosa y puede que muchos dudarían de sí era realmente un regalo perfecto, más aún si ni siquiera pudo darse el lujo de tejerla él mismo, pero ...
Protegería tan dulcemente del frío a quien la portara, tal y como anhelaba lograr por Hiyoko alguna vez.
Tal y como incluso tú siempre me cuidas.
Nageki era muy consciente de su realidad, aunque muchos se esforzaran por tapar el sol con un dedo por animarlo.
Era un ave débil y enfermiza, todo quien lo conociera sabía los muchos cuidados que ameritaba y le molestaba que así fuera.
Él también estaba dando su mayor esfuerzo por cambiar eso.
En especial ahora que su corazón palpitaba por alguien en particular.
Mi único deseo en esta noche tam blanca... Es regresarte todo lo que has hecho por mi con esa misma intensidad y calidez, Hiyoko.
Sonrió un poco, removiéndose junto al obsequio.
No veía la hora para que amaneciera, pero no por recibir algo... Sino para entregar su obsequio y dulces deseos para su persona importante.
Te amo, Hiyoko.
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