capitulo 1

— ¡Entiende! No quiero ir, ¡no voy a ir y no vas a obligarme!

— No me grites y ven acá, ¡ahora! ¿a donde vas?

— ¡Eso es algo que no te incumbe!

Corrí hasta mas no poder, yo solo quería apartarme de todos, de la gente, de lo "normal" no quería saber nada de nadie, iba dejando lágrima tras lágrima por cada paso que daba.

Todo está mal aquí

¿porque es tan difícil entenderme?

El paisaje fue cambiando mientras yo seguía corriendo, el aire volaba mi cabello. Yo tan solo quería huir. Mis piernas se pusieron débiles y mi corazón ya estaba agitado de tanto correr, llegue a un campo extenso y por falta de energía me tropecé y caí sobre las raíces de un árbol.

— ¿Es que acaso no se dan cuenta? — pensaba mientras me sentaba y escondía mi cabeza sobre las rodillas. Levante mi cabeza poco a poco y me di cuenta que el campo al que había llegado era como los paisajes que siempre había imaginado, sacado de libros de fantasía. Me tranquilice y suspire. Comenzaron a caer hojas de arriba del árbol.  Mire a lo alto pero no logre ver nada, los ruidos seguían y las hojas seguían cayendo. Un animalito quizás pero no se sentía como si esa presencia fuera de un animalito.

— ¿Por qué estas triste? — escuche, eleve mi vista y me encontré con unchico que colgaba de cabeza sobre una rama.

— ¿Quien eres tú? — dije un poco asustada limpiando rápidamente mis lágrimas.

— Soy un chico triste, igual que tú.

— ¿ Y quien te dijo que yo estaba triste?

— Lo dicen tus mejillas rojas y tus ojos llorosos, a mí no me puedes engañar, ¿que te pasa?

El chico me inspiraba cierta confianza y aún que no lo conociera sentía la necesidad de decirle lo que me pasaba, simplemente necesitaba  desahogarme.

— Creo que se me está haciendo rutina y no quiero acostumbrarme — pronto pude sentir un nudo en la garganta.

— Acostumbrarte a qué? — fruncío el ceño algo confundido.

— A todo, a las burlas, a las peleas, a los problemas en casa, a mi padre, yo simplemente ya, ya no quiero. Quiero que todo esto se acabe, ¡siento que me volveré loca!

— Tranquilízate, mira a tu alrededor por favor — dijo mientras bajaba del árbol y se sentaba a mi lado —  haz huido de lo que sea a lo que le temías, ahora estas aquí conmigo mirando el paisaje. Cierra los ojos y respira profundo.

Obedecí y cerré mis ojos tal y como el me había pedido.

— ¿listo? — Dijo el extraño.

— Si, ya lo hice y ¿Que hay con eso? — comenté confundida.

— ¿Sientes el aire entrar en tus pulmones? ¿Sientes los rayos del sol dándote al rostro? ¿Puedes escuchar el canto de los pájaros, de la hierba agitándose por el aire?

— Sí, si la escucho...

— ¿No lo ves acaso? ¡Estas viva! Tienes un mundo hermoso a tu alrededor, tienes todo lo que necesitas, olvídate de todo eso que te daña y mira más allá — Toco mi rostro con su mano muy suave y levanto mi barbilla — Mírame a los ojos linda, no estás sola, yo también no soy del todo feliz pero este paisaje, esta naturaleza, esta tierra que da vida me lo da todo, estamos vivos linda y eso es lo que hay que agradecer, que cada día podemos hacer algo nuevo, hacer cosas sorprendentes, hacer cosas divertidas, cosas que los demás no hacen por, como dices tú, acostumbrarse a una rutina.

El a pesar de aparentar 16 a 18 años podía hablar como una persona de mas de 50. Sus palabras me tranquilizaron, mi cuerpo dejo de sentirse tenso y creo que eso era bueno.

— Tienes razón; estoy viva y en eso me debo de enfocar, en mi felicidad — nos quedamos por un buen rato mirando el horizonte, aquellas pequeñas colinas, aquellas nubes blancas que empujaba el aire. Note que el cielo comenzó a ponerse rojizo y pude saber que llevaba varias horas fuera de mi "hogar".

— ¡Dios mío ya es tarde! Debo irme, seguro en casa se estarán preguntando dónde estoy.

— Vete, pero te pediré un favor antes de que te retires. ¡Sonríe! Sonríe siempre y se feliz.

— ¡Claro que si, descuida!

Comencé a correr lo más rápido que pude mientras agitaba mi mano para despedirme de aquel chico tan extraño he interesante a la vez, gracias a él ese sentimiento que aplastaba mi pecho desapareció. Hablar con el me hizo sentir tranquila y todo lo que decía tenía sentido.

El sol se oculto por completo cuando por fin llegue a casa, abrí la puerta y lo primero que pude visualizar fue a mi madre en un sillón, sus ojos parecían haber llorado tanto como los mios.

Hola chicas buenas, soy miri y soy nueva en esto de las novelas, espero y les haya gustado el capitulo de hoy, espero y sea de su agrado y pronto volveré a subir el próximo capitulo...

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