DOS: ¿Por qué diablos quieres salir conmigo?
Arys Benner
—Arys, ¿Saldrías conmigo?
Ni siquiera mi cabeza pudo hallar la forma de hacerme entender lo que estaba pasando. Las ideas se desconectaron y por unos segundos olvidé por qué había venido aquí en primer lugar. Me puse a pensar en que lo que había escuchado era en realidad lo que mi alocada mente de enamorada queria oír, ya que...es imposible que Apolo dijera algo como eso así como así, ¿Verdad?
—¿Arys?
Apolo está esperando a que yo hable, no parece nervioso, sino más bien preocupado, aunque no sé si la preocupación sea por mí o por él mismo.
¿Entonces, sí lo dijo de verdad?
Tal vez quiso referirse a otra cosa.
—¿Salir a donde?—le pregunto.
—Salir, tú y yo solos—dice, volviendose hacia mí.
—¿Como...amigos?
—Como... Novio y novia.
—Ah.
Lo dijo. Él en serio acaba de decirlo, en un día cualquiera, sin dar señal previa.
¡¿Como puede ser malditamente posible?!
¿Qué demonios está pasando? Seguramente sigo dormida, probablemente este sea un sueño y cuando despierte, empiece a llorar deseando que hubiese sido real.
Pero... ¿A quien demonios quiero engañar? Evidentemente la clase de Física fue tan dificil como en la vida real, y Luna me dio un manotazo porque distraídamente empecé a escribir las respuestas en otro lado.
¡Claro que no estoy soñando, todo esto es jodidamente real!
Apolo da un paso al frente, y con eso son apenas dos diminutos pasos los que nos separan
—Te estoy pidiendo que seas mi novia, Arys—a pesar de que no eran las palabras exactas que me imaginaba en sueños, Apolo no lo había dicho sonando grosero, incluso, me sentí algo tranquila, fue como si hubiera tenido el propósito de que esta extraña conversación tomara sentido (A pesar de que sigue sin tenerlo).
Apolo me pidió ser su novia con amabilidad, y tacto, incluso pareció una declaración normal.
—Tú... ¿Te enfadarás conmigo si te pregunto por qué?—le pregunto, dubitativa.
—De hecho, me asustaría si no me lo preguntaras.
—Entonces, ¿Por qué?
Apolo suelta un largo suspiro y mira hacia el techo nuevamente.
—Tú tienes un par de clases junto a Eva, la conoces, ¿Cierto?
Oh, no... Esto tiene que ver con otra chica.
—No puedo decir que seamos amigas, de hecho solo he hablado con ella por cosas de la tarea.
—Hace dos semanas me pidió que la ayudara a estudiar, así que he estado yendo a su casa—dice—. Y bueno ella... Tiene sentimientos por mí.
Así que ya se dio cuenta. Bueno, nadie puede culparlo, no es que Apolo sea ingreído, es que Eva es demasiado obvia, además de que va por ahí hablando de como algún día ella y Apolo serán la pareja más popular de todas.
Un momento... Si se dio cuenta de que a Eva le gusta, ¿Eso quiere decir que también notó lo que yo siento por él?
—La verdad es que no tenía idea de que le gustaba hasta que la escuché ayer—aclara, y yo puedo volver a respirar—. Pero la escuché decir otras cosas también. Dijo que me pediría salir con ella, porque sabía que iba a aceptar—se ríe—. Entonces, he estado sintiendo algo que no deja de molestarme, así que me detuve a pensarlo...
Apolo vuelve a recargarse en la pared, con las manos dentro de sus bolsillos.
—¿Es así como todos me ven? Apolo, el chico amable que no sabe decir "No". Es decir, se que he salido a comer con varias chicas a las que les gusto, pero ¡Jamas ha sido mi intención ilusionarlas, y te juro que no lo he hecho!—suspira—. Antes de salir con ellas, les aclaro que solo sera como amigos, y es porque no quiero lastimarlas con mi rechazo... Pero creo que ha sido justo por eso también que las chicas me piden salir sin problemas—se ríe—. Escucha, lo que voy a decirte puede que suena como algo estúpido.
—Aun así quiero escucharlo—le digo.
—A mí... Tal vez me preocupe que... Un día de estos termine siendo lastimado.
No digo nada al principio, pues aunque entienda a lo que se refiere, las palabras no me salen.
—Apolo, ¿A ti te gusta Eva?—hablo al fin, después de una gran pausa.
—Nada de nada—dice con los ojos bien abiertos.
—¡¿Entonces?!—exclamo estupefacta.
¡¿Qué diablos?!
—¿Pero qué tal si me gustara Eva?—levanta las manos como garras, su rostro lleno de pánico—. Escucharla decir que me pedirá salir sólo porque no la voy a rechazar no me habría emocionado, me hubiera roto el corazón... No creo poder estar hecho para soportar un dolor así—se cubre el pecho.
—Estás delirando.
—¡Esta vez no fue el caso, pero nada puede asegurar que no ocurra algo así en el futuro! ¡No podemos permitirlo, Arys!—me sacude de los hombros.
—¿Podemos?
¿Qué mierda?
—¡Así es, no quiero que una persona se aproveche de su poder y lo use para destruirme!
—Creo que estas exagerando un poco.
—¿Qué pasa si un día de estos yo ralmente tengo que decir que "No"... Y en vez de eso digo "Sí"?—se aleja un poco, y mira el cielo, colocando una mano sobre su pecho—. He de aprender a vivir con esta maldición.
—No es ninguna maldición, es sólo que eres muy amable, y eso está bien—sonrío—. Así eres tú, no tienes porqué cambiar lo que eres solo por temor a lo que piensen los demás.
—¡¿Verdad? Eso fue justo lo que pensé!—me vuelve a tomar de los hombros—. Fue por eso que pensé en pedir tu ayuda, aunque la idea se me ocurrió después de que Daven dijera que nosotros dos haríamos buena pareja.
Parpadeo, trastornada por la manera en que las palabras le fluyen con tanta sinceridad, parece tener miedo de lo que dice, sí, pero no tiene miedo de decirlo.
—Ya veo, entonces lo que pretendes es que finjamos ser novios, así las chicas no te pedirán que salgas con ellas—dije, y aunque me esforcé en parecer tranquila, por dentro me estaba carcomiendo un sentimiento de agonía terrible.
—¿Fingir? ¡Por supuesto que no, yo jamás te pediría algo como eso!—se apresura a decirme—. Te estoy pidiendo que seamos novios de verdad, una pareja oficial.
—Novios...¿De verdad?
Asiente repetidas veces con la cabeza.
—Perdón pero yo sigo sin entender—digo—. ¿Qué planeas conseguir con todo esto?
—Experiencia.
—¡¿Experiencia?!—digo, aterrada—. ¡¿Qué clase de experiencia exactamente?!
—La cosa es, que a pesar de que se me da fácil conocer personas y me va bien en la escuela, hay muchas cosas que no he hecho todavía, y estoy seguro de que sientes lo mismo que yo—me dice—. Además, quiero adquirir experiencia, para evitar falsas amistades, desiluciones o errores trágicos y la verdad es...que tampoco he tenido una novia nunca—sonríe abiertamente.
—¡¿Qué?!—grito, incredula.
—Al ser novios oficiales, eso quiere decir que nos comportaremos como los novios lo hacen, haremos todo lo que los novios hacen—enumera con sus dedos—. Iremos a citas y andaremos por la escuela como una pareja.
Se acerca lentamente a mí, pero yo estoy tan mareada que no puedo moverme ni un milímetro de donde estoy.
—Tú podrás hacerme todo lo que quieras.
Y ese, fue el último golpe que necesitaba para salir de la tierra e ir directamente hacia las nubes de la gloria y la fortuna. Sólo estoy ahí, flotando en mis sueños, siendo elevada por esas 7 perfectas palabras.
Tú podrás hacerme todo lo que quieras.
La Arys de mi interior grita internamente como nunca, y sacude los brazos mientras corre alborotada y salta sin parar.
¡No, espera!
Esto no está bien, no puedo aceptar algo tan repentino. Todo esto parece jodidamente extraño, lo veas por donde lo veas. Además, antes de seguir con esto, todavía hay algo que necesito saber, y que el ambiente de la situación me ha dado el valor de preguntar.
—Apolo, pero tú...¿Acaso sientes algo por mí?
Y con eso, Apolo deja de hablar.
—Bueno...yo...—frunce el ceño, pensativo—. Creo que eres, una amiga muy importante.
Una amiga...muy...importante.
Y con eso, la Arys interna se cae de las nubes y se estrella de cara en el suelo. Con varios clavos en el corazón, uno por cada palabra que acaba de decir Apolo.
Una amiga muy importante.
Bueno, no sé por qué esperaba una respuesta diferente. Este no es más que un simple "No" dicho con amabilidad para no herirme. Para no lastimar a su amiga.
—Entiendo—agacho la cabeza, tratando de que mi voz no se corte al hablar, y obligando a las lágrimas a quedarse en su lugar—. Pero me temo que tengo que negarme, no puedo aceptar ser tu novia, lo siento.
—¿Qué? Pero, Arys...
—¿Sabes que las personas se hacen pareja porque tienen sentimientos el uno por el otro? Y entre nosotros dos...—aprieto los dientes con fuerza—. No hay nada.
—Pero...somos amigos, ¿Acaso eso no es mucho mejor que nada?
—¡No puedes hacerte novio de alguien que no amas!—le grito.
—Lo sé, es por eso que es a ti a quien se lo pido.
Parpadeo, de nuevo confundida.
—Te estoy pidiendo esto, porque soy consciente de que es probable que termines gustandome—se encoje de hombros—. Pero no hay problema, no si se trata de ti—sonríe.
—Pero...
—¡Ya sé, pongamos un plazo de un mes!—de acerca—. Tú y yo ya nos conocemos desde hace un tiepo, seamos novios durante un mes y si al final alguno de los dos no se enamora... entonces tú terminarás conmigo.
—¿Y qué pasará con el que si se enamoró?
—Sera lo más doloroso que yo vaya a sentir en toda la vida—se agarra el pecho.
Él no tiene idea de que estoy hablando de mí.
—¿Y por qué debo ser yo la que acabe con esto?
—Pues porque yo...no podría terminar contigo—dice con dificultad—. Después de todo, eres mi amiga.
—Entiendo...—sacudo la cabeza para despejarme—. Pero aún así, esto es muy repentino, no sé si sea correcto acceder a algo así.
—¡Tengo otra buena idea!
—No me digas—lo miro con ojos entrecerrados.
—Le pedi a Luna que me prestara su dado—dice sacándolo de su bolsillo del pantalón—. Hagamos esto entonces... Si cae un número par, entonces comenzaremos a salir justo ahora.
—¿Qué? —retrocedo, a punto de entrar en pánico.
—Y si cae impar, entonces no lo seremos.
—¿Cómo puedes decidir algo tan importante con un simple juego de azar? —digo enfadada—. ¡¿Eso es lo que soy para ti, un dado?
Sí, sé que yo usé un dado para decidir si le diría mis sentimientos, pero estamos hablando de decidir el futuro de nuestra amistad. Usará un dado para decidir si nos hacemos pareja o no.
—Es justo porque es tan importante, que debo usar este dado.
—¡No, es inaceptable!
—De acuerdo, si cae par y somos novios, sólo tendrás que botarme después y ya.
Dejo de moverme.
—Eso es un buen punto—le digo—. Pero ¿En serio estás dispuesto a que tu primera relación sólo vaya a durar 5 segundos?
—Tendré que soportarlo—dice con exageración.
—Bien, ya lanza ese dado—le hago una seña con la mano, para luego cruzarme de brazos.
—De acuerdo—asiente emocionado—. Unos...dos...
¿Realmente qué espero yo de todo esto? ¿Qué es lo que quiero que pase? Si ese dado cae impar será el fin de toda esta conversación de fantasía, y las cosas volverán a ser como antes. Ahora que sé que no siente nada por mí, no estoy segura de que alguna vez vuelva a tener la intención de declarar mis sentimientos.
Yo...tal vez me sienta aún peor que antes.
Pero ¿Y si cae par? Eso significa que seremos novios.
—¡Y Tres!
¡Por favor que caiga...!
—Par.
Me quedo mirando el seis, contando los puntos negros uno a uno hasta que mi mente lo cree.
—Ha caído par—dice Apolo—. Eso significa, que tú y yo somos novios a partir de este momento—da un paso hacia mí—. A menos que vayas a terminar conmigo—lo oigo suspirar—. Yo digo que ya han pasado unos 20 segundos, así que.
Lo veo agacharse para levantar el dado.
—¿Qué es lo que harás, Arys? —me pregunta, sonriéndome con suavidad.
—Yo...
No lo sé.
Hace un momento estaba enfadada, sí lo estaba. ¿Pero como puedo enfadarme con él si ha sido sincero a cada maldito segundo? Él me ha dejado en claro sus intenciones, ha establecido condiciones a esto y me ha pedido las cosas amablemente. Y ahora, dice que somos novios.
Un momento... ¿Apolo mi novio? ¿Y pienso terminar con esta fantasía, algo que tal vez no vuelva a ocurrir hasta el día en que todas las estrellas se alíneen?
—Está bien...—murmuro, mi voz suena ronca, pero no quiero dejar en evidencia la marea de sentimientos que me abruman en este momento—. Hagámoslo.
—¡Eres increíble, Arys! —levanta mi mano y me entrega el dado, cerrándola y tomándola entre las suyas—. Lo siento mucho, espero que esto no cause nuestra primera discusión de pareja.
Dicho esto, la puerta de su salón se abre y los estudiantes comienzan a salir.
—¡Apolo, hola! —lo saludan varias chicas, a lo que él les responde con un amigable "¿Cómo les va?", para luego girarse en mi dirección.
—Te veo en el almuerzo—y con eso, desaparece, dejándome en el pasillo, con la mano levantada y las piernas hechas gelatina.
Yo me quedo estática, sin saber todavía qué rayos acaba de pasar. La gente se me queda viendo, pero yo estoy demasiado shockeada como para apenarme por eso. Así que me tomo un momento para respirar y camino lentamente a mi siguiente clase, tomo asiento hasta el frente, y dejo mi mochila en el suelo, mi mano todavía cosquillea por la sensación de las manos de Apolo alrededor de ella. Me encojo en mi asiento, y abro la mano, observando el dado que selló mi destino.
Veo las caras una a una, prestandole más atención a los dos números que más han tenido impacto en mi vida. El cuatro que me hizo venir y arriesgarme a intentar decirle a Apolo lo que siento (cosa que al final ni siquiera tuve la oportunidad de hacer), y el seis, el "Sí" que se necesitaba para hacer realidad mis sueños.
—Esto es de locos—murmuro.
Pero entonces, mientras giro el dado entre mis dedos, me doy cuenta de algo.
El 2, 4 y 6 están repetidos dos veces cada uno, en este dado sólo hay números pares. ¡Está modificado!
¡He sido completamente engañada! ... ¡Dos veces!
—No me lo puedo creer.
Apenas acaba la clase, salgo corriendo hacia la siguiente que tengo con Luna, ella ya está en su pupitre, comiéndose un brownie con nueces, y yo llego y estampo mis manos sin dañar al brownie, pero haciendo que ella se exalte y me mire extrañada.
—¿Qué pasa, te fue bien con Apolo?
—¡Esto pasa!—pongo el estúpido dado sobre su pupitre.
—Oh... ¿Te dijo lo del dado? —le da un mordisco a su brownie—. Yo se lo presté para que molestara a Daven con alguna cosa, no pensé que te lo mostraría.
—¡Lo usaste conmigo, era obvio que iba a perder!
—Lo sé, sino hubiera usado uno corriente.
—¡Me engañaste!
—Por supuesto que lo hice, eres mi mejor amiga—dice, irónica.
—¿Cómo pudiste?
—Era la única forma de hacerte decirle lo que sentías a Apolo—relame sus labios—. Y bien, ¿Cómo te fue?
En cuanto dice eso, mis brazos pierden fuerzas y de pronto todas las ganas que tenía de quejarme y reclamarle a Luna sus sucios engaños se desvanecen, y en su lugar, imágenes de Apolo y su bella sonrisa deambulan en mi cabeza.
—Yo... lo cierto es que pasó algo muy extraño.
—¿Cómo? ¿Te refieres a que Apolo actuó extraño después de que se lo dijiste?
—No... Más bien, antes de eso... Todo el tiempo—digo pensativa, mirándola con los ojos muy abiertos—. Yo ahora mismo no puedo decirlo, necesito procesarlo—la rodeo para tomar mi asiento—. ¿Te importa si te cuento todo en la hora libre? De verdad necesito pensar bien las cosas.
—Está bien, pero si no me dices lo que ocurrió entre tú y Apolo, iré en la noche a depilarte las piernas con cera... Aunque no tengas ni un solo vello—me amenaza.
—Sí, está bien... dejaré abierta la ventana por si acaso—balbuceo.
Al final, Luna termina ignorando toda la clase y lanzándome miradas que varian entre el temor y la confusión. Probablemente crea que he enloquecido, o que estoy en los inicios de una depresión monumental.
¿Cómo le explico que no se trata de ninguna de esas dos opciones?
No dejo de mover mi pie, pensando y comiéndome los pensamientos que pasan por mi cabeza como los segundos, que avanzan sin piedad hasta que la clase se acaba, y llega la hora más aterradora del día.
—Bien, tenemos esta hora libre, reunámonos con los chicos para comer.
—¡NO! —grito con fuerza, pero Luna y yo no somos las únicas en el salón, otros cuatro estudiantes que apenas se iban, o que se estaban acomodando para pasar aquí dentro su hora libre, me miran asustados.
¡Pero es que estoy tan nerviosa que ni siquiera me importa!
—¡No quiero ir a almorzar, quedémonos aquí mejor...! —empiezo a gritarle—. ¡Ya sé, hagamos dieta!
Luna abre la boca aterrorizada, y retrocede un paso, mirándome con los ojos abiertos como platos.
—¿Cómo te atreves?... ¿Yo haciendo una dieta?... ¡Eso jamás, primero muerta por exceso de azúcar! —grita indignada.
—¡Entonces pidamos un montón de comida para que nos la traigan aquí al salón!
—Buena idea, llamaré al par de idiotas de Daven y Apolo para que ellos la traigan...
—¡No hagas eso! —le quito su teléfono y lo abrazo contra mi pecho.
Luna me mira, aunque ahora más calmada, parece mucho más confundida que antes.
—Entiendo que pasó algo con Apolo antes, así que es probable que no quieras verlo.
Asiento repetidas veces con la cabeza.
—De acuerdo, dame el teléfono—niego con la cabeza—. Les enviaré un mensaje para inventarles alguna excusa, puedo decirles que no hice una tarea y que iremos al laboratorio de computo a hacerla.
Asiento de nuevo, entregándole el teléfono.
—¡Ahí están!
El teléfono se resbala de mi mano cuando veo a Daven entrando al salón.
—¡Mi teléfono! —grita Luna sumida en el pánico, pero se tranquiliza cuando este cae encima de mi mochila—. ¡Eso estuvo cerca!
Luna mira su teléfono agradecida, pero en cuanto otra voz se hace presente, ambas pegamos un brinco.
—Te dije que seguirían aquí—Apolo se adentra al salón, dándole a Daven un empujón—. Daven dijo que él invitaba la pizza hoy—dice sentándose sobre el pupitre a mi lado.
—¡Oye idiota, yo nunca dije eso!
—¿Ah, no?—ladea la cabeza—. Entonces lancemos un dado para decidir quién pagará la pizza, si cae un número par, tú la pagarás—se vuelve hacia Luna—. ¿Arys te devolvió tu dado?
—Ah...sí...
En ese momento, la cabeza de Eva se asoma por la puerta, buscando por los alrededores, y en cuanto sus ojos dan con Apolo, una sonrisa de oreja a oreja aparece en su rostro.
—¡Apolo, al fin de encuentro! —chilla, caminando hacia nosotros—. Hola chicos—nos saluda amigablemente.
—Hola, Eva.
Luna y yo sólo levantamos la mano y le sonreímos, algo confundidas por su aparición.
—Apolo, ¿Mañana vendrás a mi casa a estudiar, cierto? —le dice, acercándose a él.
Oh no, ese nudo en la garganta otra vez.
—Claro, te prometí que te ayudaría hasta los parciales—responde.
—¡Fantástico! —sonríe con los ojos cerrados—. Bueno, mi madre hará su pavo horneado especial esta noche, así que me preguntaba si te parecía ir a mi casa hoy a cenar... Puedes pasar la noche ahí incluso, si quieres, mi padre puede traernos mañana.
Aprieto los puños a mis costados, queriendo alejarme de aquí enseguida para no seguir siendo parte de esta escena.
—Vaya, eres muy amable Eva—dice Apolo, rascándose la nuca—. Pero de hecho estaba pensando en salir esta tarde con mi novia.
En mi cabeza suena un "¡Duun!", y un escalofrío me recorre entera. De pronto sentía más ganas de correr, ahora no porque quisiese buscar algún rincón para llorar, sino uno para esconderme. Para el resto de la eternidad.
Daven casi escupe el trago de energetizante que acababa de beberse, y comienza a tocer como loco mientras se hace un ovillo en el suelo. Luna a mi lado, estuvo a punto de tropezarse con sus propios pies, y ahora miraba a Apolo como si fuera un fantasma.
—¿Tu novia?—murmura Eva.
—¡¿Novia?!—exclaman Luna y Daven al unísono.
—Sí—asiente Apolo, sonriente—. Hay algo que quiero enseñarle, pero ahora me recuerdaste que no le he preguntado—suelta una risita nerviosa, para luego mirarme a mí.
Oh por todos los ciertos, ¿El en serio no piensa decirlo, o sí?
—¿Arys, estás libre esta noche?
¡LO DIJO!
—Eh... Yo...—titubeo, anonadada.
—¿Tú eres novia de Apolo?—inquiere Eva, que increíblemente, parece más sorprendida que yo.
—Sí, lo es—le responde Apolo—. Es completamente oficial.
¡Sigues hablando, no paras de hablar!
—¿Qué mierda está pasando aquí?—oigo que murmura Daven, aterrorizado.
—Arys—gruñe Luna entre dientes—. ¡¿Por qué no somos amables por una jodida vez en la vida y vamos tú y yo a comprar la maldita pizza?! —tira de mi muñeca hacia ella y me lleva fuera del salón de clases.
—Luna yo... No estoy segura de que pueda explicarlo, pero lo intentaré.
—¡Ah, claro que lo harás!
Luna después de todo, aunque es sarcástica a morir y le gusta molestar a la gente con sus bromas, no acostumbra a decir mentiras. En efecto, me llevó hasta la pizzería más cercana a la universidad, y mientras esperamos a que estuvieran listas nuestras pizzas, nos sentamos a hablar.
Lo primero que hice, fue disculparme, no tenía sentido, lo sé, pero me sentía tremendamente mal porque en todo el día me he comportado como una tonta, y es que, me siento tan estúpida por no poder actuar normal. Los nervios me ponen de un humor insoportable, y todo lo que hago es mirar que Apolo no esté cerca. Debo aclarar que no le temo a Apolo, pero todo lo que está pasando es demasiado para mi pobre e inexperto corazón, y no puedo asegurar que cuando esté frente a él no vaya a cometer una tontería que no vaya conmigo.
Así que le conté cada detalle de lo ocurrido, incluso me paré de la mesa para interpretar las poses de Apolo, y cómo me sentía yo por dentro, hasta que acabé con el acontecimiento del lanzamiento del dado y la respuesta irrevocable.
—Así que usó el dado para asegurar su plan, no creí que Apolo haría algo tan sucio como eso—dice severamente sorprendida.
—Lo sé...—chillo, dejándome caer en el asiento exhausta.
—¡Es un maldito genio! —exclama levantando los brazos para luego estallar en risas—. ¡No me lo esperaba, Apolo Drass es un bastardo, maldita sea!
—¿Cómo puedes reírte de algo como esto?
—Es que es divertido—dice entre risas—. Pero aun así...¿Eres consciente de lo que acabas de hacer?
—¿Te refieres a que dentro de un mes debo terminar a Apolo porque no se enamoró de mí, y entonces yo dejaré de creer en el amor, adoptaré quince gatos y me quedaré soltera de por vida?
—En primera, jamás te dejaré adoptar tantos gatos, tal vez un par, y yo nombraré a uno—alza un dedo—. Y en segunda, ¿Cómo estás segura de que Apolo no se enamorará de ti al final?
—¿Puedes repetir eso que dijiste? Me gustó oírlo, aunque suene a una fantasía.
—Ve esto como una gran oportunidad, serás novia de Apolo por un mes, en ese tiempo llegarás a conocerlo como ninguna otra chica... Puede que incluso no sea tan fantástico como tú piensas y lo veas sólo como un amigo... O puede que se enamore de ti también.
—Sí, o puede que termine enamorándome todavía más de él, y con un trauma en el corazón, gracias.
—¡Basta de ser negativa! —exclama—. Además, ya has dicho que sí, incluso Eva lo sabe. Tú y Apolo son novios.
"Tú y Apolo son novios".
No dejo de pensar en eso en todo el rato de regreso a la universidad, mientras cada una sostiene una caja de pizza y nos dirigimos a la cafetería del patio del campus, en donde Daven le avisó a Luna por teléfono que él y Apolo esperarían ahí.
—Oye, quiero pasar al baño antes—le digo.
—Bien, te espero allá entonces.
—Sí—sonrío, entrando al baño de damas.
¡¿Qué mierda voy a hacer ahora?!
Me libero de un poco del peso en mis hombros haciendo mis necesidades, y me acomodo un poco el cabello mientras lavo mis manos con suma lentitud, pensando en lo que haré cuando vuelva a tener a Apolo cara a cara.
¿Qué se supone que diga? Ahora Eva también sabe que somos... Novios.
—Apolo es mi novio—me miro al espejo, como muchas otras veces lo he hecho, para alentarme, tranquilizarme...e incitarme a ser más abierta con los demás.
Y ahora que ocurre algo como esto, debo buscar la forma de adaptarme y sobrevivir. Luna tiene razón, esta es una oportunidad única.
Sólo actuaré como siempre. Eso es, me comportaré normalmente y entonces poco a poco, empezaré a actuar como una novia lo hace...Después de investigar en libros e internet acerca de cómo es que se supone que debe actuar una novia.
—¡Bien!—exclamo, levantando los puños—. ¡Tú puedes Arys, ahora sal de aquí que la pizza con champiñones espera!—grito.
Tomo mi mochila mientras tarareo una canción y salgo de los baños, sin embargo, apenas abro la puerta, choco contra otra persona.
—Lo siento—murmuro, retrocediendo.
—Hola Arys—dice Apolo estando demasiado cerca de mí, con la cabeza ladeada—. ¿Lista para nuestra primera cita?
—¿Qué? —arqueo una ceja.
Pero Apolo no me responde, en vez de eso, mira algo detrás de mí, y asiente una vez con la cabeza. Un segundo después, una bolsa de tela me cubre la cabeza, y yo empiezo a gritar.
—¡¿Qué demonios ocurre?!
—Tranquila, Arys.
Me quedo quieta cuando siento las manos de Apolo sobre mis hombros, y luego su cabello rozándome la mejilla derecha, dándome un cosquilleo.
—Hoy verás algo de mí que nunca le he mostrado a ninguna otra chica—murmura en mi oído.
Continuará...
__ __ __ __ __ __ __ __
Hoy es Sábado de actualización!
Espero que hayan disfrutado el capítulo de hoy, si ha sido así no olviden dejar su estrellita y sus comentarios:)
Arys aceptó salir con Apolo, aunque sabe que sólo la ve como una amiga *se seca una lagrima*, ¿Pero qué resultará de todo esto?
Gracias por leer💙 continuará la primera cita de este par en el próximo capítulo...
Capítulo 3:
"El deporte favorito de Apolo"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top