3
Ya habían pasado dos semanas desde que recibiste a los hermanos de aquel frío.
Tu relación con ellos habia mejorando, Ume te veía como una figura de hermana mayor y aveces materna, Gyutaro ya no te miraba de mala manera e incluso te ayudaba dejando los encargos de los clientes y reparando cosas.
- bien Gyutaro, pronto termino de coser este traje y luego lo vas a dejar a la dirección que te deje anotada.
- si
Dijo tranquilamente, aún que una duda apareció en su cabeza.
- porque estás sola?
Pregunto en un tono lo suficientemente alto para que tu lo escucharas.
Detuviste lo que hacías y lo miraste sin expresión en tu cara, no te molestaba la pregunta pero tampoco te alegraba.
- porque la vida así lo quiso, y ustedes porque estan solos?
Preguntaste mientras volvías a lo tuyo.
- por lo mismo....
Y no se dijeron nada más.
.
.
.
.
.
Cayo la noche, Ume y tu estaban preparando la sala para una pijamada, Gyutaro no participaría él prefería irse directo a dormir.
- bien solo déjame cerrar bien las puertas y ventanas para que los demonios no entren.
Dijiste a modo de broma.
- los demonios?!
Ume se exaltó un poco por tu broma.
- siii~ los demonios que se roban a las niñas que se portan mal y comen dulces antes de la cena!
- Waaaa!! Me portare bien lo prometo!
Reiste sin que ella te viera, la verdad no creías en esos cuentos desde que eras niña, pero si ayudaban mucho a controlar a los niños malos.
- Que bien! Entonces los demonios no vendrán a esta casa.
Y con eso dieron inicio a su pijamada.
.
.
.
Gyutaro por otra parte no había podido conciliar el sueño, no sabía el porqué así que salió de su cuarto y fue a la sala.
Observo que tu y su querida y bella hermana estaban dormidas.
A cada una la llevo a su respectivo cuarto, cuando te estaba dejando en la cama, no pudo evitar ver tu rostro por un largo rato.
- eres bonita, no tanto como mi hermanita, pero tienes lo tuyo.
Susurro mientras que con su dedo tocaba tu mejilla.
Tu calida y suave mejilla.
Para que mentir, a Gyutaro le llamabas la atención estos últimos días, eras la primera chica que no fuera su hermana, que lo trataba bien.
- aún que, me pregunto si me verás como un monstruo .
Con esas últimas palabras él se fue de tu habitación.
Esa noche soñaste con él.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top