Penny

¡No puedo creerlo! Las chicas de Twice me invitaron a una pijamada en su casa, todavía estoy en shock.

Desde que llegué de Londres, no he tenido oportunidad de ir a una pijamada, pero las chicas de Twice me han acogido como la décima integrante, son tan amables, divertidas y talentosas.

- Será una pijamada épica, habrá karaoke, películas, juegos de mesa y por supuesto mucha comida chatarra. ¡No puedo esperar!.- dijo Nayeon muy emocionada.

Llegué a la casa de las Twice cerca de las 7 PM, las chicas me recibieron con gritos de alegría y me abrazaron con fuerza.

Comenzamos la noche con una sesión de karaoke, todas cantamos nuestras canciones favoritas, entre ellas varias de Twice y Stray kids, sin importar si desafinábamos o no, lo importante era divertirnos.

Después, vimos El conjuro que nos sacó muchos sustos y gritos, nos acurrucamos en el sofá tapadas con cobijas. Luego de la película, jugamos UNO hasta que se nos cansaron los ojos, nos reímos hasta que nos dolió el estómago.

Finalmente, llegó el momento de la comida chatarra, comimos pizza, papas fritas, helado y todo tipo de dulces, comimos hasta que no hubo cupo en la pancita.

Mientras comíamos, hablamos de todo tipo de cosas: nuestros sueños, nuestros miedos, nuestra relación con Stray kids, me sentí tan cómoda y segura con ellas que les conté de mi pasado entre Nueva Orleans y Corea del Sur y sobretodo mi relación con Seungmin.

Ellas me escucharon atentamente y me dieron consejos, Dahyun me dijo que no me rindiera en el amor y que el hilo rojo del destino me guiaría hacia Seungmin siempre.

La noche se fue volando y finalmente llegó la hora de dormir, nos acomodamos en el suelo de la sala de estar, con sacos de dormir y almohadas.

Antes de dormir, les dije a las chicas lo mucho que significaban para mí, les di las gracias por su amistad y por hacerme sentir como en casa.

Todas me abrazaron y me dijeron que yo tambien era importante para ellas, me sentí tan afortunada de tenerlas en mi vida.

Cerré los ojos y me quedé dormida con una sonrisa en la cara. Sabía que esta pijamada sería una de las mejores noches de mi vida.