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Cortar cortar y cortar.
Es el sonido que salía de la cocina, pues estabas preparando la comida de la tarde, hoy no decidiste trabajar ya que la última semana habías ganado muy bien y pues te merecías un día libre cuando menos.
Gyutaro te observaba desde la entrada de la cocina. Admiraba tu lindo y sencillo perfil.
Ume estaba en la sala limpiando un poco los muebles y tu zona de trabajo.
- te quedarás observándome ahí hasta que te aburras?
Preguntaste sin apartar tu mirada de las verduras que cortabas.
- tal vez....
Dijo en un tono neutro y se acercó a ti para seguir viéndote.
- acaso tengo algo en la cara?
Lo miraste con una leve sonrisa.
- que opinas de mi apariencia?
Te soltó sin más, era una pregunta que llevaba rondando en su mente desde aquella noche que te dejo en tu cama.
Detuviste lo que hacías y lo miraste fijamente. Te tomo de sorpresa.
- que quieres que opine?
Eso lo molesto un poco a Gyutaro y tu te diste cuenta.
- no opino nada, no hay nada que opinar a decir verdad.
Y sin más volviste a tu labor.
Pero el muchacho no estaba conforme con eso, te tomo del brazo de una forma algo brusca pero sin lastimarte e hizo que lo miraras.
- crees que me veo como un monstruo?!
Alzo un poco la voz, no quería que su hermana lo escuchara.
Tu lo miraste confundida, porque tanto berrinche? Acaso importa lo que opines de su físico?
- no Gyutaro, no te veo como un monstruo, porque debería verte así? No haz hecho nada malo, al contrario me haz ayudado mucho.
Le sonreiste y él te solto.
- pero hablo físicamente.
Aclaro seriamente.
- pues me creas o no, eres lindo a tu manera.
Ladeaste tu cabeza y miraste a otro lado, nunca habías estado en una situación así y menos con un chico de tu edad.
- además tus marcas te hacen atractivo.
Se te calentaron las mejillas, ahora que lo piensas también es la primera vez que se te hace lindo un chico.
Siempre te la pasabas trabajando y haciendo lo posible por sobrevivir que nunca tenías tiempo para el romance.
Ya habías tenido pretendientes antes, pero siempre los rechazabas, no podías distraerte por nada en el mundo.
- ya haz tenido pareja antes?
Pregunto mirando sus manos.
- no, estaba más concentrada en ganar dinero para construir la casa en la que estamos parados ahora.
El te miro sorprendido y luego recordó algo.
(- cuál es tu plan para nosotros, eh? Habla!
Te secaste las manos y lo miraste serenamente.
- no hay ningún plan, solamente no quería que pasaran frío, se lo que se siente pasar frío hasta ya no sentir tu cuerpo.
Dijiste y saliste de la cocina sin mirarlo.)
- osea que....antes de tener esta casa tu...
- si, yo también estuve viviendo hace tiempo atrás en las frías calles como tu y Ume.
Gyutaro no dijo nada, estaba mirando el suelo sin hacer ningún ruido.
- de hecho, perdí la sensibilidad de los dedos acausa de eso.
Miraste tus dedos, tus dedos llenos de pequeñas heridas ya cicatrizadas que te hiciste con la aguja que usabas para coser.
Gyu observo igual tus dedos y los tomo delicadamente para acariciarlos un poco.
Ya no hubo más palabras que intercambiar.
- ya terminé mis labores! Ya está la comida?!
Grito Ume desde la sala.
- Ya casi!
Gritaste de vuelta, y observaste que Gyutaro se había ido a comodar la mesa para la comida.
Sonreiste, él lo notó y te sonrió un poco.
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