Capitulo 41: Almas libres
El día arribó y con él, el sinsabor de una dolorosa noticia. Durante la madrugada, Hobson había soltado su último suspiro, el último aliento que lo amarraba a este mundo y nadie se había enterado. No fue sino hasta la mañana, cuando debía tomar sus medicinas, que Harry y Alex descubrieron la fatal escena
—Buenos días padre— Dijo Harry entrando al cuarto con un charol, cargando su vaso con agua y el par de pastillas que debía tomar— espero que hoy te sientas un poco mejor
El cuerpo inerte de Hobson yacía sobre su cama mientras Harry continuaba a la espera de una respuesta
—Has dormido mucho papá, es hora de despertar—dijo el joven acercándose para besar la frente de su padre como solía hacerlo cada mañana, sin embargo, ese día no recibió más que un fuerte corrientazo, al posar sus labios sobre la helada frente del cuerpo de su padre
—¡Alex!—gritó Harry con desespero al sentir la gélida piel de Hobson y al intentarle hacer despertar sin obtener ningún resultado— ¡Mi papá, Alex ven!— decía en medio de los grito con el cuerpo de su padre entre sus brazos
La joven peli roja, quien se encontraba terminando de cambiarse para tomar el desayuno con su amado novio, corrió hacia el cuarto del lado al escuchar el grito escalofriante de Harry
—¿Qué ocurre?— preguntó ella entrando de ipso facto a la habitación, pero sus ojos ni siquiera esperaron una respuesta para comenzar a llorar. Harry abrazaba con fuerza a su padre, sin provocar una mínima reacción, sin provocar un pequeño suspiro— Iré de inmediato por Emma y Jacob, no vayas a hacer nada—Pidió la joven angustiada—
Tan pronto como los nervios y la tristeza se lo permitieron, Alex corrió como pudo hasta la casa grande y con desespero y fuerza tocó el timbre para que despertaran
—¡Emma, Jacob—gritaba ya llorando y con su voz quebrada— es Hobson, ocurrió algo terrible
Jacob corrió al escuchar el desespero de la joven y tras él bajaron corriendo Emma y Cassandra
—¿Qué pasa?— preguntó Jacob abriendo la puerta rápidamente
—es Hobson—respondió Alex envuelta en llanto— ha muerto
Emma sintió como todo su mundo caía en pedazos, pues el hombre que había sido casi un padre para ellos, los había dejado. Una sensación de pesadez invadió su cuerpo y de inmediato sus piernas comenzaron a flaquear, la noticia fue tan impactante, que no tuvo siquiera manera de sostenerse en pie
—Emma cariño—Dijo Jacob atrapando a la joven antes de que cayera al suelo—¿estás bien?—preguntó angustiado
—¿Cómo es posible?—preguntó la joven aferrándose con fuerza a los brazos de su esposo mientras este la sostenía para que no se desplomara— hace tan solo unas horas estábamos compartiendo una cena juntos ¿por qué nos hizo esto? ¿por qué nos dejó?—reprochaba con dolor al saber que un gran amigo había partido
—¿Dónde está Harry?—preguntó Cassie preocupada
—En el cuarto junto a su padre—respondió Alex—
Todos dieron marcha hacia la casa dónde vivían todas aquellas personas que continuaban sirviendo a la familia Lexington, incluidos Hobson y Harry. Al llegar, el paisaje fue desolador, ya todos se habían enterado de la triste noticia, Harry con su llanto había despertado a cada una de las personas, y todos se encontraban reunidos lamentando la partida de un gran amigo
—Raquel ¿Dónde está Harry?— preguntó Emma a la mujer que tenía un gran parecido a Maggie—
—él está en la habitación—respondió ella llorando— Todos lamentamos esta gran perdida señorita, Hobson siempre fue como un padre para cada uno de los que vivimos aquí
Emma y los demás caminaron de prisa hacia el cuarto para encontrarse con la inconsolable imagen de un hijo llorando a su padre
—Harry— dijo Emma acercándose al joven que lloraba sin consuelo alguno recostado en el pecho de su padre desvanecido en la cama— lo lamentamos tanto como tu, ni siquiera tengo palabras para decirte cómo me siento, pero sí puedo asegurarte que comprendo a la perfección esto que estás sintiendo. Hobson era para nosotros como un padre, estuvo conmigo no solo en esta vida, el pasado que viví con él es un tesoro que voy a guardar por siempre en mi corazón
—¿Por qué se tenía que ir?—preguntó el rubio abrazando a Emma intentando encontrar consuelo— por qué ahora que las cosas estaban tan bien
—él mismo nos lo dijo, ya había completado su misión aquí, pero te aseguro que hay una eternidad esperándonos a todos para reunirnos—Dijo Emma, recordando su muerte en el pasado— y cuando nos reencontremos, seremos felices en nuestra gran mansión, rodeados de aquellos a los que amamos
Harry lloró tanto como le fue posible, pues lamentaba haber perdido a la persona que más amaba en el mundo, por quien era capaz de dar su vida con tal de salvarle. Sin embargo, en medio de su dolor, comprendía que su padre ya estaba preparado para ese día, hablaron de eso innumerables veces, pero jamás estuvo preparado para que ese momento llegara.
Horas después dieron sepultura al hombre que por tantos años guardó amor, fidelidad y respeto por la familia Lexington, aquel que educó un hijo para convertirlo en un gran hombre, aquel que sabía perdonar. El pueblo entero se reunió en el cementerio junto a la iglesia para despedir al gran hombre que fue Hobson, un buen vecino, y el más responsable, el encargado del cuidado de la hermosa y misteriosa mansión.
—Tu padre fue un gran hombre Harry—dijo Jacob abrazando al joven rubio que se encontraba de pie con su traje negro y una rosa en la mano, ante la tumba de su padre — su recuerdo vivirá por siempre con nosotros, la mansión está impregnada de su esencia, cada flor, cada rincón tiene una parte de él
—Lo sé—respondió con voz quebrada— pero aún así no dejará de doler nunca
Mientras Jacob y Harry despedían a Hobson en su tumba, Emma, Cassie y Alexandra recorrían aquel viejo cementerio con millones de lápidas antiguas
—Nuestros padres venían seguido aquí—Dijo Cassie recordando las numerosas veces en las que en el pasado, había visitado en compañía de sus padre, la tumba de su hermana Elizabeth— cada aniversario traían rosas frescas y hermosas para ti
—es verdad—respondió Emma— nuestras tumbas están aquí—dijo recordando que en el pasado había muerto— ¿sabes dónde está mi...tumba?
—Claro, vamos—respondió Cassie avanzando por uno de los caminos del extenso jardín
Al llegar, el lugar estaba levemente florecido, la tumba vieja estaba cubierta por musgo, sin embargo los nombres eran completamente legibles "Elizabeth Lexington 1854 - 1870"
— Es aquí—señaló— nuestras tumbas están juntas, al igual que la de nuestros padres
—Parece mentira que estemos visitando este lugar—Dijo Alexandra— me remuerde pensar que fui yo la causante de toda esa desgracia
—No lo hagas Alex—Dijo Emma—Ya no hay por qué lamentarse del pasado, hemos corregido nuestro presente y es lo que importa
Justo en aquel instante, tres mariposas monarcas aparecieron frente a las tumbas de Elizabeth, Emilie y Abigail, que casualmente se encontraba detrás de la tumba de las hermanas, y al verlas, iniciaron una hermosa danza entre ellas, era magia velas volar con tanta elegancia y majestuosidad, tres pequeños seres cautivaban con su aleteo a las ahora amigas
—Esa es la prueba de que el pasado ha quedado atrás—Dijo Emma—ya no hay nada que perdonar, ya no hay nada por lamentar
Las tres mariposas terminaron lentamente su danza y se posaron sobre las lápidas de cada una de las jovenes, sus almas pasadas estaban viendo a sus cuerpos presentes, dejándoles claro que todo había quedado atrás y que eran libres para vivir una nueva vida
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