Besos sabor a soda


Ambas tomadas de la mano bajo las escalofriantes pero hermosas brisas del atardecer. Su destino: la casa búho.

Luz sonreía de oreja a oreja casi dando saltitos de la emocion por la inofensiva tarde de pareja en pijamada programada en su mente, y al lado, Amity era un manojo de nervios y sonrojos idealizando lo que probablemente eran ideas más profundas sobre cómo sería aquella noche.

Para suerte de la bruja, el portero descansaba profunda y tranquilamente, tranquilidad que se fue al carajo cuando la dueña de la casa abrió de un salvaje portazo. Dirigió su mirada hacia su estudiante y sonrió disimuladamente con alivio, cosa que Amity notó pero Luz no.

Luz soltó su mano y fue corriendo a los brazos de su mentora para estrecharla en un enorme abrazo. Amity se sintió decepcionada de sí misma cuando deseó celosamente que ese abrazo hubiese sido para ella.

-¡Eda! -saludó venturosa Luz. -¡Fue un día increíble! Esta vez no me equivoqué en el hechizo de plantas y salió bien, además Amity ganó partido hoy y salimos a festejar y...

Eda interrumpió su discurso cuando le arrancó el gorro para sacudir su cabello.

-Ya entendí, niña. Muchas cosas buenas -soltó divertida y fingió una mirada regañona. -Pero eso no significa que te perdone estas horas de llegar.

Era cierto, ambas habían llegado casi rozando la noche. El cielo oscureciendo su atardecer lo denotaba.

Luz abrió los ojos espantada por el hecho del que ni siquiera se había dado cuenta y bajó la mirada apenada con las mejillas ligeramente rojas.

-Perdón -musitó. La bruja mayor se aguantó una ronca risotada por su actitud.

-En verdad me agrada -confesó orgullosa. -Yo a tú edad ni siquiera llegaba a mi casa ¡Ja! -apretó una de las mejillas de su aprendiz mirándola maternal y burlona. -Pero no le digas a tu madre que te dejo llegar a estas horas, me mataría.

Luz trazó una línea recta sobre sus labios creando un "cierre imaginario" y lo botó, prometiéndole con el gesto que no era algo que haría.

Entonces la mirada ámbar se fijó en la pareja de su discípula, denominada por ella misma como la chica tomate.

-Mentitas -saludó con sonrisilla divertida. Entonces se dirigió a Luz y señaló a Amity con los ojos. -¿Entonces tu novia está esperando su beso de buenas noches para irse? Porque deberías dárselo ya, es peligroso irse tan tarde, incluso para ella.

-Pues en realidad... -sonrió tímida Luz haciendo señas con sus deditos, Amity captó el mensaje y tomó su mano con el rostro hecho un desastre de colores. -Amity y yo queremos hacer una pijamada... je.

La dama búho miró al dúo hecho un manojo de nervios, y aunque Luz era su adoración, debía admitir que la idea de que, a la que consideraba una hija estuviera toda una noche en su casa con su actual pareja le daba celos el imaginar situaciones sugerentes.

-Te adoro, niña -comentó aplastando las mejillas de la menor. -pero ni esa carita tuya va a convencerme -Luz arrugó su boquita a modo de berrinche. -Venga, vamos por Owlbert. Yo misma llevaré a Blight.

-Por favor, Eda -insistió Luz. Cosa que extrañó a Eda. -Por favor.

La bruja miró a Amity, la misma también se notaba insistente y nerviosa. Dos chicas contra ella.

-Por favor -repitió Luz. La adulta rodó los ojos con fastidio y accedió finalmente.

-Agh, bien -la humana chilló de alegría y Amity suspiró de alivio. -Pero Blight duerme en el mueble -propuso.

-Eda... -regañó Luz.

-¡Agh! Sólo suban a la habitación -se rindió frustrada.

Luz sonrió orgullosa y jaló del brazo de su novia para correr a su habitación. Eda se rehusó y suspiró cansada.

-Uhhhh~ ¿Crees que ellas vayan a hacer bebés esta noche? -preguntó indiscreto Hooty, Eda se sonrojó de ira y vergüenza de sólo imaginarlo.

-¡Cállate, Hooty! -cerró la puerta de mala gana.

Se sentó de mala en el mueble, a su lado Lilith leyendo un libro desenfocó su vista hacia su hermana.

-Ví a Luz y a la chica Blight subir a su habitación ¿Va a quedarse a dormir? -comentó con sonrisilla burlona. -No estás celosa ¿Verdad?

Eda recargó su nuca con un suspiro frustrado.

-¿Debería? -preguntó arrogante.

-Suponía que sí -respondió creída. -Ya sabes, tu protegida y su novia solas en una habitación, ambas en una etapa hormonal ¿Que podría pasar?

Eda arrugó la boca con amargura. Y la sonrisa de Lilith creció con arrogancia aguantándose las ganas de reír.

-Nada, Lilith. Nada que yo no permita puede pasar -respondió con sonrisilla forzada Eda. Lilith soltó una tierna risilla sintiéndose ganadora por molestar de ese modo a su hermana. -Demasiado para la noche de diversión de mami -suspiró derrotada.

-Edalyn~ -insistió con enorme sonrisa inocente la mayor.

-¡No va a pasar, Lilith!

Amity observó con lujo de detalle la habitación ligeramente desastrosa de su chica, y ver a la misma sacando montones de ropa de sus cajones no ayudaba a mejorar el orden.

-Te dije que pasáramos a mi casa para recojer una pijama -insistió Amity. Luz la ignoró y siguió buscando la prenda que quería.

-Para nada, puedo prestarte mi ropa -comentó emocionada Luz. -Es sólo que no encuentro la camiseta que quiero para tí, hace calor y la mayoría de mis atuendos son suéteres.

Amity suspiró resignada y se dispuso a sacar la chuchería que habían comprado horas antes para su grandiosa noche, algunas películas y decenas de golosinas, por pedido de la humana.

-¿Qué quieres hacer primero, Blight? -preguntó encantada Luz, el brillo de ilusión en sus ojos aceleró el corazón de la bruja. -¿Maratón de películas, peleas de almohadas, robar sangre de manzana de Eda?

La bruja rió ante la última opción.

-¿Primera noche aquí y ya me quieres muerta? -preguntó divertida creando la imagen mental de una furiosa dama búho al descubrir que había sido hurtada por su propia discípula y su novia.

-Lo de la sangre podemos dejarla al último, Eda es pésima despertando -confesó confiada Luz. Se acercó a su novia y tomó dos paquetes de frituras de aspecto escalofriante. -¿Lava o llanto de toro?

-Que sean ambas -respondió tranquila Amity. Luz sonrió y fue a organizar los bocadillos.

La bruja observó a su novia de espaldas, ya sin su respectivo gorro y chamarra. Sus cabellos revueltos y ligeramente esponjados por el calor le parecieron encantadores.

A veces odiaba que su novia fuese tan amante de las sudaderas, ocultaban su cuerpo tan formado de agradables y lindas curvas. Deseaba levantarse y atrapar las mismas en un abrazo que demostrará que sólo le pertenecían a ella.

-¡La encontré! -chilló ansiosa Luz. -¡Amity, atrapa!

La cara de la teñida se vió envuelta en oscuridad cuando Luz le arrojó una prenda oscura, lo retiró y leyó el logotipo "el aquelarre de las chicas malas". No pudo evitar soltar una tierna risilla.

-Es lo más fresco que tengo, además es negro, tu color favorito -comentó encantada la humana, Amity se sintió feliz de que su novia reconociera sus gustos. -Puedes cambiarte en el baño mientras termino de colocar las golosinas.

Ahora ambas descansaban sobre la cama viendo una película absurda de comedia romántica que Luz había decidido. Era su tercera película en la noche, y aún creían poder aguantar más.

Amity abrazada a su novia enroscando sus brazos y piernas al cuerpo moreno y poco cubierto, y Luz haciéndole mimos en la cabellera teñida con el brazo sobrante abrazándole de los hombros. Definitivamente Eda hubiera explotado la casa de sólo haber visto la escena.

-Te amo.

Sonó el eco de la voz de la película seguido por Luz, quien seguía las frases con emoción. Notablemente era una película que la morena había visto decenas de veces.

A Amity le causó risa y ternura la devoción de su chica por repetir las frases de la película altamente cursi y encantadora que veían.

Los personajes se unieron en un beso de pasión y amor que resecó los labios de la bruja deseando el mismo destino. Claro que ella y Luz habían compartido tiernos besitos e inofensivas caricias durante la noche, pero su pecho le indicaba que quería más que un simple roce de labios y unas cuantas caricias en el cabello.

-Luz -llamó, y su novia despegó su atención de la bola de cristal para centrarse en su novia. Amity carraspeó un poco y se sonrojó. -¿Puedo besarte?

-Por supuesto, Ammy -respondió confiada y besó a su novia con la misma inocencia y carisma con la que lo había hecho las ocasiones anteriores.

La bruja aceptó su beso pero Luz sintió un toque de disgusto en el mismo ¿Estaba haciendo algo mal?

-¿No te gustó? -preguntó curiosa dando otro sorbo a su soda, pero la bruja notó un ligero tono tristón en su pregunta.

-No es eso, amo tus besos -confesó nerviosa. -Pero quiero tipo de beso.

Su cara explotó en colores al soltarlo. Luz tomó el control y detuvo la pantalla para pensar mejor en la petición de su amada.

El recuerdo de ella besándose con Amity en medio del pasillo de la escuela impactó en su mente, sus mejillas adquirieron un tono rojizo inconscientemente y la sensación de la lengua de Amity chocando contra sus dientes volvió.

-¿Cómo el que nos dimos en la escuela? -preguntó con risita nerviosa sólo para confirmar. Amity asintió decidida. -¿Y si vuelvo a morderte por accidente? Me sentiría apenada.

Amity se sentó recta y acunó el rostro de su chica entre sus manos.

-Intentémoslo de nuevo ¿Si? -insistió. Sus labios rogaban por probar la boquita abultada y rechoncha de su amante.

Luz inconscientemente dio un asentimiento tímido. Y entonces Amity en movimientos lentos se acercó y la besó.

Inició como cualquier beso que se hubieran dado antes, tierno y despacio. De eso que se disfrutan a pequeñas probadas.

Y por segunda vez sintió como Amity movía sus labios buscando que le correspondiera, un poco más animada lo hizo.

Ambos labios deslizándose un vaivén de textura y sabor a soda y caramelos.

Los nervios la recorrieron una vez más cuando la tibia lengua de Amity limpió sus dientes con intención paladina, y cuando abrió su boca y sintió el primer contacto de la lengua de la bruja sobre la suya su cuerpo experimentó algo nuevo y extraño: calor.

Se separó unos segundos y jadeó buscando recuperar aire antes de que Amity volviera a jalarla en otro beso.

Un sonido innecesario salió de su boca cuando la de ojitos dorados mordió su lengua con delicadeza. Su reacción alegró a la bruja quien revoloteó sus orejas y sonrió entre el beso.

-Amity, aire -exigió en un jadeó Luz. Amity accedió y se alejó con un ligero rastro de saliva en su boca.

Observó con adoración a su novia y repartió adorables besitos por su rostro, su nariz, sus mejillas, su frente e incluso alcanzó sus orejas. Le regaló una pequeña mordida en su mejilla.

-Te amo, Luz ¿Lo sabes? -confesó besando su barbilla con ese tono encantador que hacía sentir tan tonta a la humana.

-También te amo, Amity -correspondió tímida y trabada, su cuerpo dio un respingo cuando sintió los labios de su novia rozar su manzana de Adán. -Creo que son lindos los besos, pero aún nos falta terminar la película.

Tomó el control y reanudó la pantalla, Amity negándose a la idea de dejarla ir tan fácil tomó su mano y la obligó a dejar el control aunque la película siguió reproduciéndose.

-Vamos, Lu. Concédeme otro beso ¿Si? -rogó con tentadora plantándose en la comisura bucal de la humana. -Por favor.

El tono seductor de su súplica terminó por hacerla ceder.

-Bien -accedió enredando los cabellos teñidos entre sus deditos y obligándola a mirarla a los ojos. -Entonces bésame.

Amity permaneció estupefacta unos segundos, pero su corazón volvió a calar con fuerza y sus labios invadieron la boca contraria con más pasión que antes.

Le importó poco el respingo que dio la dominicana cuando sus manos macilentas¹ se colaron sin autorización en los bordes de su blusa holgada y tentaron la piel caliente y morena rasguñándola sin fuerza. Haciéndole caricias con sus uñas.

La bruja abandonó sus labios para desviar destino a su quijada y bajar recorriendo su cuello. Luz soltó una gritito cuando sintió una succión en su cuello que la hizo temblar y cerró sus piernas cuando juró que el calor de sus mejillas también estaba invadiendo su entrepierna. Inconscientemente se estaba exitando.

-Ammy, aquí no -pidió y soltó otro chillido cuando otro chupetón se creó a centímetros del primero. -Aquí no -repitió.

En su cabeza aún golpeaba la peligrosa imagen mental de ser descubiertas en una situación tan vergonzosa.

-¡Ay!

Chilló más fuerte que las veces anteriores cuando Amity la mordió sin cuidado, juraba que sus caninos incluso le habían perforado su piel.

Sonrió contra su piel y lamió la poca sangre que la herida emitió. El sabor metálico le pareció encantador.

La bruja la recargó contra la pared ¿Cuándo había llegado hasta ahí?

Pero antes de que se animara a hacer algo más fue cubierta por un aura dorada y arrastrada con brusquedad lejos de ella.

Las luces se prendieron revelando a una molesta Eda en el marco de la puerta y entrando a la habitación dando pisotones furiosos.

-¡E-Eda! -chilló horrorizada Luz. Su rostro era una mezcla de todos los tipos de rojo existentes.

-Suficiente -dictó celosa. -La Blight duerme en el sillón. Y agradezcan que no la mando con Hooty.

La inusual pareja miró con horror y vergüenza a la adulta, una considerablemente más que lo otra.

-No vuelvo a dejarlas solas en mi vida, carajo -re regañó a sí misma Eda. -Vete el jodido cuello, Luz. Y Mentas ¿Qué eres? ¿Un puto vampiro?

-Dama búho, cálmese -pidió avergonzada Amity aún doblegada en magia.

-Déjame pensarlo -sonrió forzadamente. -No.

Dirigió su mirada hacia su alumna.

-Luz -llamó con tremenda dulzura que hizo temblar a la dominicana. -Estás castigada, hablaremos mañana -hizo lo mismo con la teñida. -Y tú, Blight. No toques a mi niña dentro de mi propia casa, primera advertencia.

-Cuando lo dices así suenas como una madre sobreprotectora -comentó Lilith uniéndose a la discusión. Eda negó repetidamente.

-¡No es cierto!

-Es cierto -concordó somnoliento King. Ni siquiera le pareció anormal el desastre de situación. -Bueno, ahora que la novia de Luz se va ¿Puedo dormir con Luz?

-Hagan lo que quieran, estoy muy agotada para esto -suspiró frustrada Eda saliendo de la habitación con Amity aún levitando por el hechizo.

-Se lo dije, cosas de pubertas -soltó aburrida Lilith para salir de la habitación. -Iré por sangre de manzana.

-¡Yo quiero, yo quiero! -siguió emocionado King y ambos salieron de la habitación de la humana.

Luz pareció dejar de respirar por la impresión unos segundos y después chilló avergonzada tapándose entre las cobijas.

Una experiencia realmente vergonzosa.

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Ups~
Publicar tarde es mi pasión 😩✌️✨

Welp, no sirvo para el smut. Pirdón😔😔

Pequeño chafi-dibujo de regalo~

Próximo cap: ni jodida idea~

Los amo, espero que les haya gustado el capítulo y no olviden votar 🖤🖤

¡Nos vemos la próxima!

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