O6.

─Jungkookie solo quería confirmar nuestra cita. Creo que estuviste algo distraído, no has pedido mi número aún─ Taehyung habló con una sonrisa coqueta en sus labios. Por favor, él era el omega más deseado de toda la universidad, todos se morían por él y ahora por fin había logrado que uno de los alfas más populares y poderosos se fijara en él, no iba a desaprovechar esta oportunidad de oro.

Aunque su confianza se iba bajando poco a poco por la falta de atención del alfa, Jungkook no lo está mirando, muy concentrado observando a la pareja de alfas en su espalda con el ceño fruncido.

Pudo ver la curiosa parejita de alfas que robaba la atención de Jungkook, era nada más ni nada menos que Park Y Min. Jimin estaba riendo y jugando alegremente con el cabello menta de Yoongi, el alfa tenía las mejillas sonrojadas, una escena tierna para cualquiera que lo viera. 

Taehyung se volteó confundido esperando que Jungkook se dignara a mirarlo. Chasqueó su lengua enojado, cansado de no obtener ninguna atención se acercó al alfa para tocar su hombro pero este se apartó al instante soltando un gruñido en molestia mostrando amenazante sus dientes.

─Mantente fuera de mi espacio─ su voz ronca logró que el omega se encogiera. Sus ojos tenían matices rojizos tan destellantes como furiosos  ─Si no he pedido tú número aún es porque no lo quiero, tu solo haz lo que hacen siempre los omegas, ponerse lindos y cerrar la boca─ dijo cortante.

El omega se recuperó del temblor de sus piernas, hasta ahora se había dado cuenta que estaba temblando, sabia que Jungkook podría dar miedo cuando lo hacían enojar, pero el simplemente no sabía que había hecho mal para tener al alfa tan molesto.

El aroma de Jungkook estaba comenzando hacerse más fuerte y ácido.

─Jungkook, yo...─ susurró lo último viendo que Jeon lo había dejado tan rápido sin despedirse.

El no entendía ni una mierda que había pasado.

Taehyung comprendía que Jungkook y Jimin no se llevaran para nada, pero que su odio sobrepasaran los limites a tener esa mirada tan oscura de desprecio era otra cosa.

Ahora que lo pensaba ¿Jungkook siempre tenía esa mirada cuando veía a Jimin?

[🔪]

Jungkook estaba caminando hacia su auto con varias cosas en la cabeza, aún molesto por aquella escena que vio en el campus, sentía la sangre caliente corriendo por sus venas.

Intentaba encontrar la compostura que sus sentidos no encontraban, aceptaba que muchas veces era una persona impulsiva que se dejaba llevar por su lobo pero el nunca se pasaba de la raya, siempre sabia controlar muy bien sus instintos, sabia como ponerse limites. 

O esa era la mentira más absurda que se obligaba a creer, las limitaciones de su cuerpo se rompían una por una cuando el nombre de una persona entraba a su sistema, se filtraba como un virus y se esparcía tan rápido como el veneno.

Enloqueciéndose, malditamente enloquecido. 

Podía llegar a perderse a si mismo solo con la presencia de una persona, con su olor, con su nombre. Detestaba lo deplorable que se volvía a veces, pero sobre todo aborrecía que su lobo se haya sentido tan rabioso y listo para atacar cuando vio a Jimin con otro alfa, con alguien que no era él.

Sabía la cercanía que esos dos tenían, solo de pensar a esos dos juntos le hacía revolver las tripas, quería vomitar.

La forma en la que le sonría a Yoongi de manera cálida, mostrando su linda sonrisa con un mini hoyuelo, tan encantadora como hipnotizante, esa, esa maldita sonrisa que nunca recibió de Jimin.

Hundido en su propia perdición decidió que lo mejor seria largarse de una vez por todas de la universidad, tan absorto en sus pensamientos que no era capaz de darse cuenta que sus pasos eran acechados por alguien más astuto que él.

No notó la sonrisa oculta de una persona, una persona que no pararía hasta conseguir lo que quería. Jeon no era el único que estaba moviendo sus piezas en la mesa, porque un tablero no podía tener dos reyes.

[🔪]

Jimin necesitaba liberar toda esa energía contenida, sus problemas comenzaban hacerse más grandes, el estrés estaba siendo imposible de controlar.

La migraña se volvía cada vez más insoportable, el palpitar de su sien empezaba a ser agonizante con cada segundo. Las pastillas ya no eran suficiente, nunca lo eran.

Park tenía varias maneras para controlar su ira y estrés contenido, muchas sin duda. Pero su preferida siempre había sido ir al salón de entrenamiento Hype. Un lugar exclusivo para alfas ricos, que poseían ciertos lujos como salones de gimnasio particulares, sauna, piscinas y un salón de boxeo compartida.

La ultima era su lugar de salvación, podía ser un puto salvaje si quería.

Dio un fuerte golpe con su guante dejando un hueco en el saco de boxeo. Sus nudillos ardían dentro del guante, rechinó sus dientes haciendo una mueca, observó su propio desastre fastidiado, se había pasado quizás un poco.

Miró el saco con aburrimiento, dejaría un cheque para los daños. Al menos había logrado descargar toda esa energía contenida. Estaba completamente en paz como una paloma después de cuatro horas seguidas de magullar lo que quedaba de la pobre bolsa de boxeo.

Se encontraba malditamente en armonía.

─Nada mal─ escuchó un silbido a lo lejos, no tenia que ser muy inteligente para saber quien era. 

Jimin rodó los ojos, el en serio quería liberar su estrés, pero por supuesto, ahí estaba Jungkook, logrando multiplicar su rabia a niveles bestiales. No le iba dar el gusto al maldito Jeon de amargar su día.

─¿No te cansas de acosarme Jeon?─ miró de reojo al alfa en la puerta quien lo miraba con una sonrisa divertida. ─Dame un respiro quieres, es agotador tener que ver tu horrenda cara en todos lados ¿Tan obsesionado estas?─ dijo ensanchando sus fosas nasales, mierda. El aroma de Jeon estaba comenzando a expandirse. 

Ya se estaba acostumbrando a la actitud rara de Jungkook, pero debía admitir su lobo aún detestaba la presencia del otro alfa.

Y más si siempre lucía confiado, como si el idiota fuera el rey del mundo.

─No sabia que necesitaba tu permiso para venir a entrenar─ recorrió el lugar quitando su sudadera gris. Su trabajado pecho y abdominales quedaron a plena vista ─Admiro tu autoestima pero no vine por ti. No necesito perseguir a alguien para tenerlo a mis pies, puedo y obtengo siempre lo que quiero─ dijo divertido guiñando un ojo.

─Si eso es lo que crees─ Jimin no dijo más queriendo desaparecer de ese lugar, se arrepentía de no haber entrenado en la comodidad de su departamento.

Iría a casa y se ahorraría otro episodio de migraña.

─Entrena conmigo─ Jungkook bloqueó con su gran cuerpo la salida esperando una respuesta.

─No.─ dijo apartando sin mucha fuerza el cuerpo de Jeon que sorprendentemente no puso resistencia, sus manos empujando su pecho lampiño y pálido, la sensación en sus dedos hormigueo y quiso morderse la lengua al ver la sonrisa traviesa del alfa.

Jungkook apresó sus manos en su pecho, Jimin podía sentir los latidos de su corazón. Mantuvo su cara inexpresiva sacado sus manos con una mirada en advertencia.

─Vamos, no seré tan fuerte contigo. Prometo no dañarte tu bonita cara─ dijo viendo la espalda de Jimin, el sudor resplandecía haciendo ver su apetecibles hombros y espalda baja. No pasó por alto su redondo trasero en esos pants grises ─Seria un crimen dañar algo tan exquisito.

Se escuchó una risa ronca ─Como si pudieras ganarme─ soltó tosco Jimin tomando su bolso pero esta vez mirando a Jungkook.

─Por que no lo compruebas. ─ Jeon sostuvo su mirada, el castaño solo se volteo ignorándolo ─Lo lamento, olvide que los Park eran unos putos cobardes, mi error.

Otra vez Jungkook sabia muy bien que puntos tocar de Jimin, sonrió complacido al verlo tomar una katana de madera.

─Cierra la boca y ven─ apuntó Jimin la zona de defensa con su katana.

─Pensé que lo haríamos, ya sabes...─ Recorrió el cuerpo de Jimin con la mirada descaradamente. El sudor del alfa resbalaba en sus abdominales y los largos dedos agarrando duramente su katana, le dejaba muchas escenas obscenas en su mente ─Cuerpo a cuerpo.

Jimin gruñó apretando su katana en un puño ─Apresúrate o meteré esto en tu culo.

─Esa boquita tan sucia ─sonrío Jeon caminando con su katana ─debería enseñarte a usarla para mejores cosas.

Jimin sonrió también, se acercó a Jungkook presionando su pulgar en su garganta.

─Morderte el cuello quizás.

Jungkook alzó las comisuras de sus labios, tomó demandante la nuca de Jimin acercándolo con descaro a sus labios, separados por poco centímetros, acarició suave y lento los cabellos en su nuca sin apartar su penetrante mirada de él.

─¿Lo harías? Si es así puedes morder, tomate el tiempo de desnudar mi cuello y comer de mi carne─ susurró tentadoramente cerca de sus labios.

Jimin mantuvo la respiración entrecortada apretando su mandíbula, acarició de forma lenta la garganta del alfa  ─¿Desnudarías tu cuello a otro alfa? ¿Podrías soportar la humillación y someterte ante mi? ¿Ante tu alfa?

Un sonido grave se escuchó salir de su pecho.

─¿Mi alfa? ─ El olor de excitación y territorialidad se comenzaba a esparcir por el aire, aunque ninguno de los dos había dado el paso de tocar sus labios, no quitaba el hecho que sus miradas iba a sus bocas cada segundo ─¿Es tu forma de decirme que me deseas?

─¿Cuándo he dicho tal estupidez? El sometimiento está por mucho lejos del enamoramiento o el el deseo, quizás solo me gusta que estés a mis pies, Jeon.

El alfa observó a Jimin quien no dejaba de mirar su boca con intensidad─¿Quién dice que no es al revés?─ sonrió mojándose los labios obteniendo la completa atención en sus ojos ─¿Recuerdas lo necesitado que estabas por mi antes?

─Sorprendente, no sabia que recordabas esa patética parte de mi pubertad. Aunque yo recuerdo que en realidad era el otro desesperado─ ladeó su cabeza con una sonrisa, suspiró sobre los labios del alfa quien cerró sus ojos por inercia. Jimin sonrió complacido apartándose ─¿No es así?

Jeon abrió sus ojos cabreado ─Enloquecido tal vez, estoy tan arto de esto como tu ¿Por qué no hacemos las cosas mas fáciles para los dos?

─¿Hablas de que por fin te largaras de aquí?

─Hablo de que cedas de una maldita vez─ gruñó ronco, agarró la cintura de Jimin como si fuera su jodida propiedad, sostuvo su mirada con dureza ─Tu y yo sabemos lo codiciosos que somos, por más que lo intentemos nuestro apetito nunca será saciado, no si seguimos jugando al gato y al ratón.

Jimin alzó una ceja incrédulo ─Mi apetito siempre está bien saciado, gracias.

Jungkook sonrió tan malditamente encantador.

─Puedes mentirme y mentirte a ti mismo, pero tu cuerpo no lo hace─ susurró grave en su oído,  deslizó torturosamente de manera lenta sus dedos sobre las caderas del castaño. El tacto bajo su piel se sintió jodidamente bueno  ─Te conozco más de lo que crees─ sonrió sobre su piel subiendo sus manos por la espalda del alfa, besó la curvatura de su cuello inhalando el maravilloso olor a chocolate y menta, un suspiro tembloroso y un agarre cruel en su nuca fue lo que recibió a cambio ─Estas igual de jodido que yo.

Jodido y horriblemente mal, incorrecto.

─Basta de mierdas─ regañó separándose abruptamente, apuntó su katana al cuello del alfa quien sonrió mordiéndose los labios ─Tu y tu estúpidas palabras sin sentido me tienen harto. Deja. De. Coquetear. Conmigo.

Los ojos de Jimin cambiaron a unos rojizos, su lobo tomando control. Jungkook sintió un subidón de adrenalina en su cuerpo, sonrió quitando con facilidad la katana del castaño, la cara enfurecida de Jimin solo hacia endurecer su polla. Lo odiaba. Odiaba a Park Jimin, odiaba su desagradable olor a alfa, lo odiaba demasiado como para sentir que cada parte de si mismo lo necesitaba con fuerza. 

Suyo. 

Lo atrajo agarrando su cintura apretando los dedos en su costado con fuerza. ─¿Quién dice que te coqueteo?─ miró hambrientamente sus labios soplando sobre ellos.

Deseaba tan mal comerle la boca. 

Estando tan cerca de hacer sus deseos realidad cuando sintió un fuerte golpe en su rodilla haciéndolo caer al instante, tomó su pierna con dolor, Jimin era un grandísimo hijo de puta.

Jimin dio una sonrisa socarrona.

Si Jungkook quería jugar sería bajo sus reglas.

─¿Nadie te dijo que nunca debes de bajar la guardia? Te podría romper el cuello y matarte si lo deseo─ agarró el mentón del alfa viendo esos hermosos ojos carmín del azabache encenderse también.

Ambos lobos despiertos y en espera del peligro de sus cuerpos.

─¿Y lo haces? ¿Lo deseas?─ Jungkook dio una sonrisa con ojos inocentes distrayendo al castaño, se levantó tirando su katana y tomando el pie de Jimin haciéndolo caer de espalda al piso, escuchó un quejido del alfa.

Jimin trató de levantarse pero fue retenido por el fuerte cuerpo del alfa, Jungkook hábilmente logró voltear a Jimin boca a bajo mantenido sus manos tras su espalda sin poder moverse, escuchó un gimoteo adolorido.

─Oh, se me olvidaba decirte. Soy muchísimo mejor con las manos que un simple palo de madera─ susurró en su oído soltando su cálido aliento en su cuello.

─Y aun así no puedes sostener bien ese simple palo─ se burló Jimin aún inmovilizado en el piso ─Vamos, si eso es todo lo que tienes me estás decepcionando muchísimo.

Jungkook gruñó mordiendo su oreja ─Sé muy bien de un palo que te puede gustar.

Jimin sintió los labios de Jungkook posar su cuello cerca de su glándula de olor, la sensación tan electrificante hizo revolver sus sentidos, mentiría si dijera que eso no logró un movimiento en sus pantalones por muy detestable que fuera.

Claro que su lado animal no iba a vencerse tan rápido, resistió apartándose de Jeon, se levantó del suelo observando al alfa.

─¿Qué pasa?  ¿Eres así de tímido conmigo o es que a los Park les hacen falta tener las putas bolas bien puestas?

Los dientes de Jimin rechinaron de enojo, se acercó enfurecido a su cara ─Te dije que cerraras la maldita boca antes de hablar de mi fami-

─¿O qué?─ interrumpió.

─O te parto la boca.

─¿Con qué mano?─ rio socarronamente sobre sus labios.

Jungkook se acercó a su boca sonriendo sin esperar que el alfa le soltara un puño en la boca haciéndolo sangrar ─Con esta, imbécil.

Jimin caminó hacia Jeon sin apartar su mirada de sus labios ahora rojos por el carmín de la sangre en sus colmillos. Sonrió con arrogancia.

El azabache escupió sangre y miró enloquecido a Jimin. Acaba de ser golpeado y sintió la polla tan caliente como la mierda ─Sabes, me encanta cuando te pones rudo conmigo.

Jimin apretó su quijada ─Te dije que no me coquetearas─ gruñó ronco acercándose al alfa, deslizo su pulgar sobre la boca del alfa presionando la herida de sus labios. 

A la mierda, quería dañar a Jungkook y hacerle ver que él era su puto perro.

Solo suyo.

Jimin agarró fuerte la mandíbula de Jeon empujando con fuerza su cuerpo en la pared. La cabeza de Jungkook chocó sin importarle la falta de tacto del alfa.

El castaño sabía que se estaba dejándose llevar por la ira ¿Se iba a arrepentir? Seguramente. Pero poco le importó cuando atrajo la nuca del alfa hacia él y chocó sus labios con los suyos hambriento.

Jungkook gustoso respondió el agresivo beso apretando sus manos en la cintura del castaño con fuerza.

Jimin estaba jugando sucio con él, y él ya no podía soportar más, su cuerpo ardía por más contacto con el castaño. Más, siempre más. Quería que fuera completamente suyo. Consumirlo y hundirlo en su infierno.

Cambió de posición ahora arrinconando a Jimin en sus brazos sin separarse de sus labios comenzaba a morderlos sin compasión queriendo reclamarlos como suyos y que nadie más se atreviera a tocarlos, por una mierda que dejaría marcada toda su piel si era necesario. 

Quería manchar todo su cuerpo son sus manos y saborear toda su piel con su lengua.

Hundió su cuello en el cuello del alfa importándole muy poco las basuras que la gente hablaba sobre el olor de un alfa hacia otro, le daba igual porque el aroma de Jimin siempre había sido su perdición y lo tenía malditamente drogado, era malditamente suyo.

Jungkook dejó marcas a lo largo del cuello del alfa escuchando sus jadeos y como se aferraba a su cabello jalándolos más hacia su cuerpo de manera brusca y desesperada ─Mierda─ alzó a Jimin con sus brazos, el alfa rodeó sus piernas en él apretando a la perfección su polla.

Jeon comenzó a frotar su dura erección sosteniendo los muslos de Jimin apretándolo a su antojo comenzando a bajar su boca por todo el cuello dejando sus feromonas impregnadas, mezclando su olor.

Jimin pudo sentir el aroma del alfa tan fuerte drogando sus sentidos.

Jeon desgraciado Jungkook estaba marcándolo con su olor. Otra vez.

Su cuerpo y su animal teniendo un debate interno, la delgada linea del peligro y del deseo. El no era un estúpido ganado. Despertó de su calentura apartando al alfa de su cuerpo quien frunciendo su ceño se acercó de nuevo con sus pupilas dilatadas y la respiración agitada.

Quizá flaquear al ver a Jungkook todo agitado y cabellos revueltos por su culpa. Mierda se veía jodidamente caliente.

Jimin fue rápido y recogió sus cosas mirando por última vez al alfa quien estaba enojado con una notable erección en sus pantalones.

─Terminamos por hoy─ dijo saliendo sin esperar la respuesta de Jungkook.

Jeon estaba cansado de todo esto, el no iba a arriesgarse de nuevo con Jimin, ya no.

¿Cuándo empezó a ir tan mal todo?

[🔪]

Jeon y Park no se trataban bien, eso ya estaba más que claro, pero hubo un momento fugaz donde ellos tuvieron una pequeña conexión, que se fue a la mierda por culpa de errores ridículos y confusiones.

O sentimientos ocultos.

Y todo empezó a los catorce años.

Jungkook se había presentado como alfa puro, por supuesto lo hizo antes que todos los niños de su edad, incluso de Jimin. Un éxito más a su larga lista de logros en los que superaba al molesto alfa castaño.

Su celo sucedió con normalidad, tres días después debía asistir a clases e igualarse en sus tareas y trabajos atrasados.

Precisamente ahora ese era su problema, al llegar a su salón se dio cuenta como todos lo miraban con curiosidad, respeto y miedo. Aún no podía controlar completamente sus fuertes feromonas de alfa, estaba alterando a las omegas del salón aún sin presentar.

Suspiró con cansancio.

Cuando se sentó en su asiento vio como todos se apartaban de el dejándole bastante espacio para no asfixiarse, claro que la única persona que no movió ni un dedo fue nada más ni nada menos que el otro alfa puro.

─Para de soltar tu asqueroso olor a perro─ reclamó sin mirar al azabache que estaba justo a lado de él.

Jungkook por supuesto sabía que Jimin no iba a ceder como los demás, sonrió complacido para fastidiarlo ─Lo lamento tanto─ soltó una disculpa falsa ─Ahora que soy un alfa presentado no puedo resistirme a esto, ya sabes, son cosas que alfa como yo no podemos controlar.

Soltó aún más sus feromonas para cabrearlo ─Deja de hacerlo de una vez─ ordenó Jimin cabreado cerrando su libro ─Hay omegas aquí que no saben como manejar el aroma de un alfa, es demasiado imprudente e infantil que hagas esto sabiendo que no solo afectas a los rangos más débiles si no que también molestas a las demás castas ─ apuntó a los que seguramente serian alfas y betas aun sin presentar como estaban disgustados y otros temblando de miedo.

Sin hacerle caso se acercó más a su nuca soltando su aroma.

─Pero tu no pareces tan afectado por esto ¿o si? ─ sonrió ─¿Qué te parece mi aroma?

─Es...─ miró de reojo al alfa, abrió de nuevo su libro poniendo su atención en él con una cara inexpresiva ─Insoportable.

Jungkook hizo una mueca.

─Mentiroso.

Jeon se quedó quieto cuando entró el profesor, Jimin puedo estar en paz de nuevo.

Por supuesto su paz nunca duraba ni dos segundos.

─Jeon─ llamó su profesor acomodando sus lentes.

─¿Qué?─ Preguntó. El profesor señaló su escritorio y sin remedio el alfa tuvo que levantarse y caminar hacia él.

─Sé que ahora es un alfa, uno muy joven de hecho pero eso no lo exonera de sus responsabilidades. Tendrá que entregar sus tareas a tiempo como todos, sabe que mi materia no es para nada fácil por lo que le ordeno a igualarse lo más rápido posible y buscar un compañero con quien pueda apoyarse.

Jungkook rodó los ojos, no necesitaba a esos inútiles.

─No lo quiero, solo deme los apuntes de la clase y ya.

La altanería era algo que se había potenciado ahora con su alfa totalmente despierto, aparte se cargaba un egocentrismo horriblemente enorme que el viejo beta no iba a tolerar.

─Escuche joven Jeon, no estoy preguntándole que opina usted, estoy dando una orden. Yo mando, usted obedece.

La respuesta del profesor no le agradó para nada, su alfa lo tomaba como una falta de respeto.

Sus ojos comenzaron a destellar un leve rojizo.

Otro alfa estaba atento a todo lo que pasaba, esperando en cualquier momento el caos.

Jungkook se controló haciendo callar a su lobo.

─No puedo cumplir su orden─ dijo a regañadientes ─Porque simplemente no me hablo con nadie de aquí─ respondió serio.

El profesor masajeo su sien cansado, dio una ojeada a todos del salón, efectivamente todos veían asustados de Jungkook y nadie se quería acercar a él, no era nada fácil de tratar a un alfa recién presentado menos si era uno puro.

Pero vio una luz en sus ojos.

─Park Jimin.─ llamó haciendo que el castaño se acercara a un lado de Jeon.

─¿Si profesor?─ Sonrió formalmente a su mayor.

Estaba seguro de que su estudiante sería otro alfa puro, conocía el fuerte linaje de los Parks como los Jeons, que mejor idea que juntarlos a trabajar en equipo.

─Joven Park─ sonrió ─ ¿Te molestaría ayudar a tu compañero a igualarse con sus clases?

Jimin mantuvo una sonrisa mientras respondía lo más cortante posible.

─Si, me molesta.

El beta se sintió de pronto intimidado, Jimin siempre era una persona cordial y alegre, incluso dulce, un líder en todo su esplendor, pero ahora parecía una persona completamente diferente.

Su expresión fría y inquebrantable, podía sentir una aura de desprecio en su mirada.

─Déjelo profesor Yung, Jimin no podría explicarme nada, el papel de tutor le queda demasiado grande─ Jungkook miró a Jimin quien automáticamente borró su sonrisa devolviendo la mirada con altanería.

Si, Park Jimin podría ser alguien que aceptaba los desafíos, pero que Jeon estuviera otra vez molestando solo había que quisiera cerrarle la boca.

─Estaría encantando de hacer mi obra de caridad enseñando lo que vimos en clase a este orangután sin cerebro profesor Jung─  Habló hacia su profesor, se acercó al odio de Jungkook para que únicamente él escuchase  ─Mi casa a las cuatro. Si vas tarde no entras, si sueltas tu horrible olor no entras y si me fastidias ¿Adivina qué? Te saco de culo  y no entras ¿Entendido?

Jungkook acomodó el cabello de Jimin tras su oreja ─Si profesor Park─  Contestó con una sonrisa.

[🔪]

─Es demasiado, no aguantaré todo esto─ Se quejó por sexta vez el alfa recargando su espalda en la silla.

─¿No eras tú el que dijo que podía hacerlo todo solo? Patético─ se burló tirando una almohada a la cabeza del azabache quien tuvo que sostenerse para no caerse de espaldas de la silla ─¿Y, cómo es?─ Preguntó tomado un descanso acostándose boca arriba en su cama con los brazos cruzados en su nuca.

─¿Cómo es qué?─ preguntó Jungkook acompañándolo sentándose en la suave cama de Jimin como si fuera suya.

Jimin avergonzado de responder jugó un poco con sus manos─¿Hablo de cómo te sentiste con el celo?

Jimin no era ignorante a su corta edad de catorce años, sabía muchas cosas que quizás niños de su edad aún no conocían.

Pero había otras que no tenía idea. No sabía como de verdad sería el celo de un alfa puro, era una persona muy curiosa y quería descubrir cada cosa que se le pasaba por su cabeza.

Sentía un poco de vergüenza hablar este tema con el que se supone que es su enemigo y rival de todo la vida.

¿Pero a quién más podría preguntarle?

Los libros eran una gran ayuda pero no era igual a escuchar una experiencia personal, las palabras en el papel no eran iguales a las experiencias narradas de las personas.

El de verdad deseaba saciar su curiosidad, sería fácil preguntarle a su padre, otro majestuoso e imponente alfa puro.

Pero el simplemente no podía.

Jungkook vio la curiosidad y la insistencia de Jimin, dio un largo suspiro y decidió responder.

─Cuando tuve el celo me dolía todo el cuerpo, un dolor que me llegó a gustar porque me sentía libre, sientes todo más amplificado, los olores, ruidos, incluso el gusto, es sorprendente lo que puedes sentir al mismo tiempo. Aunque luego sientes un calor del infierno, sientes todo tu cuerpo arder y por último....

Se quedó callado, sus mejillas inconscientemente tomaron un leve rojo por sus recuerdos vergonzosos.

Jamás quería pensar de nuevo en esa parte.

─¿Por último?─ Preguntó Jimin con ojos amplios, Jungkook los observó, hasta ahora se daba cuenta de que Jimin tenía unos ojos avellanas muy bonitos.

Demasiados bonitos para alguien tan detestable como Park Jimin.

─Me dormí─ respondió desviando la mirada rápidamente hacia la pared.

La respuesta no dejó del todo satisfecho a Jimin, pero de todas formas no preguntó más por el ambiente tenso que de pronto se estaba formando entre ellos.

─Iré por un refresco─ anunció levantándose de la cama.

─Yo quiero leche de plátano

─¿Y a mi que me importa?─ se burló ─Ya vuelvo no hagas desastres─ Advirtió saliendo de la habitación.

Jimin no tardó mucho en volver con una coca cola y una leche de plátano en sus manos. Él podría ser una persona horrible con Jungkook, pero nunca sería un mal anfitrión en su propia casa, tenía modales.

Abrió la puerta de su habitación y lo primero que observó fue a Jungkook dormido en su cama abrazando una de sus almohadas.

Se veía pacífico dormido, como si no fuera el ser tan insoportable que hubiera conocido toda la vida.

─Jungkook─ llamó dejando las bebidas en la mesa, se acercó con cuidado a la cama  ─Despierta tonto, mi habitación no es un hotel.

─Menta─ murmuró dormido el alfa aferrándose más a la almohada que tenía el olor impregnado de Jimin.

El alfa trató de arrebatarle la almohada, como resultado recibió un gruñido, Jeon maldito Jungkook abrazaba SU almohada posesivamente mientras gruñía dormido.

Jimin no era una persona tan paciente y ver a su peor enemigo dormir en su cama, su propiedad lo alteraba y de las peores formas.

Por desgracia era un alfa muy territorial con lo suyo.

Además en su defensa Jungkook comenzaba a soltar sus feromonas fuertemente en toda su habitación, incluso dormido era un grano en el culo. Era el fin de su nula calma.

─¡Que despiertes joder!─ tiró una almohada en su cara logrando levantarle de un susto.

─¿Qué haces idiota?─ reclamó levantándose del suelo, había caído dolorosamente al piso.

─¿Qué hago? Pues levanta a vagabundos de mi cama─ bufó tomando su refresco y abriendo las ventanas  ─También te desperté porque estabas soltando muchas feromonas.

Jungkook abrió los ojos sorprendido, había tenido un corto sueño, aún no se reponía del todo del celo.

Su lobo lo agotaba, pero también estaba mostrando nuevas habilidades, como la de poder reconocer los dos olores de Jimin. El chocolate y menta que inundaba la habitación junto al suyo.

─Ten─ extendió la leche de plátano en sus manos ─Deja de mirarme como un idiota y bebe, aún tenemos mucho que terminar─ Suspiró sentándose en el piso a lado de Jungkook.

─Jimin─ Llamó. El mencionado hizo un gesto que lo escuchaba y siguió tomando su bebida ─no te dije una cosa importante─ Respondió sincero esta vez mirando los ojos del castaño.

─¿Qué es?─ Puso toda su atención dejando su refresco de lado.

─Cuando te presentas tienes más conexión con tu lobo, te ordena cosas y habla sin parar. Es como si otra parte de ti despertara, es difícil resistirse a eso. Justo ahora no lo soporto─ Se quejó.

Jimin asintió, sabía que una de esas cosas pasaba, sin embargo no sabía que iba hacer tan fuerte la conexión con tu lobo.

─¿Y qué es lo que te dice?─ preguntó curioso mirando los ojos bambi del azabache.

─Me dice que está loco por besarte.

Jimin estaría en este momento atorándose con su coca cola si no la hubiera dejado de tomar. Miró serio al alfa quien estaba completamente serio igual que el, mirando fijamente sus ojos  ─No digas tonterías. Yo no soy un omega─  reclamó observando a Jungkook quien fruncía el ceño estando de acuerdo.

El alfa aún no presentado estaba al tanto lo que pasaba en el celo, se supone que a los alfas les agradaban más los olores dulces de omegas bonitos y delicados. A los alfas puros como él le encantaban todo ese tipo de cosas, omegas sumisos, lindos y tiernos, pero sobre todo omegas.

Que Jungkook le dijera todo lo contrario logró perturbarlo. No se supone que la primera persona en la que piensas durante tu celo sea un alfa, alias tu rival. Menos pensar en besarlo. Que horror.

Obviamente era una broma.

Jungkook le dio una mirada furiosa ─No, no lo eres─ Respondió mirando los labios del castaño. Tiró a Jimin al suelo apresando sus brazos sobre su cabeza frunciendo sus cejas ─Y te odio por eso, porque no eres un estúpido y tonto omega, odio cada parte de ti. Detesto tanto no poder tener control sobre esto. Es repugnante no poder parar de pensar en ti porque cada vez que te veo lo único que esta en mi cabeza es besarte.

Se acercó a sus labios despacio queriendo retenerse pero no podía hacerlo más, ya no. Dio un leve roce apretando más las manos de Jimin por su falta de control.

No sabía como besar, no sabía como hacerlo, solo seguía sus impulsos capturando los labios de Jimin con los suyos, Jungkook entrelazó con los de Jimin quien también se aferró a él moviendo sus labios torpemente temblando por lo agitado que estaba su corazón.

Jungkook se sintió confundido a lo adictivo que había sido besar a Jimin, era un inexperto y el alfa era su primer beso, no quería verse como un desesperado pero era justo eso lo que hacia, moviendo sus labios sin descanso sobre los suaves del castaño.

Quizás no sabían lo que hacían pero lo estaban disfrutando.

Jimin volteó su cara por falta de aire, estaba sonrojado y agitado intentando procesar todo ─Esto está mal─ volvió a mirar a Jungkook quien estaba arriba de él todo agitado y sonrojado.

Se le hizo tierno ver al alfa así, Jeon estaba sonrojado hasta las orejas y el corazón latiendo en su pecho fuertemente.

─Está completamente mal, incorrecto─ se acercó a dar un corto beso volviendo a mirar a Jimin sonrojado.

─Somos alfas─ se quejó el castaño pasando su lengua por sus labios, sentía un hormigueo en sus labios y en su estómago.

─Si─ dio otro pico.

─Nuestras familias se odian─ miró con desprecio a Jungkook quien sonrió ─Yo te odio─ Jungkook aflojó su agarre dejando libres las muñecas de Jimin esperando que huya, pero lo que recibió a cambio fue al alfa cerrando sus ojos esperando el próximo beso.

─Por supuesto que lo haces─ rio sobre sus labios.

Sintió a Jimin quejarse siendo el quien tomó a Jungkook de su nuca quitando la distancia de sus labios.

El azabache presionó su lengua contra sus labios, el castaño le dio paso a su boca apretando más su cabello.

A Jungkook le estaba gustando un poco la manera que Jimin maneja su cabellos a su antojo, tanto que sin querer rozó levemente sus caninos en los labios de Jimin mordiéndolo levemente.

Escuchó un jadeo, se alejó rápidamente inquieto por la expresión de dolor de Jimin.

─Lo siento ¿Te lastimé? ¿Fui demasiado rudo?─ habló apresuradamente, examinó toda la cara de Jimin preocupado por haberle hecho daño.

─No─ Hizo una mueca de dolor comenzando a retorcerse ─Me duele mucho aquí─ abrazó su abdomen.

El alfa acunó el rostro de Jimin en sus manos observando los destellos rojizos de estos y como el aroma del castaño comenzaba hacerse presente.

─Es tu celo─ dijo sin dudar.

La cara del alfa palideció ─¿Qué hago?─ Jimin entró en pánico. Su padre como siempre no estaban en casa, solo estaban sus sirvientes. Ahora no sabía que debía hacer y su dolor empezaba a incrementar  ─Jungkook...

─Tranquilo─ Jungkook alzó a Jimin y lo abrazó sentándolo entre sus piernas.

La peor etapa del celo era la inicial. Cuando comenzaba a dolerte todo el cuerpo porque su lobo se hacia presente y reclamaba el cuerpo humano.

Quería soltar su olor para tranquilizarlo, pero supo que sería una mala idea intentar esparcir su aroma con un alfa recién presentándose. Suprimió lo que más podía su olor.

Jimin se acurrucó en su pecho gimoteando de dolor, el era un alfa fuerte, aunque le estaba doliendo como el infierno.

Jungkook podía sentir su dolor y solo lo abrazó más fuerte en su pecho dando leve caricias en su espalda como apoyo.

─Detente, se siente raro─ dijo queriendo alejarse pero al mismo tiempo se sentía tan débil. Sentía que debía quitar a Jungkook de ahí pero no quería estar solo. Se sentía confundido y asustado ─Muéstrame tu cuello─ habló demandante.

─¿Por qué?─ preguntó el azabache viendo curioso como los ojos de Jimin estaban casi en su totalidad rojos.

─Es vergonzoso, por favor hazlo─ reclamó apresurado.

Jungkook obedeció ladeando su cabeza aunque su lobo le decía si mismo que no debía hacerlo, que no debía demostrar sumisión a otro alfa.

Jimin rápidamente hundió su cabeza en su cuello frotándose justo en su glándula de olor del alfa donde sentía ahora completamente el aroma a whisky y pino de Jungkook, soltó fuertemente su olor cerrando los ojos con tranquilidad.

Jimin estaba marcándolo con su aroma.

Sonrojado por lo bochornoso que seguramente se había visto no se levantó del cuello del alfa, al menos ya estaba tranquilo con la presencia del azabache ahí.

Jungkook estaba atento a cada uno de los movimientos de Jimin, sentir las feromonas del alfa hacia su cuerpo reaccionar de manera extraña, podía sentir su corazón bombear con fuerza y su ritmo cardiaco subir, apartó sus propios pensamientos e instintos, ahora le importaba solo Jimin.

Jeon comenzó a soltar un poco su aroma para tranquilizar al alfa mientras daba caricias en su cabello, escucha los gimoteos de dolor poco a poco disminuir.

─Jeon─ Llamó el castaño soltando un ronroneo sin apartarse de su cuello.

─¿Si?─respondió con la voz baja igual siguiendo acariciando el suave cabello de Jimin.

─Te mentí, me encanta tu aroma─ suspiró rendido dejando que Jungkook lo acomodara en su regazo delicadamente.

─Lo sé, eres el peor mentiroso─ rio pero paró enseguida al escuchar un gruñido del alfa.

─Esta bien quizás si lo soy, pero no miento ahora─ acarició con su nariz el cuello del alfa ─Hueles jodidamente bien─ Jimin besó su cuello ─ Hueles a mío.

Jungkook lo apretó a su cuerpo tomando su tiempo de procesar las palabras dichas por el alfa, levantó la cabeza del castaño que se rehusaba de enfrentarlo cara a cara. 

Escuchó un gruñido antes de observar la cara del alfa. La imagen que vio lo golpeo en la cara. Jimin tenia las mejillas coloradas, su pecho subía y bajaba por su respiración aceleradas, su cabello chocolate se encontraba revuelto y desastrosamente hermoso. Tuvo que sentir las manos de Jimin en su cara para despertar de su ensoñación.

Y oh mierda, se quedó hipnotizado en sus preciosos ojos.

Tan preciosos que dolían. Ojos rojos escarlata que atravesaban su cuerpo con crueldad, manos suaves que quemaban su piel. Jimin, Park Jimin iba a ser su perdición, su ruina.

─Jimin, yo solo quiero ser tuyo─ susurró sobre sus labios. Sus cuerpos se acercaron como imanes, sus opuestos juntándose en la maldita perfección de sus labios. Perdió su consciencia en la calidez de sus labios, ya no importaba una mierda porque el quería esto, el deseaba besar a Jimin, tanto como el alfa mismo lo hacia. 

Jungkook apretó la cintura de Jimin con posesividad sin parar de besarlo, el castaño se subió más al regazo del alfa moviendo su caderas en círculos, el azabache dejó escapar un gemido y supo que era tiempo de parar.

El no quería que las cosas sucedieran así de rápido, no quería esto si Jimin estaba cegado por el calor. Con mucha dificultad paró y solo se dedicó abrazar al alfa, esperando que su lobo se termine por conectar con su lado humano.

Estuvieron así por horas, Jungkook huyó cuando el alfa pasó su primera ola de calor, tener a Jimin por mucho tiempo en su regazo había provocado que tuviera una dolorosa erección en sus pantalones, no quería, pero tenia que irse si no quería cometer una estupidez.

El castaño terminó su celo tres días después el profesor anunció que volvería al colegio y que Jimin necesitaría un compañero para igualarse en clases, para sorpresa de todos Jungkook se ofreció a cumplir ese papel.

Jungkook supuso que al otro día él seria la primera persona que Jimin buscaría para hablar de lo sucedido en el celo del alfa, o al menos lo buscaría para igualarse en las clases.

Nervioso, el pequeño alfa estaba esperando en la entrada del colegio desde muy temprano, no sabia porqué sus manos sudaban y su corazón saltaba como loco. Jungkook acomodaba su uniforme por quinta vez en el día, nunca usaba bien el uniforme, siempre era un rebelde sin causa al ponerse incorrectamente la ropa. Solo que esta vez no era así, ahora lo tenia perfectamente puesto, pulcramente limpio y bien planchado.

El solo quería estar un poco más presentable, solo un poco más guapo. Se quedó en la puerta, recibiendo halagos de omegas y betas por su increíble atractivo, Jeon solo los ignoró esperando por el castaño. Lo hizo, esperó todo el día por el alfa, pero Jimin nunca llegó.

O al menos no a él, al parecer Jimin había conseguido un nuevo amigo, un debilucho chico pálido que supuso en ese entonces sería un omega.

Ese paliducho que le pasaba los apuntes ocupando y opacando su lugar, el espacio y la atención que tenía de Jimin, lo estaba ocupando ese don nadie.

Se lo estaba quitando.

Jeon no queriendo tener ese sentimiento desagradable en el pecho, decidió por acercarse a Jimin un día,  pero terminaron peleando como siempre, lanzando palabras hirientes pero finalmente volviendo a la normalidad, decidiendo los dos olvidarlo todo.

Sin hablar de las emociones caóticas que sintieron hace un par de días, sin decir nada cuando sus labios se besaron sin descanso y callando dolorosamente lo que sus cuerpos habían gritado encerrado en cuatro paredes.

Era mejor olvidar todo y sentir la misma comodidad que tenían antes, odiándose y enterrar todo en lo más oscuro de sus recuerdos.

Como completos extraños.

[🔪]

Pero si Jimin buscaba joderle la cabeza otra vez y hacer de la vista gorda el no lo iba a pasar por alto.

No esta noche, Park Jimin se podía ir a la puta mierda.

...

Oh-oh...

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