Capítulo 5
Matías
Observo el cuerpo de Claire que yace desnudo sobre mi cama, verifica algo en su celular mientras muerde sus labios por la concentración. Mi novia es una chica hermosa, sus ojos avellanas son muy expresivos.
La conocí en una disco, esa noche andaba con unos amigos y me la presentaron. La traje ebrio al apartamento y nos acostamos. Para ser sincero, no tenía planeado tener una relación con ella, pero eso cambió cuando coincidimos en varios lugares.
Empezamos a salir y ya llevamos unos meses de relación. No me quejo, Claire es una chica maravillosa, no trabaja, pero estudia Publicidad. Ella dice que quiere ser modelo, ha tenido algunas oportunidades con pequeñas tiendas de ropa que la han contratado.
-Estás muy pensativo, Mat, a veces creo que tienes otra. -La miro de mala manera, ¿acaso escuché bien?
-¿Perdón? -Deja el teléfono en la mesita de noche y se acerca. Se posiciona sobre mí y pasa un dedo por mi mejilla.
-Últimamente estás muy extraño, no quieres salir, casi no me hablas... -dice con reproche.
No le he contado nada a Claire de lo que pasó hace unas noches, no creo que sea prudente, estoy seguro ella hará un drama innecesario. Además, no me he topado más con el tipo extraño ni he visto nada fuera de lo común.
Estoy tratando de no dejar salir sola a Amelia, ha sido toda una odisea porque esa chica es un tornado. Ha estado evitándome como la peste, soy consciente que su comportamiento se debe al momento raro que pasamos hace unos días.
-Todo está bien, Claire, puedes estar tranquila, respeto nuestra relación. -Rueda los ojos y se baja de mi regazo.
-Dices eso y siempre estás con esa mujer que no soporto. -Camina por la habitación buscando sus cosas-. Quiero pedirte un favor, amor. -Su voz se suaviza de repente.
-¿Sí? -Se acerca y toma mi mano, la acaricia y se balancea de un lado a otro, nerviosa.
-Sé que no tenemos mucho tiempo, pero he estado pensando que podemos empezar a vivir juntos ya. -Retiro mi mano bruscamente ante la sorpresa que me causan sus palabras.
-No creo que sea prudente, es muy pronto. -Me levanto de la cama y busco mi ropa para vestirme.
Sus palabras me han dejado desorientado, Claire está más celosa que nunca y pelea por nada. No me imagino como sería vivir con ella. Además, sería desastroso para Amelia.
No es que le deba alguna explicación de mi vida privada, pero ella no lo va a tomar a bien.
-¡Entonces yo solo soy un entretenimiento, Matías! -alza la voz y la miro confundido por su reacción-. Si solo soy un juego para ti, dímelo, que no puedo perder el tiempo.
-Estás loca -es lo único que logro decir, riendo nervioso.
-¿Loca? Porque te digo la verdad, estoy segura que te estás revolcando con la puta esa que llamas amiga.
-¡Largo de mi casa! -Mi ira se desborda y ella aprieta los puños visiblemente enojada-. No vuelvas a hablar mal de Amelia, desde el principio te la presenté y sabes que es mi mejor amiga. Estoy hastiado de que cada vez que te sientes insegura, quieras insultarla.
-No soy insegura, esa tipa no me da ni por los tobillos. Es una loca, fea y poco femenina. -Trato de controlar las ganas que tengo de hacerle tragar sus palabras. ¿Cómo se atreve a atacar a alguien que no le ha hecho nada?
-Es mejor que te vayas, Claire, estás insoportable y no estoy dispuesto a seguir con esto. -Me mira con desagrado, toma sus cosas y sale del cuarto dando un fuerte portazo.
Me quedo paralizado en medio de la habitación, paso las manos por mi pelo echando mis rizos hacia atrás. ¿Qué voy a hacer con ella? Lo mejor sería terminar, tengo demasiados problemas para que encima de eso tenga que tratar con una celosa compulsiva.
Salgo hacia la sala al escuchar los toques en la puerta, abro y observo a Amelia que mira a todos lados apenada. Sonrío por lo tierna que se ve en esa pijama de conejo, incluyendo sus pantuflas.
Su pelo castaño está en dos trenzas que le bajan por su pecho hasta la cintura. Vaya, al fin está peinada.
-No es por ser chismosa, pero escuché ruidos y quise saber si estás bien. -Luce más tímida que de costumbre, juega con una de sus trenzas y su cabeza está agachada. Si no la conociera pensaría que es una chica normal.
-Estoy bien, linda, gracias por preocuparte. -Asiente y levanta la cabeza mirándome profundamente con sus grandes ojos verdes-. Solo tuve una discusión con Claire, nada fuera de lo común. -Hace una mueca y se gira, pero la detengo-. ¿Quieres pasar y compartimos un té? -Me sonríe y entra a la casa ahora más animada.
Coloco las dos tazas del té favorito de Amelia frente a nosotros y me siento. Ella ha estado muy callada y tranquila, cosa que me es muy sospechoso. Sopla con cuidado y le da pequeños sorbos a su bebida, tomo la mía y hago lo mismo.
-¿No has ido a la policía, Matías? -Niego varias veces.
-No sé si sea buena idea, además no he visto nada raro en los últimos días. -Asiente dudosa-. Pero dime qué has hecho, siento que me estás evitando. -Sonríe nerviosa y carraspea sin saber qué decir.
-Estás mal, no te estoy evitando. Pero como ya tienes tu auto, no le veo caso irnos juntos. -Desvío la mirada, me da rabia que sabe el problema en que estamos metidos y aún así se comporte tan infantil.
-Sí, pero te había dicho que quiero cuidarte. -Suelta una carcajada que me deja desconcertado.
-¿Cuidarme? No seas tonto, Matías, no soy una niña. Sé cuidarme solita ya. -Asiento porque no tiene caso discutir con Amelia-. Además conocí a alguien. -Oh no, aquí vamos de nuevo.
-¿A alguien? -Asiente sonriendo como tonta-. Al fin tendrás una nueva amiga, me alegro.
-No, es un chico y es músico. De hecho me invitó a una presentación que tiene mañana, dijo que le gustaría verme allá. -Parpadeo tratando de estabilizar mi respiración que se ha tornado agitada.
Amelia conociendo chicos no es buena señal, ella se enamora fácilmente dejando de lado su raciocinio. Me molesta lo feliz que se ha mostrado al hablar de ese tipo, no lo conozco, pero estoy seguro que no es bueno para ella.
-Oh -es lo único que logro decir, sus grandes ojos me observan con detenimiento y luego sonríe.
-Sí y quiero saber si puedes ir, bueno, si tu novia te deja -suelta como si nada y mira sus uñas con interés.
Me levanto, no sé por qué me molesta tanto que quiera ir a ver al musiquito ese.
-Por supuesto que iré, no pienso dejar que estés por ahí a tu suerte y más con personas extrañas. -Mis palabras destilan veneno al salir de mi boca, siento un sabor amargo y mi pecho se contrae al verla tan emocionada por ese chico.
¿Será que le gusta? No lo dudo, Amelia es una chica hermosa, con una personalidad peculiar, pero encantadora. Debo ir y ver por mí mismo si ese tipo es de fiar.
Ella se levanta del sofá, se estira y bosteza dramáticamente haciendo que ruede los ojos.
-Tengo tanto sueño, Matías, es mejor que me vaya. -Asiento enojado sin razón aparente, ella me mira con curiosidad y camina hacia la salida.
-¡Espera! -Se detiene, me le acerco y le tomo una mano entre la mía-. Duerme bien. -Sus ojos lucen decepcionados y asiente con pesar. Sale del apartamento cerrando la puerta despacio.
Suspiro sonoramente, debo dejar de pensar en ella de esa forma y más aún después de lo que descubrí y que su madre tanto ha guardado. Solo espero que Amelia no salga destruida cuando sepa la verdad.
🙋♀️Otro capítulo más de Has sido tú, espero que les guste. Muchísimas gracias por todo el apoyo. Los amo ❤
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