Penny

Mi corazón palpitaba con mucha fuerza mientras veía la pantalla de mi celular, la decisión que estaba a punto de tomar cambiaría mi vida para siempre. 

Durante muchos años, el deseo de estar con Seungmin había estado consumiendo mis pensamientos. Nuestro hilo rojo del destino nos había unido desde niños, pero por las circunstancias nos habían separado, dejando un inmenso vacío en mi alma.  

Sin embargo, la distancia no había podido apagar la llama del amor que ardía dentro de mi ser.  Todos los días, recordaba sus ojos llenos de tanta ternura, su sonrisa contagiosa y la calidez de sus abrazos. 

Entonces tomé la decisión de seguir a mi corazón,  era el momento de consumar nuestro amor.  Le hable por teléfono a Seungmin, afortunadamente hoy tenia el dia libre en la empresa, mi corazón estaba latiendo con fuerza en el pecho, su voz tan familiar y reconfortante llenó mis oídos, le conte de la decisión que había tomado, sintiendo todavía un nudo en la garganta. 

   - ¿Y qué te parece mi decisión?.- le pregunté. 

- Me parece una decisión muy segura y especial, ya esperamos mucho tiempo y quiero que pasemos esta noche juntos.- me confesó.  

- Me encantaría Seungmin, siempre he soñado con este momento, gracias por hacerlo realidad amor.- dije emocionada. 

- Entonces ven a verme después del trabajo, te esperare con los brazos abiertos.-dijo emocionado Seungmin. 

Después del trabajo fui a casa de mi novio, el me recibió con un abrazo cálido y apasionado, como si no hubiera pasado un solo dia desde la última vez que nos vimos.  Sus ojos, llenos de amor y deseo, me miraron con una intensidad que me hizo estremecer, sabía que en ese momento, nada más importaba. 

Cenamos y bailamos, estaba sonando Love me like you do, llenando el lugar de una atmósfera romántica y sensual. Seungmin tomo mi mano y me condujo hacia su habitación.   

- Tengo miedo Seungmin.- dije en un suspiro.

- Tranquila, solo recuerda cuánto has esperado este momento y de que estas conmigo.- dijo en silencio. 

Las palabras desaparecieron, dejando paso a la expresión de nuestros sentimientos más profundos. Sus caricias, sus besos, su mirada... todo me llenaba de una felicidad que no podía describir.  

En esa noche mágica, consumimos nuestro amor, entregándonos el uno al otro sin reservas. El hilo rojo del destino se fortaleció aún más, uniendo nuestros corazones y nuestras vidas para siempre. 

Al despertar a la mañana siguiente, me encontraba acurrucada en los brazos de Seungmin. La luz del sol entraba por la ventana, iluminando nuestros rostros y llenando la habitación de una calidez que era el reflejo de la felicidad que reinaba en nuestros corazones. 

Lo mire y susurre: 

- Te amo Seungmin. 

El sonrió y me respondió: 

- Yo tambien te amo Penny.

 En ese instante, supe que el hilo rojo del destino nos había unido para siempre. Nuestro amor había florecido con más fuerza que nunca, y juntos, enfrentaríamos cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino.