O7.

Para Jimin el whisky era la salvación de su mundo, el elixir de vida y la solución a la mayoría de sus problemas. Bendito whisky.

Su pequeña adicción. 

Le entretenía por no decir que disfrutaba enormemente sentir el amargo y fuerte sabor del whisky en su garganta. Sin duda la bebida perfecta para pasar las intolerables horas de fatiga de tener que escuchar al señor Chang.

─Señor Park, escuché que ha estado involucrado en los negocios de su padre─ el viejo alfa examinaba su postura con una expresión calmada ─Es realmente sorprendente ver a un alfa que todavía está en la universidad ser capaz de manejar una empresa como esa─ sonrió golpeando suave los hombros del castaño ─Ustedes los jóvenes siempre intentando hacer las cosas rápidas, no me sorprendería verlo casado tan joven─ esbozó una sonrisa.

El alfa quería rodar los ojos, su comentario era tan aburrido como innecesario, estaba cansado de los elogios, pero sobre todo cansado de que la gente se metiera en su vida.

Jimin decidió tomar su ultimo sorbo de whisky antes de contestar con una sonrisa encantadoramente hipócrita─Señor Chang, agradezco sus halagos. Lamento decir que la idea del matrimonio no está en mis planes─ la sonrisa del mayor se borró al instante ─Como usted ha dicho, aún soy joven. Seria imprudente comprometerme con alguien en estos momentos ─Miró de manera dura al viejo alfa ─El matrimonio solo seria un estorbo.

Chang arrugó la nariz inconforme ─No, no, no─ negó efusivamente su cabeza como un niño ─Veo que le falta algo de madurez joven Park. El dinero no lo es todo, nada es más importante para un alfa que formar una familia, gozar de su omega y cachorros, después de todo para eso nacimos, nosotros los alfas somos los que damos calor y protección en un hogar, complacer a nuestra manada, somos los que dan amor.

¿Amor?

Park soltó una leve carcajada.

No creía a ver escuchado eso de verdad, era una barbaridad. Sabía que quizás la mejor opción para él era callar y darle el placer al viejo alfa de tener la razón, pero no iba a hacerlo.

─Es algo ingenuo pensar que los alfas solo servimos para eso─ habló Jimin con una sonrisa. El viejo alzó su ceja no gustándole para nada su comentario ─Nosotros estamos arriba de la cadena alimenticia, nuestras capacidades físicas e intelectuales son superior al resto, somos básicamente la versión perfeccionada de la humanidad. Tan perfectos que desperdiciar nuestro potencial enfocados en la simple idea de satisfacer los deseos de los demás es algo decepcionante ─ Jimin soltó un suspiro fingido sin mirar al alfa ─Es una pena que no todos los de nuestra raza gocen de esa inteligencia conformándose con cosas tan simples como el amor.

Jimin vio los puños sutilmente del alfa apretarse, sonrió antes de agregar un ─Pero eso es solo mi opinión.

─Vamos joven Park, esas ideas las tiene porque aún es demasiado joven ─ levantó la mirada intentando verse lo menos amenazante posible ─Espero que su concepto cambie, estoy seguro que tiene una larga lista de omegas esperando ─ sonrió mostrando sus arrugas ─Solo mire, la mayoría de omegas solteras están aquí por usted.

Jimin dio una rápida mirada a su alrededor escuchando ligeros suspiros y oliendo otra vez una ráfaga de distintos olores mezclados, olores dulces.

Omegas.

─Es una pena─ habló con seriedad mirando al viejo ─Me temo que esos omegas tendrán que esperar porque yo no estoy aquí para ellas.

Sintió una ráfaga de hormonas, esta vez enojadas de parte del alfa, Jimin arqueó una ceja incrédulo.

¿En serio se atrevió a querer desafiarlo? 

¿Acaso era un animal que no sabia control sus impulsos? Por favor, el era un simple alfa, perfectamente podía controlarse pero al parecer el viejo alfa quería demasiado mostrar su hostilidad y superioridad ante el.

Jimin como alfa puro no pudo dejar las cosas así, sin siquiera sacar su aroma, sus ojos cambiaron a un rojo leve en una clara señal de advertencia, apretó sus dientes marcando sus venos en su cuello sin siquiera notarlo. Detestaba ese reflejo suyo.

Sintió una oleada de hormonas esta vez mas fuerte, al parecer a las omegas les parecía atractivo verlo perder la paciencia.

Finalmente vio al viejo alfa bajar la cabeza en señal de sumisión, pero eso claro no lo iba a dejar callado

─La terquedad a veces puede ser una mal compañera─ siguió hablando el viejo.

─Opino lo mismo de la insistencia.

Pudo ver un tic en el ojo del anciano por llevarle la contraria otra vez, no podía no decir que le divertía mucho ver su reacción ─Esta bien, basta de hablar del futuro, tenemos mejores cosas que hablar, como mi hija por ejemplo.

Oh, así que era eso.

Ahora entendía porque se puso tan a la defensiva con el tema del matrimonio. Aun así eso no justificaba su actitud deplorablemente animal, como si pudiera someterlo para aceptar su estúpida opinión de ya debería casarse.

Y no casarse con cualquiera, era obvio que quería que se casara con su hija.

Sonreía tan amable como podía que sus mejillas comenzaban a doler. El maldito viejo no dejaba de abrir la boca sin parar, adulando demasiado a su hija omega como un perfecto partido, lo perfecta y educada que era y blah blah blah, Jimin comenzaba a hartarse, mejor dicho ya lo estaba.

Era lo mismo de siempre, claro, esperaba ese tipo de insinuaciones, pero no lo esperaba del señor Chang.

Con educación se despidió del anfitrión de la fiesta con la excusa de tener que hablar con algunos socios de su padre.

Un respiro por favor.

Jimin no era un primerizo en esas cosas, estaba acostumbrado a ese tipo de ambientes, pero eso no quitaba lo tedioso de tener un sin numero de aromas en su nariz todo el tiempo.

Ya había visto varias insinuaciones de omegas hacia el, acercándose a él con descaro, liberando sus feromonas fuertemente a su alrededor como animales en celo. Prácticamente pedían a gritos que las folle y las anude, estaban tan desesperadas por su atención.

Todo el tiempo sentía miradas de los omegas sobre él, incluso los que ya estaban casados.

Llevaba un camisa blanca sin corbata con saco negro y unos pantalones del mismo color, algo simple que en su cuerpo lograba verse más que increíblemente bien.

Jimin aflojó el primer botón de su camisa peinando sus cabellos hacia atrás escuchando de nuevo unos chillidos agudos detrás de él. El alfa soltó un suspiro sonriéndoles de manera completamente mortal haciendo que sus caras enrojecieran, incluso vio a uno de ellos ser sostenido por otro omega, el pobre chico se había desmayado.

Increíble como algo tan simple lograba tener tanto impacto en las personas, pero no culpaba a los pobres omegas. Él era todo lo que cualquier omega desearía, lo que cualquiera desearía.

Guapo, alfa y asquerosamente rico.

En un mundo materialista como el que vivían el dinero era lo primero, el atractivo solo era un regalo extra.

Pero por dios que el era el prototipo de alfa perfecto, Jimin era perfecto.

Si él fuera un omega también saldría con alguien como él, no era narcisista pero si realista, estaba agradecido con su jerarquía, después de todo era uno de esos pocos alfas puros que existían en el mundo, muy cotizados y poderosos. No solo por su incomparable fuerza si no también su poder de liderazgo nato.

Desgraciadamente el mundo no estaba preparado para la llegada de dos alfas puros en el mismo territorio, era el anuncio de una catástrofe, una pelea por el control y el dominio que acabaría con la paz del lugar.

Jungkook era esa tormentosa catástrofe que arribaba en su vida.

Lo supo desde la primera vez que lo vió.

Pero ahí estaba, esperando verlo pasar por esa gran puerta. Curioso de la llegada del alfa, se preguntaba como aparecería Jungkook en la fiesta. Sin duda se divertiría viendo al azabache desencajar totalmente en aquel panorama. Conocía muy bien el estilo del alfa y sabia que odiaba los trajes formales a muerte, el prefería más sus ropas cómodas y grandes, algunas veces ceñidas al cuerpo pero siempre conservando su esencia de colores opacos y neutros.

Que Jungkook quisiera aparecer de pronto en esa fiesta en la cual el categorizaría como "aburrida" sin duda había sido una sorpresa, a Jeon no le gustaban para nada estas cosas.

No era para nadie secreto que el primogénitor de los Jeon nunca asistía a ese tipo de veladas, de hecho, le importaba un culo todo esa mierda.

Lo único que mantenía a Jimin despierto era la incertidumbre de saber el motivo de Jungkook tras esa decisión, no era idiota como para no sospechar que algo estaba planeando ese hipócrita manipulador.

Miró su vaso vacío con aburrimiento, estaba totalmente vacío, iba a pedir otro vaso más de whisky pero su atención se desvió a su juguete favorito de la noche, todos sus sentidos activándose de inmediato.

Podía olerlo.

Sonrió mirando con altanería la puerta sin inmutarse, sus ojos clavándose en la madera esperando pacientemente, esperando por Jungkook.

Las puertas se abrieron dejando ver al platillo principal de la noche. Todos observaban sorprendidos la figura que entraba por aquella entrada, tan imponente y majestuoso. Tuvo que aceptar dolorosamente que hasta él se había quedado hipnotizado.

La mirada confiada que daba el alfa dejó paralizado a todos, su imponente presencia se sintió en todo el salón, y no era para menos cuando llevaba puesto un traje negro que se amoldaba perfectamente a su cuerpo, resaltando todas sus virtudes a la perfección y viéndose totalmente tentador y varonil a miradas de los demás.

Su cuerpo gritaba alfa por todos sus poros, incluso su sonrisa egocéntrica le daba un toque encantador, no como un príncipe, si no como el villano con el que estabas dispuesto a dejar que te utilice con tal de tener un poco de su atención. 

Irónico. 

No pudo negar que el alfa se veía bien, y tal vez solo se desvió un poco al observar descaradamente a los pectorales del alfa que se apretaban bajo su camisa. Se veían tan duros y firmes que el pensamientos de tocarlos se volvió irresistible.

Por dios, no podía ser posible que Jungkook no se haya dado cuenta que esa camisa que traía estaba luchando por no romperse, era tan indecente y tan...

Tentadoramente provocativo para poner su boca ahí y morder su pecho.

Hizo una mueca en desagrado al tener esos pensamientos y se disgustó más cuando su mirada chocó con la de Jungkook, sonriéndole por haberle pillado mirándolo, como si en realidad supiera lo que estaba pensando.

El sentimiento volviéndose asfixiante al conectar sus ojos..

Se supone que no debería hacerlo, pero ahí estaba, sostenido su mirada sin vacilar. No iba a bajarla por nada, o eso creía hasta que sintió que el olor del alfa se estaba volviendo más espeso resaltando el whisky en él.

Sentía sus fosas nasales ensancharse queriendo tomar un poco mas de ese aroma, embriagante y delicioso whisky. Jungkook estaba malditamente provocándolo. 

Dio una sonrisa cínica, ellos ni siquiera estaban cerca, de hecho Jeon aún estaba en la entrada y Jimin estaba al otro extremo del salón, justo en la zona más alejada del lugar.

Pero eso no importaba, no cuando ellos dos podrían sentir sus feromonas a kilómetros, un instinto sobrenatural que tenían al reconocerse el uno al otro, una mala costumbre que se había desarrollado con el tiempo.

El ambiente comenzó a sentirse pesado cuando el alfa esparció su olor haciendo gimotear a omegas y bajar la cabeza algunos alfas.

Fue ahí que alejó su mirada del alfa.

Jimin rodó los ojos a modo de desaprobación. Era obvio para el que quería robar la atención, como si pudiera hacerlo. Acomodó su traje soltando sutilmente su olor, ocultó su sonrisa y tomó un vaso nuevo de whisky. Si Jungkook quería brillar pues el le iba darle sus dos minutos de fama, esperaba que Jeon los gozara muy bien, porque seria su ultima vez.

Jimin escuchó la voz de su padre obligándose a quitar su atención en el alfa y ponérsela a su progenitor, se había olvidado de la existencia de su padre en esta velada.

─Jimin.

─Lo sé─ contestó cortamente esperando que su padre se marchara. Su padre se quedó observando en la entrada antes de dirigir de nuevo su atención a su hijo.

─Entonces demuéstralo─ soltó de manera fría. Jimin apretó sus dientes mordiéndose la lengua en el proceso.

─Si, padre─ contestó con un asentimiento viendo a su padre irse junto a sus guardaespaldas.

Al menos por el resto de la noche no tendría a su padre cerca.

Observó de nuevo al alfa, Jungkook estaba conversando animadamente con varias omegas siendo el ahora el centro de atención, pero un omega entre ellos llamó más su atención, no cualquier omega.

Se había olvidado completamente que Tae venia con él.

La verdad no le importaba para nada a quien se follaba el alfa pero el hecho de que Jungkook quisiera utilizar a su amigo si lo hacía tocar las bolas.

A lo lejos pudo ver como una omega cerca de ellos estaba algo distraída observando hipnotizada a Jungkook, sus pies tropezando con el vacío tirando accidentalmente un postre de chocolate en el hermoso traje rojo de Taehyung.

Oh no.

Conocía demasiado a Tae y sabía que pronto haría una de sus rabietas, era un omega muy caprichoso y sobre todo exagerado en toda la palabra.

Vio su rostro enrojecer a punto de estallar en enojo, por suerte llegó antes de un desastre.

─Tae─ saludó de manera cálida intentando calmar al omega ─Alguien tan bonito como tu no debería tener una cara tan seria, solo es un poco de chocolate.─ Se puso delante de la omega intentando cubrirla de la mirada asesina del rubio.

─¡Solo chocolate!─ Hizo una rabieta llamando la atención de los presentes, Jimin dio una mirada severa a los entrometidos para que no se metieran en sus asuntos aplacando así la sobre atención, pero no sirvió para nada en aliviar el enojo del omega  ─Esa idiota omega de-

Se quedó callado cuando sintió el pañuelo de Jimin limpiar su camisa con delicadeza ─Taehyung─ llamó con voz grave, el omega se relajó al instante al oír la voz del alfa ─Tranquilo. Es una simple mancha─ soltó su exquisito olor a chocolate y menta ─Si crees que algo tan insignificante daña lo hermoso que eres pues te equivocas─ sus dedos rozaron los pezones del rubio sobre la camisa semitransparente, pudo verle sonrojarse al instante. Se acercó al omega bajo la atenta mirada de Jungkook  ─Cualquiera puede darse cuenta que incluso sin ese chocolate encima eres totalmente delicioso─ acomodó los cabellos rubios del omega detrás de su oreja, el rubio apretó sus piernas disimuladamente inclinándose ante su tacto  ─Apetecible incluso por mi─ besó el dorso de la mano del omega, Taehyung sufrió mil infartos en ese momento.

Por dios, al fin estaba teniendo a los dos jodidos alfas más codiciados a su poder.

¡Que se jodan todos! Ya podría ver su futuro casado con dos alfas increíblemente ricos peleándose por su atención y teniendo sexo todo el día. ¡Adiós carrera! ¡Hola vida feliz de mantenido! 

El omega fantaseó unos segundos con esa idea, pudo sentir sus orejas colorearse pero su encanto, se rompió cuando sintió un brusco manotazo en su mano. Le dolió como el infierno.

Jungkook atrajo a Taehyung a su cuerpo separándole de Jimin al instante. Miró los ojos del alfa cambiar a un rojo intenso dirigiéndose al castaño ─Debo decir que no esperaba que disfrutaras ser plato de segunda mesa─ rió secamente sin apartar sus iris rojos de Jimin. El apretón en su muñeca se hizo dolorosamente insoportable, Jungkook lo estaba tratando sin ningún tipo de cuidado.

 ─Odio decirlo pero detesto compartir lo mío.

Jimin pudo sentir la mirada asesina del alfa pero no le dio el gusto de la mirada, entretenido con la escena ─No hay necesidad de ponerse agresivo─ sonrió ─Sobre todo si tienes una idea equivocada.─ sostuvo la mano de la omega a su lado acercándola a su pecho ─Porque a mi tampoco me gusta compartir─ y con eso se marchó dando la espalda a un rabioso alfa.

La alta sociedad como lo eran ellos tenía algunas reglas, unas muy simples como lo eran las parejas de compañía, aquellas que solo son parejas por algún evento social sin llegar a tener algún lazo sentimental de por medio.

Pero nunca habían visto al alfa Park acompañado de alguna omega. Ya podía escuchar como la gente cuchicheaba sobre él. 

Todos sabían ahora que Park Jimin estaba haciendo acompañado por un omega y eso solo significaba una cosa, que el alfa ya estaba apartado, al menos por esa noche.

No era la misma situación para Jeon Jungkook, quien todos conocían de su reputación, todos sabían que el se acostaba con cuanto omega se atravesara en su vista.

Claro que todo bien encubierto, pero era un secreto a voces, que el alfa Jeon siempre era visto en hoteles acompañado por omegas, pero nunca en nada serio.

Jungkook era un descarado total, un inculto.

Un idiota.

Claro que la gente siempre le gustaba sacar conclusiones sin ver toda la moneda.

Porque tal vez Jungkook no era tan bastardo como todos piensan y quizás Taehyung no era alguien tan noble como todos amaban.

Egoístas y mentirosos.

[🔪]

El alfa siguió caminado y no supo hasta donde iba hasta que sintió un pequeño toque en su hombro, miró a la omega sonrojada con la vista baja y cuerpo temblando que apenas podía hablar, esperaba que se quedara callada pero se sorprendió al oírle hablar  ─Gracias─ susurró de manera suave.

Jimin reaccionó y soltó la cintura de la chica pero puedo sentir un poco del aroma de la chica impregnado en el, fresas y vainilla. Era un aroma agradable.

Sorprendentemente no hostigante como los demás.

─No hay de que─ dio una leve caricia en sus cabellos pero se detuvo cuando la chica parecía querer llorar.

:─Hey ¿Qué pasa? ¿Te duele algo?─ observó como estaban llamando atención innecesaria y dirigió a la chica a los baños por más privacidad.

Ya tenia suficiente de la gente entrometida.

Vio a su lado y soltó un suspiro cansado, la omega parecía romper en llanto en cualquier momento, se encontraba en una situación difícil, el de verdad detestaba ver a las personas llorar.

Sin más opción abrazó el frágil cuerpo de la omega a él soltando un poco su aroma para calmarla, lo que funcionó de inmediato porque dejó de temblar, sintió las pequeñas manos corresponder el abrazo sin despejarse de él.

─Lo siento, yo he tenido mucho miedo─ se sinceró la chica avergonzada. A veces era muy distraída y torpe pero esa noche se había pasado. Había arruinado el precioso traje de un omega que desgraciadamente venía acompañado de un alfa puro que la miraba con odio.

Seguramente ahora quería arrancarle la cabeza por meterse con su omega.

Jimin acarició sus cabellos, si bien el aroma de la chica no le molestaba, su contacto si lo hacía, su lobo estaba inquieto así que la separó con delicadeza de su cuerpo.

─Está bien, no fue tu culpa─ dijo animándola, pero la chica a pesar de eso tenía la mirada baja y algo triste. 

Jimin en realidad era bastante malo para consolar.

─Pero si lo fue, yo me caí porque no vi por donde iba─ soltó triste.

─Tienes razón si lo fué, eres muy torpe─ respondió el alfa mirando la mueca de disgusto que hizo la omega.

─Eres muy malo─ cambió su mueca por una risa divertida ─Pero al menos eres sincero.

─¿Gracias?─ dio una sonrisa divertida  ─Park Jimin─ extendió su mano hacia la omega.

─Lo sé, lo sé. Es decir, todos saben quien eres, no es que te esté acosando o algo, es solo que...─ se detuvo al notar que estaba hablando demasiado rápido, sus mejillas se ruborizaron ─Soy Jennie─ habló calmadamente extendiendo también su mano con gracia ─Chang Jennie.

[🔪]

Jungkook mantenía su mirada clavada en los pasillos del baño, por alguna razón su lobo se sentía ansioso y amenazado desde hace un momento cuando Jimin había desaparecido del salón con aquella omega.

Sentía las feromonas de Jimin pero no verle directamente lo alteraba.

Solo desvió su atención cuando sintió la presencia de otro alfa en su espacio personal.

─Joven Jeon, es un honor tenerlo aquí a usted y a su pareja.

Jungkook observo de nuevo en el pasillo pensando que Jimin estaría ahí. Sintió un pequeño apretón, confundido miró a la dirección de su brazo donde tenía a Taehyung colgado de su brazo con una sonrisa en su cara. Dio una sonrisa sarcástica─ ¿Pareja? Dios no lo quiera.

Pudo sentir un leve aroma de enfado en las feromonas del omega.

─Kim Taehyung, un gusto─ saludó con un apretón de mano al anciano ignorando completamente su comentario grosero.

─Un Kim, estoy alagado─ sonrió en grande ─Mi hija estará encantada de conocerte, ama mucho tu gusto por la moda.

Taehyung solo sonrió amablemente y volvió a tomar el brazo del alfa pero este lo apartó disimuladamente.

Volteo a ver a Jeon pero este no le prestó la mas mínima atención. Su mirada fría e indiferente. Sus mejillas se inflaron enojadas ─Un gusto conocerlo señor Chang─ sonrió dulcemente hacia el mayor y luego poner una mirada enojada al segundo alfa ─Si me disculpan iré a hablar con algunos conocidos─ dijo apartándose de aquel lugar. Taehyung no iba a ser el adorno de ningún alfa, Jungkook lo había llevado a ese lugar, pero en todo la noche no había sido mas que ignorado. Incluso trató de sacar platico con el, lo único que conseguía eran monosílabos y la expresión seria en su cara.

La única vez que le había puesto realmente atención fue cuando Jimin se acercó a el.

Creía que Jungkook estaba celoso porque tal vez era posesivo con el y se sentía amenazado al tener otro alfa queriendo tomar algo suyo, creyó de verdad que podría tener alguna oportunidad pero no fue así. No demostró ni una señal, nada.

¡¿ENTONCES PARA QUE MIERDA LO HABÍA INVITADO?!

Si Jeon quería solo una cara bonita y callada pues se equivocaba, el era mucho mas que eso.

Los alfas eran todos iguales.

¡Que se vayan a la mierda todos!

¿Acaso no había ningún alfa decente que lo sepa valorar como es y que lo quiera?

[🔪]

Jungkook siguió hablando con el viejo alfa como si fueran amigos de toda la vida. En realidad detestaba tener que hacerlo pero debía si quería lograr lo que quería.

─Espero verlo en más reuniones así joven Jungkook, es bueno ver caras nuevas─ habló animadamente palmeando el hombro del mencionado.

─No se preocupe señor Chang, me verá más seguido─ dio una sonrisa falsa apartando la mano del viejo de su hombro ─Si hubiera sabido como era no me hubiera perdido por nada del mundo ninguna de sus fiestas.─ inspeccionó al viejo ─Pero me parece terriblemente triste ver el potencial de personas como usted siendo desperdiciado por alguien quien no les da su respectivo valor.

El alfa mayor miró con asombro a Jungkook, asintió estando de acuerdo. Había estado asociado por años con la compañía de los Park, no se quejaba pero a veces sentía que solo recibía las sobras.

─Tienes razón, a veces la gente no valora mis esfuerzos─ dijo viendo de reojo a Jimin que salia del baño solo.

─Lo entiendo señor. Lástima que no es uno de nuestros socios, yo podría haberle dado el trato que en verdad se merece.

Chang miró con diversión al alfa ─¿Usted?─ río.  ─¿Qué podría saber un mocoso como usted de los negocios?

Al viejo alfa le parecía demasiado divertido que alguien como Jungkook hablara de lo que le podía dar sabiendo que ni siquiera estaba involucrado en ese mundo, apenas estaba en universidad.

A diferencia de Jeon, era de conocimiento de todos que Jimin había logrado importante decisiones en la empresa de su padre logrando incrementar el 12% de las ventas en menos de tres meses.

Jungkook era nada comparado a Park.

─Tal vez sepa más de lo que se imagina─ sostuvo un postre de chocolate devorándolo enseguida  ─O quizás tenga razón ¿Qué puede saber un mocoso de veintiuno como yo que ha estado dirigiendo una de las mejores empresas desde sus quince?─ soltó de manera desinteresada.

El rostro del mayor palideció ─Eso es-es imposible. Todos saben que su padre es el que tiene el control de la empresa─habló entrecortadamente por los nervios.

Jungkook soltó una pequeña risa ─¿Conoce la Alphatrofina?─ preguntó mirando como el viejo asentía efusivamente  ─Fue uno de mis pequeños proyectos escolares.

El señor Chang abrió la boca incrédulo, era el segundo medicamento más vendido en el mundo y uno de los más caros.

Sabia que las compañías de farmacéutica de la familia Jeon era poderosa pero no sabia que tanto.

Ellos lideraban en la venta de todo tipo de medicamentos para diferentes castas y de segundo lugar envidiablemente la Alphatrofina.

Cuando salió a la venta fue un shock para todos. Era un medicamento casi mágico. Sus resultados eran tan buenos que valía la pena gastar millones de wons por tener aunque sea una dosis de ella.

En general se conocía la Alphatrofina ya que estas eran hormonas que estaban en los cuerpos de los alfas por naturaleza. Después de todo es la hormona que le da al Alfa sus instintos, sus colmillos, sus feromonas, básicamente lo que lo hace ser Alfa. 

Alphatrofina, fue este mismo nombre con el que se llamó al medicamento producido por las Farmacéutica Jeon.

Medicamento que era capaz de aumentar el nivel de feromonas de un alfa haciéndolo mas fuerte, ademas mejorar las habilidad tanto físicas como cognitivas, incluso poder hacer que un alfa recesivo cambiara a alfa normal en cuestión de meses.

Era una de las muchas maravillas que hacia el medicamento.

Y por eso tan caro. Tenia compradores exclusivos, solo por eso no ocupaban el primer puesto en medicamentos, porque no todos podían costear 183983250 wones al instante.

Uno de sus principales compradores eran de las fuerzas militares.

No solo Jeon tenia territorio en el mundo de los negocios, Jungkook incluso tenia una enorme fuerza política y diplomática.

Incluso se rumoreaba que la alphatrofina estaba siendo comercializada a un precio mayor en el mercado negro.

El viejo alfa sintió un escalofrió en su nuca. Siempre había pensando que Jeon Sung-hoon era la mente maestra en todo eso. Pero Jeon Jungkook, el era de verdad un monstruo.

Ante el silencio del mayor Jungkook decidió hablar.

─Estoy seguro que ya lo aburrí, es mejor que dejemos los negocios a un lado─ soltó desinteresado imaginando lo que ya sucedería.

─Para nada, me interesa mucho saber más sobre usted, estoy encantado de escuchar ideas frescas.─ cambió su posición acercándose disimuladamente bajando la voz   ─¿Le importaría si conversáramos en otro lugar?

Jungkook dio una sonrisa complacido.

¿Acaso esto era demasiado fácil o simplemente el señor Chang era demasiado estúpido?

Humanos ciegos de avaricia, hambrientos de poder que cegados ceden ante las tentaciones.

Deberían ser mas inteligentes cuando el diablo sale a tentarlos.

[🔪]

El frió de la noche golpeó en su cara desordenando alguno de sus cabellos. Tiró la colilla del cigarro al piso pisándolo en el proceso. Era el segundo que fumaba en el día. No era un fumador frecuente, generalmente solo lo hacia cuando estaba nervioso, estresado, cansado.

Inhaló profundamente sintiendo el olor del cigarrillo en él, al fin había sacado el olor dulce de su memoria. Soltó su aroma para camuflarlo aún más.

Apoyó sus manos en el barandal observando el paisaje nocturno de la ciudad. La tan ruidosa Seúl. Veía hacia abajo imaginando como hubiera sido su situación ahora si hubiera nacido como alguien regular.

Vivir como una persona común.

En una pequeña casa, con una familia muy ruidosa y cálida. La comida grasosa servida en la mesa y las bromas familiares siendo protagonistas en la mesa con risas y voces alegre de fondo.

Sin lujos pero siendo felices.

Asistiendo a una universidad publica, emborracharse con amigos, ir al Karaoke, una vida simple y normal como un alfa de su edad y tal vez...

Soltó una risa falsa. Todo eso era absurdo.

─¿Pensando en saltar al vacio?─ Escuchó una voz detrás de el junto al sonido de la puerta cerrándose. Cerró los ojos ignorándolo ─Malas noches mi demonio.─ susurró Jeon cerca de su oído. Sintió sus brazos colocarse en cada uno de los suyos con el pecho recargado en su espalda. El azabache estaba tan cerca que podía sentir los músculos del alfa tensos en su espalda.

El olor del whisky no tardó en impregnarse en el alfa castaño, relajando al instante el cuerpo del contrario.

Jimin soltó un suspiro derrotado. No tenía paciencia de lidiar con el azabache. Aunque no podía negar que su actitud calmada se comenzó a crispar cuando sintió a Jeon recargar su barbilla en su hombro presionando sus labios contra su cuello.

Lo tomó con la guardia baja.

Una parte sensible y delicada tanto para omegas como alfas.

Pero sobretodo era más peligroso para los alfas, no solo por su glándula de olor si no porque su nuca era la zona donde más indefensos se sentían. Generalmente los alfas se dejaban llevar al momento del apareamiento olvidando su nuca y dejándola desprotegida por la ola de calor del momento, en sus cinco sentidos nunca dejarían que pasara algo así, eran pocos los alfas que dejaban a su pareja omega tener total libertad de su cuellos, un acto profundo de confianza del uno del otro.

Sin embargo dejar un alfa de acceso total a su cuello estando el en sus cinco sentidos, era simplemente una locura, era suicidio.

Un alfa no dejarían nunca que se acercaran tan solo un poco a su cuello, el instinto de amenaza y peligro aparecía en ellos volviéndolos agresivos y desafiantes ante cualquiera que quiera tan solo acercarse a respirar en esa zona en especifico. 

Amenazado y en peligro, era justamente como se debería de sentir. 

Preocupante es la palabra que recorría la mente de Jimin, porque justo ahora no se sentía como realmente debería estarse sintiendo.

Apretó el barandal con fuerza, el alfa pareció notarlo porque comenzó acariciar sus manos de forma suave. Chasqueó la lengua molesto, era justamente por ese tipo de comportamientos que estaba como estaba y a Jungkook no le importaba seguir haciéndolo una y otra vez.

Sintió como la nariz del alfa pasaba de su cuello a su cabello, escuchó esta vez un pequeño gruñido de molestia, se dio la vuelta observando la nariz fruncida de Jungkook, similar a un conejo enojado.

Soltó una risa divertida.

De por si los alfas tenían un buen olfato, pero Jungkook era un caso extremo, llevaba mucho tiempo como para conocer que el olfato del alfa era sensible a los olores. Se acordaba aquella vez que tuvieron que asistir a un invernadero, Jeon no puedo parar de estornudar durante toda la excursión escolar, ahí descubrió otra cosa del alfa, Jungkook era alérgico a las flores, Jungkook odiaba las flores.

─Cigarrillo─ susurró Jungkook con disgusto.

─Eso es correcto, Doberman─ respondió alejando al alfa de su cuerpo. 

Jeon rió cambiando por completo su disgusto─¿Ya estamos en la fase de apodos eh? Bueno, qué te parece si te llamo osito cariñosito.

Jimin torció los ojos ─Creo que vomitaré─ respondió con desagrado.

─¿Ahora estamos embarazados?─ rio divertido mirando el enfado del castaño ─Oh vamos ¿No vas a ponerme un lindo apodo también?

─Cara de mierda ¿Qué tal ese?

Arqueó una de sus cejas pensativo ─Muy bueno, aunque poco lindo y carente de originalidad─ se acercó nuevamente ─Quiero otro.

Jimin le dio un empujón manteniendo la distancia ─¿No quieres que te ponga una correa también? Pareces un irritante cachorro siguiéndome a todas partes.

Escuchó la risa burlona de Jungkook y decidió que ya era tiempo de ir sin rodeos ─¿A qué haz venido?

─A fastidiar a la gente ¿No se nota? Es mi especialidad. ─ Miró detenidamente a Jimin─Aunque sinceramente ya me he aburrido de esto ¿Qué opinas si nos vamos de aquí?

Jimin lo miró incrédulo ¿Nos? ¿Irse con Jungkook? Por favor, tiene que ser un chiste.

─¿Eres idiota o te pegué muy fuerte las bolas? ─rió en la cara de Jungkook ─ Por si no te haz enterado, esto es una fiesta de socios, pero por supuesto tu no sabes de esto. Lo único que sabes es tontear ─se acercó al alfa ─Tontear y hacerme perder el tiempo─ golpeó su dedo con cada palabra en el pecho del alfa.

El azabache guardó silencio antes de responder con una sonrisa.

─Me subestimas Jimin. Si no me interesara lo que tengo no estaría aquí en primer lugar. Que te quede claro que estoy dispuesto hacer todo por alcanzar lo que quiero. ─ Sonrió de lado, el alfa lo observaba serio siguiendo todos sus movimientos ─Eres tu sólito que pierde su tiempo, paseando por ahí con la tipa esa que parece que ni si quiera puede hacer funcionar bien sus pies.─  habló refiriéndose a la omega que una hora atrás había tropezado con Taehyung. ─Y mientras lo hacías yo ya hice unas cuantas alianzas por ahí.

Jungkook observó la duras facciones de Jimin cambiar a una sonrisa y comenzar a reír a carcajada

¿De cuál se fumaba Jungkook? Que le de un poco por favor.

─¿Alianzas dices?─ rió más fuerte mirando con superioridad ─Es la primera vez que ven tu cara ¿Crees que ellos serán tan estúpidos de confiar en alguien tan solo por su apellido?─ sonrió acariciando de manera suave las mejillas de Jungkook como a un cachorro ─Pequeña mierda...─ Susurró con voz ronca cerca de sus labios, sus ojos oscuros mirando la boca del alfa ─Yo tengo a todos comiendo de mi mano.─ sonrió rozando los labios del azabache. 

Jungkook se quedó unos momentos mirando los gruesos labios brillantes del alfa hasta que este finalmente se apartó. Jimin sacó un caja de cigarrillos de su bolsillo sin mirar al alfa.

─No deberías fumar, matarán tus pulmones─ Jungkook reclamó tomando la caja de las manos del alfa

─¿Y a ti qué te importa?─ respondió enojado arrebatándole la caja de las manos del alfa ─Me puedo meter todo lo que se me pegue la gana.

─Si es así deberías buscar un sustituto mejor─ tomó el encendedor del castaño antes que encendiera el cigarrillo ─Yo por ejemplo.

Jungkook recibió una mala mirada del alfa retándolo con la mirada. Jeon se la devolvió de la misma manera.

Park estaba comenzando a impacientarse con el cigarrillo en sus labios. Lo único que necesitaba ahora es que Jungkook cerrara la boca y le diera el fuego que el quería.

Dio una mirada de advertencia y tomó la mano del alfa que no soltaba el encendedor encendiendo el mismo el cigarrillo, estando aun su mano sobre la del alfa.

Se relajó al instante al tener la nicotina en su cuerpo, fumó otra vez manteniendo ahora con una de sus manos el rostro del alfa de manera dura, sus ojos profundos miraban la boquita molesta e irritable del azabache. Apoyó su frente con la contraria cerrando sus ojos, rozó su nariz con el alfa acercándose cada vez a su boca como si fuese su imán favorito, Jungkook observó atento como Jimin rozaba sus labios con los suyos hasta verlo soltar poco a poco el humo sobre sus labios, lento y tortuoso terminando con una sonrisa. Jimin susurró sobre la boca altanera del alfa ─Vete a la mierda.

─¿Sabes lo que acabas de hacer?─ preguntó con voz ronca el azabache levantando su mirada con ojos dilatados y respiración entrecortada.

─Fumar─ respondió con naturalidad soltando el humo en el aire─Si tanto te molesta que fume porque no te acabas este por mi─ habló mirando la expresión seria del alfa como si estuviera en un debate interno.

Jungkook se quedó mirando por segundos sus ojos y su boca a la vez ─Detesto el sabor del cigarro.

─No te pregunté si querías Jeon─ dijo de manera cortante.

Puso el cigarrillo cerca de la boca del alfa dando una mirada demandante, al ver que no ponía resistencia sonrió cuando observó a Jungkook abrir la boca obediente aun con las pupilas dilatadas.

Vio la cara de Jeon arrugarse en una mueca pero sin soltar el cigarrillo. Jungkook sentía un hormigueo en su boca y garganta teniendo el reflejo de querer toser pero se detuvo a tiempo al sentir unas caricias en sus mejillas, puso atención a Jimin que lo observaba con pupilas dilatadas igual a las suyas.

Jimin apoyó su mano sobre la del alfa ─Chupalo y no lo tragues─  ordenó manteniendo el cigarrillo en su boca. Los ojos del alfa comenzaban a ponerse brillosos y perdidos. Soltó un poco de su olor ─Mantenlo dentro─ dijo con la voz rasposa inclinado la cabeza del alfa, sus cabellos ordenados cayeron desordenadamente sobre sus caras. Jungkook cerró sus ojos imitando al alfa al soltar de manera lenta el humo, sostuvo la nuca de Jimin hasta sentir los labios del alfa sobre los suyos. Tan cerca.

Cuando sintió que ya no había más humo abrió sus ojos observando a Jimin quien respiraba de manera cortante y mejillas sonrojadas.

El alfa se acercó a Jungkook acariciando suave sus mejillas ─Buen chico.

Jungkook soltó un suspiro, no resistió más y unió sus labios en un beso demandante y desesperado, el sabor de la nicotina y aliento mentolado mezclándose en su boca, tan sucio y tan bueno, Jungkook reclamó su cuerpo tomando con rudeza su cintura, apiñandolo en la dura pared.

Joder, su adicción por Jimin era tan enfermiza que deseaba arrancar la ropa del alfa y joderlo ahí mismo, follandolo y llenándolo.

Sin importarle ni una mierda que estuvieran en la azotea de un edificio, donde ahora mismo ellos dos deberían estar con los demás invitados de la fiesta.

Jimin jaló sus cabellos profundizando su beso, la nuca del alfa siendo maltratada, sus cabellos despeinados y su boca siendo deliciosamente devorada.

Se separaron por el poco oxígeno de sus pulmones, los dos respirando de manera errática. Estaban siendo arrastrados el uno por el otro.

El castaño miró el estado del alfa y sonrió jugando con la corbata de él. ─Mírate, ni si quiera puedes ponerte correctamente una corbata─ desató el nudo mal hecho alzando el cuello del alfa con sus manos ─ Eres un desastre.

La corbata fue envuelta de nuevo en el cuello del alfa pero esta vez con un nudo perfecto acomodado en su garganta, Jimin miró satisfecho comenzando poco a poco apretar el nudo ─¿Duele?─ preguntó de manera cortante. Jungkook asintió frenéticamente soltando un gimoteo.

El solo quería besarlo de nuevo, deseaba hacerlo y Jimin solo estaba ahí castigandolo cruelmente con sus maravillosas manos.

─Besame─ susurró lento ─Por favor─ murmuró con la mirada perdida en el castaño─ Bésame Jimin.

Jimin aflojó un poco el agarre de la prenda. Jungkook dio una respiración onda y su cuerpo reaccionó al sentir la mirada demandante y enojada del alfa ─¿Crees que mereces mis labios? Después de estar toda la noche por ahí ¿Crees que mereces un premio por eso?─ soltó una risa sarcástica sobre sus labios ─A mi no me gustan los perros que le mueven la cola a otros.

Jungkook dejó caer sus rodillas al suelo. Soltó su aroma fuerte y atrayente a whisky y tierra mojada. Miró con ojos rojos desenfocados y suplicantes hacia arriba.

─Seré bueno, puedo ser tu buen chico.

Dejó de respirar.

Jeon, por dios, Jeon Jungkook estaba suplicándole.

Jimin empuñó la corbata con fuerza. Las manos de Jungkook apretaron los muslos de él como si eso pudiera aliviar la torturosa sensación de su cuerpo al no tener contacto con el alfa. Necesitaba, necesitaba tan mal que Jimin lo tocara.

El alfa acarició la cabeza del azabache, Jeon cerró sus ojos disfrutando del tacto.

─ Mi pequeño desastre.

Era tan intoxicarte, Jimin no solo era su droga, maldita sea el era su oxigeno, sentía que si no probada algo de él nuevo, se iba a volver loco.

Por supuesto no importa cuantas veces Jimin lo humillara, era tan masoquista que a pasar de responder como un perro dolido siempre volvía donde su amo esperando de su atención. 

─Que lindo.

Miró satisfecho, el gran alfa estaba ahí, pidiendo por el, rogando por el.

Jeon podría meterle la polla, pero solo él podía tener control sobre Jungkook. Lo tenia literalmente a sus pies.

─Dime Jungkook, ahora mismo...─acarició sus muslos con la punta de su zapato. El inminente bulto crecía en los pantalones del alfa sin ni siquiera haberlo tocado aún ─¿Quieres follarme no es asi?

─Si─ contestó ronco.

─¿Lo deseas?─ preguntó, mirando con oscuros ojos atento al alfa que tenía la cabeza baja mirando el pie de Jimin tan cerca de su polla, solo un poco más.

─Si-igh─ no terminó de contestar porque una gran mano impactó en su mejilla, ardiendo, doliendo. 

─Mírame a la cara cuando me lo dices Jeon. 

─Yo...─ alzó su mirada directamente hacia Jimin. El silencio de la noche era abrumador y el frió era insignificante por el calor corriendo en sus venas, abismal y abrasador ─Te deseo.─ dijo. Jimin miró sus ojos como si fueran el paisaje más cautivador. Unos ojos que brillaban como estrellas, aquellos ojos que no eran capaz de mentir.

Por un momento se quedó perdido, olvidó absolutamente todo, solo por un momento.

Jimin se inclinó dando un beso suave y lento en la mejilla del alfa que estaba rojiza, mimándolo ─Eso es, mi cachorrito.

Jungkook gimió deslizando sus manos para hacer que Jimin cayera en sus brazos, lo acomodó en su regazo buscando su boca. Un beso lento saboreando nuevamente el amargo sabor del cigarrillo y el dulce de la menta.

Se besaron hasta que sus labios dolieran, esta vez fue Jimin quien sostuvo a Jungkook.

─ Perdón─ susurró sobre sus labios cerrando sus ojos de nuevo, no quería ver la cara de Jungkook, odiaba su rostro, lo odia. Miró resignado su cara ─¿Te lastimé mucho no es así?─ frotó su sus dedos en la rojiza marca de su piel.

Jeon envolvió la mano de Jimin alejándola de su cara.

─ Lo hiciste.─ Jungkook desvío la mirada.

Pero Jeon no lo decía por el golpe.

Jimin soltó un largo suspiro permitiéndose por primera vez en mucho tiempo abrazar al alfa. El aroma de Jungkook comenzó a espesarse de repente y sus manos tomaron posesión de su cintura acercándolo más, él estaba correspondiendo su abrazo.

Pasaron un tiempo así hasta que sintió lenguetazos en su nuca y marcas de olor impregnándose en él ─Jeon─ alzó su voz en modo de advertencia.

─Lo lamento, mi celo se acerca─ hundió su cara aun más en su cuello, Jimin quiso mirar su rostro pero Jungkook lo sostuvo duro contra su cuerpo sacandole un gemido cuando sintió los colmillos rozar su nuca, demasiado cerca.

Apretó los cabellos del alfa en busca de alivio al sentir su piel ser chupada por los labios del alfa escuchando el sonido obsceno de sus labios sobre su piel, seguramente tenia un chupeton ahora mismo.

Su mente se nubló hasta que pudo recobrar un insignificante detalle. 

Jungkook le había dicho que su celo estaba cerca.

Eso no puede ser posible.

Y era prácticamente imposible, lamentablemente aun recordaba su incidente en el salón cuando quedaron encerrados.

Si sus cálculos no fallaban, su celo seria dentro de una semana, semanas que se suponía debía coincidir con el de Jungkook, porque fue precisamente esa razón por la cual ellos follaron por primera vez cuando quedaron atrapados en el salón.

Porque sus celos se suponía que estaban sincronizados.

Esa era la palabra clave. Se suponía.

─Jungkook─ llamó serio intentando separarse pero el alfa no lo dejó.

Escuchó la risa de Jeon en su nuca ─Esperaba que fueras más listo ─susurró en su oído ─Tardaste mucho─ su voz ronca hizo erizar la piel de Jimin. Sus ojos cambiaron a un escarlata oscuro ─mi pequeño cachorrito.

¿Quién estaba manipulando a quien en realidad?

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