Eran muy pocas las cosas que podían sorprender a Andy, pero lo que había sucedido era una ellas. Miró con curiosidad a Roger, sabía qué estaba haciendo ahí pero no se imaginó que fuese capaz de ir a buscarlo. No al menos tan pronto.

Roger lo saludó con una mueca y Andy caminó hacia él.

—Hola—le dijo, Andy le sonrió con la boca cerrada.

—Vienes a hablar de Mike—habló, Roger lo miró y asintió.

—Creo que fui muy obvio—rio—. ¿Podemos ir a otro lado? No quiero quedarme aquí al frente de tu trabajo.

Andy asintió y comenzó a caminar por la acera sin rumbo.

—La primera vez que vi a Mike fue en la cola para comprar café en la universidad—inició Roger—, él llevaba unas ojeras como si no hubiese dormido por días y si veías sus ojos podías confírmalo. Se veían tristes y cansados, como si algo le faltara. No me costó mucho tiempo para que me confesara lo que sucedía: le faltabas tú.

»Te habías ido dos semanas antes de verlo y él no sabía qué hacer con todo eso; pero no lo supe sino varias semanas después, cuando logré ganarme su confianza por completo. Ese día supe que me gustaría demasiado como para que me importase todo lo que le pasaba. Mike es un chico maravilloso y sabe cómo cautivarte al instante.

—Lo sé, me sucedió lo mismo cuando lo vi—confesó—. Él estaba en la biblioteca cuando lo vi, fingí que se le había caído un lápiz sólo para hablarle. Lo vi y pensé: «Oye Andy, ese chico tiene algo diferente, no pierdas tu oportunidad de conocerlo».

Andy sonrió recordando ese día. Levi lo había convencido en ir a hablarle porque tenía ciertas dudas en si él correspondía a sus gustos.

—No estaría mal quedarnos un rato aquí—señaló Roger el local de La Clave de Sol—, es mejor que estar dando vueltas sin rumbo.

Andy no se quejó ni aceptó, sin embargo su silencio fue tomado por Roger como un sí. Roger caminó hasta el negocio y entró, saludó a la chica de la caja y luego se acercó a una de las mesas vacías del local. Andy sólo siguió sus pasos.

— ¿Sabes por qué me gustó Mike? —Andy negó—. Porque tiene un alma hermosa, sufrió mucho cuando estaba en la secundaria, los chicos "populares" —hizo un movimiento con sus manos—, vivían molestándolo pero él supo llevarlo. Cuando te alejaste de él, regresó el chico indefenso que se dejaba manipular por los populares, tenía dudas de sí mismo, creía que no era lo suficientemente bueno como para que alguien lo amase. Quise hacerle ver que todo era mentira, que yo lo amaría incluso cuando todos se vayan.

»Para mi sorpresa aceptó salir conmigo la primera vez que lo invité, realmente creí que me iba a rechazar y alejar de mí, pero él quiso despejar su mente de todos los pensamientos que lo mataban a diario. Alejarse de ti, de lo que habían tenido. Sufría porque lo habías abandonado con sólo una carta, una carta que me leyó miles de veces.

Andy bajó la mirada y se tomó de las manos.

—Mike, quiero escribirte esta carta para sentirme que por fin he culminado con una etapa en mi vida—comenzó a hablar, Roger frunció el ceño.

— ¿Te la sabes?

—Escribí el inicio más de diez veces, no sabía cómo decirle adiós—suspiró—. Pude haber escogido a los dos.

— ¿A qué te refieres? —Andy negó y sólo quitó la mirada de él.

— ¿Cómo están ustedes? ¿Lo estás tratando bien?

—Sé que sucedió algo entre ustedes—le dijo—. No soy tonto, Mike estuvo todo el día actuando extraño. ¿Qué pasó?

—No pasó nada—respondió—. Él está contigo y yo no me meto en esas cosas.

—Es gracioso que lo digas porque desde que estoy con Mike, tú siempre te has metido en esas cosas— dijo afligido, apretó su mano en un puño pero lo soltó al instante relajándose—. Vivo bajo tu sombra desde que lo conocí. Andy habría hecho esto, Andy hacía esas cosas, Andy seguro que me hubiese dicho esto o Andy ama lo otro. Siempre eras tú y cuando regresaste, fuiste tú con más potencia, no te mencionaba pero sabía que se moría de ganas de hacerlo. Podría decirse que soy un tonto por quedarme a su lado, pero él me necesitaba. Yo también lo necesitaba, me entendía de cierto modo.

»Mis padres saben desde hace mucho que me gustan los chicos, mi mamá al principio no le agradaba mucho eso, en cambio mi papá se lo tomó demasiado bien; la relación que Mike tiene con su papá es igual a la mía, de cierto modo entiendo lo que pasa y a veces incluso pienso que si yo hubiese pasado por la separación de ustedes, no habría podido salir vivo de esa. Él es demasiado fuerte, sabe que puede salir adelante.

—Lo amas, lo amas demasiado—Roger le mostró una sonrisa cerrada.

—Tú y yo nos parecemos demasiado, Andy.

—Compartimos los mismos gustos por los hombres—intentó bromear.

—No hablo de Mike—le dijo—. Si lo quieres como pienso que lo haces, sabrías que estar cerca de él sólo lo lastima.

Andy frunció el ceño pero prefirió no decir nada. Sabía que de cierto modo eso había causado antes pero las cosas eran diferentes ya. Él estaba cerca porque quería quedarse, no irse nuevamente.

—Quiero que te alejes de él.

—No pienso hacer eso.

—No era una opinión, es más una orden.