El camino a casa para Alexandra no fue nada fácil, las imágenes de ella misma enterrando un puñal en el vientre de Emma no dejaban de darle vueltas  a su mente y el temor la invadía cada segundo al recordar la cara de satisfacción que tenía al haber realizado aquel macabro crimen. 

—Esa no soy yo—se repetía una y otra vez mientras conducía, intentando no perder la vista del camino— no puedo ser yo, jamás fui eso y jamás lo seré—renegaba mientras las lágrimas caían por sus mejillas, destruyendo a su paso el maquillaje que llevaba aquel día.

Al llegar de nuevo a su casa, en Brompton Road, Alexandra bajó de su auto y corrió como si alguien la estuviese persiguiendo, hasta su hogar intentando encontrar refugio. Lo que había visto la tenía atemorizada, había provocado en ella un terror inigualable.

—Jacob —decía abrazando sus piernas sentada en su cama— yo jamás haría algo para dañarte—repetía en medio del sollozo— jamás te lastimaría a ti o a cualquier otra persona. Debes saberlo, debes saber que jamás podría lastimarte

La joven en medio de su desespero, corrió hacia el recibidor y tomó el teléfono para intentar comunicarse con el hombre al que le guardaba tanto cariño, pero le fue imposible. 

Durante años, los jovenes vivieron cerca el uno del otro, Jacob había recordado su vida pasada por completo, incluyendo la maldad de Abigail, a quien había reconocido inmediatamente tan pronto como vio por primera vez a Alexandra; desde entonces, supo que debía permanecer cerca para evitar a toda costa que Emma, a quien todavía no había hallado y la joven peli roja, volvieran a encontrarse. Con el tiempo, Alexandra fue demostrando que Abigail no era quien habitaba en su corazón, era una joven dulce, sincera y compasiva, en ella no había una mínima sombra de lo que tenía el corazón de Abigail en el pasado. Incluso compartió con ella la historia de su amor, dejándole claro que su corazón ya estaba ocupado por alguien y que no había espacio para otra persona. Sin embargo, al encontrar a Elizabeth o Emma, las cosas comenzaron a cambiar poco a poco, Alexandra se volvió posesiva con Jacob, demostrándole que la joven que tanto daño les había hecho un siglo atrás, estaba intentando regresar de a poco. Al descubrir que la mujer a la que había buscado por tantos años, se encontraba viviendo en un barrio cercano a él,  Jacob decidió mudarse, dejando en Brompton Road a Alexandra, con la intención de evitar que llegasen a tener algún encuentro que terminara convirtiéndose en desgracia. Pero una vez más, la joven de largos cabellos rojos, intentaba no alejarse de la única persona a la que le guardaba tanto cariño. No se mudó a Kensington, pero hacía hasta lo imposible por estar cerca a él día tras día. 

Jacob jamás le dio aviso a Alexandra cuando se mudó a vivir con Emma, para él, su mayor objetivo, era mantenerlas lo más alejadas posible, con el fin de que aquel infortunio no se volviera a repetir, pero por alguna razón, las vueltas del destino terminaban juntándolos siempre en algún punto.

—¿Dónde estás Jacob?—Se preguntaba Alexandra mientras el teléfono repicaba sin obtener ninguna respuesta— debes saber que nunca te haré daño

Después de insistir varias veces, la joven se dio por vencida y colgando el teléfono subió de nuevo hasta su cuarto con la esperanza de poder descansar después de horas de llanto, y misteriosamente lo logró, después de haber soltado todo con su llanto, durante el tiempo que estuvo dormida, no tuvo ninguna clase de sueño, por fin logró descansar.

Los días comenzaron a pasar  y la boda de Emma y Jacob cada vez estaba más cerca, estaban a solo tres semanas de suceso y los nervios eran cada día más fuertes. 

—No puedo creer que falte tan poco para convertirme en tu esposa—Dijo Emma a su amado mientras un sábado por la mañana, caminaban tomados de la mano por Hyde Park  y de fondo, en alguno de los cafés cercanos, se escuchaban  los Beatles—

—cuento los días para estar unidos de nuevo y poder vivir a tu lado todo lo que en el pasado no pudimos—respondió Jacob con amor en su mirada mientras observaba a  la mujer que tenía a su lado—

—soy muy feliz August—confesó Emma— 

—Solo una vez  me llamaste por mi antiguo nombre—dijo el joven sorprendido— ¿a qué se debe?—preguntó curioso—

—A que quiero que tu, Jacob y August, lo sepan, que tanto el pasado que amé, como mi presente, al que amo, me hacen plenamente feliz, que no podría haber elegido a alguien más para compartir mi vida por toda la eternidad

Una voz conocida se hizo presente en el momento, interrumpiendo la hermosa confesión de amor que Emma estaba haciendo

—Hola Jacob—dijo Alexandra con un suave tono de voz, mostrándose apenada al acercarse a ellos—

—Alexandra, ¿Qué haces aquí?—preguntó el joven—

—Vine a decirte que no quiero que pienses que soy capaz de hacerte daño —confesó la joven dirigiéndose a la pareja— a ninguno de ustedes. No quiero que piensen que yo, Alexandra, soy capaz de mover un dedo para perjudicar a alguien. Jacob está en mi corazón y lo quiero como él no puede imaginarse, y tu, aunque no lo creas, no te odio, desde siempre supe que eras la mujer que ocupaba el corazón de él.

—¿por qué dices eso?—preguntó Emma intentando acercarse a la mujer— 

—porque temo que por lo que ha ocurrido, lleguen a pensar que quiero hacerles daño y yo, Alexandra Evans, jamás lo haría

La joven no dio tiempo ni a una respuesta ni a una sola pregunta más, solo continuó su camino como si jamás los hubiese detenido. Había dejado claro que ella, la que era en esta vida, no tenía en su corazón, la maldad que pudo llegar a tener en el pasado. Sin embargo, algo dentro de ella le decía que un mal suceso estaba por ocurrir

—Jacob ¿crees que Abigail siga siendo tan mala como lo fue en el pasado?—preguntó Emma después de aquel encuentro inesperado con la joven—

—No lo sé querida—respondió perplejo Jacob al ver la actitud de la que en algún momento fue su amiga, en el pasado y en su presente— Alexandra y Abigail son dos personas completamente diferentes, Alex es bondadosa, con un corazón sincero y bello, Abigail por su parte, siempre intentó serlo, sin embargo la soberbia y la ambición  terminaron ganando, pero incluso sabiendo que son un poco diferentes no podría confiar completamente en ella, Alexandra no ha tenido su despertar, probablemente su yo del pasado quiera manifestarse ante ella de alguna manera, abrirle los ojos, y eso no puede ser bueno. Si llega a ocurrir y Abigail vuelve a despertar, no creo que haya vuelta atrás

—¿por qué no me acompañas a ver a Bonnie? —sugirió Emma curiosa por saber que podría pasar y con la intención de poder estar preparada— ella puede darnos información clara sobre lo que puede o no ocurrir

Juntos, Emma y Jacob se dirigieron al consultorio de Bonnie, buscando tener un poco de ventaja sobre lo que fuese a ocurrir. 

—¡pero que alegría verlos!— dijo Bonnie emocionada al abrir la puerta de su consultorio— ¿Qué los trae por aquí?—preguntó curiosa—

—¿Cómo estás?— saludó Emma— estábamos cerca dando un paseo y quisimos venir a darte un saludo y... a hacerte una pequeña consulta sobre algo

—claro que sí, entremos, vamos a hablar tranquilos

Una vez cerrada la puerta, Emma empezó a contarle a la joven lo que los inquietaba

—Bonnie, hay algo que queremos saber—dijo— en nuestra vida pasada, trágicamente fuimos separados por una persona llena de maldad, de odio y de envidia, en la noche de nuestra boda, esa mujer acabó con mi vida, Jacob acabó con la de ella y...—pensó Emma al no saber cómo había muerto su amado— ¿Cómo moriste?—preguntó curiosa—

—El padre de Abigail acabó conmigo al ver como yo, destruía a su hija en frente de todos—respondió Jacob—

—Qué trágico final—sentenció Bonnie— y ¿Qué es lo que les inquieta?

—Que la persona que nos hizo daño, está caminando entre nosotros, en ocasiones se comporta como la mujer del pasado, pero otras, es alguien totalmente diferente, buena y bondadosa—respondió Jacob—

—¿Quieren saber si ese trágico final volverá a repetirse?—preguntó Bonnie—

Emma y Jacob se miraron con complicidad y apretaron sus manos con algo de duda y temor

—Sí Bonnie—respondió Emma— Queremos saber si debemos estar preparados para vivir la tragedia de nuevo o si vamos a poder ser felices juntos por fin

Bonnie guardó silencio mientras analizaba todo lo que había escuchado, dándole suspenso al momento antes de dar una respuesta

—Por lo que me están contando, es muy probable que la tragedia suceda una vez más, pero... la mujer que ha reencarnado no es la misma, aquella que les hizo daño en el pasado, no es exactamente la misma que ven hoy. El destino, la vida o quien sea que se encarga de dar segundas oportunidades, le dio a ella la posibilidad de corregir su camino ¿saben si ella tuvo su despertar?—preguntó Bonnie

—Hasta ahora no lo sabemos, hoy tuvimos un encuentro bastante desconcertante. Juró que ella jamás nos haría daño—respondió Jacob—

—Eso significa que ha comenzado—continuó Bonnie—su pasado y su presente se encuentran en una lucha, es muy probable que ella haya tenido un encuentro con la mujer perversa que era hace un siglo, sin embargo, si el pasado hubiese vuelto a ella, la tragedia ya estuviera sucediendo

—¿eso que significa?—cuestionó Emma—

—Al parecer la vida te da la posibilidad de "enmendar " lo que en un pasado hiciste mal, eso quiere decir que en este momento, ella debe elegir entre ser la bondadosa mujer que ha sido hasta ahora o dejar que la maldad del pasado se apodere de ella y que la transmigración se complete.

—¿ella sabe que es Abigail?—preguntó Jacob—

—puede saberlo, pero no aceptarlo, al no aceptarlo la transmigración no se logra en su totalidad, como tu Emma, con Elizabeth, quienes se reconocieron aunque el sufrimiento hizo parte de sus vidas, se aceptaron con todas las tragedias que acarrearon y al final reconocieron en el pasado y en el presente, la promesa que hicieron. Si la joven no acepta su pasado y se niega a repetirlo, la tragedia sí se puede evitar

Emma y Jacob soltaron un suspiro al saber que su tragedia probablemente no sucedería, sin embargo ninguno sabía lo que el destino tenía preparado.

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Buenas buenas amores,

Espero se encuentren muy bien. Primero que todo, quería desearles una feliz navidad. Quería darles este capítulo como regalo, pero por motivos familiares, el tiempo se me hizo corto y al final, decidí publicarlo hoy. De cualquier forma, aquí estoy y espero de corazón que hayan pasado una navidad muy feliz al lado de sus familias. Como segunda cosita, les informo que durante toda esta semana estaré publicando capítulos. Estamos a pocos capítulos de terminar esta hermosa historia y quiero darles unos varios capítulos emocionantes para que disfruten bastante en esta época de vacaciones y fin de año.

No siendo más,  eso es todo por hoy, les mando un super beso y un gran abrazo

y nos leemos pronto.