29 latidos
Una llamada, una llamada es lo que necesitas para cambiarte la vida... y yo no estaba listo para esa llamada.
Pensar que hace tan solo un par de horas estaba haciendo algo que me gustaba, con el chico que me vuelve loco y amigos, amigos de verdad... había sido uno de los mejores días de mi vida hasta esa llamada.
Desperté con el sonido de mi teléfono.
—No cinco minutos más alarma —pedí a mi teléfono.
Tomé mi teléfono para apagar la alarma que había puesto para ir a ver a Dy temprano, iba a poner otros diez minutos cuando me percaté de la hora: 2 de mañana.
El número de la señora Lambert apareció en mi pantalla.
—No... No por favor —susurré rogando que no fuera esa llamada, esa que parecía más pesadilla— Bueno...
—Hola Bas, perdón por despertarte —dijo su madre con cierto dolor en su voz.
—No se preocupe señora lamber... Dyre está...
—Sigue vivo cariño pero se puso mal —explicó— estamos en el hospital y... Bas es hora, tienes que venir si quieres despedirte.
—yo... yo... —no supe que decir— voy para haya.
—Tranquilo Bas, todo va a estar bien —me calmó.
Me levanté de inmediato buscando mi ropa, estaba temblando, mis padres no estaban pues se habían ido a una fiesta en la ciudad.
Tuve que llamar a mi madre pues no encontraba las llaves del auto.
—Bastian cálmate ya —ordenó a gritos mi vieja— espéranos de acuerdo iremos para haya.
—Mamá no puedo esperarlos —insistí— debo irme ya... no sé si él aguante más y yo... yo no me perdonaré nunca si no me despido.
Mamá suspiró hablando con mi padre.
—Pide un taxi hijo, aún no eres muy bueno conduciendo y estás muy alterado —insistió mamá.
—Iré lento lo prometo —insistí— ya traté de pedir uno pero no hay.
—Con cuidad Bas —insistió Papá— iremos cuanto antes, espéranos en el hospital.
—Gracias papás —contestó— los amo, nos vemos ahí.
Colgué para tomar las llaves, me metí al carro para encenderlo e irme, lento y seguro pues aún no me acostumbraba a manejar del otro lado.
—Más vale que me esperes querido —suspiré.
No estaba listo, no quería perderlo... no quería sufrir otra pérdida más por que yo... lo amaba.
No estaba muy lejos del hospital pero aquel cruce fue mi perdición, apenas y lo vi, esa luz verde que me dio el paso y aquella luz blanca que me acorraló golpeando mi auto, haciéndolo girar por varios metros.
Solo vi a mi alrededor todo girar hasta ver esa luz negra, estaba bien... al final no me quería despedir de él, quería mantenerlo vivo en mi memoria.
Los paramédicos llegaron enseguida para sacarme de mi auto, tenía pulso... estaba vivo, o eso pensaban.
Llegue a urgencias con un posible traumatismo y un par de huesos rotos pero en ese momentos a mi no me dolía nada.
Una tomografía les dió el diagnóstico que ya se esperaban.
—Tiene muerte cerebral no es así —dijo uno de los doctores.
—Si, es una lástima —suspiró— un chico tan joven, todo por culpa de un estupido ebrio que solo tiene un par de rasguños.
Un largo suspiro para mirar el nombre en el documento.
—Es el hijo del doctor King no es así —afirmó un doctor.
—Si lo es, ya les avisamos a sus padres que ya venían en camino —explicó el otro doctor— vamos a subirlo a piso y darles tiempo a que decidan que hacer.
La peor parte de ser médico era decir que alguien había muerto me había dicho papá, peor aún cuando tienes que darle la noticia a alguien que conoces... más si le tienes que decir a un neurólogo que su hijo murió por un derrame cerebral.
Mis padres llegaron una hora después, asustados de la noticia que les habían dado a medio camino para encontrarse con el doctor Jones.
—Señor y señora King —los llamó el doctor.
—Jones —dijo mi padre— ¿Cómo esta mi niño?
—Síganme por favor —pidió él.
Cuando llegaron a la habitación mi padre ya sabía que algo andaba mal.
—Dilo ya —ordenó mi madre— mi hijo...
—Le hicimos varias pruebas, desgraciadamente Bastian no muestra actividad cerebral —explicó el doctor— lo siento, tiene muerte cerebral.
No hizo falta que explicara más cuando ya lo sabían.
—Les daré un momento para que estén con su hijo —asintió— Lo siento Liam.
Mi papá asintió haciéndose el fuerte como nunca antes.
Mamá camino hasta mi cuerpo para sentarse y tomar mi mano, ni una sola lágrima había derramado hasta ese momento.
—Escúchame bien señorito más te vale que despiertes en este momento o me voy a enojar mucho contigo —me regañó.
—Ágata —la llamó mi padre para acercarse.
—¡No! —le gritó a mi padre— no voy a perder a mi hijo... no ahora, no perder a mi niño yo no...
—Ya lo perdimos cariño —dijo papá abrazándola— nuestro hijo se a ido.
Mis padres se aferraron entre lágrimas a mi.
Mis padres... lamento haberme tenido que ir así pero yo sabía que iban a estar bien, se tenían el uno al otro a final de cuentas, iban a poder superar esto.
Ver a mis padres llorar era algo que no soportaba y los sollozos de mi madre desesperada no ayudaban, mi padre siempre fue el más sentimental de nosotro, no corría sangre rusa entre sus venas decía mamá.
Pero esta vez solo estaba sentado a mi lado, tomando mi mano con fuerza y llorando en silencio.
La noticia llegó a todos los doctores del hospital incluyendo al doctor Grant de Dy, aquel hombre fue a visitar a mis padres para dar el pésame.
—Escuché la noticia, lo lamentó mucho —dijo entrando— era un muchacho muy bueno.
Mi padre asintió pero mi madre se limitó a mirarme y acariciar mi mejilla.
—¿Cómo está Dyre? —preguntó acariciando mi mejilla.
—Aguantando, su cuerpo ya no lo está resistiendo —mencionó— es cuestión de horas.
Mi madre asintió sin dejar de verme.
—Viene a pedir sus órganos no es así —atacó de inmediato.
—No, para nada yo solo vine a presentar mis condolencias —expresó nervioso— lamentó si sentiste que fue una ofensa.
Mamá suspiró para ver a mi padre.
—Quiero que mires esas tomografías y me digas si hay alguna oportunidad por lo más mínima de que mi hijo vuelva —pidió— pero si no, Grant —lo llamó— puedes revisar si mi hijo es compatible con Dy.
Los hombres asintieron ante lo imponente de mi madre.
Papá revisó mis estudios una y otra vez, para suspirar y sentarse a lado de mi madre.
—Tiene muerte cerebral —confirmó— como doctor te diré que Bas se a ido y no volverá.
—Y como su padre —le miró mamá.
—Como su padre yo... quisiera que no fuera así, pero donar sus órganos es la mejor opción —afirmó— que su corazón vaya con quien se lo ganó.
Mi madre asintió para verme y asentir, tenía duda, se aferraba a mi como cualquier madre pero yo... yo quería que dijera así, que me permitiera seguir a su lado, ser la razón por la que él siguiera con vida aunque tuviera que estar lejos de mi.
El doctor de Dyre entró.
—Son compatibles —afirmó.
Mamá suspiró para tomar la decisión más grande de su vida, se acercó a mí para besar mi frente y susurrarme un te amo al oído.
Mi padre hizo lo mismo.
—Que vayan a un buen lugar Grant —pidió mamá para salir.
Me prepararon para llevarme a quirófano, mis riñones se fueron para un padre de familia, mis pulmones para una chica con fibrosis quística... done todo lo que pude donar y mi corazón, ese que latió por mi ahora latiría para él.
Al terminar la cirugía los padres de Dyre se acercaron al doctor por preguntas.
—Quisiéramos hablar con la familia que le dono el corazón a mi niño —dijo la señora Lambert— deben pasar un terrible momento ahora y quiero darles mi gratitud
—Sobre eso —suspiró el doctor— quien le donó el corazón a Dy fue Bastian.
—¿Que? —dijo mi padre con un nudo en la garganta.
—Él falleció cuando venía para acá, un borracho chocó contra su auto —explicó— desafortunadamente el golpe en la cabeza fue muy fuerte.
Su madre negó para llevarse las manos a la cara y empezar a llorar.
—Es Importante que Dyre no lo sepa hasta que no esté estable... una noticia así lo podría matar —afirmó.
Mi padre asintió abrazando a mamá para calmarla.
Al volver con todos los demás y verla así tuvo que decir la noticia.
—Bas él... falleció —contó destrozada— su corazón es el que recibió Dyre.
Nadi y Tyron en definitiva no lo tomaron muy bien, qué puedo decir al final nos habíamos hecho buenos amigos, pero también estarían bien... se tenían entre ellos y sabía que podrían ayudar a mi Dy de salir de esto.
No me esperaba la reacción de mi cuñadito pero verlo llorar por mi creo que fue una victoria, aunque si me hubiera gustado pasar más tiempo con él... no me lo pude ganar del todo, aunque sabía que era un buen niño.
Mi madre aguardaba en la sala de espera mientras papá se encargaba de todo, al final no había muchos a quien llamar, mi abuela llegaria en cuatro horas y era a la única que debíamos esperar.
La madre de Dyre se encontró con mi madre en uno de los pasillos, sin decir una palabra solo se abrazaron para quedarse así por un largo tiempo.
—Lo siento mucho Ágata —le dió el pésame.
—Gracias Diana —aceptó mi madre— ¿Cómo está Dyre?
—Está estable por el momento —asintió— debemos esperar solamente.
—Saldrá bien, tiene un buen corazón —afirmó mi madre fielmente.
—Yo quiero... darte las gracias por permitir que Dyre recibiera el corazón de Bas, no sabes cuanto...
—No tienes que —negó mamá— Bas así lo habría querido, es lo mejor que pudimos hacer para honrar a nuestro hijo.
Las madres se abrazaron, La mamá de Dy sabía que era esto... tal vez ella no había perdido un hijo, pero sabía lo que era sentir que perdía a su hijo por años.
Mi funeral... fue algo lindo supongo, mis padres estaban destrozados pero el hecho de poder donar mis órganos era algo que les había dado mucha paz.
Mi abuela se enojo un poco conmigo pero esa señora se la pasó peleándose conmigo desde el momento que nací y la oriné... iba a extrañar a esa viejita.
Mis padres decidieron que mi funeral fuera aquí, hicieron una lápida para mi que solo contenía un poco de mis cenizas, porque claro no quería correr el riesgo de volverme zombie en un futuro... eso y para aquellos que me quisieron tuvieran un lugar para recordarme.
Mis amigos fueron, fue algo triste, la muerte de alguien tan joven e inesperado impacta demasiado, a diferen de Dy nadie se lo esperaba.
La cosa es simple, el corazón de Dy se detuvo, cumplió la promesa me amo hasta el último de sus latidos y yo, yo cumpliría mi promesa también.
Mientras mi corazón estuviera en su pecho latiendo para él seguiría latiendo por nuestro amor , cuánto lamento no estar contigo Dy... pero algún día volveremos a encontrarnos, siempre me llevarás en tu corazón, literal.
Por lo mientras tendré que esperar a mi Romeo.
Continuemos con la chillacion, la próxima semana el capítulo final 😭
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