Capitulo 10: incertidumbre
-¿Disculpa? -dijo la mujer volteando rápidamente al escuchar que se referían a ella- ¿ a caso te conozco?
Emma estaba frente a la mujer, inmóvil, estática, su cabeza daba vueltas preguntándose quién era ella y por qué le causaba ese profundo temor
-¿Te encuentras bien?- preguntó tratando de acercarse a Emma al ver en su rostro una expresión de miedo, pues aunque quisiese ocultarlo, el pavor que estaba sintiendo era imposible disimularlo
-Discúlpame-respondió la joven alejándose e intentando fingir que se había confundido, aunque en el fondo lo hubiese hecho más por instinto, algo dentro suyo le decía que saliera de allí— creí ver a alguien que conozco, pero lamento haberte confundido — respondió buscando evitar la mirada de la mujer
-no hay problema -dijo y regresó a lo suyo
-aquí tienes tu café- escuchó Emma a la joven mesera que llamaba en la barra para que recibiera su pedido
-Te agradezco, que tengas buen día- contestó, y agradecía a los cielos no haber permanecido un minuto más en presencia de aquella mujer, no tenia la más mínima idea de quién era, pero verla había provocado en ella un fuerte dolor de estómago.
Todo lo que estaba ocurriendo estaba empezando a tornarse oscuro, entre más días pasaban, Emma más confundida se sentía, cada persona nueva que llegaba a su vida era como una bomba cayendo del cielo y destrozando todo a su paso. La incertidumbre por saber que era lo que estaba ocurriendo, estaban provocándole un gran malestar. Muchas veces intentó buscar ayuda de un especialista, pero el temor a ser rechazada no se lo permitía, era consciente de que todo lo que estaba sucediendo no era común. Conocer a Jacob había despertado en ella un millón de sensaciones, sentía que lo conocía y que de alguna manera su alma estaba unida a la de él, pero ¿por qué?, solo era un extraño hombre con el que había coincido un par de veces en algunos lugares, pero la aparición de esta mujer lo estaba poniendo todo de cabezas. Jamás había experimentado tal temor al ver a alguien, mucho menos, a un completo extraño. En otras circunstancias hubiera culpado a su trabajo, constantemente la demanda de tareas en el diario se tornaba abrumadora, hubiese podido culpar al estrés, pero no, Emma sabía que aquella sensación era nueva, y solo llevaba un día de trabajo después de sus vacaciones, no tenía sentido decir que estaba estresada cuando había pasado dos semanas y media haciendo absolutamente nada.
Al llegar de nuevo a su oficina en Kensington high street intentó continuar con su día como si nada hubiese ocurrido, reviso los pendientes que habían surgido durante los días en los que no estuvo, leyó una que otra carta de sus lectores intentado apartar la cabeza de aquello que no la dejaba tranquila y quiso, como todos los días, disfrutar de su café, pero aquel día, ese café no tenía el mismo sabor
-¿Estás bien? te noto distraída- preguntó Cassandra, mejor conocida en el bajo mundo como Cassie, su mejor amiga desde la universidad y ahora su compañera de trabajo
-Cassie ¿alguna vez te pasó que viste a alguien por primera vez y de inmediato sentiste como que ya lo conocías?—preguntó Emma intentando encontrar una respuesta a lo que ocurrió—
-uy ¿un nuevo enamorado? -respondió a modo de broma
-¡NO! -contestó Emma sonriendo a lo que su amiga insinuaba- dime, ¿te ha pasado?
-pues pasarme pasarme, realmente no, aunque con mi anterior novio tuve una conexión de otro mundo, como si ya hubiéramos estado juntos, hasta que llegó la otra, que también era de otro mundo y todo terminó, éramos un universo completo
-Ay Cassie, por favor, esto es serio- dijo para que por fin dejara de bromear con lo que le decía, Cassie era buena y trataba de tomárselo todo con la mayor calma posible, pero en ese punto, la calma era lo que menos hacía parte de Emma, incluso pensaba que ya no contaba con el don
-Bueno ya, mira, realmente no me ha pasado, pero hace mucho leí que cuando estabas con alguien y sentías mucho apego hacia esa persona o algo especial y cuando digo especial me refiero a una sensación diferente, sea buena o mala, es porque son almas de vidas pasadas que llegaron a tu vida para terminar lo que dejaron inconcluso
-¿y eso es verdad?- preguntó recordando a la vez cada sensación que Jacob y la mujer del café le habían provocado
-no lo sé, pero si crees en la reencarnación, puedes apuntar a que es real ¿por qué, con quién te pasó?
-En vacaciones conocí a alguien y te juro, pasaron cosas muy extrañas, él dice que vive cerca a la calle en la que vivo, pero yo jamás lo había visto, un día pasó algo realmente particular, me puse a llorar cuando me dijo el nombre de su esposa
-Emma no seas ridícula, que vergüenza- contestó Cassie avergonzada al escuchar la locura que Emma le estaba diciendo - ¿lloraste frente a un desconocido porque te dijo el nombre de su esposa?
-algo así, después dejé de verlo y comencé a sentir un vacío en el pecho
-¡¿te enamoraste de un hombre casado?!
-¡¿qué?! ¡no! Jacob no es casado, bueno, lo era- respondió dudosa, pues en realidad no sabía nada sobre él, de Jacob solo conocía su nombre y el dato curioso de vivir cerca al vecindario de Emma
-peor todavía, no estás segura -dijo Cassie-
-Ay Cassie, ese no es el punto, el punto es que no me pasó solo con él-
-Ya decía yo, estuviste de enamorada durante todas las vacaciones, cuéntame cuantos fueron, con razón sentías un vacío- dijo en broma Cassie, quien hacía lo posible por darle un giro a las historias al notar la incomodidad en las personas, mucho mas en Emma, que era como su hermana-
-¡¿qué?! ay por favor Cassie, por quién me tomas- respondió Emma- escúchame, no estoy enamorada de Jacob y no tuve ningún amor en las vacaciones, cuando lo conocí a él, las sensaciones fueron muy extrañas y después de eso pasaron cosas que no sé como explicarte, constantemente tenía sueños con un hombre, alguien a quien yo amaba mucho, después comencé a soñar con lugares y después en esos sueños la sensación dejó de ser buena y tranquila para convertirse en algo angustiante. pero aquí viene algo mucho más raro, esa misma sensación de miedo y angustia la tuve hoy en la mañana mientras venía, en la cafetería encontré a una mujer que sinceramente me daba miedo, no pude reaccionar frente a ella, pasó lo mismo que con Jacob, sentía que ya la conocía, pero daba terror, y te juro que nunca antes la había visto
-Emma ¿no estarás volviéndote loca?
-Cassie- dijo la joven rodando sus ojos al notar que su amiga intentaba tomarse todas sus historias a modo de chiste- si no vas a tomarme en serio para qué te cuento lo que me pasa
-No te enojes Emma, solo lo digo para hacerte mas tranquila la charla, ve nada más como te tensionas contándome todo esto. Mira, todo es muy raro y si nosotras por nuestra cuenta tratamos de buscar respuestas, te aseguro que nos vamos a terminar creando un lío, pero para tu fortuna, tengo un contacto que creo, nos puede ayudar.
-¿ah, sí?- preguntó sorprendida al ver que Cassie sacaba de su bolso una pequeña tarjetita
-Toma, ella es Bonnie
-¿Bonnie, ese es su nombre? —cuestionó —
-Lo es, no le des importancia a eso, es realmente buena en lo que hace, trabaja haciendo hipnosis regresiva, con eso puede curara enfermedades que los médicos no pueden detectar. Podrías agendar una sesión y ver que pasa
-¿te parece que deba hacerlo?- contestó Emma recibiendo la tarjera, pues aunque no era muy creyente de todo lo que aludía a cosas de otro plano, en la situación en la que se encontraba, estaba dispuesta a aceptar lo que fuese que le ofrecieran como ayuda -
-si, pero no todavía, deberías conocer un poco más a este chico Jacob, puede que sean solo cosas tuyas— dijo Cassie aconsejando a su amiga—
-¿de verdad crees que deba tratarlo más?
-por supuesto, así sabrás cuales son sus verdaderas intenciones, a demás un amigo nunca sobra, quien dice que no es el amor de tu vida- dijo para luego dejarla sola en su escritorio-
Jacob- pensó recordando los pocos momentos que habían compartido- qué será de ti
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