Noche en la casa búho
Amity se mordió el labio insegura, sinceramente no quería aceptar la propuesta. Ser capitana del equipo de Grudgby, ser la mejor en abominaciones y tener una adorable e intrépida humana como novia apenas le dejaban tiempo para necesidades básicas.
-No.
Era tentadora la oferta, además de la perfecta oportunidad a otro subidón a su ego, pero por primera vez, no quiso.
-¿No? -reiteró sorprendido Bump. -¿Está segura?
-Segura -afirmó Amity. -Y le agradezco que me haya considerado para el puesto.
-Umm, realmente creí que aceptarías -admitió aún estupefacto. Elevó sus hombros con desinterés. -En fin, puede seguir con sus clases, lamento la interrupción.
Amity asintió sintiéndose ligeramente rara.
Willow estaba sentada en el jardín botánico de su aquelarre mientras alimentaba a una escandalosa flor con ojos demoníacos pero tentadores y pequeña boquita puntiaguda.
El orden se fue al carajo cuando Gus entro corriendo y gritando al lugar apretando su mochila con emoción. El escándalo del chico asustó a la planta que inmediatamente emitió un desgarrador chillido.
-¡Park! ¡Cállala, cállala! -pidió el moreno tapando sus oídos. Sus cosas cayeron al suelo tras el descuido.
-¡Gus, sabes que estas plantas son muy sensibles! -regañó Willow en la misma posición. El menor soltó un avergonzado perdón al aire.
La bruja destapó un oído y con el otro invocó un círculo, dió un empujón y el hechizo golpeó a la planta haciéndola caer dormida.
Los ojitos azabache de Porter se iluminaron tras el hecho.
-Wow, amiga ¡Eso fue increíble! -halagó entusiasmado pero Willow le hizo un gesto forzado de silencio. -Oh, perdón, lo olvidaba. Dejando eso de lado ¡Tienes que enseñarme a hacer eso, fue genial!
-Gracias, Gus -respondió tímida Willow, cuyas mejillas comenzaban a tornarse rojas de la vergüenza. Una pequeña pizca de alegría golpeó su pecho. -Claro, te enseño cuando quieras.
-Imaginó que eso no es de tu aquelarre ¿Cierto? -preguntó curioso tomando asiento junto a la de lentes. Willow se sonrojó levemente al ser descubierta.
-hmm -carraspeó un poco antes de responder en un susurro. -No.
-Es extraño que quieras aprender algo fuera de tu aquelarre -comentó extrañado Gus. -¿Algún motivo en especial?
-Simplemente quería probar algo nuevo -respondió instantáneamente Willow. -Ya sabes... antes de que ¿Elija mi aquelarre definitivo?
Gus abucheó su boca con las palabras no te creo nada reflejadas en sus ojos.
Entonces el moreno la abrazó de hombros con compañerismo.
-¡Eso, mamona! -chilló entusiasmado, y otra planta a la lejanía comenzó a chillar. Willow lo miró acusatoriamente y el chico sonrió nervioso. -Yo también quiero aprender más cosas antes de escojer ilusiones, me encantaría aprender abominaciones ¿Crees que si le digo a Amity me ayude?
Willow arrugó la boca tras escuchar el nombre. Porter lo notó y se sintió mal por haberla incomodado.
-No tiene que ser Amity, incluso podría pedirle ayuda a Luz -opinó. Entrecerró sus ojos al imaginarlo y negó. -¿A quién engaño? Luz es pésima en abominaciones.
Willow soltó un pequeña risita.
-Sí, ella lo es -confesó divertida y su vista se fijó en los papeles tirados del chico. Se agachó a tomarlos, y uno en especial llamó su atención. Cuando lo miró mejor sus ojos se agrandaron -Gus... ¿Por qué tienes decenas de horarios de los alumnos?
Los ojos del menor se reanimaron con la pregunta.
-¡Cierto! Quería comentártelo desde que llegué pero... -su vista se centró en la planta noqueada por Willow y después en la otra que todavía seguía chillando. -...Plantas.
La peliazul le hizo un además para que continuara. Gus rodó los ojos con un claro ya, ya. Ya voy. Hinchó su pecho con orgullo señalándose a sí mismo.
-Hey, Park ¡Te presento al nuevo presidente estudiantil!
Amity salió de su clase agotada, aunque sus ganas se reavivaron al ver a su novia esperándola fuera. Tenía una sonrisilla que le gritaba ¡Amity, se me ha ocurrido una idea!
Que extraño, principalmente es al revés.
Se acercó a su novia, la abrazó por la cintura con un brazo y le plantó un beso en la mejilla. Luz le dió una hoja sonrisa y aprovechó el tiempo cuando la teñida se retiró para darle un beso de piquito.
-Dame -exigió con un puchero Amity fijando su vista en la mochila de su chica. Luz accedió. -Debiste esperarme, sabes que no me gusta que cargues la mochila sola.
-Eres un poco dramática, Blight -comentó con risita divertida Luz. -Es una de las cosas que tanto amo de tí.
Esas palabras hicieron revolotear el pecho de la bruja quien sólo atinó a sonrojarse hasta las orejas.
-También te amo, Luz -confesó Amity con sonrisa temblorosa. -Mucho.
Luz sonrió satisfecha tras la confesión, sus mejillas ligeramente teñidas eran evidencia.
De la nada, la humana dio un respingo que asustó a la teñida.
-¡Es cierto, lo olvidaba! -chilló al aire Luz. -¿Quieres pasar la noche en la casa búho?
Amity desorientada pestañeó varias veces sin entender de principio la situación. Cuando el mensaje llegó a cerebro sus mejillas se encendieron levemente.
-¿Ir a la casa búho? ¿Por qué? -preguntó confundida. Se sintió avergonzada cuando pensamientos no muy recurrentes vinieron a su cabeza.
Luz entrelazó sus manos entre las suyas poniendo más roja a la pálida.
-Emira me platicó lo de tu madre -comentó con un leve tono lastimoso.
-Oh, eso -soltó desinteresada, en realidad había olvidado el asunto. -Pero sigo sin entender que quieres que hagamos con la casa bú...
-¡Hagamos una pijamada! -chilló emocionada interrumpiéndola. -Golosinas y películas juntas bajo el mismo futón ¡Ay, que lindo!
El cerebro de Amity volvió a desenchufarse por segunda vez en el rato.
¡Bajo el mismo futón!
Repitió su mente creando una imagen mental que resistió y anhelo inconscientemente.
-Tú y yo, en lindas pijamas -musitó escandalizada. -compartiendo habitación... ¡compartiendo cama!
Si rostro prendió en vivos colores rojizos y con una intensidad que Luz creyó, se iba a desmayar.
-Oh, bueno. Si te incomoda, una de las dos puede dormir en el sillón -comentó nerviosa Luz al notar la expresión perdida de la su pareja. -Sólo que creí que como somos pareja, y eso...
La humana infló las mejillas abochornada. Y Amity entendió su punto, Luz creía que la estaba incomodando, lo cual era completamente erróneo.
-¡Claro que no me incomoda! -aclaró en un grito que asustó a su pareja. -Jamás me incomodarías, eres mi novia, y dormir juntas... es cosa... ¿De novias? -hizo una mueca extraña y sujetó su rostro con impaciencia. -Titán, ya ni siquiera sé lo que digo.
Luz le tomó de los hombros con sonrisita comprensiva.
-Amity, yo sólo quiero que no te sientas incómoda -declaró dulce. -El punto es que te diviertas antes de volver con tus padres, y quiero que si algo te incomoda me lo digas ¿Si?
La bruja miró los ojitos avellana llenos de amor que encandilaron su corazón con un golpe, la boquita de la humana se curveó en una sonrisilla salvadora que hizo a Amity remojarse los labios con la idea de probarlos.
Y lo hizo.
Atrajo a su chica de las caderas, la morena dio un saltito de sorpresa pero no se alejó. Sus labios hicieron presión con la boquita suave y abultada de Luz moviendo los labios en busca de que la contraria le correspondiera. A la humana le tomó sus segundos entender el mensaje pero también correspondió su beso.
Fue un beso más largo que los demás. Y Luz perdió el momento cuando Amity la encaminó a los casilleros queriendo profundizar más el beso. Podía sentir su lengua rozando sus dientes pidiendo permiso para entrar a su boca.
Abrió la boca y...
-¡Auch! -se quejó Amity de repente alejándose y sobando su boca. -Me mordiste.
La humana estalló en colores por la vergüenza. Había cargado el momento.
-¡Lo siento, lo siento, lo siento! -chilló abochornada abrazando a su chica. -Sólo que yo no sé besar ¡Digo! Sí sé besar, pero no besar así -arrugó su boquita con timidez. -Tú me entiendes ¿Verdad?
Amity correspondió a su abrazo con la misma pena, inconscientemente se había dejado llevar. Pero le hacía sentir peor reconocer que quería más.
-Yo... perdóname por eso -musitó apenada en su oído. -Creo que me emocioné un poco con el beso y todo eso.
-Sí... -reconoció tímida Luz.
-... -Amity ni siquiera pensó en abrir la boca para responder.
Luz se separó del abrazo sin querer ver a Amity a los ojos.
-Entonces... -habló nerviosa. -¿Nos vemos después de la escuela?
-Oh, sí, sí -respondió tímida Amity.
¡Idiota! ¡Idiota! ¡Idiota!
Se regañó mentalmente.
-Bien, supongo que hasta el final de clases -alentó incómoda Luz, le dió un rápido beso en la mejilla y se retiró con violenta rapidez. -¡Nos vemos después! ¡Te amo!
Amity tocó sus labios aún sintiendo las cosquillas que le generaban los besos de Luz. Deseó besarla una, dos, quizá mil veces más y enredarse entre cariñitos melosos y salvajes.
Quería más de Luz.
-Hey, Ams~ -encaró coqueta Luz encarando a Amity fuera de su salón por segunda vez. Su novia le dio una mirada acusatoria.
-Luz, es la segunda -advirtió molesta y cargó la mochila de su chica. -Ya lo dije, tú y la mochila definitivamente no.
La humana le sacó la lengua juguetonamente.
-¿Qué? ¿Celarás a mi mochila? -preguntó divertida, Amity rió con ella.
-Quizá -respondió confiada con esa sonrisilla traviesa que enamoraba a la de orejas redondas. -Eres mi novia, eres mía ¿No?
A pesar del meloso momento algunos vellos se le erizaron con la confesión que inconscientemente había salido más oscura de lo que hubiese pensado.
Amity le sujetó en un delicado abrazo de hombros que rozó el yeso de su brazo y acercó su boquita a su oído.
-Responde, Luz -insistió en un suspiro que heló de manera agradable a la humana. -Yo soy tuya y tú eres mía ¿Verdad?
Luz asintió de manera tímida inconscientemente.
-Seguro, Ammy. Yo soy tuya y tú eres mía -juró. La bruja sonrió satisfecha y le plantó un beso en el oído.
Pero Luz aún se sintió rara.
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Hoy, doble cap~
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