Penny.

Hoy tenía planeado ir a cenar con Seungmin, pero me llamó y me dijo que hubo un cambio en sus planes y mejor me invitó a comer.

Estábamos comiendo cuando en eso salió el tema de la boda. Como la agencia le había organizado una despedida de soltero, los chicos decidieron organizarle una personal a pocos días de la boda.

- Entonces, ¿Tú y los chicos van a regresar la noche anterior a la boda?.- le pregunté.

- Si mi amor, pero es que con todos los preparativos de la boda y la agenda del grupo no hemos tenido tiempo personal para el grupo, necesito además tiempo para mi, para reflexionar sobre la nueva vida que vamos a empezar juntos.- me dijo comprensivo.

- Bueno, si es por eso lo entiendo, qué bueno que seas así y que le des la importancia que tiene iniciar un matrimonio, aunque seamos jóvenes.- le dije en tono de apoyo.

- Ya solamente paso a ver a mi hermana y nos vamos directo.- me dijo para después besar mi mano.

- Oye que buena onda, que los chicos y mis amigas, especialmente Changbin y Feifei se hayan hecho novios. ¿Sabes una cosa? Hay que pedirles que entren juntos a la iglesia y que ambos nos pongan el lazo. Yo siempre supe que Feifei quedó fascinada con Changbin y él a pesar de tener esa personalidad "oscura" tenía un lado tierno.- confesé.

Pasó el tiempo, Seungmin pagó la cuenta y me fue a dejar a la boutique donde ya estaba esperándome Feifei y el resto de mis amigas.

- Ahora si te tardaste, ¿Estabas con Seungmin?.- preguntó Feifei.

- Si, no pensaba verlo hasta hoy en la noche, pero luego me habló y me dijo que había un cambio en sus planes y me invitó a comer.- expliqué.

- ¿Y a qué se refería con un cambio en sus planes?.- preguntó Hye-jin.

- Pues los chicos a dos días de la boda decidieron irse a Jeju para hacerle su despedida de soltero.- respondí.

- Pues, ¿Qué no se la habían hecho ya?.- preguntó asombrada Dan-oh.

- Si, pero esa fiesta fue la que le hicieron en la empresa, ahora le quisieron hacer una al puro estilo de Stray Kids.-contesté.

- A lo mejor se la hicieron porque la mayoría de los novios se ponen muy nerviosos a los pocos días de la boda y la hicieron para quitarle del todo los nervios.- comentó Myeong.

- Porque es más que claro que se le acaba la soltería para siempre a ese hombre y pensar que va a estar casado con alguien que impresiona a cualquiera, ¿O no?.- pregunto Gwen con coquetería.

- Así es, es por eso que uno debe casarse verdaderamente enamorado.- dijo Susan.

- Pero si Seungmin se fue a Jeju con los chicos, ¿Por que no te llevó?.- quiso saber Amanda.

- Bueno, pues yo todavía tengo cosas que ver del trabajo y todavía no termino de ver algunos detallitos de la boda y él quiso tomarse esos días para reflexionar sobre la vida que vamos a empezar juntos.- dije emocionada.

- Se ve que está pensando muy bien las cosas.- dijo Megan.

Todavía estábamos platicando cuando llegó la dependienta de la boutique para decirme que ya podía pasar a probarme el vestido junto con el velo y el tocado.

- No cabe duda de que pareces una reina.- dijo Lili.

- ¿Ustedes creen?.- pregunté todavía insegura.

- Bueno pues, me encantó como quedó.- dijo Fátima.

- A Seungmin se le va a caer la baba cuando me vea, eso estoy segura.- dije muy emocionada.

- No lo dude señora Kim.- me dijo la dependienta.

-¿Señora Kim?.- pregunté extrañada.

- Eres tú Penny.- dijeron todas mis amigas.

- Ay si, soy yo.- dije muy feliz.

- Solo tenemos que hacerle unos ajustes al escote y que la cola sea larga como usted lo pidió. Voy por la cinta métrica.- nos dijo otra dependienta.

- Gracias.

Cuando salimos de la boutique, fuimos a casa de mis suegros para decirles que ya había terminado definitivamente mis compras.

- Ay hola Penny, chicas como están? Por cierto ya fui a recoger mi vestido para la boda y está divino.- dijo mi suegra con alegría.

- Que bueno señora Kim.- le dijo Fátima.

- ¿Y me van a acompañar por mis zapatos?.- preguntó

- Claro que sí.- dije.

Después de haber acompañado a la mamá de Seungmin por sus zapatos, cené y ya estaba a punto de irme a dormir cuando sonó mi teléfono.

- ¿Bueno? Hola mi amor, que bueno que me hablas.- contesté.

- Necesitaba escucharte Penny.- dijo románticamente.

- Yo también, no sabes lo mucho que te extraño, ¿Cómo te las estás pasando?.- pregunté.

- Muy bien, los chicos me organizaron diferentes actividades para festejar mis últimos días como soltero. Jugamos futbol, beisbol, cantamos en el karaoke, hicimos competencia de comida y te mandan muchos saludos. - decía Seungmin cuando me puso en altavoz.

- Hola Penny.- dijeron el resto.

- Hola chicos, cuiden muy bien a mi prometido y futuro esposo.- comenté

- Tenlo por seguro.- dijo Chan antes de que Seungmin desactivara el altavoz

- Pero además he estado pensando en ti, en nuestra boda. Penny, tú sabes lo mucho que te amo.-me dijo sinceramente.

- Ya lo sé y yo te adoro, hoy me estaba acordando de cuando éramos chiquitos y nuestra relación de adolescentes, cuando nos separamos y aún así nuestro hilo rojo nunca se rompió.- dije nostálgica.

- Tienes razón princesa, cuando estabas en Londres y yo en el hospital, fuiste la causante de que siguiera vivo porque nuestro destino es estar juntos hasta que la muerte nos separe.- dijo Seungmin muy tierno.

Y nos pasamos hablando casi toda la noche, hasta que cada quien se fue a dormir.

Al día siguiente me desperté emocionada porque ya faltaba un día para la boda y hoy me tocaba la prueba de maquillaje.

- Mi amor, te ves preciosa.- dijo la mamá de Seungmin.

- Como que con ese maquillaje te sacaron mucho partido.- dijo mi mamá muy feliz.

- Pero aparte es el brillo que tienes en tus ojos, en tu sonrisa, se ve que estás feliz amiga, vas a ser la novia más hermosa de toda la historia de las novias, al menos en Corea del Sur.- decía Feifei emocionada.

- Es que nunca me había sentido tan contenta en toda mi vida.- dije sensible y ya estaba a punto de llorar cuando me detuvieron.

- No vayas a llorar, te ves preciosa; mi hermano se va a desmayar cuando te vea.- dijo la hermana de Seungmin.

Después de la prueba de maquillaje, me fui a trabajar a un rato y recibí un mensaje de Minnie diciéndome que pasaría por mi para irnos a la casa de mis papás. Cuando salí de la empresa me eché a correr hacia donde estaba el.

- ¡Mi amor, ya te extrañaba!.- dije emocionada para luego darle un beso.

- Yo también ya te extrañaba mi reina.- dijo Seungmin acariciando mi cara.

- Buenas tardes Seungmin, me da muchísimo gusto que éstas aquí.- dijo mi papá.

- Buenas tardes señor Park, el gusto es mío. ¿Y su esposa?.- preguntó Seungmin.

- Se quedó a atender a un paciente que venía malherido, pero ya no ha de tardar. Yo solo vine de rápido porque mi hija me contó que hoy regresabas de Jeju.- comentó mi papá.

Luego agregó:

- No puedo creer que ya mañana, Ronnie y yo te vamos a entregar a nuestra princesa y después de eso, tu te harás cargo de ella por completo.- dijo emotivo mi papá.

- Ay papi, no te pongas triste.- dije tomándole la mano.

- Es que tu mami y yo te vamos a extrañar Penny, tu eres la luz de esta casa. Pero sabes, me quedo tranquilo porque Seungmin nos ha demostrado a lo largo de los años que es un hombre cabal, que cumple con su palabra y sobre todo que tu mi pequeña eres feliz con el .- comentó mi papá.

- Si, soy la mas feliz.- confesé tiernamente.

- Mi hija es otra desde que volviste con ella, recobró su seguridad y volvió a Corea para quedarse.- dijo mi papá.

- Y no saben lo feliz que me hace eso.- comentó Seungmin alegremente.

- A mi también. Seungmin, yo nunca hubiera hecho nada de esto si no hubiera sido por ti, tú has sido mi apoyo, mi estímulo y te has convertido en mi razón de vivir.- le confesé mirándolo a los ojos.

- Apenas puedo creer lo que está pasando, qué rápido se pasó el tiempo, ya mañana vas a ser mi mujer, mi esposa, mi compañera de vida.- dijo Seungmin tiernamente.

- Si mi amor y será una alianza de amor entre tu y yo.- dije muy feliz.

Después Seungmin se fue a su casa, llegada la noche, yo me fui a dormir y antes de acostarme miré mi vestido con ilusión y tomé una foto de Seungmin conmigo.

- Mañana mi amor, empezamos nuestra vida juntos para siempre .- susurré.

Desperté por los rayos del sol y volteé a ver el calendario, me di cuenta de que hoy era el día mas feliz de mi vida: mi boda con el amor de mi vida.

- Hija.- dijo mi abuelita detrás de la puerta de mi cuarto.

- Pásale abue.- dije.

- ¿Qué creías que seguía dormida? No, ya me desperté, porque HOY es el gran día!.- dije emocionada.

Me levanté, desayuné y con ayuda de mi madre y mis damas de honor empecé a arreglarme para mi boda.

- Ay, pero que hermosa imagen, te ves di-vi-na.- enfatizo mi jefa.

- Ay, que sorpresa. ¿Qué está haciendo aquí? - le dije.

- Pues en primera vine a revisar hasta el último detalle porque todo el mundo sabe que hoy vas a lucir una creación que hice con nuestros nuevos socios y tienes que verte perfecta porque una boda por todo lo alto como la tuya, es la mejor publicidad para nosotros.- comentó mi jefa.

- Ya decía yo que como dice el dicho, el interés tiene pies.- dijo Katherine.

- Ay Kate, no digas esas cosas, ustedes ya váyanse a arreglar.- ordenó mi jefa.

- No, hasta que Penny diga que ya no nos necesita.- argumentó Megan.

- Yo ya estoy casi lista, solamente me falta mi velo.- dije.

- Ah, pues vamos a ponértelo de una vez.- dijo mi jefa junto con mi madre.

Cuando termine de ponerme mi velo, baje las escaleras para ver a mi papá.

- Papi, ya estoy lista.- dije entrando a su oficina.

- Mi amor, te ves preciosa.- me dijo con alegría.

- Gracias.

- ¿Sabes una cosa? Recuerdo cuando llegaste a nuestras vidas hace 21 años y es por eso que queremos darte un consejo tu mami y yo.- comentó mi papá

- Porque en esto ambos pensamos igual.- dijo mi madre.

- Díganme.

- El amor en una pareja es muy importante, es la única base verdadera donde se puede construir una relación, pero de igual importante hija, es el respeto, nunca lo pierdan entre ustedes, sin importar lo que venga.- explicó mi padre.

- Les prometo a los dos que lo voy a tener muy en cuenta.- dije con firmeza.

- Y también toma en cuenta que aquí siempre estaremos tus padres que te adoramos... siempre.- dijo mi mamita poniéndose sentimental.

- Ay, me van a poner a llorar, no sean así. Se me va a correr el maquillaje.- me quejé alegremente.

Por suerte no fue así, ya que estuvimos listos, nos subimos a la limusina y nos fuimos con rumbo a la iglesia. Cuando llegamos, le pregunté a mi abuelita que si ya había llegado Seungmin, a lo que ella respondió:

- Ya llegó junto con sus padres.

- Ay que emoción.- dije toda nerviosa.

- Tu quédate aquí con tu padre hija.- ordenó mi madre.

- Si mami.

- Si cariño, tu no vas con los invitados hasta que el novio esté dentro de la iglesia.- advirtió Feifei.

- Pero es que quiero ver quien llego.- dije emocionada.

- Yo lo se, pero por lo menos deja que el novio entre primero a la iglesia.- comentó mi amiga.

Cuando Feifei entró a la iglesia, llegaron los chicos para darme ánimos.

- Estas hermosa noona.- me dijo Jeongin.

- Gracias dongsaeng.

- ¿Cómo te sientes Penny?.- preguntó Félix.

- Nerviosa y muy contenta.- confesé .

- Vas a entrar a la iglesia como querías, vestida como una princesa.- dijo Han.

- Gracias cuñado quokka.- dije con una risa.

- Y ahora queremos decirte Penny que de corazón les deseamos lo mejor, sabemos que vas a hacer muy feliz a nuestro dandy boy, cuñada.- dijo Hyunjin muy ilusionado.

Ya cuando llegó el sacerdote para decir que ya estábamos listos, fue cuando salí de la limusina y en eso vi la cara de Seungmin tapada por los ojos de Changbin, me rei tiernamente, es que es bien cierto que no puedes ver a la novia antes de la boda porque es de mala suerte.

- No sabes cuanto he esperado este momento.- dijo mi padre.

- Uy papi, no más que yo.- dije emocionada.

Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras caminaba hacia el altar, del brazo de mi padre. La iglesia, adornada con flores blancas y rosas, parecía un sueño hecho realidad.

Me encontraba con muchos rostros conocidos, profesores de escuela, compañeros de trabajo, celebridades, mi familia, la familia de Seungmin, todos se habían reunido para ser testigos de la mayor decisión de mi vida.

Al llegar al altar, mi mirada se encontró con la de Seungmin. Su sonrisa radiante me iluminó como el sol en un día primaveral. En ese instante, supe que estaba a punto de dar el paso más importante de mi vida.

Mi padre me entregó con un beso en la frente y un susurro lleno de cariño:

-Cuídala bien, Seungmin. Es lo más preciado que tengo.

- Así lo hare.- dijo cariñoso.

Luego se acercaron mi madre junto con los padres y la hermana de Seungmin.

- Dios los bendiga a ambos en su matrimonio.- dijo mi madre dándome un beso en la frente.

- Los amamos mucho.- dijo la familia Kim.

Seungmin y yo nos miramos a los ojos, en ese momento el mundo se detuvo a nuestro alrededor, el amor que nos unía era único, una fuerza que trascendía las palabras.

Después de haber iniciado la ceremonia, Seungmin pronunció sus votos:

- Penny, desde que éramos niños supe que eras especial, tu sonrisa ilumina mi mundo, tu bondad me conmueve y tu amor me llena de fuerza. Hoy, frente a todos los que nos aman, que te amaré, te respetaré y te protegeré en los buenos y malos momentos, hasta el último de mis días.

Lágrimas de felicidad brotaron de mis ojos mientras escuchaba cada una de sus palabras, su amor por mi era tan profundo y sincero que me conmovía hasta el alma.

- Seungmin.- respondí con voz temblorosa por la emoción.- mi amor por ti es como el mar, infinito y profundo, eres mi mejor amigo, mi confidente y mi alma gemela. Hoy estoy feliz de convertirme en tu esposa y prometo amarte, serte fiel y cuidarte todos los días de mi vida.

Desde que era niña supe que había encontrado al compañero de mi vida, al hombre con quien compartiría el resto de mi vida.

- Los anillos, por favor.- pidió el sacerdote.

Se levantaron entonces Changbin y Feifei que eran nuestros padrinos de anillos y nos los entregaron.

- Penny, recibe este anillo como símbolo del amor eterno que nos une.- dijo y me lo colocó en mi dedo anular.

Por mi parte, le entregue el anillo diciendo las siguientes palabras:

- Seungmin, recibe este anillo como símbolo de la fortaleza de nuestro compromiso.

- Por favor pasen los padrinos de arras.- pidió el sacerdote.

Pasaron Jeongin y la hermana de Seungmin, con una sonrisa ella se las entregó a Seungmin.

- Penny, además recibe estas arras como señal de que no faltará nada en nuestro nuevo hogar. - me dijo poniéndolas en mis manos.

- Recibo estas arras como signo de los bienes que compartiremos juntos.- dije sinceramente.

Cuando terminó la recepción de los signos, el sacerdote nos preguntó:

- Seungmin y Penélope, ¿Han venido a contraer matrimonio de manera libre y voluntaria?

- Sí padre.- respondimos.

- ¿Están decididos a amarse y respetarse mutuamente siguiendo el modo de vida propio del matrimonio durante todo el tiempo?.- siguió preguntando el padre.

- Si.

- ¿Y están dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos y educarlos según la ley de Cristo y de su iglesia?

- Si.

Un rato después...

- Vayamos en paz, nuestra celebración ha terminado. Seungmin, puedes besar a la novia.- dijo el sacerdote.

En eso me besó delicada y amorosamente, como si solamente fuéramos él y yo, en ese momento nos declaramos marido y mujer, los aplausos de los ahí presentes volvió a llenar el aire, mientras nos abrazábamos con fuerza, sellando nuestra unión para siempre.

La recepción fue un festín de alegría y baile, rodeados de familiares y amigos, celebramos nuestro amor con risas, brindis y momentos inolvidables. La música llenaba el salón, invitando a todos a disfrutar de la fiesta.

En un momento dado, Seungmin tomó mi mano y me llevó a la pista de baile, bajo la luz suave de las estrellas, nos movimos al ritmo de Story that won't end que cantaron los chicos con mucho amor para nosotros, nuestros cuerpos estaban unidos en una danza de amor y complicidad.

En ese instante, me di cuenta de que desde que era niña había encontrado mi hogar, mi refugio, mi compañero de vida, Seungmin era mi alma gemela, la otra mitad de mi corazón. Y juntos, estábamos dispuestos a enfrentar cualquier desafío que la vida nos pusiera, unidos por el hilo rojo del destino que nos había guiado hasta ese día tan especial.