Octavo latido
La insuficiencia cardíaca se da cuando el corazón no puede mantener el gasto cardiaco, el cuerpo es sabio generando mecanismos para que el cuerpo se estabilice sin embargo es imposible mantenerlo para siempre y es ahí cuando la enfermedad puede llegar a matarte.
Esa mañana no había pasado el control para poder ir a la escuela por lo que no podría ir.
—Pero me siento bien —me queje.
—El control dice lo contrario —negó mamá— descansa un poco si, te traeré la medicina.
Mi corazón estaba como loco, me habían puesto un marca pasos hace un par de meses sin embargo ya no era suficiente.
Bufe molesto, mamá me miró para besar mi frente.
—Porque no duermes un poco —insistió— la medicina hará efecto pronto y te sentirás mejor.
—No me siento mal —insistí.
—No se a quien quieres engañar pero a mi no —gruñó, poder de madre supongo.
Bufé porque era verdad que me sentía mal, me quedé dormido de inmediato, desperté con un beso en la mejilla, esas peca y sonrisa me despertaron.
—Hola guapa —dije adormilado.
—¿Cómo te sientes? —me preguntó.ayudándome acomodar.
—Un poco cansado pero bien —asentí.
—Que bien porque te traje algo que te va hacer sentir mejor —me sonrió.
El chico entró con una sonrisa, me miró para saludar.
—Hola Dyre —sonrió el chico.
—Bastian —dije asombrado— Ho... Hola
El me sonrió para acercarse y besar mi mejilla.
—Linda pijama —guiño viendo mi pijama de vaquitas.
—Que vergüenza —negué peinándome.
No estaba listo para que viera mi obsesión por vacas.
—Bueno yo los dejo —sonrió— ¿Está tu hermano? Necesito ayuda con mi tarea.
—¿Nos dejaron tarea de caballos? —pregunté confundido.
—No sobre un libro aburrido pero esos le encantan a mi futuro novio —explicó divertida.
Negué entendiéndolo, no iba a leer solo iba hacer el resumen de lo que mi hermano le dijera, si el niño le respondía era todo suyo... probablemente se quedaría helado a la mitad del relato.
Me quedé a solas con el chico, más nervioso de lo común.
—Wow eso si es una gran colección de vacas —dijo mirando los peluches.
—Son bonitas —sonreí torpe.
El chico asintió para sentarse a mi lado.
—No tenias que venir —señale nervioso.
—Bueno es que quería verte —mencionó— aunque no quería incomodarte... si quieres me puedo ir yo...
—No es solo... no me gusta que me vean así —me queje.
—¿En pijama de vacas? —preguntó riendo.
—Enfermo —negué, estaba acostumbrado que me vieran así pero no tan mal.
—Yo te veo muy guapo —sonrió dándome un besito.
Asenti un poco cansado para recargarme en su hombro, Chetito entró por la ventana espantando al ruso a mi lado.
—Es... es hermoso —dijo con los ojos brillantes— y enorme.
Sonreí para levantarme, algo que sule pasarme es que mis piernas se inflamen por lo que me suelen doler demasiado.
Tomé su mano para llevarlo junto con él, tomé su mano para ponerlo sobre su cabeza y que lo pudiera acariciar.
Chetito relinchó un poco haciéndolo retroceder.
—tranquilo le gusta conocer gente —lo anime— no te hará nada.
El rubio cenizo asintió para acercarse una vez más, el caballo relincho cuando lo acarició, Chetito era especial sin embargo con su cabeza empezó a moverla de arriba y abajo en el pecho de mi chico.
—¿Qué hace? —preguntó confundido.
—No lo se —dijo curioso— nunca lo había visto hacer eso.
—Creo que le agrado —sonrió orgulloso.
—Yo creo que si —sonrei sentándome cansado.
El chico se sentó a mi lado fascinado por el caballo.
—¿Cómo se llama? —preguntó feliz.
—Chetito —contesté viendo al imponente caballo.
Él me vió confundío de cómo pronunciar.
—Se lo puso mi hermano —me burlé— sabes chetito es mi gemelo.
—Tu gemelo —dijo riendo.
—Si, nacimos el mismo día —afirmé— así que si.
El asintió divertido, la verdad es que tenía un lazo muy especial con ese caballo, fui el único que lo logró domar, mi primera palabra fue caballo y bueno... dejarlo de montar había sido algo muy duro para mi.
Me quedé mirando al chico quien observaba con cautela mi habitación, una que ya era como la de un hospital con tanto aparato.
—Llevas... mucho tiempo enfermo no —mencionó.
—Desde los ocho —conté avergonzado.
El asintió levantándose para ver una de las fotografías que tenía en mi mesa de noche.
—Eras tan tierno —me sonrió— y sigues igual de tierno.
—No es lo que esperaba escuchar —me quejé.
Claramente no quieres escuchar que eres tierno... tal ves sexi o guapo pero tierno no.
El asintió feliz, sin dejar de ver mi foto aquella que tenía con mis mejores amigos poco antes de mi diagnóstico, la puerta se abrió con mi hermanito entrando.
—Si... disculpa —me quejé.
—¡Cállate mi mujer me necesita y no encuentro mi libro! —exclamó hurgando en mi librero— aquí está.
El niño tomó el libro feliz, estaba por salir cuando se detuvo para girarse y mirar a Bas molesto.
—¿Quién eres tú? —se quejó.
—Soy Bastian —saludó— soy amigo de...
—Yo hago las preguntas aquí —se acercó intimidante— cuantos años tienes, tienes todas tus vacunas, algún resfriado reciente...
—Damian —gruñi nervioso.
—Tengo diecisiete, si tengo todas mis vacunas y no... —explicó.
Lo miró de arriba abajo.
—Alguna enfermedad de transmisión sexual, como es tu hábito higiénico, estás dispuesto a contestar una historia clínica para estar seguros —insistió.
Me rendí negando, rojo como un tomate.
—Ah seguro contestó la historia clínica —asintió divertido— de hecho me dijeron que te encantaba leer y te traje esto.
El chico sacó el libro para dárselo.
—Es mi utopía favorita espero no la hayas leído aún —le sonrió.
Mi hermano miró el libro para soltar una sonrisita culposa.
—Al menos tienes buen gusto —dijo saliendo.
—Que se dice —regañe al niño.
—Espero la historia clínica para tu próxima visita —sentenció— y gracias.
Mi hermano se fue azotando la puerta.
—Lo siento —me disculpé.
—Tranquilo ya estaba advertido —negó riendo— pero ese niño tiene carácter.
—Y que lo digas —dije riendo— es muy precavido solamente.
—Me parece adorable —sonrió.
—Es la primera ves que alguien se lo dice —conté— ni cuando era un bebé se lo decían —era un bebé muy gruñón.
Él negó divertido, supongo que porque es ruso conoce la rudeza... o que solo estaba siendo lindo conmigo.
Mamá entró con la bandeja de comida para vernos.
—Mamá —dije nervioso.
—Dyre te traje un poco de sopa a ver si comes —me miró para luego recaer en el chico a mi lado— oh hola cariño tú debes ser el amigo de mi niño.
—Ma él es Bastian —presente— ella es mi mamá que al parecer no sabe tocar.
—Porque quieres que toque a caso están haciendo algo indebido —señaló arqueando la ceja.
Negué nervioso.
—Te quedas a comer —miró a Bas.
—Ah no yo solo venía a saludar y...
—No aceptaré un no por respuesta cariño —le sonrío.
—De acuerdo —asintió.
—Bien yo llevaré esto al comedor y los veo ahí —ordenó.
No nos quedó de otra, fuimos al comedor donde estaba ya mamá poniendo la mesa con la pecas y mi hermanito.
Mamá me sirvió la sopa junto con su pastel especia, para suerte de los chicos hoy tocaba pastel de carne.
Bastian parecía que comía como si no hubiera mañana.
—Esto es muy rico —exclamó comiendo a más no poder.
—Que bueno que alguien si aprecie mi comida —remarcó mamá indignada.
—Porque el no la come todos los días —señale.
—Y es tu especial —añadió Dami.
—Yo comería esto todos los días —halago— es muy rico.
También la tenía a ella, este chico venía con todo.
Después de comer o medio comer se tuvieron que ir.
—Adiós guapo —dijo Nadi besando mi mejilla.
La pecas se bajó para besar la mejilla de mi hermano.
—Adiós guapo —se despidió revolviendo su cabello.
Podía ver como los ojos de mi hermano formaban un corazón.
Bastian sonrió para besar mis labios y abrazarme.
—Adiós guapo —se despidió.
Miró a mi hermanito burlón, el castaño retrocedió un paso.
—Ni te atrevas —gruñó.
—Adiós Damian —dijo extendiendo el puño para que la chocara.
El chico bufó para corresponder.
Me fui acostar pues mis piernitas me estaban matando, mamá me ayudó con las compresas que ayudaban con el dolor.
—Se ve que es un buen chico —me sonrió.
—Lo es —asentí.
Mamá me miró picara.
—Entonces ya son...
—No hablaré de eso contigo —me negué.
Mamá negó besando mi frente.
Más tarde llegó el doctor para revisarme, si se veía preocupado entonces si era grave pero hoy no era así.
—Bueno sabemos que son complicaciones no —me sonrío— descansa, toma tus medicinas, sigue tu dieta es lo mejor que puedes hacer en estos momentos.
—Eso ya lo hago —asentí— esperando claro que llegué ese corazón.
—Cruzamos los dedos amigo —me sonrió el doctor.
—Doc... cree que llegué —dije nervioso.
Mi doctor se sentó al pie de la cama para verme, no me gustaba hacerle este tipo de preguntas.
—Sabemos que es un poco difícil —murmuro— y que muy pocos son los que reciben el transplante pero te diré algo, si tú no te rindes yo tampoco me rendiré en buscarte un corazón trato.
—Trato —acepté.
Sabía que no era fácil, pero era la única opción que me quedaba.
Mi hermano llegó más tarde agotado para tirarse a mi lado.
—Ya me contaron que vino Bastian —gruño.
—Si, lo hizo —asentí divertido.
—Ese desgraciado se ganó a Dami con un libro —se quejó— con trampas no se vale.
—¿Cress que hubiera sobrevivido? —me burlé.
—El... es verdad —se quejo.
Abracé a mi hermano divertido.
—¿Que te dijo el doctor? —preguntó nervioso.
—Ah lo de siempre que no hay que perder la esperanza y esperar a que llegue el corazón —conté.
—Llegará —me calmó— ya lo verás.
—Cuanta confianza, que harás matar a alguien para darme su corazón —me burlé.
Mi hermano no dijo nada así que lo miré cansado.
—No vas a matar a nadie —me quejé.
—Ya lo se —dijo riendo— si no te daré el mío.
—No digas estupideces —me quejé.
Esa mirada... me decía que iba muy en serio.
—Prométeme que no harás ninguna estupidez —lo abracé— porque de qué sirve vivir si no estás ahí.
—Es lo que yo digo... —se quejó.
—A mí fue el que me tocó pasar por esto si —señale— además ya estoy listo.
—No digas eso —me miró cansado.
—Ya lo estoy —señale— tantos años enfermo te preparan.
Mi hermano me abrazó con tristeza para besar mi frente.
Los días malos a veces se volvían buenos, solo hacía falta tener una buena compañía.
Apesar de que me sentía listo para morir la llegada de ese lindo ruso me habían llegado a cambiar todo.
Es que con un libro de por medio a cualquiera lo ganan 🤷🏽♀️
Días malos y días buenos pero con un ruso de por medio todo puede ser bueno 🌚
Chetito supremacy 🛐
En fin nos vemos la siguiente semana 💕 se me cuidan ✨❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top